La Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) y la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), presentan un texto de contribución desde la Iglesia amazónica al proceso de preparación continental al Sínodo sobre la Sinodalidad.
Por: Comunicaciones REPAM
El texto presentado el pasado 20 de febrero por las presidencias de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) y la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) al Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), fue fruto de una consulta amplia y de una reflexión sistematizada por una comisión.
Para este proceso de elaboración del texto, se tuvo en cuenta los resultados del largo y amplio proceso de escucha y de preparación del Sínodo Amazónico, su Documento Final y la Exhortación Apostólica del Papa Francisco “Querida Amazonía”, que en la práctica son contribuciones diversas y muy valiosas de lo que sería un aporte propio.
Caminando juntos
La Iglesia en la Amazonía participó en la Primera Etapa del proceso del Sínodo sobre la Sinodalidad (2021-2024), a través del aporte de sus Iglesias Locales, que fue integrado a la síntesis elaborada por las Conferencias Episcopales Nacionales de las contribuciones de las demás Iglesias de sus respectivos países.
En la Etapa Continental, además de la participación de las Iglesias Locales de la Amazonía en los encuentros de las Regiones “Andina” y “Cono Sur” organizados por el CELAM, la CEAMA y la REPAM quieren también brindar su contribución a la Iglesia Universal y Continental.
Rica experiencia vivida
El aporte presenta una visión de conjunto de la rica experiencia vivida en el proceso del Sínodo Amazónico, de la vida de las Iglesias de la región registrada en el proceso de escucha, así como de los tres documentos del Sínodo – el Instrumentum Laboris, el Documento Final y la Exhortación Apostólica “Querida Amazonía”.
Al relacionarlas con el Documento para la Etapa Continental del Sínodo, derivan tres dimensiones que conforman un aporte específico y sui generis de la Amazonía a la Iglesia: a) Intuiciones y experiencias nuevas; b) Tensiones e interrogantes; c) Prioridades y llamadas a la acción.
Evangelización integral
De la Amazonía irrumpe un grito que alcanza todo el planeta, pues “todo está interligado” (Laudato Si’, 91). En realidad, la Amazonía es más que una región, es un paradigma, “una vez que un verdadero abordaje ecológico tornase siempre un abordaje social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el grito de la tierra como el grito de los pobres” (Documento Final, 66).
Se trata de un paradigma que interpela y desafía nuevas posturas y comportamientos, con dos imperativos principales: el cuidado de la Casa Común como una dimensión de la vida y de la acción evangelizadora y, el respeto, la acogida de los pueblos originarios, sus territorios y sus culturas como interlocutores y sujetos de una evangelización inculturada.
Desde la Amazonía, la REPAM y la CEAMA quieren compartir con la Iglesia universal estas contribuciones que están agrupadas en torno a siete grandes desafíos que la Iglesia en la región está empeñada en hacer realidad a través de una evangelización integral:
La conversión de la Iglesia y salida a las periferias
Iglesias Locales con rostro y corazón propios, encarnadas en la realidad de sus pueblos
Una Iglesia toda ella ministerial e inclusiva en especial de las mujeres
Una Iglesia sinodal anclada en estructuras de comunión
La sinodalización de las Conferencias Episcopales
La ecología integral como una dimensión esencial de la evangelización
Una Iglesia compañera de camino de toda la humanidad
Hacer memoria del camino recorrido y analizar los principales desafíos que plantea la realidad amazónica desde las amenazas al territorio; son algunos de los objetivos que reúnen a los miembros de la presidencia de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama) y la Red Eclesial Panamazónica (Repam) en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, en Bogotá este 9 y 10 de febrero.
Por: Paola Calderón Gomez
Apelando al diálogo, la Ceama y la Repam se ocuparán de rescatar los valores de la relación entre los dos organismos, sin temor a identificar los vacíos que detectan hasta el momento y que se convierten en tareas y compromisos para el futuro inmediato.
