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20 Abr 2023

Una misión que fluye por los ríos de la Amazonía Peruana

Desde Iquitos, capital de la región Loreto, una religiosa de las Hermanas Catequistas de Jesús Crucificado narra los enormes desafíos de evangelizar una región geográficamente inhóspita, pero humanamente muy acogedora.

Soy Fátima Lay Martínez, religiosa de las Hermanas Catequistas de Jesús Crucificado, y quiero compartirles nuestra misión en la Amazonía Peruana que comenzó en 2017. En este rinconcito del mundo, que yo llamo "Regalo de Dios", las cosas no funcionan de la misma manera en que estábamos acostumbradas, lo que nos ha exigido mucha creatividad y tiempo para responder a lo que las personas necesitan, para conocerlas y amarlas.

Las religiosas de la Misión de las Hermanas Catequistas de Jesús Crucificado en Iquitos, Amazonia Peruana: Hna. Reyna, Hna. María de la Luz, Hna. Fátima y Hna. Sandra

Nosotras vivimos en Iquitos, la ciudad más grande de la Amazonia Peruana, rodeada de naturaleza y de grandes ríos. Pese a eso, aquí el agua potable está disponible solo unas cinco horas al día, la red eléctrica es inestable y el acceso a internet es lento. La gente llega desde lejanos caseríos y se instala a las orillas del río en situaciones muy precarias, trabajando en lo que se pueda y no siempre bien pagadas. Pero nada de esto evita que sean alegres y cercanas. Me encanta mirar a los niños que juegan y se mojan descalzos en las calles de tierra.

La hermana Fátima con algunos niños de la comunidad Independencia

La forma más común para moverse en la Amazonia es en transporte fluvial. Salvo una carretera que une Iquitos con la ciudad de Nauta, distante a cien kilómetros, el resto de los desplazamientos se hace en lancha, ferry o con los llamados “bongueros”, cuyas travesías pueden durar incluso días. De hecho, acá las distancias se miden más por tiempo que por kilometraje. Lima está a ocho días de travesía en lancha, mientras que, con ese mismo medio de transporte, solo toma un día llegar a la frontera con Brasil o Colombia.
La Evangelización en nuestro Vicariato

La Amazonía Peruana es una tierra de misión que depende del Papa y, por ende, su territorio se organiza en diversos Vicariatos Apostólicos confiados a congregaciones religiosas. Pero el número de misioneros es bajo en relación a las enormes extensiones de la selva. Por ejemplo, en nuestro Vicariato de Iquitos solo hay 33 sacerdotes, y por eso las religiosas y animadores jugamos un rol importante.

Mapa de las parroquias que forman parte del Vicariato de Iquitos.

A diferencia de los otros vicariatos de la Amazonia, aquí la mayoría de las parroquias está en la ciudad, donde hay cerca de medio millón de habitantes. Sin embargo, el trabajo de la Iglesia también alcanza hasta las lejanas comunidades de los caseríos, que se emplazan a lo largo de los ríos y hasta donde es difícil llegar dada la complejidad de la geografía y los altos costos del transporte. Cuando baja el nivel del agua de los ríos es imposible arribar a ciertos lugares o, al menos, es necesario caminar por el barro de la selva, protegiéndonos de animales e insectos.

Nuestra misión en una “tierra virgen”

En medio de este contexto nuestra labor es evangelizar y acompañar, sobre todo a quienes vienen desde los caseríos lejanos trayendo sueños, especialmente para sus hijos. Recuerdo un primer encuentro con la realidad pastoral que ocurrió durante una reunión para el sacramento del bautismo de unos niños. Para mí fue una gran sorpresa constatar que pocos de sus padres eran bautizados. Esto me desafió y debí cambiar la catequesis que había preparado. Así, me fui dando cuenta de que esta área es una “tierra virgen” para la evangelización, pues para muchos es la primera vez que toman una biblia en sus manos o que escuchan un pasaje de la Sagrada Escritura.

