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03 Nov 2025

Aprender desde la selva: LUGAPE, una escuela que transforma y acompaña

Santa Clotilde, río Napo – Loreto

Por: Oficina de Comunicaciones del Vicariato San José del Amazonas

Foto: Patrick Murayari y Archivo del colegio Lucille Gagne Pellerin.

A cinco horas de viaje por el río Napo, luego de dejar atrás la ciudad y el ruido, aparece Santa Clotilde, un pueblo amazónico de unos dos mil habitantes donde la escuela no es solo un edificio, sino el corazón que late por toda la comunidad. En medio de los sonidos del río se alza el Colegio Lucille Gagne Pellerin, más conocido como LUGAPE, un centro educativo que ha aprendido a unir raíces, sueños y liderazgo.

En el presente Año Escolar 2025, el colegio cuenta con 1,342 educandos, distribuidos en todos los niveles: 122 estudiantes en Inicial, 436 en Primaria, 654 en Secundaria —de los cuales 200 son atendidos en la Residencia Estudiantil, con hospedaje, alimentación y acompañamiento académico y formativo— y 130 en el CEBA (Centro de Educación Básica Alternativa). LUGAPE es el colegio más grande de toda la cuenca del río Napo, y acoge a estudiantes no solo de Santa Clotilde, sino también de comunidades del río Curaray, Arabela, y de otras zonas ribereñas.
El río Napo, que es fuente de vida y conexión para cientos de comunidades amazónicas, enfrenta actualmente serias problemáticas: la contaminación del agua, la escasez de peces y la tala ilegal que afecta los ecosistemas y modos de vida tradicionales. Estas realidades tampoco son ajenas a la educación del Colegio LUGAPE, donde se promueve la reflexión y la acción frente a los desafíos ambientales que impactan directamente en la vida de sus estudiantes y familias.
Aquí, la educación no se mide solo por los exámenes o las libretas. En en Colegio LUGAPE, enseñar significa acompañar, escuchar y sembrar esperanza.
“No formamos líderes para el colegio, sino para las comunidades”, dice con convicción el profesor Mario Chávez, promotor de liderazgo. “Queremos jóvenes que vuelvan a sus pueblos, que impulsen el cambio y cuiden la Amazonía”.

Foto: Patrick Murayari y Archivo del colegio Lucille Gagne Pellerin.

La selva inspira
El Colegio LUGAPE, fundado en 1947 por el Vicariato de San José del Amazonas, ha pasado por muchas manos generosas: maestras laicas, misioneras y religiosas. Hoy, bajo la dirección de la Hna. Ana Laura Ramírez Aguilar y un equipo docente comprometido, el colegio se ha convertido en un espacio intercultural y comunitario, donde conviven estudiantes de diferentes pueblos amazónicos —Kichwa, Murui, Arabela, ribereños— y donde cada lengua y costumbre encuentra respeto y valor.
Mientras muchos colegios urbanos luchan por reencontrar su identidad, aquí la cultura florece entre los pasillos y los talleres. Se canta el Himno Nacional en kichwa una vez por semana, un gesto que emociona y reafirma el orgullo de pertenecer a esta tierra.
En los eventos se baila danzas amazónicas, y en la banda de música que formaron se mezclan sonidos andinos con ritmos del bosque.
“Antes los chicos sentían vergüenza de hablar su lengua, ahora se enorgullecen”, cuenta el profesor Josías Peña. “El Colegio LUGAPE es una institución llena de cultura. Aquí convivimos maestros que venimos de distintas partes del Perú y estudiantes de diversas comunidades amazónicas. Todos aprendemos unos de otros.”
Cada año, los estudiantes del Colegio LUGAPE también recogen y registran los cuentos tradicionales de sus comunidades —relatos sobre animales del bosque, leyendas del río, historias de los abuelos—. Es un trabajo de memoria viva, donde la palabra se convierte en patrimonio.

Foto: Patrick Murayari y Archivo del colegio Lucille Gagne Pellerin.

Liderazgo con raíces
El colegio trabaja sus ejes transversales con claridad: liderazgo, identidad cultural, cuidado de la casa común y prevención de abusos.
En una sociedad donde todavía pesan los roles machistas, el Colegio LUGAPE busca que las niñas también levanten la voz y asuman roles de liderazgo.
Aquí, el liderazgo no se impone, se cultiva. Desde los más pequeños hasta los jóvenes del nivel secundario, todos aprenden a ser voceros de su entorno, organizando campañas de limpieza, ferias ecológicas o marchas por la paz.
“El liderazgo empieza desde recoger una botella del suelo o sembrar una planta”, explica el profesor Aldo Samamé Ortiz. “Queremos que los niños comprendan que cuidar la tierra es cuidar su propia vida”.
El año pasado, los estudiantes escribieron una canción sobre el reciclaje y el recojo de basura, que presentaron ante el municipio. La melodía se volvió popular en el pueblo, y cada vez que se recogía la basura, sonaba la voz de los jóvenes.