Organismos complementarios
En palabras del cardenal Pedro Barreto, presidente de la Ceama, esta reunión les hará tomar conciencia del proceso dinámico, de articulación y comunión en el que se encuentran; para lograr una mayor participación de la Iglesia en la Amazonía.
Las presidencias de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama) y de la Red Eclesial Panamazónica (Repam) se reúnen por primera vez de forma presencial y esto ha significado un acercamiento importante para definir la complementariedad de los organismos.
“La Repam está en el territorio, está en contacto con las poblaciones indígenas, con aquellos que viven en la Amazonía y sufren la Amazonía; ante la explotación irracional de los recursos, la avalancha en contra de los derechos humanos y los asesinatos de líderes ambientales a lo largo y ancho de la Amazonía. Por lo tanto, la Red Eclesial Panamazónica nos está nutriendo de la savia de las culturas y la religiosidad de los pueblos originarios,” explicó el prelado.
“Mientras que la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama) aprobada por el Santo Padre el 3 de octubre de 2022 como una organización de la Iglesia católica reconocida canónicamente, recoge estos frutos de la Red Eclesial y los presenta ante la Santa Sede, para poner en práctica todas las propuestas del Sínodo Panamazónico que se realizó en octubre de 2019,» agregó.
Defender la vida
En la Amazonía, el clamor de los pueblos y la tierra es histórico y ahora es mucho más evidente, gracias al trabajo de las instituciones que, desde la Iglesia y la sociedad civil, propenden por un acompañamiento directo y desde diversas perspectivas a las comunidades.
Mons. Rafael Cob, presidente de la Red Eclesial Panamazónica (Repam), define la reunión como un hito histórico, considerando que es el primer encuentro presencial entre las dos secretarías y presidencias. «Hemos podido compartir este caminar durante este tiempo, primero los ocho años que llevamos como Red Eclesial Panamazónica (Repam) y después el corto camino que lleva la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama).
Creo que es importante ver las dos organizaciones como un matrimonio que camina en unidad con el mismo objetivo; que en definitiva se orienta a la defensa de la vida en la Amazonía. También está dentro de los temas, la pastoral de conjunto para una Iglesia amazónica. Estos dos puntos son el eje transversal del encuentro, así como el análisis de las urgencias y desafíos de la iglesia en la Amazonía,» afirmó.
Formación que empodera
Tanto la Ceama como la Repam, son organismos que fundamentan su existencia en las necesidades de grupos sociales marginados y necesitados de un verdadero empoderamiento desde la conciencia y la formación.
Así, el objetivo que comparten las dos instituciones es contribuir a la vida de los pueblos para que ejerzan su liderazgo, en procesos que les garanticen aquello que les corresponde por derecho y que por décadas se les ha negado, ya sea por las ausencias de la administración estatal o el deseo desmedido de particulares que ansían controlar y devastar los territorios que representan una fuente de riqueza.
Durante la reunión se reflexionará sobre el itinerario que deben seguir las organizaciones para fortalecer su identidad, asumiendo aspectos comunes que los hermanan en la misión y que necesariamente los aboca a liderar procesos de sensibilización al interior de la Iglesia que pongan de manifiesto la importancia de su rol y la impronta del Papa Francisco a construir una Iglesia en salida, totalmente identificada con los dolores de las periferias.
Metodologías claras
También será prioritario dentro de la agenda del encuentro, determinar el cómo, es decir, las formas más adecuadas y posibles para responder en forma conjunta a las necesidades sociales y pastorales de los pueblos amazónicos y los pueblos originarios. Tarea que supone retos y desafíos para las dos organizaciones.
Tras el análisis de estas realidades se espera que surjan propuestas dirigidas al fortalecimiento de las articulaciones que deben tejerse desde los dos organismos con las Conferencias Episcopales de los distintos países y las jurisdicciones eclesiásticas. Labor que en la práctica supone la creación de una base de datos que sea una herramienta eficaz para la Iglesia Amazónica y haga parte de las acciones del plan de pastoral de conjunto que ayudará a promover los procesos de articulación.
