Por medio de piezas radiofónicas en castellano y shawi e infografías se busca sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de impulsar acciones transformadoras, resaltando la sabiduría de los pueblos indígenas y la necesidad de cuidar y proteger la Amazonía.
Por: CAAAP - REPAM Perú
Bajo el título «Cuidar la Casa Común es nuestra misión», el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) Perú, en colaboración con Radio Tv Oriente, la Conferencia de Religiosos y Religiosos (CONFER) y el apoyo de Desarrollo y Paz, presentan un conjunto de materiales comunicacionales bilingües elaborados para promover iniciativas para la protección de la Amazonía y el planeta.
Son diez spots radiales (cinco en castellano y cinco en lengua shawi) producidos en coordinación con la emisora del Vicariato de Yurimaguas, Radio Tv Oriente, que buscan resaltar la sabiduría ancestral de los pueblos indígenas y la necesidad urgente de adaptar nuevos estilos de vida para cuidar la Casa Común. Además de estas piezas sonoras, se elaboraron tres infografías en base a los módulos desarrollados en el seminario «Custodios de la Casa Común en acción», desarrollado junto a la CONFER – JPIC.
Inspirando acciones transformadoras
Las gráficas diseñadas se ponen a disposición para ser difundidas en distintas parroquias, centros educativos y jurisdicciones eclesiales. Los temas priorizados son la ecología integral, la emergencia climática y las buenas prácticas, que fueron abordados por distintos especialistas durante los dos meses que duró la formación virtual que buscó que los participantes pasaran de la reflexión a la acción, alentándolos a asumir un compromiso activo en la protección y preservación del medio ambiente.
Richard Nixon Púa Tangoa y Brígida Tangoa Napuchi, estudiantes del Instituto de Educación Superior Pedagógico Monseñor Elías Olázar, son los jóvenes que han participado en la producción de las piezas radiales. Richard, quien ya culminó sus estudios y se encuentra a la espera de sustentar su tesis, tiene un programa musical todos los sábados en Radio Tv Oriente, el único en lengua shawi. Brígida, por su parte, cursa el séptimo ciclo y se está preparando para enseñar a niños de educación inicial.
Ambos jóvenes han participado en talleres realizados por la emisora, donde han aprendido a manejar programas de audio, a editar y producir programas de evangelización. Para el director de Radio Oriente, Artime Gonzáles, es importante involucrarlos en la elaboración de este tipo de materiales fundamentales para difundir a través de la señal radiofónica a todos los pueblos de la Amazonía. «Ellos siempre están prestos a grabar spots para difundir distintos temas en lengua shawi», mencionó.
Las piezas sonoras abarcan temas como las enseñanzas de los pueblos indígenas para vivir en armonía con la naturaleza y el entorno, la importancia de una conversión ecológica integral bajo la mirada de la encíclica del Papa Francisco, Laudato Si’; los estilos de vida que debemos adoptar para salvar y sanar el planeta, los desafíos ambientales urgentes y las propuestas para reducir el impacto del cambio climático, así como el contexto actual de la emergencia climática y sus impactos en la Amazonía.
Estos materiales se empezarán a difundir desde hoy en las emisoras católicas de Perú, tanto en la Amazonía (Radio Oriente, en Yurimaguas; La Voz de la Selva, en Iquitos; Radio Madre de Dios; Radio Kampagkis, en Santa María de Nieva; Radio Sepahua, en Ucayali; Radio Quillabamba, en Cusco; Radio Marañón, en Jaén) como de otras jurisdicciones eclesiásticas.
Durante la clausura del proyecto "Recréate Huambrillo 2024", más de 200 estudiantes dieron a conocer los trabajos y destrezas aprendidas luego de un mes de formación junto a sus padres en el valle del Alto Huallaga.
Por: Radio Amistad / Querida Amazonía
Del 15 de enero al 10 de febrero, la Parroquia Jesús Salvador de Aucayacu desarrolló el programa de formación “Recréate Huambrillo 2024” con la participación de más de 250 niños y niñas y sus familias, provenientes de comunidades como Aucayacu, Ramal de Aspuzana, Santo Domingo de Anda y Puerto Prado de la zona del valle del Alto Huallaga, región Huánuco, en la selva central peruana.
Este proyecto, liderado por los Oblatos de María Inmaculada de la Delegación General BOLPER, se centró en el desarrollo de habilidades y destrezas de los estudiantes durante un mes, con un enfoque especial en el cuidado de la Casa Común. El objetivo principal fue fomentar encuentros familiares y recreativos, promoviendo la participación en las comunidades cristianas.
El P. Gerson Ríos, párroco de Jesús Salvador en Aucayacu, destacó la importancia de integrar el cuidado de la casa común en la formación integral de la niñez de esta región amazónica. "Es un proyecto de vacaciones útiles para desarrollar la creatividad y las destrezas en el contexto amazónico del Alto Huallaga. Por eso hemos buscado crear conciencia sobre el cuidado de la casa común, centrándonos en la realidad local", señaló.
El proyecto incluyó talleres de dibujo, pintura, expresión artística, teatro y artes circenses. En particular, se enfocaron en abordar los desafíos ambientales locales, como el monocultivo de arroz y sus impactos en la deforestación de aguajales y humedales, la contaminación del agua dulce y el uso de pesticidas. Los programas artísticos se convirtieron en una herramienta efectiva para concientizar a los niños sobre estos problemas.