Prevención y buen trato
Otro de los pilares del Colegio LUGAPE es la prevención de la violencia. “Trabajamos para que ningún niño ni niña sufra maltrato o acoso”, explica la profesora Eloisa del Carmen del Águila Padilla, docente de Ciencias Naturales. “Estamos actuando junto a los padres, la psicóloga y las autoridades para dar seguimiento a cada caso. No queremos silencio, queremos acompañamiento”.
El compromiso se concretó con la creación del documento “Política de protección de derechos de niñas y adolescentes del colegio LUGAPE”, elaborado en conjunto con la UGEL, la ONG Amantani, padres y estudiantes. “El objetivo es promover buenas prácticas y protocolos claros para evitar hechos de violencia”, señala el profesor Richard Samamé Ortiz, promotor de defensa de derechos.
“Queremos un colegio donde todos se sientan seguros, respetados y escuchados”.
Los estudiantes también se involucran activamente. “Debemos proteger a los niños, muchos sufren violencia y eso deja huellas en el corazón”, dice Joner Noa Jipa, alcalde escolar. “Aquí aprendemos que cuando algo pasa, no se calla. Se busca ayuda”.

Foto: Patrick Murayari y Archivo del colegio Lucille Gagne Pellerin.

Todos crecen
La Residencia Estudiantil Lucille Gagne Pellerin, donde viven más de 200 jóvenes de comunidades lejanas, es otro ejemplo del compromiso educativo. Allí, los estudiantes aprenden no solo a estudiar, sino a producir, convivir y liderar.
En la piscigranja, cultivan gamitanas; en la huerta, siembran hortalizas para mejorar su alimentación; y en la panadería, elaboran su propio pan que luego venden para cubrir útiles escolares.
“El trabajo en equipo me ha enseñado a ser más responsable”, dice Alejandro Rodríguez, estudiante de secundaria. “Con lo que ganamos del pan, compramos nuestros materiales. Aprendemos a administrar y valorar el esfuerzo”.
Los proyectos también benefician a las madres del CEBA (Centro de Educación Básica Alternativa). “Gracias a estos talleres puedo mantenerme”, cuenta Caridla Vigay Siquihua, estudiante y madre de familia.
La profesora Margot Ríos Arévalo añade: “Estamos trabajando con madres y adultos que buscan nuevas oportunidades. Queremos más proyectos que sigan empoderando a nuestras mujeres”.

Una fiesta de aprendizaje

En Santa Clotilde, cada aniversario del Colegio LUGAPE es una verdadera fiesta comunitaria. Durante los días del 15 al 29 de octubre, toda la comunidad educativa celebró con entusiasmo su aniversario institucional, donde la alegría, la gratitud y la identidad amazónica se entrelazan en cada actividad.
Durante una semana, el arte, la poesía y las cometas con mensajes de esperanza llenan el cielo del Napo. “La niñez es el arte de ser feliz”, se lee en una de ellas.
Los concursos de dibujo, canto, fotografía y oratoria no son simples actividades: son espacios donde los niños aprenden que la ternura y la palabra también pueden ser una forma de resistencia. El concurso de oratoria, en particular, fue muy significativo; los discursos de los estudiantes sobre el cuidado de nuestra casa común y la transformación de la realidad desde pequeños cambios conmovieron a toda la comunidad escolar.
Los exalumnos regresan cada año con orgullo. “Nunca olvidamos que fuimos Lugapinos”, dicen, mientras los más pequeños escuchan atentos esas historias que hoy los inspiran a seguir.

Sembrando esperanza
Lejos de las grandes avenidas y los discursos oficiales, el Colegio LUGAPE demuestra que la educación amazónica no es carencia, sino una gran oportunidad.
Es una escuela que enseña a mirar el mundo con los ojos del bosque, a valorar el agua, a respetar la diferencia, a convivir entre culturas y a soñar con un futuro mejor.
Como dice la directora, Hna. Ana Laura Ramírez:
“Nuestro colegio es la esperanza donde los niños y jóvenes pueden desarrollarse como personas, sin olvidar sus raíces. Formamos líderes con valores, conscientes de su cultura y del cuidado de nuestra casa común”.
En medio de la selva, donde los caminos son de agua, los días se marcan por el sol y el río, el Colegio LUGAPE sigue navegando firme, guiando a los niños y jóvenes del Napo, Curaray y Arabela a ser los verdaderos herederos y sabios de la Amazonía, aquellos que conocen, aman y defienden su tierra desde el corazón.
Porque aquí, en Santa Clotilde, educar es cuidar la vida.

