Papa Francisco se encuentra con pueblos indígenas en Puerto Maldonado

“La Iglesia no es ajena a vuestra problemática, ni a vuestras vidas. Necesitamos que los pueblos originarios moldeen culturalmente las iglesias locales amazónicas”. Es una de las confesiones que, el Papa Francisco, realizaba a los pueblos indígenas amazónicos durante su visita a Puerto Maldonado, el 19 de enero de 2018. Les pedía también que ayudasen a sus obispos, misioneros y misioneras en el camino del diálogo, del encuentro para moldear una iglesia con rostro amazónico y, más en concreto, con rostro indígena.

Desde que unos meses antes, en julio de 2017, Francisco anunciase esta histórica visita a la región más olvidada del Perú muchas cosas comenzaban a cambiar para nuestra iglesia. Aunque fueron apenas unas pocas horas de visita, la presencia del Papa reavivó la ilusión y reafirmó el sentir de misioneros y misioneras, religiosos y laicos, en un compromiso de vida por la escucha y el acompañamiento a los más olvidados y vulnerables.

Francisco arribó a Puerto Maldonado pasadas las 10.00 de la mañana, siendo recibido en el aeropuerto internacional Padre Aldamiz por Mons. David Martínez de Aguirre y el resto de las autoridades locales. Luego de un caluroso recibimiento, su primera actividad (y la más recordada) se realizó en el coliseo de Madre de Dios. Allí se encontró, cara a cara, con cientos de indígenas amazónicos, representantes de buena parte de los pueblos originarios del Perú y otros llegados desde los países fronterizos de Bolivia y Brasil.

Varios representantes de los pueblos yine, matsigenka, awajún, asháninka, achuar, kichwa… entre otros, tuvieron oportunidad de dirigir unas palabras al Santo Padre y de estrecharle la mano. Pero fue el pueblo Harakbut, dueño ancestral de parte de lo que hoy es la región, quien emocionó al mundo con una carta escrita al Francisco desde lo más profundo del corazón. Un grito de auxilio que nació de las voces de Luis Tayori y Yésica Patiachi.

 

 

Seguidamente, el Sumo Pontífice ofreció un mensaje a los pobladores apostados en la explanada del instituto Jorge Basadre y, como tercera actividad, visitó el albergue El Principito donde se acoge a niños en situación de vulnerabilidad. Su última actividad fue un almuerzo con representantes de las comunidades indígenas, con quienes tuvo oportunidad de conversar e intercambiar ideas de forma privada.

Imágenes de la visita