A la clausura de la formación, realizada el sábado 10 de febrero, se expusieron todos los trabajos y las destrezas aprendidas a través de una feria, donde se presentó a la comunidad los productos elaborados por los niños, niñas y adolescentes que participaron en los diversos talleres. "Por medio de manualidades y actividades prácticas hemos destacado la importancia de la utilización de recursos renovables y el reciclaje ", mencionó Ríos.
El proyecto contó con la colaboración de la Asociación Cultural y Educativa "Sol de Medianoche", especializada en artes y destrezas artísticas, reforzando así la creatividad y el aprendizaje significativo; y de las Misioneras Oblatas de María Inmaculada presentes en el Perú. El apoyo de los jóvenes de la comunidad parroquial Jesús Salvador también desempeñó un papel crucial en el éxito del programa.
Publicada la exhortación apostólica de Francisco, que precisa y completa la encíclica de 2015: no estamos reaccionando lo suficiente, estamos cerca del punto de ruptura. Crítica a los negacionistas: indudable el origen humano del calentamiento global. El compromiso con el cuidado de la casa común brota de la fe cristiana.
«“Alaben a Dios” es el nombre de esta carta. Porque un ser humano que pretende ocupar el lugar de Dios se convierte en el peor peligro para sí mismo». Con estas palabras concluye la nueva exhortación apostólica del Papa Francisco, publicada el 4 de octubre, fiesta del Santo de Asís. Un texto en continuidad con la encíclica más amplia de 2015 Laudato si'. En 6 capítulos y 73 parágrafos, el Sucesor de Pedro se plantea precisar y completar lo ya afirmado en el texto anterior sobre ecología integral, y al mismo tiempo lanzar una voz de alarma y una llamada a la corresponsabilidad ante la emergencia del cambio climático, antes de que sea demasiado tarde. La exhortación mira en particular a la COP28 que se celebrará en Dubai a finales de noviembre y principios de diciembre. Escribe el Pontífice: «con el paso del tiempo advierto que no tenemos reacciones suficientes mientras el mundo que nos acoge se va desmoronando y quizás acercándose a un punto de quiebre» y «es indudable que el impacto del cambio climático perjudicará de modo creciente las vidas y las familias de muchas personas» (2). Es uno «de los principales desafíos a los que se enfrentan la sociedad y la comunidad mundial» y «los efectos del cambio climático son soportados por las personas más vulnerables, ya sea en casa o en todo el mundo» (3).
Los signos del cambio climático, cada vez más evidentes
El primer capítulo está dedicado a la crisis climática mundial. «Por más que se pretendan negar, esconder, disimular o relativizar, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más patentes», explica el Papa. Que observa cómo «en los últimos años hemos sido testigos de fenómenos extremos, períodos frecuentes de calor inusual, sequía y otros quejidos de la tierra», una «enfermedad silenciosa que nos afecta a todos». Además, Francisco afirma: «es verificable que determinados cambios en el clima provocados por la humanidad aumentan notablemente la probabilidad de fenómenos extremos cada vez más frecuentes e intensos». El Pontífice, tras recordar que si el aumento de la temperatura supera los 2 grados «se derretirían totalmente las capas de hielo de Groenlandia y de buena parte de la Antártida, con enormes y gravísimas consecuencias para todos» (5), sobre los que minimizan el cambio climático, responde: «lo que estamos verificando ahora es una inusual aceleración del calentamiento, con una velocidad tal que basta una sola generación —no siglos ni milenios— para constatarlo». «Probablemente en pocos años muchas poblaciones deberán trasladar sus hogares a causa de estos hechos» (6). Los fríos extremos también «expresiones alternativas de la misma causa» (7).
La culpa no es de los pobres
«Con la pretensión de simplificar la realidad -escribe Francisco-, no faltan quienes responsabilizan a los pobres porque tienen muchos hijos y hasta pretenden resolverlo mutilando a las mujeres de países menos desarrollados. Como siempre, pareciera que la culpa es de los pobres. Pero la realidad es que un bajo porcentaje más rico del planeta contamina más que el 50% más pobre de toda la población mundial, y que la emisión per cápita de los países más ricos es muchas veces mayor que la de los más pobres. ¿Cómo olvidar que África, que alberga más de la mitad de los más pobres del planeta, es responsable de una mínima parte de las emisiones históricas?» (9) El Papa también cuestiona la postura de quienes afirman que los esfuerzos para mitigar el cambio climático reduciendo el uso de combustibles fósiles «provocará una reducción de los puestos de trabajo». Lo que está ocurriendo en realidad «es que millones de personas pierden su empleo debido a las diversas consecuencias del cambio climático: tanto el aumento del nivel del mar como las sequías y muchos otros fenómenos que afectan al planeta, han dejado a mucha gente a la deriva». Mientras «la transición hacia formas renovables de energía, bien gestionada» es capaz «de generar innumerables puestos de trabajo en diferentes sectores. Esto requiere que los políticos y empresarios estén ahora mismo ocupándose de ello» (10).
