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27 Nov 2025

Nueva vicepresidencia y secretaria de REPAM se posesionaron este jueves 27 de noviembre

El acto celebrativo tuvo lugar en el Colegio y Universidad de La Salle, en Manaos, con una dinámica híbrida (presencial y remota) que permitió que diferentes animadores e integrantes de la red fueran testigos de la apertura de una nueva gestión, resaltó el escenario de posesión de la nueva secretaria ejecutiva de REPAM, Clara Ximena Lombana, quien durante la última semana estuvo intensificando el proceso formal de transición de funciones.

Por: Equipo de Comunicaciones de REPAM

El último año ha sido fundamental para los cambios administrativos que se dan en la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y es que, las modificaciones en cargos de gestión y representación han requerido un proceso paciente que se desarrolla de buena forma y en armonía. Por un lado, la nueva secretaria ejecutiva de REPAM, Ximena Lombana ha tenido alcance y acercamiento directo de cada uno de los escenarios que componen la red: diálogo con coordinaciones de núcleos y secretarios de REPAM nacionales, conocimiento de los procesos territoriales que se llevan a cabo y la situación actual de las urgencias. Por otro lado, la nueva vicepresidencia de la red se ha involucrado al proceso de transición y sus miembros fortalecen los conocimientos que ya tienen sobre la REPAM.

El nuevo equipo de vicepresidencia, conformado por la Hna Ana María, misionera de la Madre Laura; Carol Jeri, de la Cáritas Madre de Dios en Perú; el P. Julio Caldeira, hermano misionero de La Consolata; y Mons. Evaristo Spengler, obispo de Roraima; seguirá el camino al que ya han contribuido la Hna. Carmelita de Lima Conceição, Jessica Patiachi y Mons. David Martínez de Aguirre. La línea de trabajo ejecutivo de la REPAM seguirá con la filosofía de ser fuente de vida en el corazón de la iglesia, contribuyendo a la promoción de la ecología integral, la defensa de los pueblos que habitan la Panamazonía y el cuidado de la Casa Común.

La vicepresidencia

La Hna. Ana María Palomino se ha destacado por el acompañamiento constante a la población indígena amazónica y amazónico-andina en Perú y Colombia; también, cuenta con la experiencia de trabajo con población afrodescendiente de zonas vulnerables. Ana María Palomino tiene estudios en Comunicación Social, en su momento, estuvo al frente de las comunicaciones de la Congregación Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena; también, ha dirigido el ISP Cayetano Ardanza en la provincia de Datem del Marañón (Perú), coordinado la articulación con las organizaciones indígenas de Perú y Colombia y actualmente, forma parte de la comisión ampliada de REIBA, además de ser asesora del CAAAP y la REPAM Perú.

Hna. Ana María Palomino – Vicepresidencia REPAM

Carol Jeri es abogada y gerente social de la Cáritas Madre de Dios; en sus estudios destacan la licenciatura en derecho que obtuvo en la Universidad Andina del Cusco y la maestría en administración y gestión pública que posee. También, es una miembro destacada de la asociación civil Transparencia Perú, la asociación Mujeres Cuidadoras, coordinadora del Comité Ejecutivo Regional de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza y miembro del Núcleo Derechos Humanos e Incidencia Internacional de REPAM.

Carol Jeri – Vicepresidencia REPAM

El P. Julio Caldeira IMC, es un gran conocedor del proceso de la REPAM desde el ejercicio de la comunicación de la red. Cuenta con estudios de comunicación y una maestría en comunicación, desarrollo y cambio social de la Universidad Santo Tomás de Bogotá. Julio Caldeira ha estado vinculado en las dos secretarías ejecutivas que han llevado la administración de REPAM; fue miembro del equipo de comunicaciones de la secretaría instalada en Quito y se desempeño como asesor de comunicación para la secretaría actual en Manaos hasta el año 2023. Dentro de REPAM, también se destaca su contribución al proceso sinodal, la participación en el Sínodo de la Amazonía y la preparación de una publicación que recoge y sistematiza todo el proceso de la REPAM hasta la actualidad.

P. Julio Caldeira IMC – Vicepresidencia REPAM

En la trayectoria sacerdotal de Mons. Evaristo Splenger OFM, destaca su actuación como vicario en las Parroquia Sagrado Corazón en Petrópolis (Río de Janeiro, Brasil), Nuestra Señora del Pilar (Duque Caixas, Brasil) y Nuestra Señora de la Concepción (Río de Janeiro, Brasil).  Destaca también la misión que sostuvo en Angola de 2001 a 2010. En enero de 2023, el papa Francisco lo transfirió de la Prelatura de Marajó y lo nombró obispo de la Diócesis de Roraima, cargo que ocupa actualmente. Ha estado vinculado a distintos procesos promovidos por el comité nacional de la REPAM Brasil, en donde actualmente ocupa el cargo de presidente.

