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08 Nov 2021

Mons. Jorge Lozano: “La voracidad consumista se está llevando por delante la casa común”

La COP26, que está siendo realizada en Glasgow (Reino Unido), de 31 de octubre a 12 de noviembre, ha sido tema de reflexión para Mons. Jorge Eduardo Lozano. A la luz del trabajo realizado hace pocos días por la Alianza de Redes Eclesiales para la Ecología Integral, el Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), llamaba a reflexionar sobre la situación del Planeta.

 

Responsabilidad humana en el cambio climático

El arzobispo de San Juan de Cuyo recordaba las palabras del texto, donde señala que “Nuestro mundo está en llamas, se está derritiendo, inundando, sufriendo sequías extremas e impactos en múltiples ámbitos de la sociedad. La responsabilidad de la humanidad en el cambio climático de nuestro planeta es ahora un hecho. El sistema que sostiene nuestra forma de vida en la Tierra está enfermando a nuestro planeta”.

Ante esa situación, el prelado argentino ha insistido en que “no es cuestión de seguir echándole la culpa al termómetro. Es urgente establecer vínculos amigables entre la humanidad y el planeta. La voracidad consumista se está llevando por delante la casa común”. El secretario general del CELAM define la situación actual diciendo que “un atropello que lo invade todo y sólo busca rentabilidad a cualquier costo. Los más afectados, como siempre, son los pobres y las comunidades que viven en entornos aún naturales”.

 

Inequidad entre los ricos y quien busca el bien común

Basándose en la encíclica Laudato Si´, escrita por el Papa Francisco en 2015, hizo ver que “como contrapartida al maltrato del ambiente, hay muchas personas y organizaciones que están realizando esfuerzos enormes por salvar al planeta y a la humanidad que lo habita. Pero la disparidad de fuerzas y recursos es enorme. Hay una gran inequidad entre los pocos que concentran riqueza y poder, y los que buscan el bien común, la justicia y la solidaridad”.

Para encontrar una solución ante esa acuciante realidad, “no alcanza con unos cuantos parches. Hace falta un cambio de paradigma en los estilos de vida y de producción”, reconoció el arzobispo. Según él, “el cambio climático produce calentamiento global. Y con este aumento paulatino de la temperatura se derriten los glaciares, aumenta el nivel de los océanos, se contamina el aire, no hay posibilidades de vida para unas cuantas especies”.

Sin mucha esperanza ante lo que se avecina, pues las probabilidades de lograr acuerdos eficaces en la COP26 “son todavía inciertas”, Mons. Lozano recordó las palabras del Santo Padre a los participantes de la cumbre, en el que pedía acompañarla con la oración y demanda de justicia”. Ante esa realidad, advirtió que “se está comprometiendo el presente y el futuro del planeta, que es único. No hay otro al cual mudarnos cuando este no soporte más. Cuidemos la casa que es de todos”.

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Nota publicada originalmente en la página web de CELAM.   Con informaciones de AICA.

 

03 Nov 2021

Jóvenes se reunirán para construir nuevos caminos hacia una sociedad más justa en la Primera Jornada Nacional de la Juventud

Bajo el lema “Joven, ¡levántate! ¡Tú eres profeta del Bicentenario!”, este evento tiene como propósito reflexionar y reconocer la importancia de la juventud del país, en el marco del Bicentenario de la Independencia del Perú. Para ello, se espera la participación de al menos 3 000 personas, de forma presencial y virtual, en las tres fechas de esta jornada, que se realizará el próximo 19, 20 y 21 de noviembre.

“Vamos a poder vivir la Sinodalidad, pero, sobre todo, construir los nuevos caminos para una sociedad más justa e igualitaria en este Bicentenario de la Independencia. Esperamos que este encuentro nos ayude a levantarnos en este tiempo difícil de pandemia, de tanto dolor, de tanta pérdida, y tanto duelo”. Con estos objetivos, el secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal para Jóvenes y Laicos, Álvaro Salazar, señaló que se realizará la primera Jornada Nacional de la Juventud 2021, el próximo 19, 20 y 21 de noviembre.

Este primer encuentro, que espera congregar al menos a 3 000 asistentes, fue aplazado en 2020 debido a la pandemia, y ahora se realizará de forma presencial y virtual durante tres días. La jornada es impulsada por la Comisión Episcopal para Jóvenes y Laicos de la Conferencia Episcopal Peruana, con apoyo de la Arquidiócesis de Lima, la Diócesis de Carabayllo, la Congregación de las Franciscanas de la Inmaculada Concepción y el Ministerio de Salud.