Indudable origen humano
«Ya no se puede dudar del origen humano —“antrópico”— del cambio climático», afirma Francisco. «La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera… se mantuvo estable hasta el siglo XIX… En los últimos cincuenta años el aumento se aceleró notablemente» (11). Al mismo tiempo, la temperatura «aumentó con una velocidad inédita, sin precedentes en los últimos dos mil años. En este período la tendencia fue de un calentamiento de 0,15 grados centígrados por década, el doble de lo ocurrido en los últimos 150 años… A este ritmo, es posible que en diez años alcanzaremos el límite máximo global deseable de 1,5 grados centígrados» (12). Provocando la acidificación de los mares y el deshielo. La coincidencia entre estos acontecimientos y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero «no es posible ocultar… Una abrumadora mayoría de científicos especializados en clima sostienen esta correlación y sólo un ínfimo porcentaje de ellos intenta negar esta evidencia». Por desgracia, observa amargamente el Pontífice, «la crisis climática no es precisamente un asunto que interese a los grandes poderes económicos, preocupados por el mayor rédito posible con el menor costo y en el tiempo más corto que se pueda» (13).
Estamos justo a tiempo para evitar daños más dramáticos
«Me veo obligado -continua Francisco- a hacer estas precisiones, que pueden parecer obvias, debido a ciertas opiniones despectivas y poco racionales que encuentro incluso dentro de la Iglesia católica. Pero ya no podemos dudar de que la razón de la inusual velocidad de estos peligrosos cambios es un hecho inocultable: las enormes novedades que tienen que ver con la desbocada intervención humana sobre la naturaleza» (14). Por desgracia, algunas manifestaciones de esta crisis climática ya son irreversibles durante al menos cientos de años, mientras que «el derretimiento de los polos no podrá revertirse por cientos de años» (16). Por tanto, estamos justo a tiempo de evitar daños aún más dramáticos. El Papa escribe que «ciertos diagnósticos apocalípticos suelen parecer poco racionales o insuficientemente fundados», pero «no podemos afirmar con certeza» qué sucederá (17). Por lo tanto, «urge una mirada más amplia… Se nos pide nada más que algo de responsabilidad ante la herencia que dejaremos tras nuestro paso por este mundo» (18). Recordando la experiencia de la pandemia de Covid-19 Francisco repite «todo está conectado y nadie se salva solo» (19).
El paradigma tecnocrático: la idea de un ser humano sin límites
En el segundo capítulo, Francisco habla del paradigma tecnocrático que «consiste en pensar «como si la realidad, el bien y la verdad brotaran espontáneamente del mismo poder tecnológico y económico» (20) y «se retroalimenta monstruosamente» (21) basada en la idea de un ser humano sin límites. «Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo está haciendo… Es tremendamente riesgoso que resida en una pequeña parte de la humanidad» (23). Por desgracia, como también enseña la bomba atómica, «el inmenso crecimiento tecnológico no estuvo acompañado de un desarrollo del ser humano en responsabilidad, valores, conciencia» (24). El Papa reitera que «el mundo que nos rodea no es un objeto de aprovechamiento, de uso desenfrenado, de ambición ilimitada» (25). Recuerde también que estamos incluidos en la naturaleza, y «esto mismo excluye la idea de que el ser humano sea un extraño, un factor externo sólo capaz de dañar el ambiente. Debe ser considerado como parte de la naturaleza» (26); «los grupos humanos muchas veces han “creado” ambiente» (27).
Decadencia ética del poder: marketing e información falsa
Hemos logrado «progresos tecnológicos, y no advertimos que al mismo tiempo nos convertimos en seres altamente peligrosos, capaces de poner en riesgo la vida de muchos seres y nuestra propia supervivencia» (28). «La decadencia ética del poder real se disfraza gracias al marketing y la información falsa, mecanismos útiles en manos de quienes tienen mayores recursos para incidir en la opinión pública a través de ellos». Estos mecanismos convencen a los habitantes de las zonas donde se van a implantar proyectos contaminantes, engañándoles con que se generarán oportunidades económicas y de empleo, pero «no se les dice con claridad que detrás de ese emprendimiento» quedará «una tierra arrasada» (29) y condiciones de vida mucho más desfavorables. «La lógica del máximo beneficio con el menor costo, disfrazada de racionalidad, de progreso y de promesas ilusorias, vuelve imposible cualquier sincera preocupación por la casa común y cualquier inquietud por promover a los descartados de la sociedad… extasiados frente a las promesas de tantos falsos profetas, a veces los mismos pobres caen en el engaño de un mundo que no se construye para ellos» (31). Existe «un dominio de los que nacieron con mejores condiciones de desarrollo» (32). Francisco les invita a preguntarse, ante «los hijos que pagarán el daño de sus acciones» cuál es el sentido de sus vidas (33).