Visitando algunas comunidades en los ríos

Viviendo nuestro carisma como congregación, en estos seis años hemos colaborado en diversos servicios de catequesis y formación en distintas parroquias, además de haber sido encargadas de las Obras Misionales Pontificias. Todo esto nos ha permitido ir desde la ciudad hacia las periferias, y llegar así hasta las comunidades asentadas en los sectores de los ríos. Allí también hemos tenido la ocasión de encontrarnos y servir a los crucificados de hoy.

El encuentro con el Crucificado

Los miércoles llevamos la comunión a los enfermos, los acompañamos y escuchamos. Recuerdo cómo una vez, pese al asco que sentí humanamente, pude contemplar a Cristo en la Cruz al atender a una persona cubierta de llagas. Entonces todo cobró sentido. Durante la pandemia de Covid me tocó sufrir junto a ellos y llorar de impotencia al ver morir a tantas personas, pues en Iquitos la primera ola resultó devastadora.

La hermana Sandra Pérez en la comunidad de Santa Cruz, Nauta

Este encuentro con tantos crucificados también nos compromete a darles voz a los sin voz. Acá son muchas las empresas ilegales de tala de árboles y minería, se producen derrames de petróleo que contaminan los ríos y dejan a poblaciones sin agua para beber y sin poder pescar para comer. Ante estas situaciones el amor por el pueblo no nos deja indiferentes y nos impulsa a aportar nuestro granito de arena para transformar la situación. Esto fue lo que nos impulsó a crear la Cáritas en nuestra parroquia.

La hermana María de la Luz junto al grupo de la Cáritas parroquial que apoya a los más desfavorecidos

Estar en la selva es un regalo de Dios y, aunque el mundo no se dé cuenta de lo que hacemos, cada esfuerzo por caminar al lado de este pueblo, por ayudarlo a recuperar su dignidad, es ya un comienzo del Reino de Dios. Especialmente, el hacerlo caminando junto a mis hermanas de comunidad en estas búsquedas hacia lo que Dios quiere.

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Fuente: Vatican News

20 Sep 2022

“Porque no se trata de animales, se trata de gente como usted”: Obispo de Iquitos sobre el derrame de petróleo

A propósito del derrame en Urarinas - Cuninico, que agudiza la inseguridad alimentaria de decenas de comunidades indígenas de Loreto, Mons. Miguel Ángel Cadenas hace un llamado contra la violencia e invisibilización del Estado.

Por: Mons. Miguel Ángel Cadenas, obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos.

El derrame en Cuninico no es el único, pero sí emblemático. Todas las comunidades en las cuencas petroleras padecen la contaminación por 50 años, en distintos grados. Llueve sobre mojado: Cuninico ya sufrió otro derrame el 2014. Llegaron hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En Perú ganaron varios juicios. Agotaron los mecanismos institucionales del Estado, pero persiste aún un problema de ejecución de las sentencias ganadas.

Es necesario mejorar el sistema de prevención. Hoy en día sería posible con inteligencia artificial y vigilancia satelital. El actual sistema genera impactos económicos, sociales y medioambientales insostenibles, además de un sufrimiento atroz.

Conviene preguntarse sobre la gestión del Oleoducto. Por un lado, se impuso sin consulta a las comunidades; por otro, ha habido diversas formas de administrarlo. Es evidente que no lo podemos pensar al margen de las comunidades indígenas que atraviesa. Ha habido diversas etapas de gestión, algunas han obtenido mejores resultados que otras. Después de una etapa de derrames (2014-2017) ha venido otra de relativa calma que de nuevo se interrumpe.

Con la interrupción vuelve a aparecer el tema de la intencionalidad. Sin embargo, no podemos olvidar que el Oleoducto no recibe el mantenimiento adecuado. Por otro lado, no se aplica la ley y la impunidad alienta estos actos delictivos. Es necesario pensar el Oleoducto y la urgencia de obtener dinero en las comunidades. Culpar “exclusivamente” a quienes lo hayan podido cortar dejaría en la sombra a los verdaderos auspiciadores de este tipo de comportamientos.