Igualmente se espera que la reunión concluya con una agenda común de acciones que favorezcan entre otros aspectos el fortalecimiento de los observatorios pastoral y socioambiental de la Amazonía.
Analizar los frutos, avances y perspectivas después de tres años ha sido el propósito del webinar organizado por el CELAM, CEAMA, CLAR, REPAM y Caritas América Latina y el Caribe, con el que se ha conmemorado el tercer aniversario de un Sínodo realizado de 6 a 27 de octubre de 2019 en el Vaticano.
Los indígenas acogidos con cariño por el Papa
Un momento en el que cuatro participantes de la Asamblea Sinodal han dado su testimonio. Una asamblea contó con la presencia de una representación de los pueblos indígenas, entre ellos Yesica Patiachi que resaltaba la visita del Papa Francisco a Puerto Maldonado, en la Amazonía peruana, donde ella fue portavoz de estos pueblos, pudiendo decirle lo que padecían. Un Papa que como anfitrión del Sínodo acogió de corazón y nunca discriminó a los indígenas durante la Asamblea Sinodal, que pudieron usar sus vestimentas, signo de resistencia según la actual vicepresidenta de la Red Eclesial Panamazónica.
Allí se sintieron escuchados en todo momento por alguien humilde, sencillo, humano, sin privilegios, que se acercaba y conversaba con todos, pese a ser una de las personas más importantes del mundo, algo que caló mucho en Yesica. Una Asamblea donde los indígenas “hemos contado los problemas que estamos pasando en la Amazonía, que está ensangrentada”. Un Papa en defensa de la Amazonía, como ya había hecho en Laudato Si, que Patiachi considera “una llamada a reflexionar sobre lo que estamos haciendo con el Planeta”.
Un Sínodo que hizo ver la necesidad de “apostar y trabajar por una Iglesia con rostro amazónico, que significa respetar las espiritualidades y cosmovisiones de los pueblos indígenas, que estamos en defensa de la vida, de los bosques amazónicos, nuestro hogar que se ve amenazado”, afirmó la vicepresidenta de la REPAM. Desde ahí llamó a alzar la voz ante las amenazas y muertes de tantos hermanos indígenas por denunciar a quienes están invadiendo los territorios, insistiendo en que “eso no significa que nos van a callar”. Un Sínodo que marcó un hito en la historia de la Iglesia y de los pueblos amazónicos, un ejemplo de que se puede caminar juntos pueblos indígenas e Iglesia, pues nos une la defensa de la Amazonía.
Un proceso nacido en 2013
El presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía la presentó como “fruto del Espíritu Santo y del trabajo realizado desde el inicio de la REPAM en 2014”, afirmando que tres años después podemos descubrir signos que expresan los frutos del Sínodo. Recordó los primeros pasos dados en Puyo en 2013, donde “surgió la aventura de hacer una red eclesial para la Amazonía, un regalo de Dios” la fundación de la REPAM en Brasilia en 2014, que contó con un impulso inicial del Papa Francisco. El proceso de escucha con una participación de más de 87 mil personas, y como “el entusiasmo se apoderó de muchos de nosotros y especialmente de los pueblos originarios”.
En relación con el tema: “Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”, dijo haber sido sorprendido, pues “de la periferia al centro, la Amazonía es fuente de vida en el corazón de la Iglesia”. Posteriormente el Documento Final, con más de 150 propuestas evangelizadoras, una de ellas la creación de un organismo episcopal, y ahí el Papa Francisco dio un salto cualitativo para crear la Conferencia Eclesial de la Amazonía, la primera en la historia de la Iglesia, aprobada el pasado 3 de octubre, lo que supone un paso de conferencias episcopales a conferencias eclesiales, que está siendo “motivo de gran alegría, estamos abriendo caminos y aportando a la Iglesia católica y al Papa Francisco para que el próximo Sínodo pueda ser enriquecido”.