Política internacional débil
En el siguiente capítulo de la exhortación, el Papa aborda la debilidad de la política internacional, insistiendo en la necesidad de favorecer «los acuerdos multilaterales entre los Estados» (34). Explica que «Cuando se habla de la posibilidad de alguna forma de autoridad mundial regulada por el derecho no necesariamente debe pensarse en una autoridad personal» sino de «organizaciones mundiales más eficaces, dotadas de autoridad para asegurar el bien común mundial, la erradicación del hambre y la miseria, y la defensa cierta de los derechos humanos elementales». Que «deben estar dotadas de autoridad real de manera que se pueda “asegurar” el cumplimiento de algunos objetivos irrenunciables» (35). Francisco deplora que «las crisis mundiales sean desaprovechadas cuando serían la ocasión para provocar cambios saludables. Es lo que ocurrió en la crisis financiera de 2007-2008 y ha vuelto a ocurrir en la crisis del covid-19», que han traído «más individualismo, a más desintegración, a más libertad para los verdaderos poderosos que siempre encuentran la manera de salir indemnes» (36). «Más que salvar el viejo multilateralismo, parece que el desafío actual está en reconfigurarlo y recrearlo teniendo en cuenta la nueva situación mundial» (37) reconociendo que muchas agregaciones y organizaciones de la sociedad civil ayudan a compensar las debilidades de la Comunidad internacional. El Papa cita el proceso de Ottawa sobre minas antipersona, que muestra cómo la sociedad civil crea dinámicas eficaces que la ONU no consigue.
Las instituciones que preservan a los más fuertes son inútiles
La que propone Francisco es «un multilateralismo “desde abajo” y no simplemente decidido por las élites del poder… Es de esperar que esto ocurra con respecto a la crisis climática. Por eso reitero que «si los ciudadanos no controlan al poder político —nacional, regional y municipal—, tampoco es posible un control de los daños ambientales» (38). Tras reafirmar la primacía de la persona humana y la defensa de su dignidad por encima de cualquier circunstancia, Francisco explicó que «no se trata de reemplazar a la política, porque… las potencias emergentes se vuelven cada vez más relevantes». «Precisamente el hecho de que las respuestas a los problemas puedan venir de cualquier país, aunque sea pequeño, termina presentando al multilateralismo como un camino inevitable» (40). Por lo tanto, es necesario un «marco diferente de cooperación efectiva. No basta pensar en los equilibrios de poder sino también en la necesidad de dar respuesta a los nuevos desafíos y de reaccionar con mecanismos globales». Necesitamos «reglas globales y eficientes» (42). «Todo esto supone generar un nuevo procedimiento de toma de decisiones»; necesitamos «espacios de conversación, de consulta, de arbitraje, de resolución de conflictos y de supervisión, y en definitiva una suerte de mayor “democratización” en el ámbito global para que se expresen e incorporen las variadas situaciones. Ya no nos servirá sostener instituciones para preservar los derechos de los más fuertes sin cuidar los de todos» (43).
Conferencias sobre el clima
En el siguiente capítulo, Francisco describe las distintas conferencias sobre el clima celebradas hasta la fecha. Recuerda la de París, cuyo acuerdo entró en vigor en noviembre de 2016, pero «si bien es un acuerdo vinculante, no todas las prescripciones son obligaciones en sentido estricto y algunas de ellas dan lugar a una amplia discrecionalidad» (47), no hay sanciones por incumplimiento y se carece de medios eficaces para hacer cumplir la ley, no prevé sanciones reales y no existen instrumentos eficaces para garantizar su cumplimiento. Y «todavía se está trabajando para consolidar prácticas concretas de monitorización y facilitar criterios generales que permitan comparar los objetivos de los distintos países» (48). El Papa menciona la decepción de la COP de Madrid y recuerda que la COP de Glasgow relanzó los objetivos de París, con muchas "exhortaciones", pero «las propuestas tendientes a asegurar una transición rápida y efectiva hacia formas alternativas de energía menos contaminantes no pudieron avanzar» (49). La COP27 en Egipto del 2022 «fue un ejemplo más de la dificultad de las negociaciones» y aunque produjo «al menos un avance en la consolidación del sistema de financiación por “las pérdidas y los daños” en los países más afectados por los desastres climáticos» (51) también en esto muchos puntos siguieron siendo "imprecisos". Negociaciones internacionales «no pueden avanzar significativamente por las posiciones de los países que privilegian sus intereses nacionales sobre el bien común global. Quienes sufrirán las consecuencias que nosotros intentamos disimular recordarán esta falta de conciencia y de responsabilidad» (52).
¿Qué se espera de la COP de Dubái?
Con respecto a la COP28, Francisco escribe que «decir que no hay nada que esperar sería un acto suicida, porque implicaría exponer a toda la humanidad, especialmente a los más pobres, a los peores impactos del cambio climático» (53). «No podemos dejar de soñar que esta COP28 dé lugar a una marcada aceleración de la transición energética, con compromisos efectivos y susceptibles de un monitoreo permanente. Esta Convención puede ser un punto de inflexión» (54). El Papa señala que «la transición que se necesita, hacia energías limpias… abandonando los combustibles fósiles, no tiene la velocidad necesaria. Por consiguiente, lo que se está haciendo corre el riesgo de interpretarse sólo como un juego para distraer» (55). No se puede buscar únicamente un remedio técnico a los problemas, «corremos el riesgo de quedarnos encerrados en la lógica de emparchar… mientras por lo bajo avanza un proceso de deterioro que continuamos alimentando» (57).
