Bajo el lema: "Desde la Interculturalidad, discípulos misioneros en sinodalidad", personas provenientes de Ucayali, Madre de Dios y Cusco se reunieron durante tres días en la ciudad de Quillabamba.
Luego de tres años, representantes de parroquias, comunidades y organizaciones que conforman el Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado se encontraron de forma presencial en su VIII Asamblea General, realizada en la ciudad de Quillabamba, en la provincia de La Convención, región Cusco. El evento, que tuvo como lema: "Desde la Interculturalidad, discípulos misioneros en sinodalidad", se realizó del 4 al 6 de marzo y congregó a más de 150 personas que llegaron desde diferentes partes de Ucayali, Madre de Dios y Cusco.
La asamblea inició con una Misa presidida por el Padre Fredy Angulo y la comunidad parroquial de Santa Cruz de Madre de Dios, animados por el coro parroquial de Quillabamba-Echarati. Posteriormente, se presentaron a las delegaciones, así como el Plan Pastoral 2022-2026, que tiene como objetivo la construcción comunitaria de sueños y realidades de agentes pastorales en diversas zonas, una meta a alcanzar en el largo plazo con la participación de todas las fuerzas vivas de esta Iglesia local en la Amazonía.
Este documento fue elaborado por el Consejo Pastoral del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado y también pretende consolidar la experiencia de discípulos misioneros que construyen y celebren caminos de santidad desde la interculturalidad; contar con pastoralistas formados y disponibles que animen a la solidaridad efectiva con los que menos tienen; integrar fe y vida como respuesta a los nuevos desafíos que plantea la pluridiversidad cultural; y crear relaciones de hermandad y estructuras adecuadas que permitan la toma de decisiones en conjunto.
En palabras de Monseñor David Martínez de Aguirre, obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, este Plan de Pastoral es el fruto del caminar eclesial reactivado en la Asamblea Vicarial de febrero de 2019, cuando todavía estaba fresca la Visita del Papa Francisco. Tras aquel encuentro, en las asambleas zonales, decanaturas, parroquias y diferentes plataformas de la pastoral del Vicariato se trabajó respondiendo al reto que se trazaron de tener un Plan de Pastoral Vicarial. En ese sentido, son diez las líneas de acción que se presentaron para dar cohesión al actuar de todos.
Por otro lado, el obispo sostuvo que el Sínodo Especial para la Amazonía y la exhortación Querida Amazonía han sido fuentes de inspiración y animación en este proceso. El anuncio del Evangelio, las comunidades en torno a Jesús, el servicio especialmente a los más pobres y la celebración de la fe y la vida son los cuatro ejes que trazan el proyecto de vida del Vicariato de Puerto Maldonado. "Reconocemos lo mucho que hemos caminado y nos sentimos desafiados a seguir creciendo y venciendo las inercias", se lee en la presentación del documento.
"Probablemente nunca los pueblos en la Amazonía estuvieron tan amenazados como lo están ahora, como nos apuntaba el Papa Francisco en Puerto Maldonado, por los significativos cambios sociales, y por la presión devastadora sobre sus territorios (...) Estamos convencidos de que el actuar de Jesús a través de la comunidad creyente es respuesta efectiva y transformadora de estas realidades. Como Moisés, escuchamos el llamado de Dios “he visto el sufrimiento de mi pueblo”. Con Jesús queremos responder a este llamado y ser 'luz del mundo y sal de la tierra'", menciona Monseñor David.