No olvidó la importancia en este proceso de la figura del cardenal Claudio Hummes, primer presidente de la REPAM y la CEAMA, que “desde el cielo nos está ayudando”, recordando que dos meses antes de morir nos encargó consolidar la CEAMA, que “ya tiene su partida de nacimiento, pero que todavía tenemos que cuidar y proteger, pues es una plantita fruto del proceso sinodal. Una gracia de Dios y un signo de esperanza para la Amazonía”, enfatizó el cardenal peruano.
Vida Religiosa desafiada a cambiar
En representación de la Vida Religiosa de América Latina y el Caribe, que han hecho “un recorrido de escucha, reflexión, conversión y movilización”, su presidenta, Liliana Franco ve el Sínodo como “el inspirador de una manera nueva de situarnos, nos ha confrontado a un nuevo estilo de vida y nos ubicó en salida”. Tras experimentar en el Sínodo que los pobres y la Tierra claman, afirmó que “muchos de los religiosos del continente lo saben porque hacen el camino con la gente en el territorio, acompañan y padecen todos los riesgos que supone estar en el contexto”.
Un Sínodo que provocó el “crecimiento en la conciencia de ser familia universal, de que habitamos una Casa Común”, llamando a “dialogar sobre el modo como estamos construyendo el futuro del Planeta”, pero también preguntarse sobre hábitos, estilos de vida y relaciones dentro de la Vida Religiosa y con la Tierra, rutinas de consumos, y con quiénes y desde qué criterios establecen alianzas. También como oportunidad para impulsar relaciones más honestas, responsables, de mayor cuidado y reverencia con todo lo que existe. Así como para “una lectura de fe de la realidad encarnada”, que implica “ir a la raíz, ayudar a desentrañar las causas”.
Una ocasión para ayudar a evidenciar la inequidad ante las brechas evidentes, para reconocer el porcentaje significativo de la vida consagrada que se “encuentra donde hay confort, donde la conciencia tiende a cauterizarse, llamando a salir de nosotros mismos desde una dimensión mística y profética”. Han sido años para apostar por un nuevo estilo de vida, reconocer la sacralidad de lo creado, la interdependencia mutua, asumir la vocación misionera en la Amazonía, entretejer relaciones de cuidado, trabajar en red, posibilitar alianzas, construir relaciones, desde la cultura del encuentro y del buen trato. Un llamado a la conversión ecológica y pastoral, con nuevas prácticas que humanicen, dignifiquen, levanten y sean más respetuosas de los ecosistemas. También profundizar en la importancia de la itinerancia y “descubrir la necesidad de hacer presencia en la Amazonía como Vida Religiosa”.
Un nuevo modelo eclesial nacido en la Amazonía
Los frutos se hicieron presentes en que los pueblos originarios reconocieron su vida y sus palabras en los documentos surgidos del Sínodo, en palabras de Mauricio López, que hizo ver que “lo compartido en la escucha, el Papa se lo estaba devolviendo como una responsabilidad para llevar adelante”. Tres años en que los pueblos amazónicos mostraron grandes capacidades de resiliencia, de traer luz para toda la Iglesia, de ser, citando palabras del Papa, “Amazonía como lugar teológico”, donde se expresa la presencia viva de Dios en medio de la realidad que tiene algo que ofrecer a toda la Iglesia, según el director del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral del Celam.
En este camino Destacó tres aspectos: la instauración para toda la Iglesia universal de un modelo de escucha que trata de alcanzar a todo el Pueblo de Dios, superando espacios reducidos del grupito de élite, algo visto en la Asamblea Eclesial y en el Sínodo sobre la Sinodalidad y su documento fruto de la escucha, donde aparece un modo de acoger en el corazón aquellas voces que vienen desde la vida encarnada.
