Siguiendo los cuatro sueños de la Exhortación apostólica postsinodal “Querida Amazonía”, la nueva comunidad, conformada por cuatro religiosas de la congregación Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, se instaló esta semana en la provincia de Purús, ubicada en la región Ucayali.
Tras cuatro años de misión en la zona fronteriza entre Perú y Brasil, las Hermanas de la congregación Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl se instalaron oficialmente como comunidad local en la provincia de Purús, en Ucayali. A petición de Monseñor David Martínez de Aguirre, obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, esta propuesta fue aprobada en sesión de Consejo General el 10 de enero pasado y hoy, finalmente, es una realidad.
Son cuatro las religiosas que la integrarán: Sor Reyna Escate Pérez (Hermana Sirviente), Sor Eva Castro Arocutipa, Sor Rosmery Hanco Ayma y Sor Mary Nelly Useca Cama. La instalación de esta comunidad misionera local implicará que el trabajo que se viene realizando con la población del Purús continúen de forma constante. Entre estas actividades están las labores propias de la Parroquia, la evangelización en las comunidades, las clases de religión en los colegios, el reforzamiento de cursos para niños y jóvenes, el apoyo a las maestras artesanas de la zona, entre otras.
Mons. David Martínez de Aguirre resaltó que la idea de proponer esta comunidad surge a raíz de que, en 2018, las Hermanas de la congregación Las Hijas de la Caridad decidieron iniciar una experiencia misionera en una zona de frontera, lejana y apartada como el Purús. “Esta es una noticia importante para nosotros porque esta congregación en la misión atiende, desde Puerto Esperanza y en toda la provincia del Purús, a una población de 1 000 habitantes. Y en el resto del río Purús a unos 4 000 indígenas de diferentes etnias”, señaló.
Este llamado de ir por “nuevos caminos” y poner en marcha el compromiso de “establecer prioridades misioneras” responde a los cuatro sueños expresados por el Papa Francisco en la Exhortación apostólica postsinodal “Querida Amazonía”. El primero; el de luchar por los derechos de los más pobres; el segundo, preservar la riqueza cultural; el tercero, que se custodie celosamente la abrumadora hermosura natural; y el último, que las comunidades cristianas sean capaces de entregarse y encarnarse en la Amazonía.
Para la instalación oficial, programada para esta semana, una comitiva llegó el 17 de febrero con tres de las Hermanas que se encontraban en Lima, además de Sor Rosmery Moreno, Superiora provincial de Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl del Perú y el Padre Rubén Pedro Borda, director Provincial de las Hijas de la Caridad del Perú. El vuelo de apoyo de la FAP que arribó desde la capital trajo también víveres y productos de primera necesidad.
Cabe resaltar que la provincia del Purús fue encomendada al Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado en 1949. Sin embargo, la misión no se erigió formalmente hasta 1958.