El lema de este encuentro es “Joven, ¡levántate! ¡Tú eres profeta del Bicentenario!”, y combina dos de las tres dimensiones de la profecía que reciben todos los cristianos durante el bautismo: la de ser profetas, reyes y sacerdotes; explicó Álvaro Salazar. “El fin de esta primera jornada es justamente que podamos reflexionar sobre estas dimensiones de la profecía y terminar con un conjunto de acciones concretas para poder trabajar a futuro, en miras a poder resurgir en esta sociedad desde todo lo que ha dejado evidenciado la pandemia”.

El primer día del encuentro se realizará de forma presencial, con transmisiones en vivo en paralelo por las redes sociales de la Comisión Episcopal para Jóvenes y Laicos. De acuerdo a Salazar, se iniciará con una oración guiada en la Diócesis de Carabayllo que busca la reflexión sobre las vivencias durante la pandemia. Para el sábado 20 de noviembre se trabajará de forma virtual, a través de la plataforma Zoom, sobre la idea de ser profeta. Finalmente, el domingo 21 se cerrará el encuentro en la sede del Arzobispado de Lima con una eucaristía de clausura y envío que tocará el tema del Bicentenario del Perú.

 

Foto: Comisión Episcopal para Jóvenes y Laicos

En el marco de la preparación para este encuentro se elaboraron tres cartillas que fueron distribuidas entre agosto y octubre. Con el apoyo del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), este material se tradujo al asháninka, shipibo y otras lenguas originarias, para así integrar la participación de más jóvenes a lo largo del país.

“El evento será abierto a cualquiera que quiera participar. Habrá una reunión por Zoom para las reflexiones del sábado. Los cupos se les estaban dando a todas las jurisdicciones eclesiásticas, a los movimientos juveniles y a las congregaciones religiosas, pero todo aquel que no alcance uno puede participar mediante las redes sociales porque habrá moderadores para poder trabajar con las interacciones”, explicó Salazar. Agregó que, en total, son 46 jurisdicciones eclesiásticas las formarán parte de este evento, junto a los representantes de otras iglesias y religiones, obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, y jóvenes líderes. Todos unidos para conversar sobre qué es lo que quiere transformar la juventud peruana para el futuro de la sociedad en este Bicentenario.

03 Nov 2021

Papa a la COP26: Deuda ecológica y deuda externa obstaculizan el desarrollo de los pueblos

El Papa Francisco advierte a los líderes mundiales reunidos en Glasgow que si existe una verdadera voluntad política es posible contrastar la crisis del cambio climático y de la post pandemia, aprendiendo de los errores del pasado y asignando recursos suficientes. No hay más tiempo que perder, dice, pues se trata de un cambio de época, un compromiso con los más vulnerables y con las jóvenes generaciones.

Por: Alina Tufani – Ciudad del Vaticano

“Actuar para preparar un futuro en el que la humanidad sea capaz de cuidarse a sí misma y a la naturaleza". Lo dice el Papa Francisco casi al final de su mensaje a los líderes mundiales reunidos en Glasgow, Escocia, en la Conferencia de los Estados Parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP26. Un discurso donde las palabras voluntad política, compromiso, responsabilidad se alternan a post pandemia, deuda ecológica, deuda externa, migrantes climáticos y desequilibrios comerciales o financieros. En síntesis, dice: "no hay más tiempo que perder".

 

“Hay demasiados rostros humanos que sufren esta crisis climática: además de sus impactos cada vez más frecuentes e intensos en la vida cotidiana de muchas personas, especialmente de las poblaciones más vulnerables, nos damos cuenta que también se ha convertido en una crisis de los derechos de los niños y que, en un futuro próximo, los migrantes por motivos medioambientales superarán a los refugiados por conflictos”

 

En su mensaje dirigido al presidente de la COP26, Alok Sharma y leído por el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, ante los representantes de más de 200 países que hasta el 12 de noviembre debatirán sobre el calentamiento global, el Papa recalca la necesidad de “una acción urgente, valiente y responsable” si se quieren alcanzar los objetivos escritos en el Acuerdo de París de forma coordinada y responsable: “Son ambiciosos, pero no pueden retrasarse”.

 

Unidad frente al cambio climático y la post-pandemia

El Santo Padre se plantea si en la COP26 “realmente existe la voluntad política” de asignar con honestidad y responsabilidad, más recursos financieros y tecnológicos para mitigar los efectos negativos del cambio climático, así como para ayudar a las poblaciones más pobres y vulnerables, que son las que más sufren. Más aún cuando el mundo sigue enfrentando los estragos de una pandemia que azota a la humanidad desde hace casi dos años.

“La pandemia nos enseña que no tenemos alternativas: solo podremos vencerla si todos participamos en este desafío”, asegura el Pontífice al recordar que, así como la post-pandemia se debe enfrentar unidos, “siguiendo el ejemplo de los errores cometidos en el pasado”, es posible hacer lo mismo para contrarrestar la crisis global del cambio climático.  “No tenemos alternativas”, subraya el Papa a la COP26, hay que trabajar con una “profunda y solidaria colaboración entre todos los pueblos del mundo”.