Un segundo elemento dado en la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe y su modo de escucha tratando de llegar a los márgenes, con procesos de discernimiento hechos a partir de esto, como en el Sínodo amazónico. Con un discernimiento virtual. También, como tercer elemento, el Sínodo sobre la Sinodalidad, con una Asamblea en dos momentos, para que el Pueblo de Dios participe no solo en la escucha y el discernimiento, sino en la apropiación y en la validación de aquellos frutos que se van a ir trazando, una experiencia vivida que se sostenga en el tiempo. Todo buscando una mayor sinodalidad, ir dando pasos hacia adelante, pues el camino es la experiencia.
En resumen, un tiempo para mostrar que Sínodo para la Amazonía, Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe son “pasos para un cambio en la Iglesia”. Para ello se busca que no haya este clericalismo, la participación de la mujer, el rechazo a los abusos, una dinámica de mayor inclusión, acompañar los desafíos socioambientales, un gran aprecio por la escucha, por sentirnos parte de esta Iglesia, por todo lo que nos da identidad. “Tres años que es un tramo pequeño en este Kairós que viene desde hace 60 años con el Concilio Vaticano II y nos proyecta para muchos años en este sentido sinodal”, concluyó Mauricio López.
El anuncio fue comunicado este jueves 20 de octubre por la misma institución. El Santo Padre ve este paso como “una gran alegría para la Iglesia universal” y, en especial, para el Pueblo de Dios que peregrina en la Amazonía.
Por: Sebastián Sansón Ferrari – Vatican News
La Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) ha sido erigida como una organización de la Iglesia católica con personería jurídica canónica y pública. Así fue comunicado por el Cardenal Marc Ouellet, Prefecto del Dicasterio de los Obispos, en un decreto del 3 de octubre de 2022.
Como también recoge el CELAM, se trata de una noticia grata y desafiante, según un comunicado de la CEAMA, difundido este jueves 20 de octubre. “Sin duda, la aprobación de la CEAMA es fruto del Espíritu Santo”, afirma el texto, que también resalta que el proceso sinodal se inició con la creación de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) el 14 de septiembre de 2014, cuyo presidente fue el Cardenal Claudio Hummes. Las entidades cofundadoras de la REPAM son el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) y el Secretariado Latinoamericano y del Caribe de Cáritas (SELACC).
Ocho meses después, el Santo Padre publicó la encíclica Laudato si’, en la que afirma que “hay lugares que requieren un cuidado particular por su enorme importancia para el ecosistema mundial, o que constituyen importantes reservas de agua y así aseguran otras formas de vida (…) Mencionemos, por ejemplo, esos pulmones del planeta repletos de biodiversidad que son la Amazonía uy la cuenca fluvial del Congo, o los grandes acuíferos y glaciares. No se ignora la importancia de esos lugares para la totalidad del planeta y para el futuro de la humanidad”.
El proceso desembocó en la realización del sínodo panamazónico del 6 al 27 de octubre de 2019 y al documento final, donde aparece como una propuesta la necesidad de crear un organismo episcopal que contribuyera a realizar un plan pastoral de conjunto para la región amazónica.
Siguiendo los pasos, el 29 de junio de 2020, en plena pandemia de coronavirus, nació la CEAMA, en consonancia con la eclesiología del Concilio Vaticano II, de cuya apertura se cumplieron 60 años el pasado 11 de octubre.
La CEAMA considera que su aprobación jurídica y canónica es un “motivo de profundo agradecimiento a Dios, al Papa Francisco y a todos los que animaron este proceso sinodal”, establece la nota. No obstante, desde la institución asumen un desafío: ponerse en comunicación con las Conferencias Episcopales para explicar “la gracia especial de la CEAMA como un espacio de escucha, discernimiento y de acción pastoral misionera en la Región Amazónica”. Este espacio también se llevará a cabo con las Nunciaturas Apostólicas, buscando ayuda en el reconocimiento legal de la CEAMA ante los Estados comprendidos en el territorio amazónico.