Dejar de ridiculizar la cuestión medioambiental
Francisco pide que se ponga fin a «las burlas irresponsables que presentan este tema como algo sólo ambiental, “verde”, romántico, frecuentemente ridiculizado por los intereses económicos. Aceptemos finalmente que es un problema humano y social en un variado arco de sentidos. Por eso se requiere un acompañamiento de todos». En cuanto a las protestas de los grupos radicalizados, el Papa afirma que «ellos cubren un vacío de la sociedad entera, que debería ejercer una sana “presión”, porque a cada familia le corresponde pensar que está en juego el futuro de sus hijos» (58). El Pontífice espera que de la COP28 surjan «formas vinculantes de transición energética» que sean eficientes, «obligatorias y que se puedan monitorear fácilmente» (59). «Ojalá quienes intervengan puedan ser estrategas capaces de pensar en el bien común y en el futuro de sus hijos, más que en intereses circunstanciales de algunos países o empresas. Ojalá muestren así la nobleza de la política y no su vergüenza. A los poderosos me atrevo a repetirles esta pregunta: ¿Para qué se quiere preservar hoy un poder que será recordado por su incapacidad de intervenir cuando era urgente y necesario hacerlo?» (60).
Un compromiso derivado de la fe cristiana
Por último, el Papa recuerda que la motivación de este compromiso nace de la fe cristiana, animando a «los hermanos y hermanas de otras religiones a que hagan lo mismo» (61). «La cosmovisión judeocristiana defiende el valor peculiar y central del ser humano en medio del concierto maravilloso de todos los seres». «Todos los seres del universo estamos unidos por lazos invisibles y conformamos una especie de familia universal, una sublime comunión que nos mueve a un respeto sagrado, cariñoso y humilde» (67). «Esto no es producto de nuestra voluntad, tiene otro origen que está en la raíz de nuestro ser, ya que «Dios nos ha unido tan estrechamente al mundo que nos rodea» (68). Lo importante, escribe Francisco, es recordar que «no hay cambios duraderos sin cambios culturales, sin una maduración en la forma de vida y en las convicciones de las sociedades, y no hay cambios culturales sin cambios en las personas» (70). «El esfuerzo de los hogares por contaminar menos, reducir los desperdicios, consumir con prudencia, va creando una nueva cultura. Este solo hecho de modificar los hábitos personales, familiares y comunitarios» contribuye «gestar grandes procesos de transformación que operan desde las profundidades de la sociedad» (71). El Pontífice concluye su exhortación recordando que «las emisiones per cápita en Estados Unidos son alrededor del doble de las de un habitante de China y cerca de siete veces más respecto a la media de los países más pobres». Y afirma que «un cambio generalizado en el estilo de vida irresponsable ligado al modelo occidental tendría un impacto significativo a largo plazo. Así, junto con las indispensables decisiones políticas, estaríamos en la senda del cuidado mutuo» (72).
Esta formación busca inspirar a la acción y capacitar a quienes deseen impulsar iniciativas alineadas con la encíclica Laudato Si’. Desde el 16 de septiembre, religiosos y religiosas, laicos, agentes pastorales, jóvenes, parroquias y centros educativos tendrán la oportunidad de profundizar en temas cruciales como la ecología integral, la emergencia climática y las buenas prácticas.
Por: Querida Amazonía / CAAAP
Con el objetivo de impulsar grupos o responsables de la ecología integral que emprendan iniciativas Laudato Si’ desde la comunión y sinodalidad, involucrando a las comunidades en proyectos y acciones sostenibles para sensibilizar sobre la importancia de un cambio de conductas y costumbres; desde este 16 de setiembre iniciará el taller «Custodios de la Casa Común en acción: formulación de proyectos, ecología integral y emergencia climática».
¿Qué planeta y qué futuro queremos dejar a nuestros hijos? ¿Qué acciones nos corresponden como cristianos? Son algunas de las preguntas fundamentales que giran en torno a la Encíclica Laudato Si’, el llamado del Papa Francisco para cuidar la Casa Común. Este taller busca traducir esas reflexiones en acciones concretas, alentando a los participantes a asumir un compromiso activo en la protección y preservación del medio ambiente.
La capacitación está dirigida a religiosos y religiosas, laicos, agentes pastorales, jóvenes, parroquias y centros educativos. Durante dos meses, los participantes podrán profundizar en los temas que abarcan los tres módulos del curso: ecología integral, emergencia climática y buenas prácticas, y formulación de proyectos. De esa forma, se espera proporcionarles los conocimientos necesarios que les permitan sustentar y elaborar un proyecto.
Y es que, en un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales que se enfrentan, la Comisión Permanente de DDHH & JPIC de la Conferencia de Religiosas y Religiosos (CONFER Perú), la Red Eclesial Panamazónica en Perú (REPAM Perú) y el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), instituciones que organizan el curso, ven la necesidad de comprender la complejidad del tema ambiental y el impacto que ejerce sobre los seres humanos y la naturaleza.
El taller «Custodios de la Casa Común en acción: formulación de proyectos, ecología integral y emergencia climática» se llevará a cabo todos los sábados, desde el 16 de septiembre hasta el 25 de noviembre, de 6 a 8 p.m.. La modalidad es principalmente virtual, con una sesión presencial y virtual dedicada a la formulación de proyectos, lo que permite una participación flexible y colaborativa de los interesados. Las inscripciones están abiertas hasta el 15 de septiembre.
Para inscribirse en este taller, se requiere presentar una propuesta o idea de proyecto que se desarrollará durante el seminario. Cada propuesta puede contar con la participación de todas las personas del equipo que trabajarán en su formulación. Aquellos participantes que completen el seminario y presenten sus proyectos recibirán un certificado de participación. Además, se ofrecerá acompañamiento y asesoría técnica a cinco proyectos que hayan culminado satisfactoriamente el seminario.
La proyección de la película se realizará el próximo sábado 29 de octubre a las 5 de la tarde en el auditorio del Colegio de Jesús, en Lima.
Con el fin de reflexionar sobre el mensaje enviado por el Papa Francisco en “La Carta”, una película que ahonda en el poder de la humanidad para detener la crisis ecológica, el Movimiento Laudato Si’ Perú y distintas organizaciones aliadas alistan una proyección y conversatorio sobre el film para el próximo sábado 29 de octubre a las 5 de la tarde en el auditorio del Colegio de Jesús, Pueblo Libre, ubicado en la ciudad de Lima.
La producción es protagonizada por aquellas voces y rostros que por lo general no son escuchadas en el diálogo global sobre el cuidado de la Casa Común. La película cuenta la historia del viaje a Roma de un líder indígena del Amazonas, un refugiado climático y estudiante de Senegal, un activista juvenil de la India y un equipo de científicos de Estados Unidos, quienes dialogarán con el Papa Francisco sobre la encíclica Laudato Si’.
El documental, protagonizada por un grupo de defensores ambientales y el Santo Padre, también ofrece una visión reveladora de la historia personal del Papa Francisco y relatos nunca antes vistos desde que se convirtió en el obispo de Roma. “Es un llamado a toda la humanidad para entender la necesidad de cuidar de nuestra Casa Común”, sostuvo Rosario Casas Martínez, coordinadora nacional del Movimiento Laudato Si’ Perú.
Con la realización del cinefórum, añadió, se busca profundizar, desde una mirada crítica, sobre el mensaje que transmite esta película en el ámbito cinematográfico, eclesial, científico y de fe, para saber cuál tendría que ser la respuesta de los creyentes; así como conocer lo que piensan los jóvenes y los pueblos indígenas, considerados protectores de la Amazonía y de la Casa Común, acerca de este anuncio.
El largometraje, que tiene una duración de alrededor de 80 minutos, ha sido elaborado por el equipo de producción Off the Fence, ganador de un premio Oscar con el documental My Octopus Teacher, según dio a conocer el Movimiento Laudato Si'. Además, a casi un mes de su estreno a través de Youtube Originals, "La Carta" ha alcanzado más de 8 millones de reproducciones en la plataforma.
Apoyo y solidaridad
En Perú, el Movimiento Laudato Si’ e instituciones como la REPAM Perú, el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS), entre otras, vienen impulsando la difusión de esta película con la proyección que se realizará en el auditorio ubicado en Av. Brasil 2470, que cuenta con capacidad para 500 personas. Se espera contar en este espacio con integrantes de grupos eclesiales, parroquias, organizaciones indígenas y de la sociedad civil, estudiantes y misioneros.
Asimismo, el conversatorio recogerá distintas voces del ámbito eclesial, científico, y de liderazgos indígenas y juveniles. Para quienes no puedan asistir a este diálogo, se transmitirá desde las 6:30 de la tarde en vivo a través de Facebook Live de lás páginas Querida Amazonía y Movimiento Laudato Si' Perú.
El ingreso a la proyección y conversatorio es libre, no obstante, como un gesto de solidaridad, se pide a los asistentes traer víveres no perecibles que serán entregados a las ollas comunes de Lima. La donación recolectada será canalizada a través del Arzobispado de Lima, que se encargará de distribuirlas a estas iniciativas ciudadanas para la atención alimentaria de miles de vecinos de la capital del Perú.
Este 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, concluye el #TiempoDeLaCreacion que inició el pasado 1 de septiembre. En Vatican News compartimos el testimonio del Padre Roberto Carrasco, Oblato de María Inmaculada, sobre la implementación de “Querida Amazonia” en la región amazónica del Perú.
Por: Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“No podemos ser indiferentes al grito de la tierra. Como Iglesia tenemos que responder porque somos un cuerpo y la amazonia es parte de este cuerpo. Acojamos el llamado de Santo Padre para el cuidado de la Casa común”, lo dijo el Padre Roberto Carrasco Rojas, O.M.I., Superior de la Delegación General de Bolivia y Perú (BOLPER), de la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, explicando cómo han venido implementando las conclusiones del Sínodo para la región Panamazónica, recogidos en el documento “Querida Amazonia”, en la amazonia peruana.
Profundizar en la actitud de escucha
Este 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, concluye el Tiempo de la Creación, que inició el pasado 1 de septiembre, un tiempo para orar, meditar y realizar acciones concretas en favor de la Casa común. Al respecto, el Padre Roberto Carrasco señala que, “el Papa Francisco ha sido muy certero al iniciar un proceso de sinodalidad, en el cual es necesario ponernos en una actitud de escucha. Esta es la clave y esto es una actitud de los pueblos indígenas para iniciar el cuidado de la Casa común. Hay que escuchar a los hermanos, pero también a la madre tierra”. En este sentido, afirma el misionero peruano, no podemos ser ajenos, indiferentes a las tragedias que pasan en la amazonia, sobre todo, en estos últimos derrames de petróleo que hemos tenido, en el Vicariato de Iquitos, en el oriente peruano.
No podemos ser indiferentes al grito de la tierra
Ante esta situación, no podemos ser indiferentes al grito de la tierra. Ya en su momento, Monseñor Miguel Ángel Cadenas, Vicario Apostólico de Iquitos, denuncio la indiferencia de las empresas y el gobierno peruano ante estos desastres que afectan a la amazonia. “La respuesta de la Iglesia ha sido fuerte, a partir del trabajo que se realiza en el Vicariato de San José del Amazonas, del apoyo de muchos animadores cristiano, misioneros, religiosos y religiosas y toda la población que vive en la ribera del río. Como Iglesia tenemos que responder porque somos un cuerpo y la amazonia es parte de este cuerpo. Repito, no podemos ser indiferentes, acojamos el llamado de Santo Padre”.
El compromiso de los Oblatos de María Inmaculada por la creación
En el contexto del 37 Capítulo General de los Oblatos de María Inmaculada, uno de los compromisos asumidos por la Congregación, indicó el Padre Carrasco, es continuar con la opción del cuidado de la creación. “Para nosotros, ha salido como un elemento importantísimo, el cuidado de la Casa común. Hemos venido realizando unos webinars sobre la Laudato si’, 10 webinars, que nos ha congregado a diversos Misioneros Oblatos de María Inmaculada a lo largo de todo el mundo, en 70 países, que están comprometidos con este tema. Hoy, queremos llevar adelante este argumento, del cual no podemos ser indiferentes. Basta, mirar lo que está sucediendo en Europa, lo que está sucediendo en América Latina, los huracanes y tornados, inundaciones, los cambios bruscos de temperatura, etc. No podemos ser ciegos para no darnos cuenta que la tierra, la madre Tierra, la Casa común está clamando”.
Al final de la Audiencia General de este miércoles 31 de agosto, el Santo Padre recordó la celebración de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que tiene lugar el 1º de septiembre, y exhortó, una vez más, a responder al clamor de la Madre Tierra.
"Escuchar la voz de la creación": ese es el tema del Tiempo de la Creación, que comienza este jueves 1º de septiembre, con la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, y finaliza el 4 de octubre, con la fiesta de San Francisco de Asís. Lo recuerda el Pontífice al final de la Audiencia General de este miércoles 31 de agosto en el Aula Pablo VI.
El Obispo de Roma augura que este lema "fomente en todos el compromiso concreto de cuidar nuestra casa común". Remarcó que "a merced de nuestros excesos consumistas, la hermana madre tierra gime y nos suplica que detengamos nuestro abuso y su destrucción".
Al mismo tiempo, comparte su deseo de que las cumbres de la ONU COP27 y COP15 "unan a la familia humana para abordar con decisión la doble crisis del clima y la pérdida de la biodiversidad".
El "dulce canto" y el "amargo grito" de la Creación
En su mensaje para la Jornada de este año, inspirándose en el lema, el Sucesor de Pedro considera que, si aprendemos a escuchar la voz de la creación, "notamos una especie de disonancia": "Por un lado, es un dulce canto que alaba a nuestro amado Creador; por otro, es un amargo grito que se queja de nuestro maltrato humano", escribe.
Es un coro de clamores amargos, puntualiza el Santo Padre: de la Madre Tierra, de los más pobres, entre otros. Sobre ellos, enfatiza que "expuestos a la crisis climática, los pobres son los que más sufren el impacto de las sequías, las inundaciones, los huracanes y las olas de calor, que siguen siendo cada vez más intensos y frecuentes". "Además, gritan nuestros hermanos y hermanas de los pueblos nativos. Debido a los intereses económicos depredadores, sus territorios ancestrales están siendo invadidos y devastados por todas partes, lanzando «un clamor que grita al cielo» (Exhort. ap. postsin. Querida Amazonia, 9)", subraya Francisco. "También nuestros hijos gritan. Amenazados por un egoísmo miope, los adolescentes exigen con ansiedad que los adultos hagamos todo lo posible para evitar o al menos limitar el colapso de los ecosistemas de nuestro planeta", añade.
Las delegaciones de Cáritas Reyes (Bolivia), Cáritas del Perú y Cáritas Alemania llegaron hasta Puerto Maldonado a fin de participar de un espacio de reflexión sobre la defensa de los bosques, y entretejer objetivos conjuntos como parte de una Iglesia que vela por la protección de la Amazonía y la mitigación climática.
Durante tres días, Cáritas Madre de Dios presentó sus experiencias con los sistemas agroforestales y las actividades piscícolas, gastronómicas y artesanales que desarrollan las comunidades nativas y zonas agrarias de la región a los representantes de Cáritas Reyes (Bolivia) y Cáritas Alemania y Cáritas del Perú que llegaron a la ciudad de Puerto Maldonado. En el encuentro se intercambiaron experiencias de reflexión sobre el cuidado de la Casa Común y se dio a conocer de cerca el trabajo de intervención constructivo y participativo que se realiza en esta parte de la Amazonía peruana.
“Ha sido una experiencia fructífera para nosotros como equipo, como para los agricultores que nos acompañaron estos días. Hemos mostrado un poco de las actividades que desarrollamos en campo en base a los diferentes componentes a fin de reforzar la seguridad alimentaria, evidenciar el acompañamiento en el desarrollo de los planes de vida, comercialización y resiliencia frente al cambio climático”, explicó Juan Carlos Navarro Vega, secretario general de Cáritas Madre de Dios.
