El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), la Red Eclesial Panamazónica (Repam), la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama), la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos/as (CLAR) y Cáritas Latinoamérica y el Caribe, lanzan desde este 06 de octubre la campaña “Frutos del Sínodo Amazónico” para celebrar tres años de camino a la luz del Documento final y la exhortación postsinodal Querida Amazonía.
Por: Ángel Morillo / ADN Celam
Para ello, se han recogido testimonios desde diversas instancias, núcleos temáticos y colectivos ligados con la Repam y la Ceama, en el que hablan sobre los avances de los cuatros sueños del Papa Francisco en Querida Amazonía: social, cultural, ecológico y eclesial. Estos testimonios saldrán a lo largo de las próximas semanas por las redes sociales de las instituciones.
El árbol que da frutos
La identidad de esta campaña está centrada en un árbol, cuyos frutos (maduros, pintones y verdes) caen para formar el nombre “Frutos del sínodo amazónico” con el cual “se desea crear una identidad permanente para celebrar en adelante el aniversario de este Sínodo que comenzó con la visita del Papa Francisco a Perú”, explica el sacerdote de la Consolata Julio Caldeira, referente de comunicación de la REPAM.
Se trata de un arbol de chonta (chontaduro en algunas otras regiones) conocido en idioma shuar como uwi, que mide de 10 a 15 metros y es originario de la Amazonía y que se ha esparcido en Centroamérica y el Caribe.
“De ese mismo modo queremos que la Iglesia en la Amazonía se vaya expandiendo por el mundo, puesto que precisamente queremos amazonizarlo. El Papa siempre ha tenido presente la Iglesia amazónica, se ha evidenciado con su respaldo a los estatutos de la CEAMA”, ha explicado Aura Orozco, referente de comunicación de la CEAMA.
Ejercicio de genuina sinodalidad
Monseñor Miguel Cabrejos, presidente del Celam, se ha unido a esta celebración. Al respecto, ha señalado que “en un ejercicio de genuina sinodalidad, queremos presentarles esta campaña”.
Por eso, “queremos invitarlos a acompañar esta serie y a compartirla. En ella destacamos la riqueza que brota del corazón de la Iglesia en la Amazonía a lo largo de este proceso sinodal que sigue animando a tantos hombres y mujeres de bien a caminar juntos, discerniendo los nuevos caminos que debemos recorrer en América Latina y el Caribe y en la Iglesia universal”.