 

13 Oct 2025

Conversatorio sobre investigación y producción cultural misionera reunió a misioneros y especialistas en Lima

El evento, realizado el 9 de octubre en el Auditorio Santa Rosa de los Dominicos, convocó a misioneros, sacerdotes, investigadores y público interesado en la Amazonía para reflexionar sobre el legado cultural e intelectual de la Iglesia en la selva.

01 Oct 2025

Bajo la consigna “somos agua, somos vida, somos esperanza” se abre en Iquitos la Cumbre Amazónica del Agua

El evento, que inició hoy, se prolongará hasta el próximo viernes 3 de octubre. Son alrededor de 400 personas de distintas nacionalidades las que han llegado hasta Iquitos, capital del departamento de Loreto en la Amazonía peruana para llevar a cabo este espacio de reflexión y análisis sobre la situación, el contexto y la realidad que se proyecta sobre el agua en la Amazonía (un bien para salvaguardar la vida del planeta). La cumbre es promovida por la Vicaría del Agua del Vicariato Apostólico de Iquitos y apoyada por un buen número de organizaciones sociales y eclesiales que tienen presencia en la Amazonía.

03 Sep 2025

La Ruta de los Pueblos Macrosur: voces unidas frente a la crisis climática y ambiental

Delegaciones de siete regiones del sur del país se encontraron en Cusco para compartir diagnósticos y propuestas frente al extractivismo, las economías ilegales y la falta de reconocimiento a los territorios colectivos. Líderes amazónicos y andinos coincidieron en que solo unidos podrán defender sus derechos. 

07 Ago 2025

“Nos siguen matando”: Asesinato de Hipólito Quispe, defensor amazónico, expone el fracaso del sistema de protección en Perú

Su asesinato confirma el abandono del Estado a quienes protegen la Amazonía. La abogada Verónica Shibuya, del CAAAP, advierte sobre el fracaso del sistema de protección y el avance impune de economías ilegales en territorios indígenas. 

07 Ago 2025

La Pastoral Juvenil se fortalece en la Amazonía: tres encuentros recientes reunieron a cientos de jóvenes en fe, alegría y compromiso

En los vicariatos de Yurimaguas, San José del Amazonas y Pucallpa, la Iglesia amazónica se hizo cercana a los adolescentes y jóvenes, respondiendo al llamado del Papa Francisco a caminar con ellos, escucharlos y acompañar su esperanza. 

Lima, 7 de agosto de 2025– Durante los últimos días de julio, la Amazonía fue testigo de un signo claro de renovación: la juventud católica se reunió con entusiasmo, fe y esperanza en tres encuentros vicariales organizados por la Pastoral Juvenil. Yurimaguas, San José del Amazonas y Pucallpa fueron escenario de jornadas intensas que recordaron a toda la Iglesia que los jóvenes no solo son el futuro, sino también el presente vivo y dinámico de nuestras comunidades. 

En Indiana, Vicariato Apostólico de San José del Amazonas, del 25 al 29 de julio, más de 70 jóvenes de los 16 puestos de misión participaron en el Encuentro Vicarial de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes, bajo el lema “Adolescentes y Jóvenes peregrinos, esperanza de la Amazonía”. La experiencia estuvo marcada por momentos de convivencia, reflexión y discernimiento vocacional, donde los participantes reconocieron que su vida, como los ríos que atraviesan la selva, está llamada a dar fruto y servir a los demás. 

Foto: Vicariato Apostólico San José del Amazonas

A lo largo de esos días, los adolescentes trabajaron en torno a tres ejes: soñar, crecer y servir, en sintonía con la propuesta temática: “De la mano de Jesús soñamos nuestra vida”. El encuentro dejó huellas profundas en quienes participaron, fortaleciendo su deseo de ser luz y servicio en sus barrios, parroquias y comunidades. 

