Pasar del deber hacer al hacer, para así aplicar el Sínodo en el territorio, ese es uno de los grandes desafíos para la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA). El Papa Francisco en Querida Amazonía, como ha recordado el cardenal Hummes en un comunicado, llama a eso.

Por Luis Miguel Modino

El presidente de la CEAMA nos recuerda que el Papa nos dice: "Quiera Dios que toda la Iglesia se enriquezca y sea interpelada por este trabajo [del Sínodo], que los pastores, consagrados, consagradas y los fieles laicos de la Amazonía se empeñen en su aplicación". Eso ha llevado, en palabras del cardenal Hummes a realizar, virtualmente, momentos de reflexión y discernimiento sobre "lo que debemos hacer".

Según el cardenal Hummes, quedarse en lo que debemos hacer, aunque sea algo bueno, “no es suficiente”. Por eso ve necesario pasar al hacer, afirmando que se están haciendo muchas cosas, pero que hay que dar eso a conocer, buscando trabajar “en red y en sinodalidad”.

Ir al encuentro de las comunidades para construir juntos

Eso implica, según el cardenal Hummes, “ir a las comunidades, presentándoles los resultados del Sínodo, escuchándolas y construyendo con ellas ‘los nuevos caminos’, y luego comunicar a toda la red ‘lo que estamos haciendo’". Son pasos a ser dados “a la luz de la Palabra de Dios y con mucha oración. Es el Espíritu Santo quien debe guiarnos”, insiste el cardenal.

Sínodo de la Amazonía. Roma, octubre 2019

El texto, teniendo como base el número 15 del Instrumentum Laboris del Sínodo, relata algunas de las amenazas que se ciernen sobre la Amazonía: la criminalización y asesinato de líderes y defensores del territorio; la apropiación y privatización de los recursos naturales, como el agua; las concesiones legales de tala y por la entrada de empresas de tala ilegal; la caza y la pesca predatoria, especialmente en los ríos; los megaproyectos: hidroeléctricas, concesiones forestales, deforestación para producir monocultivos, carreteras y ferrocarriles, proyectos mineros y petroleros; la contaminación provocada por todas las industrias extractivas que causan problemas y enfermedades, especialmente a los niños, niñas y jóvenes; el narcotráfico; los consiguientes problemas sociales asociados a tales amenazas, como el alcoholismo, la violencia contra las mujeres, el trabajo sexual, la trata de personas, la pérdida de cultura e identidad original (lenguas, prácticas espirituales y costumbres) y todas las condiciones de pobreza a las que están condenados los pueblos de la Amazonía (Fr.PM).

Ministerios

Junto con eso, aborda cuestiones más centradas en la vida pastoral de la Iglesia, como son “las reiteradas peticiones del Papa Francisco en multiplicar el número de diáconos permanentes en la región amazónica”, y junto con ellos, “el número de ministros laicos y laicas de los distintos ministerios instituidos, especialmente los indígenas”.

Para eso propone algunos pasos, como son “la apertura de escuelas de diaconado permanente, de catequistas y líderes comunitarios, ya sean mujeres u hombres, agentes misioneros con práctica sinodal, así como la renovación sinodal de nuestro actual clero y de los religiosos-as”. Deben ser escuelas que “tendrán que innovar e inculturarse, tanto en la metodología como en el plan de estudios”.

CEAMA Y REPAM en el proceso sinodal

Reconociendo que son algunos aspectos entre otros muchos, pide que el Espíritu Santo “mantenga encendido el fuego sinodal en la Iglesia Panamazónica”, invitando a la REPAM a juntarse con la CEAMA para asumir este proceso sinodal. Finalmente llama a que cada jurisdicción eclesiástica a dar a compartir lo que está haciendo “en torno a la ejecución de los compromisos, que adquirimos en el documento final de la Asamblea sinodal”, buscando así “visibilizar, reconocer, aprender, socializar y agradecer en un espíritu sinodal”.

Ver aquí el Comunicado