Durante cuatro días se abordaron desafíos cruciales para la Iglesia católica en la Amazonía peruana, se revisó el plan vicarial, se definieron responsables de las pastorales y se destacó la importancia de la planificación y la comunión como Iglesia.

Del 27 de febrero al 1 de marzo se llevó a cabo la Asamblea anual del Vicariato Apostólico de Requena, un espacio de encuentro de religiosos, religiosas, laicos y laicas donde se abordaron temas cruciales para la Iglesia católica en la región. Alrededor de 40 personas participaron para analizar los desafíos y retos que enfrentan como jurisdicción eclesial en la Amazonía peruana, mejorar las formas de trabajo y organizar mejor los equipos para continuar articulando y caminando juntos en sinodalidad.

En palabras del obispo, Mons. Alejandro Wiesse, la asamblea tuvo como propósito el ser un espacio de encuentro y de escucha, donde cada participante pudiera expresarse. Es por eso que, durante los cuatro días de reunión se revisó el plan de trabajo que se quiere continuar en el vicariato, se definieron a los responsables de las pastorales y comisiones intervicariales; y así también se revisó el documento trabajado durante la asamblea del 2023 en el Plan Pastoral Vicarial.

“Sin un plan de trabajo, sin un proyecto provincial, el párroco no sabrá hacia dónde dirigirse. Necesitamos tener una planificación y revisarla en cada asamblea. Es fundamental examinar nuestras actividades en conjunto y en comunión como Iglesia. De esta manera, nos daremos cuenta de que todos somos necesarios y estamos unidos bajo la cabeza que es Cristo”, mencionó el obispo de Requena.

Foto: Vicariato de Requena

Durante el primer día, se realizó la revisión del Plan Pastoral Vicarial y se trabajó en grupos para conocer mejor la realidad de cada puesto de misión y parroquia. El padre Juan Goicochea fue el encargado de facilitar este espacio. Por la tarde, el padre Edwin Limas Falcón explicó la estructura de un vicariato, así como los aspectos jurídicos y las funciones de un párroco, canciller, notario y diácono, y presentó protocolos y herramientas de protección ante situaciones de abusos sexuales a menores de edad y adultos vulnerables.

El segundo día estuvo marcado por el testimonio de una lideresa indígena kukama de la comunidad Nuevo Progreso, amenazada de muerte junto a su familia por defender sus derechos y su territorio de una empresa. Asimismo, se presentó la labor y la estructura de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y la REPAM Perú, el avance en la articulación intervicarial y el rol del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP).

Foto: Vicariato de Requena

En el tercer día, la Pastoral Social expuso acerca de los proyectos ejecutados, explicó cómo se presentan nuevos proyectos y la importancia de establecer vínculos entre la provincia de Requena y la provincia de Ucayali, a pesar de las grandes distancias. Además, se priorizaron proyectos en cada punto de misión para no centrarse solo en Requena, con énfasis en las necesidades de Contamana, Orellana y Tierra Blanca. Esta matriz servirá como guía para formular proyectos a los responsables de la Pastoral Social.

“Hay un deseo ferviente de la de la Pastoral Social de organizar las Cáritas parroquiales. Se quiere dar prioridad este año, juntamente con el voluntariado, de acuerdo a las necesidades y los problemas que cada misión tiene”, mencionó Merita Flores, de Cáritas Requena.

Foto: Vicariato de Requena

La evaluación general del encuentro fue positiva, destacando la organización y la asignación de responsables en las pastorales. Se propusieron mejoras para una mayor participación de laicos y la proyección de materiales. Asimismo, se resaltó el espíritu de fraternidad y esperanza entre los participantes, quienes se comprometieron a trabajar juntos por el bien de la Iglesia católica en la región; y se acordó que se mantendrá la comunicación a pesar de las distancias y se socializará lo aprendido durante la asamblea.