Añado a la monetarización el postergamiento que sufren las comunidades. Esto genera mucha rabia. Carecen de agua potable y les contaminan la única fuente existente: el río. Se quedan sin pesca. ¿Cómo está afectando al mijano [cardumen]? Se agudiza la inseguridad alimentaria y se daña su economía. En tercer lugar, y fundamental para el pueblo kukama, debajo del agua habitan espíritus y gente. Este aspecto cosmológico kukama suele quedar al margen. Cuando el Estado apela a la interculturalidad lo hace como un pasatiempo.

Acudo a la tradición cristiana donde los humanos somos co-creadores: ayudamos a Dios en su creación a través de nuestra inteligencia y trabajo. Pero no es automático, de hecho, también nos apartamos de la gracia de Dios, causando dolor a la naturaleza, a nuestros semejantes y a Dios. Ahí están los derrames para graficarlo.

En otro lugar he propuesto el concepto de “zona de sacrificio”. El Estado decidió imponer a estos territorios el Oleoducto, sin importar su impacto. Un gravamen a estas comunidades al servicio del país. El problema reside en que estas comunidades hacen sacrificios, pero no gozan de los beneficios. De hecho, la desconfianza de estas comunidades en el Estado es muy alta, porque suele generar problemas en lugar de resolverlos.

Es tiempo que el Estado responda a sus ciudadanos. No es posible que en 50 años de actividad petrolera, con unos beneficios superiores a $ 35,000 millones, prácticamente la mitad de los loretanos carezcan de agua potable y saneamiento básico. Es evidente que podemos, y debemos, hacer las cosas mucho mejor. Contaminar el agua es un gravísimo error, pecado diríamos los cristianos. El agua es esencial para la vida humana, es un “derecho eje” que sustenta los derechos “a un ambiente sano, la salud, la alimentación, el territorio y la cultura”.

Más allá de la emergencia, se produce una “violencia lenta” que perdura en el tiempo hiriendo y dañando en profundidad los cuerpos que esperan el agua de lluvia para poder cocinar… Esta alteración del paisaje afectivo produce una “nostalgia y pérdida ecológica” de valor incalculable. Las mujeres sufren más todo este impacto que habitualmente queda relegado e invisibilizado.

Se supone que estamos saliendo de la epidemia de Covid-19, particularmente dura en Loreto. Pues bien, las comunidades indígenas fueron las últimas en ser atendidas, mucho después de haber sido contagiadas. El caso de Cuninico es terrible porque la pandemia vino después del derrame de 2014. Mientras un grupo de investigadoras encontró los medios para acompañar a estas comunidades, en medio de la distancia, no sucedió lo mismo con el Estado, para quien estas comunidades permanecieron invisibilizadas.

 

Resuenan en mí las palabras de Galo Vásquez, presidente de FEDEPCUM (Federación de Pueblos Unidos Cocamas del Marañón), a uno de los representantes que llegaron por Cuninico: “porque no se trata de animales, se trata de gente como usted, de eso se trata”. El dirigente enfatiza su posición como “gente”, no como animales. Toda una lección para quien sepa escuchar.

Concluyo haciéndome eco de las lecturas bíblicas de ayer. El profeta Amós insiste: “escuchen esto los que oprimen al pobre…, disminuyen la medida, aumentan el precio, usan balanzas con trampa” (Am 8,4-7). Y Jesús, en el evangelio, nos indica que no se puede “servir a Dios y al dinero” (Lc 16,1-13). Que Nuestra Señora de la Esperanza nos acompañe a todos.

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1. URTEAGA, Patricia, SEGURA, Frida y SÁNCHEZ, Mayra (2019), El derecho humano al agua, los pueblos indígenas y el petróleo, PUCP, Lima.
2.DELGADO, Deborah y MARTINEZ, Vania (2020), “En un ambiente tóxico”. Ser madres después de un derrame de petróleo, Oxfam – CLACSO, Lima.
3. ULFE, María Eugenia, VERGARA, Roxana y ROMO, Vanessa (2021), “Nuestras historias desde Cuninico”: podcasts, pandemia e investigación antropológica, en LASA FORMUM, Vol. 52, N° 1, pp. 13-18.

11 Ago 2022

“Sembrando juntos”: Iglesia de Iquitos impulsa campaña para sembrar 5 000 plantones

Con el fin de concientizar a la población sobre el cuidado del medio ambiente y la Casa Común, se repartió en las parroquias las semillas que serán sembradas a partir del próximo 4 de septiembre. Una iniciativa que nace a raíz de la creciente deforestación que sufre la capital de Loreto.

El Vicariato Apostólico de Iquitos, a través de su Equipo Vicarial de Animación Pastoral (EVAP), lanzó la campaña "Sembrando juntos", una actividad que busca que la población contribuya con el sembrado de 5000 plantones en la capital de la región Loreto. Para ello, la Iglesia ha entregado a distintas parroquias y grupos de personas las semillas y el abono que deberán utilizar para hacerlas germinar y, porsteriormente, poder sembrar los plantones el próximo 4 de septiembre.

El objetivo es sensibilizar a la ciudadanía para que se puedan sumar a esta iniciativa para el cuidado del medio ambiente, independientemente de sus creencias religiosas, y participar también a través de las redes sociales, compartiendo imágenes del sembrado de cada planta con el hashtag #SembremosJuntosEnLoreto. "Nuestra Casa Común nos está pidendo que intervengamos. En este caso, la Iglesia Católica está planteándoles a todos a sembrar con nosotros", señaló la bióloga Tania Lay, integrante del EVAP.

Esta iniciativa responde a la creciente deforestación que se vive en la ciudades amazónicas como Iquitos. Problema que viene agravando la situación del planeta debido al cambio climático. "Esta planta, al crecer, va a hacer posible que tengamos flores que serán polinizadas por las abejas, aparecerán aves cuando lleguen los frutos, van a tener un lugar y un ecosistema agradable. Y por supuesto nosotros nos beneficiamos con la sombra y el oxígeno", resaltó la representante del Equipo Vicarial de Animación Pastoral.

Finalmente, Lay invitó a la población a sumarse a esta actividad, señalando que todas y todos tienen las puertas abiebrtas. Los que tengan una semilla pueden sumarse, no es necesario tener una huerta para participar, pues con envases de plástico también se pueden germinar estos plantones. "La intención es de que todos a nivel mundial sepan que estamos en la Amazonía sembrando juntos, sembrando vida", puntualizó.

21 Jun 2022

Iglesia de Iquitos inaugura centro de escucha para acompañar a víctimas de violencia

Un espacio que nace a partir de una autocrítica de la propia Iglesia, que reconoce que existe violencia en su comunidad y que no solo se trata de un grave pecado, sino de un delito que puede derivar en una sanción penal por parte de las autoridades.

Por: Radio La Voz de la Selva / Querida Amazonía

"Lo que se pretende es hacer lo que viene indicando la Iglesia. En todo el mundo nos invita a escuchar a las víctimas de posibles abusos tanto de poder, de conciencia, física y sexual. Y, en segundo lugar, prevenir para que este tipo de situaciones no suceda. Por lo tanto, lo que se busca es una Iglesia más segura". Son las palabras de Mons. Miguel Ángel Cadenas, obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos, tras la inauguración del centro de escucha, realizada en la capital de la región Loreto, para prevenir y acompañar casos de violencia dentro de las instancias de la Iglesia católica y otros rubros de la sociedad.

Este ambiente pretende ser un espacio para escuchar pero también prevenir, dado a que nace de una autocrítica de la Iglesia en reconocer que existe violencia en su comunidad y que no solo es un grave pecado, sino un delito que puede derivar en una sanción penal por parte de las autoridades. “Es conveniente, necesario e imprescindible escuchar a las víctimas. Hay abusos y es muy grave y lamentable. Lo que haya de pecado hay que corregir lo, y lo que haya de delito, pasarlo a las autoridades para que sean ellas quienes decidan la gravedad e impongan las penas oportunas”, declaró el obispo de Iquitos.

De acuerdo a Silvia Quispe, coordinadora de este centro, de encontrarse indicios de delito en la denuncia, inmediatamente se activará el protocolo respectivo para atender de manera adecuada a la víctima con lo que requiera, como puede ser terapia, patrocinio legal y atención médica. En paralelo, estos casos serán derivados a las instituciones correspondientes, señaló.

Monseñor Cadenas indicó que esta iniciativa responde a un planteamiento global de la Iglesia Católica, el mismo que ha tenido buenos resultados en países de Europa y en Estados Unidos. Asimismo, comentó una de las cartas del papa Francisco, donde menciona sobre la importancia de prevenir el abuso accionando desde los primeros indicios, es decir, trabajando desde la base para reestructurar aquello que está mal.

Por último, el obispo de Iquitos recordó que toda denuncia es de carácter privado y se debe accionar de forma rigurosa para no exponer a la víctima y proteger su integridad física y mental. En ese sentido, resaltó que el proyecto llegará a todas las parroquias y colegios parroquiales, desde donde se espera ejecutar talleres de concientización y prevención de la violencia.

23 May 2022

Entregan más de 1000 radios ecológicas a estudiantes de la red educativa rural de Indiana

Esta es la tercera entrega de gran magnitud que realiza la Iglesia de Iquitos, con el fin de que niños y niñas de las comunidades indígenas y ribereñas de Loreto puedan fortalecer sus competencias educativas.

La meta que la Iglesia de Iquitos se planteó hace un año, junto a decenas de personas, para fabricar y regalar 7000 radios ecológicas continúa su rumbo y ya se encuentra en más de la mitad del camino, con un total de 4500 equipos entregados desde entonces. La última de gran magnitud, de 1052 aparatos, beneficiará a más de dos mil estudiantes de la red educativa rural de Indiana, la cual comprende zonas como Mazán y Las Amazonas, en la provincia de Maynas, en la región Loreto.

Estas radios receptoras solares serán utilizadas para la difusión de programas de reforzamiento y orientaciones pedagógicas, como es el caso de "La Escuela del Aire" del Ministerio de Educación, lo que permitirá aportar a la educación de los estudiantes de esta parte de la región. “Vamos a poder fortalecer las competencias del niño. Y no solo de él, sino también de la familia en estos dos años que hemos perdido”, expresó Ruby Vásquez, especialista de la Unidad de Gestión Educativa Local Maynas.

Las radios funcionan están adaptadas a la realidad de la región y funcionan con luz solar, pues son múltiples comunidades nativas las que no cuentan con el servicio de energía eléctrica. Estos equipos también se pueden recargar con luz porque tiene entrada USB y son ecológicos porque sus carcasas son una especie de cartón prensado que, cuando se boten, se irán degradando y no contaminará la Amazonía.

 

Foto: Vicariato Apostólico de Iquitos.

El proyecto es impulsado por el Vicariato Apostólico de Iquitos y el Instituto de Promoción Social Amazónica, y en esta ocasión, se realizó en colaboración con el Vicariato San José del Amazonas. “Es un esfuerzo importante que la Iglesia en Iquitos continúa realizando para que los niños y niñas accedan a información valiosa el Estado proporciona (…) Por lo que nos mencionan las familias, es que les está haciendo útil a ellos mismos porque están constantemente informadas”, indicó Emilio Agnini, director de Instituto de Promoción Social Amazónica - Radio La Voz de la Selva.

Si bien esta iniciativa surgió en medio la pandemia, principalmente, para que los alumnos y alumnas puedan acceder a su derecho a la educación, a través de la emisión de contenidos educativos que les permitieran continuar con sus estudios, el proyecto también permite llevar información de la actualidad local, regional y nacional a todas las familias beneficiadas. “Creemos que la presencia de la radio en las comunidades rurales tiene un impacto en los niños, en su educación, pero también en las familias para mantenerse informados”, añadió el director de Radio La Voz de la Selva.

14 Feb 2022

Iglesia en Iquitos celebró los dos años de la Exhortación apostólica «Querida Amazonía»

El Vicariato Apostólico de Iquitos conmemoró los dos años de publicación de la Exhortación Apostólica «Querida Amazonía» con una Santa Misa en la Catedral de Iquitos, que contó con la presencia de organizaciones que se dedican a la defensa y conservación de la Amazonía.

