En su  discurso durante la Asamblea Mundial sobre la Amazonía y la Crisis Climática, en el marco de la COP-26, en Glasgow, el Cardenal Pedro Barreto S.J., presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), hizo un llamado a todos y todas a caminar juntos, tejiendo redes con iniciativas de fortaleza y esperanza ante la adversidad e indiferencia.

El Cardenal Pedro Barreto S.J., presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), envió un mensaje por el derecho de vivir en la "Querida Amazonía" a los líderes mundiales, pueblos indígenas y organizaciones sociales durante la Asamblea Mundial sobre la Amazonía y la Crisis Climática, en el marco de la COP-26, en Glasgow. El Cardenal expresó que explicó las acciones que, desde la REPAM, se impulsan para la defensa de la vida de los pueblos amazónicos, y sostuvo que este camino no sería posible sin el apoyo y cercanía del Papa Francisco en todo el proceso.

A continuación, el discurso del Cardenal Pedro Barreto S.J. de forma íntegra:

 

Estimados amigos y amigas que se reúnen en la COP 26

Saludo, desde el Perú, a las personas que están participando virtualmente en este evento y se sienten en plena comunión con los movimientos sociales, los jóvenes, las mujeres, los religiosos y equipos pastorales. Y a todos los que están presentes en Glasgow.

La Red Eclesial Panamazónica (REPAM) es un proceso de escucha, de reflexión, de fraternidad y de experiencias de solidaridad encarnada en el territorio amazónico e inculturada en la diversidad de culturas ancestrales, a la luz del Evangelio de Jesús. La REPAM está al servicio de los pueblos y del bioma amazónico, en defensa de la vida, don de Dios, y de nuestro entorno natural, seriamente amenazado.

Permítanme expresarles tres sentimientos que nos embargan a los que estamos comprometidos en la Red Eclesial Panamazónica:  indignación, fortaleza y esperanza.

  • Indignación, porque son muchos los líderes indígenas asesinados por defender la Amazonía ante la explotación irracional de los recursos naturales y la deforestación. Un dato elocuente es que en promedio el año 2020, en plena pandemia, cada dos días era asesinado un líder indígena. Y en lo que va del año 2021 se mantiene esta terrible situación. Desde esta indignación gritamos con fuerza al mundo que ¡a vida humana está amenazada y la Amazonia dilapidada por mezquinos intereses de grupo. ¡Reafirmamos que la Amazonía es esencial para el presente y el futuro de la humanidad!
  • Fortaleza porque desde su fundación, la REPAM eligió a los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales, como principales interlocutores y sujetos de acción en el territorio. Ellos son los guardianes de la Amazonía. Y actuamos junto con ellos en defensa de los derechos humanos y de la naturaleza, en búsqueda del Buen Vivir y de la Justicia Socioambiental.
  • Esperanza porque recordamos con alegría todo el proceso vivido hace dos años en el Sínodo para la Amazonía (Ciudad del Vaticano, octubre 2019). Sin duda, el proceso sinodal colocó la Amazonía y a los pueblos originarios en el centro de la atención de la Iglesia Católica y, también, de una parte, significativa de la opinión pública global.

Cercanía del papa Francisco

Tenemos que reconocer que este camino no sería posible la esperanza sin el apoyo y cercanía del Papa Francisco en todo el proceso. Estamos seguros que la Iglesia comparte los dolores y luchas por el derecho de vivir en nuestra Querida Amazonía.

Como Iglesia, desde la Amazonía nos sentimos en pleno camino con el compromiso del cuidado del planeta, nuestra casa común. El Papa Francisco publicó la encíclica Laudato Si’, en mayo del 2015, antes de la COP21 de Paris. Hoy, se nos pide a nosotros alzar la voz de la Amazonía y el sentir de los pueblos originarios, con la fuerza, radicalidad y actitud profética en la COP26. ¡Ya no hay más tiempo que perder! ¡Nuestra casa común no puede esperar más!

A la crisis de la Amazonía, de la pandemia y del clima solo se puede responder con un cambio del modelo de desarrollo global, fruto de una radical conversión, una revolución cultural, como dice Laudato Si’. Por eso a los países miembros de la COP 26 repetimos con el Papa Francisco:

“No basta conciliar, en un térmi­no medio, el cuidado de la naturaleza con la ren­ta financiera, o la preservación del ambiente con el progreso. En este tema los términos medios son sólo una pequeña demora en el derrumbe. Simplemente se trata de redefinir el progreso. Un desarrollo tecnológico y económico que no deja un mundo mejor y una calidad de vida integral­mente superior no puede considerarse progreso” (LS 194).

En defensa de la vida y de los pueblos

Como REPAM, después del Sínodo, y en plena pandemia, estamos dando seguimiento a diversas acciones de formación e intercambio entre pueblos a la luz de las intuiciones del Sínodo Amazónico y de la Exhortación Apostólica Querida Amazonía. Del 12 de febrero 2020:

  • Colaboramos con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para presentar casos emblemáticos de violaciones de derechos humanos y de la Amazonía. Igualmente participamos activamente del Foro de los Pueblos Indígenas en la ONU.
  • Estamos preparando nuestra III Escuela de Derechos Humanos para lideres de los pueblos en la Amazonía.
  • Sistematizamos y publicamos cada quince días, un boletín informativo sobre las víctimas de Covid 19 en la Amazonía. Se está ejecutando un proyecto para la seguridad alimentaria de los pueblos amazónicos.
  • Como Red Eclesial Panamazónica, estamos en permanente interacción con otros grupos, organismos y movimientos que tienen el mismo objetivo: defender la vida de las personas, sus derechos y la protección del entorno natural.

Hermanos y hermanas:

Nuestra tierra clama, por el uso y abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella, más aún, si leemos el reciente VI Reporte del IPCC (agosto 2021), este clamor se torna en un grito tumultuoso que nos exige cambiar hacia un nuevo paradigma, el paradigma del cuidado, que nos pide una nueva manera de relacionarnos con la naturaleza que es nuestra casa común. Permítanme terminar citando la Sagrada Escritura donde leemos que Dios nos dice:  “Que los cielos y la tierra escuchen y recuerden lo que acabo de decir; te puse delante la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas tú y tu descendencia” (Deuteronomio 30,19).

Para que sea posible la vida debemos asumir el compromiso de vivir un estilo de vida sobrio; cuidando y respetando nuestra Casa Común para nosotros y las generaciones por venir. ¡Nuestro compromiso es ahora!

¡Caminemos juntos, tejiendo redes con iniciativas de fortaleza y esperanza ante la adversidad e indiferencia!

¡Dios nos bendiga!

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Mensaje publicado en la web de la REPAM. Se puede leer aquí.