Un jardín botánico, la compañía de más de 20 especies animales de la zona, una catarata y una muestra fotográfica son los particulares atractivos de una casa de espiritualidad impulsada por los Misioneros de la Compañía de Jesús en plena selva amazónica. Un lugar que se abre para todas aquellas personas e instituciones interesadas en conectar y cuidar la Casa Común.
Crear un espacio “donde poder humanizarnos y encontrarnos, al margen de nuestras diferencias”. Ese es el sueño en el que trabaja sin descanso el joven sacerdote jesuita David Samaniego. Le encontramos en Santa María de Nieva, capital de la provincia de Condorcanqui, en la región Amazonas, jurisdicción del Vicariato Apostólico ‘San Francisco Javier’ de Jaén.
Navegamos apenas a 20 minutos por el río Nieva y, de su mano, nos adentramos en la Casa de Espiritualidad Tunaants, término que en idioma Awajún viene a significar ‘cataratas’. La elección del nombre no es casual, pues para los awajún es precisamente en la gran catarata donde se puede encontrar al Ajutap y dialogar con él. Muy cerca de allí, también viven los seres espirituales del bosque como Nugkui o Bikut que son grandes maestros para el aprendizaje de las costumbres y valores ancestrales de este pueblo con siglos de historia en la Amazonía peruana.
“Lamentablemente en Tunaants no contamos con una gran cascada, ya nos gustaría”, bromea Samaniego, “sin embargo, sí hay una pequeñita que ha sido incluida en el recorrido que hemos organizado para los visitantes”. Aunque este lugar no es nuevo, pues se impulsó a mediados de los años 80, los lineamientos del Papa Francisco sobre el Cuidado de la Casa Común recogidos en Laudato Sì y Querida Amazonía vienen alentando la convicción de que esforzarse por adaptarlo a las nuevas realidades es necesario.
Más de 100 hectáreas de exuberante vegetación amazónica son el escenario inigualable de un espacio que busca propiciar un sincero diálogo de fe desde la cosmovisión awajún-wampís, a través de sus mitos, leyendas y costumbres, y el cristianismo con el Mito de la Creación. A ello se suma la creciente preocupación por el cuidado de la creación, cada vez más violentada y explotada; así como por la conservación de especies en extinción. “Desde Tunaants queremos contribuir a la reflexión y ayudar en una pedagogía que aterrice en el cotidiano vivir de la gente. Por eso desde el Vicariato lo planteamos como un espacio abierto a todo público, por ejemplo, a universidades u otras instancias interesadas en el estudio de la botánica y la flora y fauna amazónica”, comenta el misionero que, desde 2020, es el director.
¿Qué encontramos en Tunaants?
A nivel de instalaciones esta Casa de Espiritualidad cuenta con espacios idóneos ahora refaccionados para la realización de retiros con hasta 40 personas, así como talleres de formación y capacitación para catequistas. Este es, de hecho, su uso habitual. Sin embargo, estas instalaciones van mucho más allá pues a pocos metros de allí el visitante se sumerge, literalmente, en la selva. Un completo jardín botánico con diversidad de especies de árboles y plantas medicinales, así como un recorrido entre más de 20 especies animales de la zona, una pequeña catarata y una exposición fotográfica permanente sobre la recolección del Huacharo, un ave tradicional de la zona, forman parte también del reclamo.
“En estos últimos meses hemos recibido sobre todo a funcionarios del Estado que están de paso por la zona”, indica Samaniego, “aunque también han llegado pobladores locales e instituciones educativas motivados principalmente por la inclusión de nuevas especies animales”. Y es que un ronsoco, dos tortugas, una anaconda, dos lagartos, un loro y una chozna son los últimos inquilinos de Tunaants. A su cargo, seis trabajadores locales hacen posible que todo luzca en buen estado. “Para darle calidad a la visita hemos elaborado un tríptico y nos ocupamos mucho de que los espacios estén limpios y resulten acogedores”, explica el director.
Conscientes de que este lugar tiene grandes posibilidades, ya se trabaja en lo siguiente. Será una muestra de artesanía, con presencia de piezas de los tres ríos de Condorcanqui y que sirva para exponer, vender y promocionar el trabajo de la gente local; y otra exposición fotográfica permanente, en este caso sobre la provincia de Condorcanqui. Además, en alianza con el Programa Horizontes, se espera lanzar el próximo mes de octubre una publicación pedagógica que dé a conocer toda la riqueza que habita en Tunaants.
¿Quieres visitar o saber más sobre Tunaants?
Recientemente, con el apoyo de la joven estudiante awajún Sekut Erika Manuin, Tunaants ya tiene página en Facebook para ir mostrándose al mundo. Para llegar hasta allí se debe arribar hasta la capital de Condorcanqui, Santa María de Nieva, y tomar desde allí un llevo-llevo (o peque-peque) cuyo costo es de S/.20 por trayecto (entran varias personas). Tu visita a Tunaants tendrá un costo de S/.4 para adultos, S/. 3 para estudiantes y S/. 2 para niños.