En paralelo, en el Vicariato Apostólico de Yurimaguas, la Pastoral Juvenil también vivió un momento significativo. El hermano Mariano Soria Piña, del Instituto de Hermanos del Sagrado Corazón, acompañó a los jóvenes de Pampa Hermosa con una mirada integradora y sinodal: 

“Me pareció muy significativo, porque participaron jóvenes animados y sencillos, con gran capacidad de escucha”, compartió.
“Uno de los retos que tenemos es articular la vivencia del Año Jubilar ‘Peregrinos de la Esperanza’ con la juventud. Nuestro camino como iglesia sinodal nos marca esta ruta para hacer todo de manera articulada, donde se hable un solo lenguaje y se articule desde el acompañamiento que se les hace a los jóvenes”. 

Foto: Vicariato Apostólico de Yurimaguas

La tercera experiencia tuvo lugar en Pucallpa, donde la Pastoral Juvenil reunió a más de 400 jóvenes provenientes de la ciudad, la carretera y las comunidades ribereñas. El encuentro, inspirado en el Jubileo de los Jóvenes que se celebraba en Roma, fue vivido como una verdadera fiesta de fe. 

“Considero que fue un evento inolvidable. Somos afortunados de poder vivir esta experiencia en nuestra juventud, ya que el próximo jubileo todos seremos adultos”, compartió Milagros Isuiza Ramírez, del equipo técnico de la Pastoral Juvenil. 

Organizar el evento representó un gran desafío. “El principal reto fue la logística y el presupuesto, ya que acoger a casi 400 jóvenes fue un gran esfuerzo”, relató Milagros. Gracias al compromiso del equipo organizador y al apoyo de la Asamblea -jóvenes responsables de los grupos juveniles- se lograron formar comisiones, delegar funciones y asegurar una participación diversa. 

Para cubrir los pasajes de los jóvenes que viven en la carretera y el río, se organizó el evento solidario “Festi Young”, donde hubo rifas, danzas tradicionales, voley mixto y venta de viandas. “Todo lo recaudado se destinó a financiar el transporte y la alimentación, en lo cual también recibimos donaciones”, explicó. 

Más allá de la organización, el evento tuvo un profundo contenido espiritual y formativo. 

“Este no solo fue un evento para socializar -lo cual es muy importante para nosotros los jóvenes- sino también para acercarnos más a Dios y asumir compromisos. Como Pastoral Juvenil creemos firmemente en la importancia de vivir juntos una experiencia de fe, unidad y esperanza”, señaló Milagros.
“Fue realmente hermoso ver cómo cada joven lo vivía. No solo participaron jóvenes de parroquias, sino también de colegios y universidades. Como Pastoral, quisimos mostrar a toda la comunidad que somos una Iglesia en salida, fortaleciendo nuestra identidad y la cultura de nuestros pueblos desde el encuentro con Cristo”. 

Foto: Pastoral Juvenil Pucallpa

Los jóvenes vivieron espacios de oración, dinámicas grupales, la caminata jubilar hacia la Catedral, celebración penitencial, Misa, Adoración y un concierto con testimonios. Todo ello con un objetivo claro: 

“Impulsar en los jóvenes a despertar motivaciones que los ayuden a encontrar en Jesús la esperanza, siendo Iglesia, surcando hacia un mundo nuevo siempre joven. Porque nosotros somos la esperanza del mundo”. 

 

Una Iglesia que escucha, sueña y camina con sus jóvenes 

Estas tres experiencias no son hechos aislados. Responden a un proceso más amplio que la Iglesia en la Amazonía viene impulsando desde el Sínodo Panamazónico y el magisterio del legado por el Papa Francisco. En diversas ocasiones, el Santo Padre exhortó a no dejar a los jóvenes solos, a no excluirlos de las decisiones ni de la vida comunitaria, y a caminar junto a ellos en sus búsquedas y sueños. 

Eventos como estos, profundamente encarnados en el territorio y abiertos a la escucha de los adolescentes y jóvenes amazónicos, dan testimonio de una Iglesia que se atreve a ser cercana, sinodal y viva. 

La Pastoral Juvenil, más que una estructura, se muestra hoy como una presencia esperanzadora que escucha, acompaña y anuncia a Cristo en lenguajes nuevos, con creatividad y alegría. Como ríos que crecen en invierno, los jóvenes amazónicos también están dispuestos a desbordar vida allí donde se los necesita. 

30 Jun 2025

Jóvenes se reúnen en Iquitos para defender el agua como bien común en la Amazonía

El taller “Agua, con A de Amazonía” convocó a más de 50 jóvenes amazónicos para reflexionar, desde la fe y el compromiso colectivo, sobre la urgencia de cuidar y proteger el agua en sus territorios. Esta iniciativa se enmarca en la campaña panamazónica por el agua impulsada por REPAM y se proyecta como espacio de reflexión camino a la Cumbre Amazónica del Agua que se celebrará en octubre en Iquitos.

