En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la coordinadora de Derechos Humanos de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), Lily Calderón, expresó ante el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) la preocupación que existe por las amenazas que enfrentan los pueblos de la Panamazonía y las iniciativas que se articulan desde la red para buscar soluciones.»¡Para que todos los días sea 9 de agosto!».
«La Panamazonía presenta numerosos y complejos desafíos (…) es un territorio cada vez más devastado y amenazado. Los grandes proyectos extractivos, los monocultivos y el cambio climático ponen en grave riesgo el entorno natural, amenazan la dignidad y la autodeterminación de los pueblos». Son las palabras de la coordinadora de Derechos Humanos de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), Lily Calderón, expuestas ante la el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) hoy, 9 de agosto, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas y de la Semana Interamericana de los Pueblos Indígenas.
Ante la presidenta y el secretario general de la OEA, la relatora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para las cuestiones indígenas, y las autoridades y representantes de los distintos gobiernos presentes, la representante de la REPAM sostuvo que hoy el desafío que enfrentan como Red para acompañar a los pueblos indígenas es mucho mayor debido a la presión generada sobre el territorio de los nueve países que conforman la Panamazonía. “La Iglesia no está en la Amazonía como quien tiene hechas las maletas para irse después de explotarla. Desde el principio está presente en ella con misioneros, congregaciones religiosas, sacerdotes, laicos y obispos, y su presencia es determinante para el futuro de la zona y eliminar las desigualdades históricas».
Calderón sostuvo también que, como respuesta a las amenazas en el territorio panamazónico, desde 2016, se empezó a implementar escuelas para la promoción, defensa y exigibilidad de los derechos humanos para formar a líderes y lideresas en estos temas. Formación que se llevó a cabo el mes pasado en Manaos, Brasil, en su tercera edición, con la presencia de 26 líderes y lideresas de seis países. “Como Red tenemos el compromiso con la defensa de los derechos humanos y particularmente de los derechos de los pueblos indígenas, ribereños, pobladores urbanos y afro-descendientes; el respeto y cuidado por el medio ambiente en la Amazonía; la incidencia en políticas públicas de carácter local, nacional e internacional a favor de la Panamazonía”, destacó Calderón.
Asimismo, detalló que la REPAM también realiza la labor del análisis del contexto, de la realidad y de la coyuntura panamazónica, mediante la publicación de informes regionales producto de las escuelas, en la que se plasman propuestas de desarrollo con el fin de buscar, en conjunto con las comunidades y pueblos, soluciones que dignifiquen sus vidas. “Desde su fundación en 2014, nuestra Red ha ido creando acuerdos y convenios con diversos espacios: la CIDH, relatorías de Naciones Unidas… para así poder unir fuerzas en la lucha contra las vulneraciones de los derechos humanos, colectivos y de la naturaleza”, manifestó la representante de la REPAM.
Declaración conjunta OEA – REPAM
Precisamente, el 8 de agosto, la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Red Eclesial Panamazónica firmaron una declaración conjunta llamando a la urgente protección de la Amazonía y de sus pueblos. En la ceremonia de firma realizada en Washington estuvieron presentes Luis Almagro, secretario general de la OEA, y Mons. Juan Antonio Cruz Serrano, Observador Permanente de la Santa Sede ante la OEA, en representación del Card. Pedro Barreto, presidente de la REPAM.
Un hecho histórico, pues se trata de la primera vez que la OEA hace una declaración sobre la situación de las comunidades y pueblos en la Amazonía. Con el título, “Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”, el documento resalta la importancia de los pueblos indígenas para la protección de la Amazonía, sus derechos y los riesgos que enfrentan ante las amenazas que vienen sufriendo por agresiones, lesiones, asesinatos, enfermedades, hambrunas y expulsión de sus territorios.
Sobre este asunto, Lily Calderón reafirmó que existe el compromiso y la profunda preocupación por los pueblos que conforman América. «Dentro de la misma se incluyen propuestas para los Estados hoy aquí presentes: la ratificación e implementación del Acuerdo de Escazú, que se garantice el territorio y cuanto recurso existe sobre él; la salud, el acceso al agua limpia y la participación plena. Asimismo, en igual sentido, se acojan todas las recomendaciones incluidas en nuestro 2º Informe de vulneración de DDHH», puntualizó.