 

Inversiones financieras en pos de un mundo sano y digno

A juicio del Santo Padre, la COP26 “puede y debe” contribuir activamente a la construcción de un futuro donde “los comportamientos cotidianos y las inversiones económico-financieras, puedan salvaguardar verdaderamente las condiciones “para una vida digna de la humanidad de hoy y de mañana en un planeta ‘sano’"

“Se trata – afirma - de un cambio de época, un desafío de civilización para el que es necesario el compromiso de todos y, en particular, de los países con mayores capacidades, que deben asumir un papel protagónico en el campo de las finanzas climáticas, la descarbonización del sistema económico y de la vida de las personas, la promoción de una economía circular y el apoyo a los países más vulnerables para adaptarse a los impactos del cambio climático y responder a las pérdidas y daños causados por este fenómeno.”

 

Deuda ecológica: explotación de recursos propios y ajenos

Más adelante, el Papa comparó las heridas causadas a la humanidad por la pandemia de Covid-19 y el fenómeno del cambio climático con un conflicto global, para recordar que, así como ocurrió tras la II Guerra Mundial, ahora “es necesario que toda la comunidad internacional dé prioridad a la implementación de acciones colectivas” y con visión de futuro.  “Necesitamos esperanza y valentía”, subraya Francisco al constatar que” la humanidad tiene los medios para afrontar esta transformación que requiere una conversión real, individual, pero también comunitaria”, una transición hacia un modelo de desarrollo más integral basado en la solidaridad.

“Hay que prestar especial atención a las poblaciones más vulnerables, con las que se ha acumulado una ‘deuda ecológica’ vinculada tanto a los desequilibrios comerciales con consecuencias medioambientales, como al uso desproporcionado de los recursos naturales propios y ajenos.  No lo podemos negar”, recalca el Pontífice.

Condonación de la deuda externa

La "deuda ecológica", insiste el Papa, remite en cierto modo a la cuestión de la deuda externa, “cuya presión suele obstaculizar el desarrollo de los pueblos”, y ahora más ante la crisis causada por la pandemia.

 

“La post-pandemia puede y debe ser un nuevo inicio teniendo en cuenta todos estos aspectos, relacionados también con la puesta en marcha de escrupulosas operaciones negociadas para la condonación de la deuda externa inscritas en una estructura económica más sostenible y justa, orientada a apoyar la emergencia climática.”

 

En este contexto, recuerda la necesidad de que los países desarrollados contribuyan a la solución de la “deuda ecológica” limitando significativamente el consumo de energía no renovable y aportando recursos a los países más necesitados para promover políticas y programas de desarrollo sostenible.

“Lamentablemente, debemos señalar con amargura lo lejos que estamos de lograr los objetivos deseados para combatir el cambio climático. Hay que decirlo honestamente: ¡no nos lo podemos permitir!”, observa el Papa. Y señala, al final de su mensaje, que los jóvenes, que en los últimos años han estado pidiendo con insistencia que se actúe, no tendrán un planeta distinto al que dejemos o al que podrán recibir en función de las decisiones concretas que se tomen hoy. “Este – reclama el Papa – es el momento de tomar decisiones que les den motivos para confiar en el futuro”.

 

Santa Sede: emisión cero y educación

El Santo Padre no deja de mencionar en su mensaje el compromiso de la Santa Sede ante el cambio climático. En este sentido, se remite a la Cumbre Virtual de Alto Nivel sobre la Perspectiva  Climática del 12 de diciembre de 2020, donde anunció la adopción de una estrategia de reducción de emisiones netas a cero en dos direcciones:  el compromiso del Estado de la Ciudad del Vaticano para lograr este objetivo antes del 2050 y, al mismo tiempo, el compromiso de promover una educación en ecología integral, consciente de que las medidas políticas, técnicas y operativas deben combinarse con un proceso educativo, sobre todo entre los jóvenes, con el fin de buscar nuevos estilos de vida y fomentar un modelo cultural de desarrollo y sustentabilidad centrados en la fraternidad y la alianza entre el ser humano y el medio natural.

También, recuerda su encuentro del pasado 4 de octubre con varios líderes religiosos y científicos para firmar un llamamiento conjunto en vista de la COP-26. “Lo que se pudo percibir claramente – comparte el Papa - fue una fuerte convergencia de todos en comprometerse con la urgente necesidad de iniciar un cambio de rumbo capaz de pasar con decisión y convicción de la "cultura del descarte" imperante en nuestra sociedad a una "cultura del cuidado" de nuestra casa común y de quienes viven o vivirán allí”.

El Santo Padre concluye su mensaje acompañando a los participantes de la COP 26 con sus oraciones en estas importantes decisiones.

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Artículo original publicado en la web de Vatican News. Se puede leer aquí.