Mujeres indígenas se fortalecen para ser agentes de cambio en la Amazonía con el acompañamiento de la Iglesia católica
Las mujeres indígenas de la Amazonía peruana son guardianas de la sabiduría ancestral y agentes de cambio en sus comunidades. Su liderazgo, fuerza y determinación son esenciales para la defensa de sus derechos, la protección de la Amazonía y la construcción de un futuro más justo, solidario y sostenible.
En Madre de Dios, Ucayali y Amazonas, los Vicariatos de Puerto Maldonado, Pucallpa y Jaén, en alianza con organizaciones indígenas, la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) Perú y el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), impulsan, desde 2021, los talleres "Mujeres indígenas: Destrezas para la acción".
Se trata de espacios seguros de intercambio intercultural que les permiten organizarse, crear redes de apoyo mutuo, construir y proponer sus agendas desde sus saberes ancestrales y perspectivas para la defensa de sus derechos. La formación busca fortalecer las habilidades, capacidades y el liderazgo de las mujeres indígenas, brindándoles herramientas para desenvolverse en la toma de decisiones de sus comunidades.
En Madre de Dios, mujeres de nueve pueblos originarios han unido sus voces para crear el proyecto "Rostro de mujeres indígenas: Disminución de la vulnerabilidad de las mujeres indígenas en el ámbito urbano de Puerto Maldonado". Este proyecto, nacido de sus propias necesidades y experiencias, propone estrategias para la defensa de sus derechos, la resistencia cultural y la construcción de mejores condiciones de vida en las zonas urbanas, y será trabajado durante los próximos tres años.
“Estos talleres nos han ayudado a empoderarnos, conocer nuestros derechos a y buscar tener las mismas oportunidades en la ciudad. Un punto importante es la discriminación que hemos sufrido. Pero hoy sabemos que no debemos dejarnos intimidar. Hemos trabajado en nuestra autoestima y lo que valemos como mujer, así como nuestros derechos”.
Zulma Nube, comunidad nativa de Puerto Luz, pueblo Harakbut, región Madre de Dios.
En Ucayali, mujeres indígenas de ocho comunidades del alto y bajo Ucayali se vienen organizando en redes de apoyo mutuo. A través de estos espacios, comparten experiencias, conocimientos y estrategias para fortalecer su participación e incidencia en la defensa de sus derechos y territorios ancestrales.
“Las lideresas estamos para servir en nuestra comunidad y colaborar con el aprendizaje de las demás mujeres. Para eso es necesario empoderarnos y también hacer la réplica respectiva en nuestras comunidades, así podemos apoyar a las mujeres que están siendo violentadas por personas y actitudes machistas y no tienen a familiares o amigos a su lado”.
Diana Rivera Gutiérrez, comunidad nativa de Kantash, pueblo awajún, región Ucayali.
En Amazonas, las mujeres awajún del río Cenepa y Santiago tejen un futuro de esperanza a través del diálogo intergeneracional. En estos encuentros, las sabias de las comunidades comparten sus conocimientos ancestrales, fortaleciendo la identidad cultural y construyendo metodologías de aprendizaje propias. Además, las mujeres awajún impulsan sus emprendimientos comunales en la producción de artesanía y la difusión de su cultura, generando oportunidades económicas y autonomía para sus familias.
“Como awajún queremos recuperar nuestras costumbres y vida, antes vivamos sin contaminación. Queremos que las mujeres sean capacitadas, sean lideresas. Las mujeres están en las comunidades, pero pocas son lideresas en sus comunidades. Queremos capacitarnos, crecer y conocer nuestras tradiciones”.
Trifina Kantush Tincho, comunidad Shapijín, pueblo awajún, región Amazonas.
Si bien aún queda un largo camino por recorrer contra la violencia machista y la discriminación, y para mejorar el acceso a oportunidades para las mujeres indígenas tanto dentro como fuera de sus comunidades; después de tres años ya se empiezan a ver los primeros frutos de este trabajo. Las lideresas fortalecidas van incorporándose y aportando más en los espacios de toma de decisiones. Tienen claro que ellas son dueñas de sus vidas y tienen protagonismo en el desarrollo de sus pueblos.