Agradecidos por su incansable labor durante más de medio siglo en la Amazonía peruana, la Iglesia despidió al misionero dominico recordando su entusiasmo y pasión por servir a los pueblos amazónicos del Cusco y Madre de Dios.

Uno de los misioneros más antiguos del Vicariato de Puerto Maldonado, Fray Santiago Echeverría, falleció a los 86 años. El religioso, nacido en Navarra, España, dedicó más de la mitad de su vida al servicio de los pueblos amazónicos de los ríos Urubamba y Madre de Dios desde su llegada al Perú en 1962.

A Fray Santiago se le recuerda por su entusiasmo, entrega y pasión por las misiones, y su labor pastoral en zonas como Timpía, Shintuya, Puerto Maldonado, Sepahua, Kirigueti y Quillabamba. En este último lugar se desempeñó como director de la emisora del vicariato, Radio Quillabamba, desde donde contribuyó también con distintas causas sociales, entre ellas, la construcción de un hospital.

El Padre Ignacio Iraizoz, misionero dominico que lo conoció desde su llegada al país y con quien le unía lazos especiales, destacó su compromiso y el cariño que sentía por los pueblos indígenas amazónicos, hasta el punto en el que, cuando a Fray Santiago se le nombró obispo del vicariato, rechazó el cargo porque no podía dejar su misión junto al pueblo Matsigenka.

Foto: Selvas Amazónicas

"El entonces vicario se comunicó conmigo vía telefónica que tomara la avioneta y me desplazara a Timpía para comunicarle al padre Santiago que había sido nombrado obispo (:..)
me despidió con un no buen humor, sin aceptar. No es que rechazase el cargo por humildad si no que lo tenia muy claro que su salud no podía comprometerle en el nombramiento y sobre todo que él tenía decidido terminar sus días con sus engreídos matsigenkas y no podía abandonarlos", recuerda el Padre Ignacio.

Desde el Vicariato de Puerto Maldonado, la Iglesia amazónica y todos quienes le conocieron, se enviaron mensajes para despedir a Fray Santiago, agradeciéndole por su entrega en la misión y su vida sobresaliente en el Perú. "Que el Dios de la Vida te acoja y te haga disfrutar de su Reino al que contribuiste en esta tierra. ¡Gracias Padre Santiago!".