Como fruto de este intercambio, los participantes llegaron hasta la zona de El Progreso, en el distrito de Inambari, donde recorrieron una parcela diversificada con más de dieciocho especies agroforestales producto de las buenas prácticas de la agricultura familiar. Asimismo, recorrieron las instalaciones de la planta procesamiento y zonas de cosecha y postcosecha del grano de copoazú, y conocieron el proceso de fermentación para obtener un producto inocuo que permita a los agricultores conquistar mercados internacionales para comercializar su materia prima.
“Es fundamental el trabajo que realizan los agricultores en el campo para proteger nuestra Casa Común. Los proyectos que realizamos buscan proteger nuestros bosques y para ello tenemos que adaptarnos mejor a vivir con la amazonia y cuidarla porque es el pulmón del mundo”, sostuvo Kilian Linder, responsable de proyectos para Perú de Caritas Alemania.
La jornada continuó unos kilómetros más adelante, cuando la delegación llegó a conocer a las mujeres lideresas de la comunidad nativa Arazaire, una zona donde el proyecto binacional “Fortalecimiento y adaptación al de sistemas de vida en las comunidades campesinas e indígenas al cambio climático, Bolivia y Perú, 2018-2021” ha reforzado las capacidades de las familias mediante el componente de seguridad alimentaria, sistemas agroforestales y la actividad piscícola que representa el sustento y alimentación de las familias del pueblo indígena Harakbut.
“Es una comunidad nativa liderada, principalmente, por mujeres y es admirable porque la mujer juega un papel importante en el desarrollo de su comunidad y en el propio liderazgo dentro de su familia. Ver la experiencia en piscicultura, artesanía, ecoturismo y agricultura que lideran en esta comunidad nos impulsa a continuar buscando proyectos para apoyar a las propuestas en la Amazonía”, afirmó Ángel Allccarima, gerente de Gestión de Riesgos y Cambio Climático de Cáritas del Perú.
Además, visitaron algunas de las piscigranjas y parcelas familiares para verificar el desarrollo de las nuevas tecnologías adaptadas en el sector para mejorar la producción de sus peces y sus productos que se cultivan en la zona. Esto representaría una oportunidad para que la comunidad pueda promover un turismo vivencial sostenible, una de las metas que se trazaron en la planificación de sus planes de vida.
“Me acompaña un grupo de agricultores de las comunidades nativas de Bolivia quienes desean ampliar la producción de sus productos y el ejemplo que vemos en esta asociación nos ayuda para seguir fortaleciendo las experiencias binacionales que ayudan a mejoran la calidad de vida de los productores”, refirió Marco Pérez, representante de Cáritas Reyes (Bolivia).
Durante el último día del encuentro lograron sistematizar las diferentes experiencias de las Cáritas, y se reafirmaron los compromisos para seguir caminando en busca de la sostenibilidad de los pueblos. Además, se priorizaron estrategias para mejorar la calidad de vida de las familias en los proyectos que se ejecutan, e incidir en las generaciones venideras por el bienestar de la Amazonía.
La Conferencia de Religiosas y Religiosos del Perú (CRP) manifestó su preocupación por la actual crisis política e institucional, agudizada debido a las recientes designaciones del presidente Pedro Castillo en el Consejo de Ministros. A través de un pronunciamiento, la institución enfatizó que "es una verdadera afrenta a tantas personas en situación de vulnerabilidad en nuestro país" que este gabinete esté compuesto por personajes con denuncias de maltrato y violencia física y psicológica contra mujeres, así como de quienes rechazan una perspectiva de género y equidad.
En ese sentido, la CRP instó a las autoridades políticas "a poner por delante el bien común y dejar de lado cálculos políticos y diferencias ideológicas, así como todo tipo de mercantilismos, señales de corrupción o la búsqueda de intereses particulares"; pues la convivencia social, así como la calidad de la educación superior y el cuidado de los ecosistemas se encuentra en riesgo. "Al mismo tiempo confirmamos nuestro compromiso de seguir cerca de los más pobres, como lo demuestran nuestras diversas iniciativas apostólicas en todos los puntos del país", expresaron.
También solicitaron que, frente al aumento de cifras de feminicidio en el 2021, el Estado debe nombrar personas idóneas que garanticen el cumplimiento de la Política Nacional de Igualdad de Género y la defensa de los Derechos Humanos. "Las niñas y mujeres de nuestro país, sobre todo las que viven en entornos de pobreza y exclusión, están expuestas a diversas situaciones de acoso, abuso, maltratos y desigualdad". Asimismo, se comprometieron a trabajar en "sintonía con lo promovido por el Papa Francisco, quien en su Encíclica Fratelli Tutti nos urge a promover el ejercicio de la política como amistad social, participando junto a otras y otros en la construcción de una sociedad más justa, equitativa, solidaria e inclusiva".
A continuación, lee el pronunciamiento de forma íntegra:
Por: César Caro. Vicario General de San José del Amazonas (Perú)
Estaba emocionado por volar por primera vez en hidroavioneta, pero tuve que tener paciencia y esperar: solo hay un vuelo a Soplín Vargas a la semana, los miércoles, y si hace mal tiempo o la Fuerza Aérea necesita el aparato para otro menester, el viaje se pospone. En mi caso, hasta el viernes. Llegar al alto Putumayo es una aventura, pero por descontado que valió la pena.