Iquitos, 30 de junio de 2025.- Durante los días 21 y 22 de junio, el Centro Pastoral del Vicariato de Iquitos fue escenario de un evento que reunió a más de 50 jóvenes de diversos distritos y comunidades de Loreto: el taller “Agua, con A de Amazonía: Jóvenes comprometidos con los recursos hídricos panamazónicos”. La actividad fue organizada por La Vicaría del Agua del Vicariato de Iquitos, el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y la Red Eclesial Panamazónica – REPAM Perú.

Inspirado en la encíclica Laudato Si’ y en el Sínodo Amazónico, el encuentro buscó fortalecer la conciencia y el compromiso activo de los jóvenes como custodios del agua, promoviendo una comprensión integral que une lo ecológico, lo social y lo espiritual. A través de una propuesta metodológica participativa, el taller brindó un espacio para compartir memorias personales, analizar los problemas hídricos locales y construir compromisos colectivos en defensa del agua.

“El taller me ayudó a reforzar ciertos niveles en mi emprendimiento ‘Kukama Compost’, pero sobre todo me dio herramientas para llevar este aprendizaje a las comunidades más alejadas, donde muchos no tienen acceso a agua potable digna. Quiero ser parte del cambio”, expresó Aldair Macedo, estudiante de Gestión Ambiental y cofundador de un proyecto ecológico en Iquitos.

La programación incluyó momentos simbólicos como la actividad “Aguas de mi infancia”, espacios de análisis como el “Mapa de aguas”, y reflexiones profundas sobre la realidad de las fuentes hídricas amazónicas, hoy amenazadas por industrias extractivas, residuos urbanos y la crisis climática. El enfoque del taller permitió articular el cuidado del agua con los derechos humanos, la espiritualidad y el tejido comunitario.

Para Karla Villar, participante de 23 años, el impacto va más allá del evento en sí: “Nos motiva a tomar acción en pro de un buen futuro. Tal vez el impacto no sea inmediato, pero a largo plazo podemos formar una sociedad más sostenible que cuide la Amazonía de generación en generación”.

Desde la organización, se destacó el papel estratégico de las juventudes amazónicas. “Este tipo de talleres ayuda a que los jóvenes piensen la ciudad como territorio, analicen su relación con el agua, y generen propuestas desde su realidad. Ya estamos organizando procesos para replicar esta experiencia en otros espacios, como las Brigadas Ambientales de los colegios parroquiales”, explicó Bárbara Fraser, del equipo de la Vicaría del Agua.

Asimismo, varios de los participantes mostraron interés en sumarse a las acciones pastorales de la Vicaría del Agua, lo que está dando lugar a la reactivación de un grupo de voluntariado juvenil que fortalecerá las actividades en curso, como biohuertos, talleres de formación y acciones de incidencia ambiental en barrios urbanos de Iquitos.

Daniel Felipe Niño, asesor del CAAAP y acompañante del Núcleo de Juventudes y Amazonía de la REPAM, resaltó el valor estratégico de este encuentro: “Los jóvenes son actores clave en la defensa de la Amazonía. Este evento ha sido un impulso importante en nuestra campaña panamazónica por el agua. Queremos que estos aprendizajes se multipliquen y germinen en las comunidades”.

 

Rumbo a la Cumbre Amazónica del Agua

El taller en Iquitos forma parte del proceso de preparación hacia la Cumbre Amazónica del Agua, que se llevará a cabo del 1 al 3 de octubre de 2025 en Nauta. Esta cumbre reunirá a representantes de toda la cuenca amazónica -pueblos indígenas, organizaciones eclesiales, comunidades ribereñas y jóvenes- para visibilizar la grave crisis hídrica que atraviesa la región, compartir experiencias de resistencia y resiliencia, y construir propuestas comunes de acción y articulación.

En un contexto de creciente presión extractiva, crimen organizado y colapso climático, la Cumbre Amazónica del Agua busca ser un espacio de esperanza activa y denuncia profética, donde se escuchen los clamores de los pueblos y del agua misma. Desde la REPAM, se prepara además una cumbre previa enfocada exclusivamente en juventudes, para asegurar su protagonismo en este proceso de transformación.

“Nos interesa mucho que los jóvenes no solo participen en la cumbre, sino que sean parte de su planificación y que las acciones que nazcan allí tengan continuidad en sus territorios”, finalizó Bárbara Fraser, subrayando el papel clave de las nuevas generaciones en la defensa del agua y la vida en la Amazonía.