Del 27 de junio al 1 de julio, la localidad de Angoteros, ubicada en el distrito de Torres Causana de la provincia de Maynas, en la región Loreto, se convirtió en el epicentro de un encuentro histórico entre nueve pueblos originarios de los ríos Amazonas, Putumayo y Napo. La Primera Asamblea de Pueblos Originarios del Vicariato San José del Amazonas reunió a delegaciones de Perú, Colombia y Ecuador con el objetivo de fortalecer el diálogo intercultural y promover el buen vivir en la Amazonía.

En el primer día de la asamblea, líderes locales y autoridades indígenas recibieron a los participantes con una ceremonia de apertura llena de danzas tradicionales y recitales poéticos. De esta manera, se dio la bienvenida a representantes de los pueblos Kichwa, Secoya, Ocaina, Arabela, Tikuna, Bora, Huitoto - Murui, Yagua y Maijuna, provenientes de la Amazonía de Perú, Colombia y Ecuador; así como miembros del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica CAAAP,  la REPAM Perú y REPAM Ecuador.

Bajo el lema "compartiendo las sabidurías, celebramos la diversidad", la población de Angoteros desplegó una cálida acogida organizada junto a la responsable de Pastoral Indígena del Vicariato Apostólico San José del Amazonas, Dominik Szkatula; la Organización Kichwaruna Wangurina del Alto Napo (ORKIWAN) y el liderazgo comunitario. Se establecieron comisiones de acogida y cocina, asegurando que las tradiciones locales y la hospitalidad fueran el corazón de la experiencia de este espacio.

Foto: Thilo Boeck

Para Rafael Noteno Capinoa, presidente de ORKIWAN, ha sido un encuentro de "hermanos" de diferentes ríos y nacionalidades para organizarse mejor y caminar juntos como amazónicos: "Hemos conocido las historias de nuestros pueblos que nos ayudarán a enseñar a las nuevas generaciones a amar la vida en la Amazonía". El vicario de San José del Amazonas, P. César Caro, resaltó que este encuentro significa una "revitalización de la Pastoral Indígena" que apuesta por el "acompañamiento y  el caminar juntos con los pueblos".

Con un total de 57 participantes, incluyendo misioneros y colaboradores de diversas organizaciones, la asamblea se centró en el diálogo intercultural y el intercambio de conocimientos. Los representantes de los nueve pueblos originarios eligieron los temas y la metodología que sería la base para el compartir de los siguientes días, priorizando los orígenes históricos de sus pueblos, la espiritualidad, la organización comunitaria, y la defensa del territorio y sus aliados.

Foto: Thilo Boeck

"Nos dividimos en cuatro grupos: Alto Amazonas, bajo Amazonas, Napo y Putumayo para hablar de la gama de temáticas que salieron y elegir un representante para que se reúna con el equipo organizador y podamos con ellos acompañarles y entregarle a sus manos todo el protagonismo del evento (...) Nada de papelotes, nada de exposiciones. Eran ellos con su experiencia, con su vida, rito, medicinas, costumbres… ", sostuvo Dominik Szkatula.

El sentir de los pueblos

En palabras de Edgar Pastor Rosero, del pueblo Arabela, esta asamblea les permitió reforzar su compromiso con la revitalización de su cultura y lengua. "Estoy renovado en espíritu y sabiduría para animar a mi pueblo y fortalecer nuestra enseñanza bilingüe", sostuvo. Rubiela Ríos Bunajima, lideresa del pueblo Murui, coincidió en que la asamblea les ha motivado a conocerse y reconocer que todos son iguales a pesar de hablar diferentes lenguas: "Es importante que sigamos motivando a los niños, compañeros y comunidades".

Foto: Thilo Boeck

Lizardo López Uribe, líder juvenil del pueblo Murui del Putumayo, en Colombia, reflexionó sobre el valor del encuentro: "Nos invita nuevamente a sentirnos como hermanos (...) Como joven hago la invitación a nuestra población, niños y mayores, para que a través de la cultura podamos generar dialogo, a través de la historia podamos hablar de identidad, a través de los cantos hablar de armonía en nuestro territorio. Si hay cultura, hay vida, si hay espiritualidad, hay vida".

Leonardo Narvaes, representante de la REPAM Ecuador y el Vicariato de Aguarico, expresó que este espacio permitió reconocer los valores de cada una de las culturas y pueblos para caminar juntos en este proceso por la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. "Para la REPAM y la Panamazonía es importante la participación de los pueblos originarios, el cómo nos articulamos como Iglesia para defender la Casa Común, el territorio, los valores ancestrales y los derechos de la Amazonía y su gente", mencionó.

Foto: Thilo Boeck

La asamblea culminó con una noche cultural, donde los participantes compartieron danzas, cantos y leyendas ancestrales. El Vicariato Apostólico de San José del Amazonas, comprometido con una pastoral indígena revitalizada, planea continuar apoyando estos encuentros interculturales como parte de su misión de acompañamiento y defensa de los derechos de los pueblos de la Amazonía.

Esta primera asamblea constituye no solo la celebración de la diversidad cultural, sino que también sienta las bases para futuros encuentros que fortalezcan la unidad y el Buen Vivir de las comunidades indígenas en la cuenca amazónica.