Mons. Evaristo Splenger – Vicepresidencia REPAM
Buenas perspectivas desde el comité

La transición tanto de vicepresidencia como de secretaría ya ha sido abordada en distintos espacios del comité ampliado de la REPAM. Los miembros y animadores de la red han resaltado las capacidades que tienen cada uno de los nuevos integrantes de la vicepresidencia. Destacamos que, la REPAM seguirá presidida por Mons Rafael Cob, obispo del Vicariato Apostólico de Puyo en Ecuador. La última semana, los miembros de la vicepresidencia se han sumado a Ximena Lombana (nueva secretaria ejecutiva) en Manaos, durante el cierre del proceso de transición. La nueva vicepresidencia de la REPAM toma posesión el 27 de noviembre y ya asume sus funciones. La nueva secretaria investida iniciará su servicio el 1 de enero de 2026.

03 Nov 2025

Aprender desde la selva: LUGAPE, una escuela que transforma y acompaña

Santa Clotilde, río Napo – Loreto

Por: Oficina de Comunicaciones del Vicariato San José del Amazonas

Foto: Patrick Murayari y Archivo del colegio Lucille Gagne Pellerin.

A cinco horas de viaje por el río Napo, luego de dejar atrás la ciudad y el ruido, aparece Santa Clotilde, un pueblo amazónico de unos dos mil habitantes donde la escuela no es solo un edificio, sino el corazón que late por toda la comunidad. En medio de los sonidos del río se alza el Colegio Lucille Gagne Pellerin, más conocido como LUGAPE, un centro educativo que ha aprendido a unir raíces, sueños y liderazgo.

En el presente Año Escolar 2025, el colegio cuenta con 1,342 educandos, distribuidos en todos los niveles: 122 estudiantes en Inicial, 436 en Primaria, 654 en Secundaria —de los cuales 200 son atendidos en la Residencia Estudiantil, con hospedaje, alimentación y acompañamiento académico y formativo— y 130 en el CEBA (Centro de Educación Básica Alternativa). LUGAPE es el colegio más grande de toda la cuenca del río Napo, y acoge a estudiantes no solo de Santa Clotilde, sino también de comunidades del río Curaray, Arabela, y de otras zonas ribereñas.
El río Napo, que es fuente de vida y conexión para cientos de comunidades amazónicas, enfrenta actualmente serias problemáticas: la contaminación del agua, la escasez de peces y la tala ilegal que afecta los ecosistemas y modos de vida tradicionales. Estas realidades tampoco son ajenas a la educación del Colegio LUGAPE, donde se promueve la reflexión y la acción frente a los desafíos ambientales que impactan directamente en la vida de sus estudiantes y familias.
Aquí, la educación no se mide solo por los exámenes o las libretas. En en Colegio LUGAPE, enseñar significa acompañar, escuchar y sembrar esperanza.
“No formamos líderes para el colegio, sino para las comunidades”, dice con convicción el profesor Mario Chávez, promotor de liderazgo. “Queremos jóvenes que vuelvan a sus pueblos, que impulsen el cambio y cuiden la Amazonía”.

Foto: Patrick Murayari y Archivo del colegio Lucille Gagne Pellerin.

La selva inspira
El Colegio LUGAPE, fundado en 1947 por el Vicariato de San José del Amazonas, ha pasado por muchas manos generosas: maestras laicas, misioneras y religiosas. Hoy, bajo la dirección de la Hna. Ana Laura Ramírez Aguilar y un equipo docente comprometido, el colegio se ha convertido en un espacio intercultural y comunitario, donde conviven estudiantes de diferentes pueblos amazónicos —Kichwa, Murui, Arabela, ribereños— y donde cada lengua y costumbre encuentra respeto y valor.
Mientras muchos colegios urbanos luchan por reencontrar su identidad, aquí la cultura florece entre los pasillos y los talleres. Se canta el Himno Nacional en kichwa una vez por semana, un gesto que emociona y reafirma el orgullo de pertenecer a esta tierra.
En los eventos se baila danzas amazónicas, y en la banda de música que formaron se mezclan sonidos andinos con ritmos del bosque.
“Antes los chicos sentían vergüenza de hablar su lengua, ahora se enorgullecen”, cuenta el profesor Josías Peña. “El Colegio LUGAPE es una institución llena de cultura. Aquí convivimos maestros que venimos de distintas partes del Perú y estudiantes de diversas comunidades amazónicas. Todos aprendemos unos de otros.”
Cada año, los estudiantes del Colegio LUGAPE también recogen y registran los cuentos tradicionales de sus comunidades —relatos sobre animales del bosque, leyendas del río, historias de los abuelos—. Es un trabajo de memoria viva, donde la palabra se convierte en patrimonio.

Foto: Patrick Murayari y Archivo del colegio Lucille Gagne Pellerin.

Liderazgo con raíces
El colegio trabaja sus ejes transversales con claridad: liderazgo, identidad cultural, cuidado de la casa común y prevención de abusos.
En una sociedad donde todavía pesan los roles machistas, el Colegio LUGAPE busca que las niñas también levanten la voz y asuman roles de liderazgo.
Aquí, el liderazgo no se impone, se cultiva. Desde los más pequeños hasta los jóvenes del nivel secundario, todos aprenden a ser voceros de su entorno, organizando campañas de limpieza, ferias ecológicas o marchas por la paz.
“El liderazgo empieza desde recoger una botella del suelo o sembrar una planta”, explica el profesor Aldo Samamé Ortiz. “Queremos que los niños comprendan que cuidar la tierra es cuidar su propia vida”.
El año pasado, los estudiantes escribieron una canción sobre el reciclaje y el recojo de basura, que presentaron ante el municipio. La melodía se volvió popular en el pueblo, y cada vez que se recogía la basura, sonaba la voz de los jóvenes.

Prevención y buen trato
Otro de los pilares del Colegio LUGAPE es la prevención de la violencia. “Trabajamos para que ningún niño ni niña sufra maltrato o acoso”, explica la profesora Eloisa del Carmen del Águila Padilla, docente de Ciencias Naturales. “Estamos actuando junto a los padres, la psicóloga y las autoridades para dar seguimiento a cada caso. No queremos silencio, queremos acompañamiento”.
El compromiso se concretó con la creación del documento “Política de protección de derechos de niñas y adolescentes del colegio LUGAPE”, elaborado en conjunto con la UGEL, la ONG Amantani, padres y estudiantes. “El objetivo es promover buenas prácticas y protocolos claros para evitar hechos de violencia”, señala el profesor Richard Samamé Ortiz, promotor de defensa de derechos.
“Queremos un colegio donde todos se sientan seguros, respetados y escuchados”.
Los estudiantes también se involucran activamente. “Debemos proteger a los niños, muchos sufren violencia y eso deja huellas en el corazón”, dice Joner Noa Jipa, alcalde escolar. “Aquí aprendemos que cuando algo pasa, no se calla. Se busca ayuda”.

Foto: Patrick Murayari y Archivo del colegio Lucille Gagne Pellerin.

Todos crecen
La Residencia Estudiantil Lucille Gagne Pellerin, donde viven más de 200 jóvenes de comunidades lejanas, es otro ejemplo del compromiso educativo. Allí, los estudiantes aprenden no solo a estudiar, sino a producir, convivir y liderar.
En la piscigranja, cultivan gamitanas; en la huerta, siembran hortalizas para mejorar su alimentación; y en la panadería, elaboran su propio pan que luego venden para cubrir útiles escolares.
“El trabajo en equipo me ha enseñado a ser más responsable”, dice Alejandro Rodríguez, estudiante de secundaria. “Con lo que ganamos del pan, compramos nuestros materiales. Aprendemos a administrar y valorar el esfuerzo”.
Los proyectos también benefician a las madres del CEBA (Centro de Educación Básica Alternativa). “Gracias a estos talleres puedo mantenerme”, cuenta Caridla Vigay Siquihua, estudiante y madre de familia.
La profesora Margot Ríos Arévalo añade: “Estamos trabajando con madres y adultos que buscan nuevas oportunidades. Queremos más proyectos que sigan empoderando a nuestras mujeres”.

Una fiesta de aprendizaje

En Santa Clotilde, cada aniversario del Colegio LUGAPE es una verdadera fiesta comunitaria. Durante los días del 15 al 29 de octubre, toda la comunidad educativa celebró con entusiasmo su aniversario institucional, donde la alegría, la gratitud y la identidad amazónica se entrelazan en cada actividad.
Durante una semana, el arte, la poesía y las cometas con mensajes de esperanza llenan el cielo del Napo. “La niñez es el arte de ser feliz”, se lee en una de ellas.
Los concursos de dibujo, canto, fotografía y oratoria no son simples actividades: son espacios donde los niños aprenden que la ternura y la palabra también pueden ser una forma de resistencia. El concurso de oratoria, en particular, fue muy significativo; los discursos de los estudiantes sobre el cuidado de nuestra casa común y la transformación de la realidad desde pequeños cambios conmovieron a toda la comunidad escolar.
Los exalumnos regresan cada año con orgullo. “Nunca olvidamos que fuimos Lugapinos”, dicen, mientras los más pequeños escuchan atentos esas historias que hoy los inspiran a seguir.

Sembrando esperanza
Lejos de las grandes avenidas y los discursos oficiales, el Colegio LUGAPE demuestra que la educación amazónica no es carencia, sino una gran oportunidad.
Es una escuela que enseña a mirar el mundo con los ojos del bosque, a valorar el agua, a respetar la diferencia, a convivir entre culturas y a soñar con un futuro mejor.
Como dice la directora, Hna. Ana Laura Ramírez:
“Nuestro colegio es la esperanza donde los niños y jóvenes pueden desarrollarse como personas, sin olvidar sus raíces. Formamos líderes con valores, conscientes de su cultura y del cuidado de nuestra casa común”.
En medio de la selva, donde los caminos son de agua, los días se marcan por el sol y el río, el Colegio LUGAPE sigue navegando firme, guiando a los niños y jóvenes del Napo, Curaray y Arabela a ser los verdaderos herederos y sabios de la Amazonía, aquellos que conocen, aman y defienden su tierra desde el corazón.
Porque aquí, en Santa Clotilde, educar es cuidar la vida.