“Una experiencia de mucha empatía con el Sumo Pontífice”. Así calificó el encuentro el Cardenal Pedro Barreto, presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA).
El Papa Francisco se encontró esta mañana del viernes 2 de septiembre con la directiva de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA). En la audiencia, en la que estuvo presente su presidente, el Cardenal Pedro Barreto, se le presentó al Sumo Pontífice los nuevos estatutos modificados que explicitan la identidad eclesial y amazónica de la CEAMA.
De acuerdo al cardenal peruano, estos nuevos fundamentos destacan “la orientación del Vaticano II, especialmente su eclesiología del Pueblo de Dios con la Constitución Dogmática “Luz de las Gentes” (Lumen Gentium), y también se asume en estos nuevos estatutos la misión de la Iglesia que el Vaticano II recoge en la Constitución Pastoral “Los Gozos y esperanzas” (Gaudium et Spes)”.
Asimismo, se visibiliza “de manera muy particular, los estatutos asumen el Documento Final del Sínodo para la Amazonía y la exhortación apostólica Querida Amazonía, donde el Papa Francisco asume el Documento Final”.
En palabras del Cardenal Barreto, la sabiduría del Santo Padre viene de “un discernimiento profundo que él experimenta como Obispo de Roma”. Esto se transmite con el ánimo de vivir una experiencia inédita: la creación eclesiástica pública, canónica, jurídica de la Conferencia Eclesial de la Amazonía.
“Es motivo de una alegría ante una realidad irreversible en la historia de la Iglesia, por ser la primera Conferencia Eclesial de una región, un bioma con una gran biodiversidad y una gran diversidad cultural, que como dice el mismo Papa Francisco, ellos son los guardianes de la naturaleza”, explica el Purpurado peruano.
En declaraciones para ADN CELAM, el Cardenal Barreto cuenta que el Papa Francisco está viviendo la experiencia de un proceso sinodal que está en marcha, y que constituye, definitivamente, un signo de esperanza para la Iglesia universal. Realidad que es motivo de “mucha alegría, mucha esperanza porque la CEAMA es una realidad en la vida de la Iglesia y de la misión evangelizadora en la Amazonía”.
En la audiencia el Sumo Pontífice recibió diferentes regalos: una virgen de barro hecho por una campesina, y diferentes objetos de pau Brasil (palo de sangre), recuerdos ofrecidos por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y la CEAMA.
La Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) y la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) recordaron los aportes al territorio amazónico y a sus pueblos originarios que dejó el cardenal Cláudio Hummes, fallecido el último lunes 4 de julio a los 87 años de edad. A través de una carta, ambas instituciones agradecieron al Dios de la Vida por su existencia, y expresaron que "su legado y memoria continuarán entre nosotros como organizaciones hermanas que él impulsó con su fuerza, amor y liderazgo", afirmando así su compromiso de continuar construyendo un camino juntos, tal y como siempre él soñó.
"Seguiremos comprometidos con valentía y alegría en el bioma amazónico en la misión de cuidar su ecología integral con mucho amor, inspirados por el Espíritu Santo, en una Iglesia que escucha, honra, camina y respeta las culturas, las identidades y las espiritualidades de las comunidades locales, afrodescendientes, ribereñas e indígenas del área urbana y rural de la región Panamazónica", indicaron en la misiva.
Asimismo, resaltaron el impulso que el cardenal Claudio Hummes les dio para hacer posible una iglesia en salida y para responder a los desafíos del panorama territorial amazónico, como instrumentos de trabajo sinodal y metodología eclesial, donde están presentes en calidad de sujetos también "las personas consagradas, las mujeres y los laicos". "Dom Claudio nos mostró su opción preferencial por la Amazonía y sus pueblos originarios y nos animó a pasar del “deber hacer” al “hacer”, que reconozcamos, valoremos y visibilicemos lo que estamos haciendo y lo que ya se hizo", mencionaron.
