La Red Eclesial Panamazónica (REPAM) Brasil se pronunció tras el asesinato del periodista británico Dom Phillips y del activista indígena brasileño Bruno Araujo Pereira, para exigir que el Estado actúe de manera rápida y urgente ante estas muertes y la degradación del territorio amazónico. Por medio de una nota, la REPAM expresó su solidaridad con las familias de las víctimas y, al mismo tiempo, agradeció a los pueblos indígenas de Vale do Javari por su solidaridad y sensibilidad humana al participar de la búsqueda de las víctimas.

"Es necesario no solo brindar esclarecimiento sobre la desaparición de Bruno y Dominic, sino también acelerar las investigaciones y sancionar a los responsables de tantas muertes y tanto dolor que pesan sobre la Amazonía, su gente y sus defensores", - mencionan-, "REPAM-Brasil, comprometida con la defensa de la vida humana y de la Naturaleza, solicita con vehemencia la acción enérgica de las autoridades para detener la ilegalidad y explotación de la Naturaleza en la Amazonía, que ha causado constantes muertes", apunta la nota publicada.

En ese sentido, recalcaron el pedido de de que se concreten acciones urgentes por parte del gobierno brasileño, a través del Gobierno Federal, del Congreso Nacional y del Ministerio Público, para detener el avance de la destrucción de la Amazonía. El llamado se hizo a todos las personas con puestos de poder de intervención y responsabilidad en el ámbito político, social y económico, local, nacional, e internacional; para que se conviertan en guardianes de la Creación, del proyecto de Dios inscrito en la naturaleza, y del medio ambiente.

Guardianes de la Amazonía

Dom Phillips y Bruno Pereira habían desaparecido el 5 de junio durante una expedición en la zona del valle de Javari, en la frontera con Perú y Colombia. Se trata de una zona muy peligrosa, encrucijada del tráfico de drogas y de oro, eje estratégico para los narcotraficantes que transportan por vía fluvial la cocaína o el cannabis producidos en los países vecinos.

Phillips era autor de decenas de reportajes sobre la Amazonía, llevaba 15 años viviendo en Brasil y estaba terminando un libro sobre la conservación del medio ambiente. Pereira, padre de tres hijos, había trabajado anteriormente en la agencia gubernamental brasileña de asuntos indígenas (Funai). Varias veces había sido amenazado por madereros, mineros y pescadores ilegales que pretendían explotar el territorio indígena. Sus muertes provocaron fuertes críticas al gobierno brasileño, que favorece la explotación minera y agrícola de las reservas indígenas en la Amazonía.

Exigen investigación imparcial

La Naciones Unidas también se han pronunciado por tercera vez en lo que va de la semana sobre este caso. Luego de que se encontraran los cuerpos de las dos víctimas, a través de un comunicado del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, solicitaron al gobierno de Jair Bolsonaro que realice una investigación imparcial, transparente y exhaustiva sobre estas muertes, y que se ofrezca reparación a sus familias. “Pedimos a las autoridades que aumenten sus esfuerzos para proteger a los defensores de los derechos humanos y a los pueblos indígenas”, indicaron.