«Nos esforzamos cada día para estar en las pequeñas luchas y esperanzas de los pueblos y comunidades indígenas, con quienes queremos echar nuestra suerte. ¡Para que todos los días sea 9 de agosto!», finalizó la coordinadora de Derechos Humanos de la REPAM.
«La Panamazonía presenta numerosos y complejos desafíos (…) es un territorio cada vez más devastado y amenazado. Los grandes proyectos extractivos, los monocultivos y el cambio climático ponen en grave riesgo el entorno natural, amenazan la dignidad y la autodeterminación de los pueblos». Son las palabras de la coordinadora de Derechos Humanos de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), Lily Calderón, expuestas ante la el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) hoy, 9 de agosto, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas y de la Semana Interamericana de los Pueblos Indígenas.
Ante la presidenta y el secretario general de la OEA, la relatora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para las cuestiones indígenas, y las autoridades y representantes de los distintos gobiernos presentes, la representante de la REPAM sostuvo que hoy el desafío que enfrentan como Red para acompañar a los pueblos indígenas es mucho mayor debido a la presión generada sobre el territorio de los nueve países que conforman la Panamazonía. “La Iglesia no está en la Amazonía como quien tiene hechas las maletas para irse después de explotarla. Desde el principio está presente en ella con misioneros, congregaciones religiosas, sacerdotes, laicos y obispos, y su presencia es determinante para el futuro de la zona y eliminar las desigualdades históricas».
Calderón sostuvo también que, como respuesta a las amenazas en el territorio panamazónico, desde 2016, se empezó a implementar escuelas para la promoción, defensa y exigibilidad de los derechos humanos para formar a líderes y lideresas en estos temas. Formación que se llevó a cabo el mes pasado en Manaos, Brasil, en su tercera edición, con la presencia de 26 líderes y lideresas de seis países. “Como Red tenemos el compromiso con la defensa de los derechos humanos y particularmente de los derechos de los pueblos indígenas, ribereños, pobladores urbanos y afro-descendientes; el respeto y cuidado por el medio ambiente en la Amazonía; la incidencia en políticas públicas de carácter local, nacional e internacional a favor de la Panamazonía”, destacó Calderón.
Asimismo, detalló que la REPAM también realiza la labor del análisis del contexto, de la realidad y de la coyuntura panamazónica, mediante la publicación de informes regionales producto de las escuelas, en la que se plasman propuestas de desarrollo con el fin de buscar, en conjunto con las comunidades y pueblos, soluciones que dignifiquen sus vidas. “Desde su fundación en 2014, nuestra Red ha ido creando acuerdos y convenios con diversos espacios: la CIDH, relatorías de Naciones Unidas… para así poder unir fuerzas en la lucha contra las vulneraciones de los derechos humanos, colectivos y de la naturaleza”, manifestó la representante de la REPAM.
Declaración conjunta OEA – REPAM
Precisamente, el 8 de agosto, la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Red Eclesial Panamazónica firmaron una declaración conjunta llamando a la urgente protección de la Amazonía y de sus pueblos. En la ceremonia de firma realizada en Washington estuvieron presentes Luis Almagro, secretario general de la OEA, y Mons. Juan Antonio Cruz Serrano, Observador Permanente de la Santa Sede ante la OEA, en representación del Card. Pedro Barreto, presidente de la REPAM.
Un hecho histórico, pues se trata de la primera vez que la OEA hace una declaración sobre la situación de las comunidades y pueblos en la Amazonía. Con el título, “Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”, el documento resalta la importancia de los pueblos indígenas para la protección de la Amazonía, sus derechos y los riesgos que enfrentan ante las amenazas que vienen sufriendo por agresiones, lesiones, asesinatos, enfermedades, hambrunas y expulsión de sus territorios.
Sobre este asunto, Lily Calderón reafirmó que existe el compromiso y la profunda preocupación por los pueblos que conforman América. «Dentro de la misma se incluyen propuestas para los Estados hoy aquí presentes: la ratificación e implementación del Acuerdo de Escazú, que se garantice el territorio y cuanto recurso existe sobre él; la salud, el acceso al agua limpia y la participación plena. Asimismo, en igual sentido, se acojan todas las recomendaciones incluidas en nuestro 2º Informe de vulneración de DDHH», puntualizó.
«Nos esforzamos cada día para estar en las pequeñas luchas y esperanzas de los pueblos y comunidades indígenas, con quienes queremos echar nuestra suerte. ¡Para que todos los días sea 9 de agosto!», finalizó la coordinadora de Derechos Humanos de la REPAM.