En la carta manifestaron también sus deseos de hacer realidad una pastoral misionera que busca renovar la formación y las prácticas de los actores eclesiales, respondiendo a la realización de los sueños de Querida Amazonia. "Confiamos en que la bendición de Dios no nos faltará cuando necesitemos ser una fuerza de resistencia para la defensa de los pueblos y comunidades, de sus derechos y dignidad, para proteger los bosques, los manantiales y la preservación del planeta al cual pertenecemos y es obra de Dios".
"Seguiremos conectados con Dios, fuente de toda vida, y bajo la protección de María, Madre de la Amazonia, cumpliendo los sueños de Francisco de Asís para el bien de toda la Creación, ¡Como tan bien lo realizó nuestro querido hermano, Dom Claudio!"
En el contexto de la elección de la nueva presidencia del CEAMA el pasado 27 de marzo, el Nucleo de Mujeres de la REPAM lanza una declaración a fin de contribuir en la construcción de una Iglesia cada vez más sinodal, participativa y con un rostro amazónico desde sus instancias organizativas.
Por: Núcleo de Mujeres
Representantes del Núcleo de Mujeres de la Amazonía, ante la confirmación de la nueva presidencia de la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA, lanzan un comunicado para expresar su “perplejidad, tristeza e indignación” al no ver la representatividad femenina de la Iglesia con rostro amazónico en la institución.
Considerando que la CEAMA fue creada para promover una Iglesia con rostro amazónico y sinodal, la ausencia total de mujeres en la presidencia, manifiesta una falta de valoración y reconocimiento efectivo del ser mujer.
Este clamor de las mujeres busca contribuir a la reflexión y construcción efectiva de una Iglesia cada vez más sinodal, participativa y con rostro amazónico desde las instancias organizativas de la Conferencia Eclesial de la Amazonía.
"A partir de ahí, para una conversión pastoral y eclesial, proponemos la creación de una presidencia ampliada con la participación de las mujeres y de los pueblos indígenas y otros pueblos amazónicos (campesinos, habitantes urbanos, comunidades tradicionales, ribereños) en los órganos de gobierno de la CEAMA”.
A continuación, lee el pronunciamiento de forma íntegra:
La Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) se reunió en su Asamblea Ordinaria el 26 y 27 de marzo para elegir a su nueva presidencia para los próximos cuatro años, que será liderada por el Cardenal Pedro Barreto, actual Arzobispo de Huancayo en Perú y presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM). Siguiendo los deseos del Papa Francisco por una Iglesia con rostro amazónico, el reto es que no solo la cultura, sino la espiritualidad de la Amazonía esté presente en esta misión junto a los pueblos y las comunidades, señaló el nuevo presidente de la CEAMA.
El Card. Pedro Barreto, Arzobispo de Huancayo (Perú) y también presidente de la Red Eclesial Panamázonia (REPAM), fue elegido presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), cargo que ocupará durante los próximos cuatro años. La decisión se tomó durante Asamblea Ordinaria, realizada el 27 y 28 de marzo; tras la renuncia del Cardenal Claudio Hummes y los demás miembros de la presidencia.
Como primer vicepresidente fue elegido Mons. Leonardo Steiner, arzobispo de Manaus (Brasil), y como segundo vicepresidente a Mauricio López, coordinador del Centro de Redes y Acción Pastoral del CELAM (Ecuador). Mons. Eugenio Coter, obispo de Pando (Bolivia), fue ratificado como representante de los Obispos Amazónicos en la presidencia de la CEAMA.
Durante la reunión se reflexionó sobre el camino que se viene realizando en los últimos años; y se presentó un plan para la reforma de los Estatutos que contribuyan a fortalecer y consolidar la CEAMA desde el espíritu de la sinodalidad, de la Asamblea Eclesial y como servicio a las jurisdicciones eclesiásticas de la Amazonía.