La Eucaristía fue concelebrada por Monseñor Miguel Ángel Cadenas Cardo, Obispo de Iquitos, y los sacerdotes Miguel Fuertes y Manolo Berjon. En su homilía, Mons. Cadenas recordó que el Papa Francisco pidió la transición energética global para no depender de los combustibles como el petróleo y el gas.

A la ceremonia litúrgica asistieron también representantes del Comité de Defensa del Agua y de la asociación de mujeres Kukama «Huaynakana Kamatahuara Kana», quienes se encuentran en la lucha por el reconocimiento del río Marañón como sujeto de derecho. Asimismo, contaron con la presencia del animador cristiano, Gilter Yuyarima, de la comunidad de Nueva Alianza, quien manifestó el calvario que vive su comunidad tras el último derrame de petróleo.

Asimismo, al final de la Misa se proyectó el saludo del Arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo Matasoglio, para toda la comunidad de la Iglesia de Iquitos.

 

11 Jul 2021

Iquitos se prepara para la ordenación de su nuevo Obispo, Mons. Miguel Ángel Cadenas

La primera ordenación episcopal que tiene como escenario la capital de Loreto se desarrollará el domingo 18 en el estadio Max Augustín a fin de garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias. La ceremonia estará presidida por el obispo emérito Julián García Centeno y se ha confirmado la presencia de varios obispos amazónicos y de otros puntos del Perú, el Nuncio Apostólico y el presidente del CELAM, entre otros.  

Luego de que el 15 de mayo desde Roma se anunciase que el Papa Francisco había designado como nuevo obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos al misionero agustino Miguel Ángel Cadenas Cardo OSA, los fieles de Loreto esperan desde entonces la ceremonia de ordenación oficial. No es para menos, pues en los más de 100 años de historia del Vicariato será la primera vez que una ordenación episcopal se desarrolle en la ciudad amazónica ya que antaño los obispos eran ordenados en Europa.

A eso se suma, también como un dato histórico, que Mons. Cadenas será el primer obispo de Iquitos que, al acceder a esta nueva responsabilidad, aporte un extenso trabajo en el territorio amazónico tras más de 25 años de labor pastoral en el Vicariato, especialmente con el pueblo kukama del río Marañón.

La ceremonia se celebrará este próximo 18 de julio y, dado el contexto sanitario, se desarrollará en el Estadio Max Augustín de la ciudad de Iquitos. Así se ha decidido para cumplir las medidas de prevención contra la Covid-19 y evitar aglomeraciones. Además, será transmitida por radio La Voz de la Selva y la cuenta de Facebook del Vicariato Apostólico de Iquitos.

Desde la organización se ha informado que la imposición de manos estará a cargo del obispo emérito Mons. Julián García Centeno, quien llegará desde España para la ocasión, Mons. Roberto Prevost, OSA, obispo de Chiclayo y Mons. Martín Quijano, obispo de Pucallpa. También se ha confirmado la presencia del Nuncio Apostólico en el Perú, Mons. Nicola Girasoli, y del presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y del Consejo Episcopal Latinoamericano, Mons. Miguel Cabrejos.

La iglesia amazónica también estará presente a través de Mons. Alfredo Vizcarra, obispo de Jaén, Mons. Gerardo Zerdín, obispo de San Ramón, Mons. Javier Travieso, obispo de San José del Amazonas, y Mons. Jesús María Aristín, obispo de Yurimaguas, además del ya mencionado Mons. Martín Quijano, obispo de Pucallpa.

Desde otras regiones del Perú llegarán también a Iquitos el obispo de Huacho, Mons. Antonio Santarsiero, el obispo auxiliar de la Diócesis de Cusco, Mons. Lizardo Estrada, el obispo de la Prelatura de Chuquibambilla, Mons. Edison Farfán, y el obispo de la Prelatura de Caravelí, Mons. Reinaldo Nann.

Desde Roma y España también se espera la llegada del Prior General de los Agustinos, P. Alejandro Moral, y de un representante de la Provincia Agustiniana San Juan de Sahagún, P. Jesús Torres.