"Los desafíos de la Amazonía son parte también de la CEAMA, y definitivamente están marcados por la concepción de la evangelización en la región Amazónica, pero desde dos realidades importantes: la Conferencia Eclesial de la Amazonía y la Red Eclesial Panamazónica .Podemos decir que estos desafíos consisten en hacer un plan conjunto para toda la Amazonía", sostuvo el Card. Pedro Barreto.
En ese sentido, expresó que otro de los retos presentes son la realización de un plan pastoral, y que los Núcleos Temáticos de la CEAMA se puedan compartir con la REPAM. "Tenemos que ir haciendo un enclave territorial, es decir, entrar a esta propuesta definitivamente en el territorio. La REPAM nos ayuda en ese aspecto porque tiene esa responsabilidad. ", agregó.
Por otro lado, señaló que lo que se busca es continuar con el deseo del Papa Francisco para que la Iglesia tenga un rostro amazónico. "Esto quiere decir que no solamente la cultura amazónica, sino la espiritualidad esté presentes en nuestra vida y en nuestra misión. Y aquí tenemos un grave reto de cómo incorporar también a los pueblos y comunidades originarias en este proceso evangelizador que como Iglesia tenemos que realizar", mencionó.
El Cardenal reiteró la intención de continuar con el proceso de escucha de los hermanos y hermanas de la Amazonía, y también al gemido de la tierra. “La nueva presidencia esta avocada no solo a continuar el proceso sinodal, sino a ir respondiendo desde los Núcleos Temáticos a esta problemática muy grave, que como sabemos no solo es la crisis sanitaria, sino la climática que viene afectando gravemente al territorio amazónico con una creciente deforestación y una actitud lesiva a los pueblos originarios y a todos los que viven allí", puntualizó.
La Conferencia Eclesial de la Amazonia (CEAMA) y la Red Eclesial Amazónica (REPAM), entidades que representan a la Iglesia Católica en el territorio amazónico, se manifiestan públicamente ante los líderes y lideresas presentes en la COP26 sobre la importancia de tomar decisiones en favor del planeta.
La Conferencia Eclesial de la Amazonia (CEAMA) y la Red Eclesial Amazónica (REPAM) hicieron un llamado urgente para luchar contra toda degradación que se vive en el bioma amazónico. A través de una misiva, las entidades que conforman la Iglesia Católica en territorio amazónico expresaron a los líderes y lideresas presentes en la COP26, en Glasgow, Escocia, su sentimiento «de desconcierto y a la vez de impotencia», al contemplar y experimentar el caos que vive el planeta, entre otras cosas, «a causa del cambio climático y sus consecuencias catastróficas para la humanidad y para la casa común».
«La Amazonia es una región amenazada por diversos motivos: políticas socioambientales de gobiernos insensibles e intransigentes, el modelo extractivista que impera, la desertificación que avanza, el uso del suelo inapropiado y su sobrexplotación, la deforestación y menoscabo de nuestros bosques, las quemas indiscriminadas y en aumento, la contaminación de las aguas y muchos otros (…) Necesitamos cuidar de nuestra casa común y tomar medidas de extrema urgencia ante la afectación que sufren los territorios y los pueblos amazónicos y sus culturas. Los impactos son inmensos y todos sufrimos las consecuencias», señalaron en la carta.
Agregaron que ya no sirve de nada los «paños tibios, las promesas incumplidas, los compromisos no asumidos, ni las medidas que no sean radicales en la emisión de gases y en otras complementarias», pues el mundo actual está «roto» y se debe empezar a actuar de manera integral para responder a toda la «realidad infernal», ratificando el acuerdo de París y lo que ello implica. Asimismo, mencionaron que «todos y todas somos parte del problema, pero también de la solución» y, en ese sentido, «no podemos esperar más, quisiéramos tener resultados palpables y que lleven a cambios de rumbo de una vez por todas».
A continuación, lee la carta dirigida a los líderes la cumbre de la COP26 de forma íntegra: