Sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos se reunieron este 1 de noviembre en la catedral de la ciudad para celebrar la misa por el eterno descanso de quien, durante ocho años, fue obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos.
“Un día como hoy amanecíamos con la noticia de la muerte de Monseñor Miguel Olaortúa. No nos podíamos imaginar esa situación, sabíamos que estaba enfermo, pero no entraba dentro del horizonte una muerte prematura. Sin embargo, Dios tenía planes distintos…”. Con estas palabras inició su homilía el obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos, Monseñor Miguel Ángel Cadenas, durante la misa celebrada este 1 de noviembre por el segundo aniversario del fallecimiento de Monseñor Miguel Olaortúa.
Monseñor Miguel Olaortúa Laspra fue obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos de 2011 a 2019. Falleció el 1 de noviembre de 2019, a los 56 años de edad, con 8 años de ministerio episcopal. La misa por su eterno descanso se celebró este lunes, Día de Todos los Santos, en la parroquia San Juan Bautista, Iglesia Matriz, ubicada la ciudad de Iquitos (Loreto); y estuvo presidida por Monseñor Miguel Ángel Cadenas y todos los sacerdotes del Vicariato, así como religiosos, religiosas y laicos que se hicieron presentes para recordarlo.
“Hoy recordamos a todos los cristianos que ya han partido de este mundo y están en la presencia de Dios. Y este Vicariato Apostólico de Iquitos recuerda a su obispo, Miguel Olaortúa, que estuvo al frente más o menos durante una década. Pero los cristianos tenemos la convicción, la certeza de nuestra fe, que la muerte no es la palabra definitiva. Sino que Dos nos recibe en sus benditas manos. Esto forma parte de la fe de los cristianos de todos los tiempos”, afirmó Monseñor Miguel Ángel.
En el ofertorio se presentaron un cirio encendido en señal de luz, unas huellas como símbolo del paso y el Plan Pastoral que ejecutó Monseñor en su ministerio a cargo del Vicariato. Al finalizar la acción de gracias, Monseñor Miguel Ángel Cadenas, junto con una familia, llevó un arreglo floral a la tumba de Monseñor Olaortúa, ubicada en el lado izquierdo del ingreso de la Catedral de Iquitos.
A través de una exposición virtual, el colectivo ‘Etochime Harakbut’, integrado por artistas hombres y mujeres de distintas edades de Madre de Dios, mostró al mundo su propuesta denominada "Los hijos del bosque", que persigue el rescate y la preservación cultural e identitaria, mediante la reflexión colectiva y la pintura.
“Mis abuelos cuentan que, antiguamente, ellos estaban en conexión con el bosque. Y una de las formas de conectar con el bosque era la pintura Arakbut. Esas líneas con el tiempo se han ido perdiendo… Entonces, me hice una pregunta: ¿cómo podíamos rescatarlas? Cada línea expresa sabiduría, nos hace recordar que somos hijos del bosque, nos da un bagaje de conocimientos que nunca debemos olvidar porque es la herencia de nuestros abuelos”. La exposición artística denominada “Los hijos del Bosque”, presentada el jueves 21 de octubre por el colectivo ‘Etochime Harakbut’, en palabras de una de sus miembros, Yésica Patiachi, busca transmitir la historia, los saberes y la cultura de este pueblo indígena al mundo, para así evitar su desaparición.
El evento fue transmitido por el Facebook Live de Radio Madre de Dios, el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y el Museo Etnográfico Amazónico, y reunió a un grupo de artistas Arakbut de diferentes edades de la región Madre de Dios. El encuentro, realizado en Puerto Maldonado, contó con los comentarios de la propia Yésica Patiachi, así como de Luis Tayori, ambos impulsores del colectivo artístico. También participaron la misionera dominica Hna. Zully Rojas, quien viene apoyando y respaldando de cerca esta iniciativa desde sus inicios, así como María Eugenia Yllia, historiadora del Arte y museóloga.
Los artistas, que pertenecen a la comunidad nativa Puerto Luz y Shintuya, regresan con esta exposición para el tercer aniversario del colectivo con la intención de retomarlo para seguir mostrándole a la ciudad lo desconocido de su cultura. “Quiero que disfruten nuestro arte Arakbut, nuestra cosmovisión, nuestra historia, y que esta historia transcienda a muchas personas, así como el mensaje que queremos dar (…) Agradecer una vez más por el espacio que venimos impulsando para que los jóvenes sigan teniendo esa conexión desde la zona urbana hacia los territorios”, resaltó Luis Tayori en su presentación.
Para la historiadora del Arte, María Eugenia Yllia, la reflexión que deja esta exposición es el interés de pintar para no olvidar, y para poder visibilizar aquello que durante mucho tiempo no ha podido hacerse conocido. “Etochime Harakbut nos muestra una serie de iniciativas y, en realidad, este es un paso más de una larga lista de esfuerzos colectivos en los que cada uno de los artistas, desde sus propias miradas, sus propias generaciones, han buscado traer la memoria y hacer lo posible porque ello no se pierda, principalmente para que los más jóvenes no olviden”.
Por otro lado, la Hna. Zully Rojas recordó la visita del Papa Francisco a Puerto Maldonado en 2018, cuando felicitó a aquellos que, por medio de la pintura y literatura, muestran al mundo su cosmovisión. Resaltó que el sumo pontífice considera necesario que los pueblos originarios sean quienes se autodefinen y muestran su identidad para poder escucharles. "Este es un paso del gran sueño. En distintos momentos hemos compartido que este proyecto tiene que seguir haciéndose realidad. Por eso hablamos de una muestra de más cuadros, y de la posibilidad de una escuela de teatro, de una escuela de pintura para hijos de familias indígenas en la ciudad. Dentro de este sueño es que queremos seguir caminando juntos y juntas, haciéndolo realidad".
Los hijos del bosque
El título de esta muestra artística está inspirado en el árbol de Aname, que, según cuentan los abuelos Arakbut, salvó a todos de la catástrofe y les hizo entender que se debe vivir en equilibrio y armonía con la naturaleza, tomando lo necesario, pero sin depredar a gran escala. Esta idea también la transmite Yésica Patiachi a través de sus cuadros. “El mensaje es resistencia, historia, conocimiento ancestral, reivindicar a los ancianos, rescatar nuestra mitología, cosmovisión… Es decirle al mundo que nosotros tenemos una forma distinta de ver el bosque. Somos hijos de Aname y también somos guardianes del bosque y lo seguiremos siendo”.
En palabras de Percy Tayori, este tipo de pintura nace de la necesidad que de los pueblos originarios de difundir su cultura a las civilizaciones modernas. Para él, la Amazonía es una despensa de riquezas que incluye a los pueblos originarios. “Mi cultura Arakbut expresa lo que significa la iconografía, las pinturas corporales, la historia y el origen como pueblo originario, mitos, guerras, cuentos, alegría, liderazgo. Mi mayor inspiración es relatar, describir lo que significa y lo maravilloso que es de riquezas, de conocimientos ancestrales, lo concerniente a la cultura indígena”.
A continuación, mira el vídeo de la exposición virtual "Los hijos del bosque":
Mujeres de asentamientos humanos ubicados en la provincia de Alto Amazonas, en la región Loreto, participan en la producción de biohuertos y reciben ayuda humanitaria gracias a un proyecto impulsado por Cáritas Yurimaguas.
En el marco de la pandemia por el COVID-19, y con el propósito de lograr que los asentamientos humanos sean inclusivos, resilientes y con empleos productivos sostenibles, se inició el proyecto “Emprendimientos productivos y ayuda humanitaria para mujeres de asentamientos humanos de Yurimaguas –Perú”, con la participación de 50 familias en la provincia de Alto Amazonas, en la región Loreto.
Esta iniciativa, impulsado por Cáritas Yurimaguas, con el apoyo de la Parroquia Santísima Trinidad de Torralba de Calatrava, en España, comprende dentro de sus actividades la producción de alimentos a través de biohuertos familiares, así como la entrega de alimentos de primera necesidad, kits para agua segura, artículos de higiene y el fortalecimiento de capacidades con la sensibilización en lavado de manos, consumo de agua segura y medidas de prevención frente al COVID-19.
En el proyecto participan 50 mujeres emprendedoras junto a sus familias de los Asentamientos Humanos Santa María, El Ángel, La Selva de Don Teo, La Campiña y Señor de los Milagros ubicados en la provincia de Alto Amazonas, Yurimaguas.
Gracias a la iniciativa de los biohuertos, las familias lograron realizar dos campañas de siembra para la producción de hortalizas. De esa forma complementaron su alimentación familiar con especies como el culantro, tomate, pepino, cebollita china, rabanito y ají dulce, que son de mayor demanda en la zona.
Todo lo producido no solo ha sido suficiente para las familias, sino también han servido para la comercialización de las hortalizas excedentes, a través de las ferias de productores organizadas por el Gobierno Regional de Loreto, denominadas “De la Chacra a La Olla”.
El 27 de octubre de 2019, con una Eucaristía en la Basílica de San Pedro, se clausuraba la Asamblea Sinodal del Sínodo para la Amazonía. Al cumplirse dos años, la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), han querido traer de vuelta lo vivido a lo largo de tres semanas de asamblea.
Por: Luis Miguel Modino
Avances y perspectivas por una Iglesia sinodal
Lo han hecho con un webinar con el título “2 años del Sínodo Amazónico: avances y perspectivas por una Iglesia sinodal”, que ha contado con la presencia del cardenal Claudio Hummes, relator del Sínodo para la Amazonía y actual presidente de la CEAMA, Yesica Patiachi, indígena del pueblo harakbut, auditora en la asamblea y actual consejera de la presidencia de la REPAM, y Tania Ávila, teóloga indígena boliviana que estuvo presente en la asamblea sinodal como auditora.
La participación de los pueblos indígenas en un Sínodo es un hito, como afirmaba Yesica Patiachi. La indígena del pueblo harakbut insistió en que no se sintió discriminada, algo importante para unos pueblos que han sufrido “en carne propia muchas crueldades e injusticias”. La consejera de la REPAM resaltaba la mirada del papa Francisco a los pueblos indígenas de la Amazonía, su escucha con atención, su trato especial, “un papa muy cercano y muy humano”.
Los pueblos indígenas reman junto con el Papa
Patiachi insiste en que del mismo modo que el papa Francisco tiene muy claro lo que quiere para la Amazonía, eso debe ser entendido y asumido por todos los que viven en la Iglesia de la Amazonía. Por eso hacía ver que “a muchos sacerdotes, religiosas, congregaciones les cuesta entender que la Iglesia se está transformando”. En ese sentido, decía tener miedo de que “todo lo que se dijo en el Sínodo se quede en la nada”, relatando sus palabras al papa: “siento que estás remando solo, pero los pueblos indígenas estamos contigo y vamos a remar juntos”.
En su intervención insistía en ver el futuro como posibilidad de poder cambiar, de a partir del error construir nuevos caminos. Por eso ve necesario que el misionero entienda que “no viene con la receta mágica, lo que tiene que hacer es escuchar al hermano, algo que es posible desde la sinodalidad”. Desde ahí, “aplicar la interculturalidad, sin imponer”, pues según la indígena peruana, “la Iglesia no puede tener una relación tóxica con los pueblos indígenas”, algo en lo que reconoce que ya hay un avance. Se trata de dar pasos para entender lo que implica una Iglesia con rostro amazónico, de entender que no hay una receta para la Amazonía, que se está abriendo el camino, en un acompañamiento a largo plazo, en una Amazonía que es compleja.
Conversión para una acción misionera eclesial, sinodal y pastoral
La conversión a Jesucristo y a su Iglesia como parte de todo proceso eclesial. Este ha sido el punto de partida de la reflexión del cardenal Cláudio Hummes, que ha afirmado que «esta conversión nace a su vez de un encuentro fuerte, personal y comunitario con Jesucristo», algo que ocurrió con los discípulos, que «sintieron un fuego nuevo en su interior que los llevó a ser misioneros». Esta conversión «debe ser constantemente retomada y alimentada durante la vida», según el cardenal.
Sin esta conversión, «nuestra acción misionera en la Amazonía será como paja que se quema y no tendrá nada de eclesial, sinodal o pastoral», insiste el cardenal Hummes. Según él, «alimentado por la conversión eclesial, el camino sinodal de la Iglesia en la Amazonía hoy echa raíces y se fortalece», algo que se concreta en que «en la Amazonía, la Iglesia hoy convoca no sólo a los obispos como agentes del proceso, sino también a las demás categorías del pueblo de Dios».
Sínodo que ha generado nuevas experiencias eclesiales
Todo esto ha generado una Asamblea Eclesial Latinoamericana, dice el cardenal, que convoca a todas las categorías del pueblo de Dios. Para el purpurado, «representará también una innovación en la Iglesia mundial y reforzará la gran reforma de la Iglesia deseada por el papa e indicada en su encíclica Evangelii Gaudium». En la misma línea, se refirió al reconocimiento canónico de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) por parte del papa Francisco. Esto fortalece el trabajo de la Iglesia en la Amazonía, según el presidente de la CEAMA, pidiendo que la «erección canónica nos reconforte para trabajar, nos inspire y nos ensanche el corazón».
El cardenal llamó a «no olvidar que siempre trabajamos en red», poniendo como ejemplo la REPAM. Reflexionó sobre la dificultad de las conferencias episcopales para entrar en la metodología sinodal. Aun así, considera fundamental que la CEAMA y las conferencias de los países que forman parte de la Pan-Amazonía elaboren conjuntamente el Plan de Pastoral de Conjunto, para «promover el proceso pastoral y sinodal en la aplicación del sínodo en el territorio».
Junto a esto, el cardenal Claudio Hummes reflexionó sobre la necesidad de «fomentar una mayor inculturación de la fe en el mencionado territorio». San Juan Pablo II ya reflexionó sobre ello, recordó el cardenal, y lo está promoviendo la CEAMA, insistiendo en que «la inculturación, como sabemos, exige procesos largos».
Hilos que se siguen tejiendo
A través de diferentes símbolos, Tania Ávila ha ido relatando sus sentimientos sobre lo vivido en los dos últimos años a la luz de la Querida Amazonía y el Documento Final del Sínodo. La teóloga boliviana recordaba lo dicho hace dos años, cuando comparaba el Sínodo con un tejido, en el que “se dejarían hilos para seguir tejiendo”, algo expresado en conversiones y sueños. La auditora sinodal aboga por aprender relaciones colaborativas, por reconocer a los pueblos como los principales interlocutores, una insistencia del papa en Querida Amazonía.
La experiencia de escucha, la búsqueda de diálogo, el reconocimiento de las voces diversas de distintas culturas y de los modos de sentirse Iglesia, son vistos como desafíos por la teóloga. Se trata de entender, como ocurre con el Río Amazonas, de que son muchos los ríos que confluyen, que “cada río trae las voces de sus territorios, de las personas que hacen parte de él, de los ancestros que han cantado a sus orillas, traen sueños de presente, del pasado y del futuro”. Pero también traen elementos negativos, que “en vez de dar vida crean muerte”.
Tania expresó los aportes en los símbolos del poliedro, imagen con la que el papa Francisco nos recuerda que “los pueblos son los principales interlocutores”; semillas pequeñas mezcladas, que invitan a discernir juntos; raíces, que muestran la necesaria corresponsabilidad; espiral, que expresa sororidad, destacando la importancia decisiva de la participación de las mujeres en el Sínodo; cuya con agua, muestra de que tenemos que reaprender a ser Iglesia sinodal; y una semilla, que nos llama a plantar para el futuro, a soñar.
Las Presidencias y las Secretarias Ejecutivas de la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA y de la Red Eclesial Panamazónica – REPAM se encontraron el 19 de octubre de 2021 para reafirmar su compromiso de caminar juntos para la aplicación del Sínodo en el territorio.
Por Comunicaciones CEAMA y REPAM
Para el presidente de la CEAMA, Card. Claudio Hummes, “la historia y futuro de la Iglesia se marcan con el reconocimiento canónico, a través de la personalidad jurídica, que le otorgó el Papa a la CEAMA”. Con este reconocimiento, “contamos con nuevas posibilidades, nuevos ánimos, y nueva comunión para avanzar en la aplicación del Sínodo en el territorio”. Finaliza diciendo que “si la Iglesia quiere tener futuro debe ser una Iglesia sinodal”.
Para Mons. Rafael Cob, vicepresidente de la REPAM, el reconocimiento canónico de la CEAMA fortalecerá las iglesias locales de la Amazonia y podrá afrontar el desafío que se tiene en la formación de los nuevos seminaristas y de los ministerios en la acción pastoral: “El espíritu de Dios nos está dirigiendo mar adentro con fortaleza y coraje para que nuestra Iglesia abra nuevos caminos de la evangelización”.
Articulación en los núcleos temáticos
El padre Alfredo Ferro, secretario ejecutivo de la CEAMA manifestó que “se está viviendo un momento de mucho regocijo y esperanza en la Iglesia”. En este trascurso del encuentro se hizo una presentación de la propuesta de estructura para el trabajo conjunto entre REPAM, CLAR, CARITAS, CELAM, CEAMA y las Iglesias locales.
Estos serán presentados para ratificación en el Comité Ejecutivo de la REPAM, que se realizará en noviembre, y la Asamblea Plenaria de la CEAMA, en diciembre. Lo que se busca es que se complementen, desde un espíritu de comunión, las identidades, misiones y competencias de cada uno, a través de la dinamización de los núcleos temáticos en el “Plan de Pastoral de Conjunto de la Iglesia en la Amazonia”.
Por su parte Monseñor Eugenio Coter, obispo referencial para el diálogo con los obispos de la Panamazonía, es primordial contar con la presencia de la REPAM en el territorio, para “recoger las experiencias que pueden ser de ayuda a todas las comisiones de los núcleos temáticos, como la del rito amazónico, por ejemplo, de manera que estamos construyendo sobre la que ya es la realidad eclesial”.
Dos espacios novedosos
El Card. Pedro Barreto, presidente de la REPAM, subraya que “tanto la CEAMA como REPAM tienen dos características novedosas: una es la presencia de la primera Conferencia Eclesial que tiene la preocupación por un bioma o una región específica importante para la humanidad. Y la segunda es la articulación de las fronteras de los nueve países de la Amazonia. CEAMA y REPAM conforman la relación de esos dos espacios: uno es jurídico y el otro es de territorio. Es una Iglesia que trabaja por la unidad desde la diversidad”.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la REPAM, Hno. João Gutemberg, dijo que era necesario profundizar la relación cercana y fraterna entre la CEAMA y REPAM, lo que se viene realizando en los últimos meses. “La CEAMA fortalece a la REPAM porque ayuda a aclarar lo que le corresponde a cada una. A la REPAM le compete el trabajo en red en los territorios. A la CEAMA lo que le concierne a la Iglesia en la Amazonía y sus responsabilidades eclesiales”.
Equipo de Comunicaciones: Aura Orozco, CEAMA; P. Julio Caldeira, REPAM
El Papa Francisco ha erigido canónicamente la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), como persona jurídica pública eclesiástica. Así se lo ha comunicado en una carta con fecha de 11 de octubre, el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, al cardenal Claudio Hummes, presidente de la CEAMA, respondiendo a una carta de éste, enviada el 30 de septiembre. La aprobación se produjo el pasado 9 de octubre en la Audiencia con el Santo Padre.
Por Luis Miguel Modino
Tras la erección canónica falta la aprobación del texto modificado de los Estatutos, que el Papa examinará personalmente, y la redacción del correspondiente Decreto de erección, que como señala la carta será transmitido lo antes posible al presidente de la CEAMA, creada después de su Asamblea fundacional, celebrada del 26 al 29 de junio de 2020, momento en que comenzaron los trámites con diferentes Dicasterios de la Curia Romana, un proceso que se prolongó hasta el 4 de mayo de 2021. Junto con ello, dentro del proceso de renovación y reestructuración del Celam, también han sido analizados los nuevos Estatutos del Consejo Episcopal Latinoamericano, al que está vinculado la CEAMA.
Naturaleza inédita
Según el cardenal Ouellet, se han comparado “los dos Estatutos para coordinar sus respectivas actividades institucionales, definiendo sus relaciones recíprocas”. Con ello se quiere “evitar cualquier peligro de confusión o solapamiento de competencias, con el fin de garantizar el buen funcionamiento de las actividades y la misión de cada organismo”.
La aprobación definitiva depende de que sea “completado el estudio comparativo necesario y se hayan propuesto y aplicado las modificaciones del texto”, afirma el presidente de la Congregación de los Obispos. No podemos olvidar, como se menciona en la carta, la naturaleza inédita del organismo, pues estamos ante una conferencia eclesial y no solo episcopal.
Nuevos caminos en sinodalidad
En ese sentido, el P. Alfredo Ferro sj, secretario ejecutivo de la CEAMA, afirma que “para la Iglesia latinoamericana y particularmente para la Iglesia de la Amazonía, es una alegría muy grande” lo expresado en la carta del prefecto de la Congregación de los Obispos al presidente de la CEAMA, donde se comunica la erección canónica de la Conferencia Eclesial de la Amazonía por el Santo Padre.
Según el jesuita colombiano, como CEAMA “nos sentimos no solo inmensamente alegres, sino reconocidos por este gesto de cariño del Papa, dándole un reconocimiento a lo que es el deseo y fue el compromiso del Documento Final del Sínodo, donde expresaba la necesidad de crear esta conferencia”. Para el padre Ferro, “este reconocimiento canónico se hace en el marco de un llamado que el Papa Francisco nos ha hecho a vivir la sinodalidad”.
Dentro de ese marco, en palabras del secretario ejecutivo de la CEAMA, “tenemos claramente un contexto y una coyuntura favorable expresado también por la carta, en la reestructuración y renovación del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), de la preparación y celebración de la próxima Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, y del inicio del proceso del Sínodo de los Obispos sobre Sinodalidad”.
Para el padre Ferro, “sentimos que soplan nuevos vientos del Espíritu en esta Iglesia”, algo por lo que agradece al Señor y al cardenal Pedro Barreto, nombrado en la carta, quien “le ha manifestado explícitamente al Cardenal Ouellet y al Santo Padre la necesidad de este reconocimiento canónico para que la CEAMA pueda desarrollarse ya de manera más oficial, con esta personalidad jurídica, sus actividades y sus propósitos en su misión amplia de delinear un plan de Pastoral de Conjunto para la Iglesia de la Amazonía”.
Una de las grandes ocupaciones del SÍNODO PANAMAZÓNICO es DESCOLONIZAR. Una tarea imprescindible, ineludible y delicada que no se puede postergar. Todo indica que el Sínodo ha ponderado los tiempos. La iglesia no debe apurarse, debe vivir en el tiempo de Dios. No pasa nada porque no lo veamos. Llevamos predicando dos milenios el Reino de Dios. El Sínodo se plantea la posibilidad que personas casadas, especialmente indígenas, puedan ser sacerdotes. Esto es una apuesta de largo aliento. Si se aprobara esta propuesta, en una década tendríamos muchos más sacerdotes indígenas y se modificaría la composición de los presbiterios en los Vicariatos. Por tanto, la predicación cambiaría, la forma de mirar la iglesia y el mundo cambiaría, el acompañamiento a pueblos indígenas cambiaría, los cantos cambiarían... y el corazón de la iglesia latiría con ritmos indígenas.
Pero no todo es lineal y tan sencillo. No se trata únicamente de cambiar de “rostro”, que por supuesto hay que cambiar. Lo que se precisa cambiar es el corazón. De otro modo, ¿Cómo será la formación de estos candidatos?, si se van a preparar con esquemas occidentales, tal como se exige ahora desde Roma en los seminarios, no hemos avanzado mucho. Es preciso descolonizar la teología y el lenguaje. Un ejemplo: un dirigente eclesial importante, a quien admiro y respeto, y con seguridad ha hecho más por pueblos indígenas que yo, ha realizado un gran esfuerzo por publicar un librito sobre la Biblia y traducirlo a tres idiomas indígenas, ¿Es esto lo que hay que hacer?, pues depende a quién se pregunte. Este dirigente eclesial cree que sí. En mi opinión no es suficiente porque se parte de lo que es la Biblia para los occidentales y se traduce a tres idiomas indígenas. Creo que hubiera sido mucho más productivo preguntarse qué están haciendo ya los indígenas con la Biblia. En la postura de este eclesiástico ya sabemos lo que es la Biblia y los indígenas tienen que aprender lo que ya es. Lo que yo defiendo es preguntarnos qué utilización hacen los indígenas de ella y por qué es importante para ellos. Simplificando bastante: en la primera visión, occidente dicta y los indígenas aprenden. En la segunda visión los indígenas conversan y occidente aprende.
No faltará quien se pregunte: ¿es necesario traducir la Biblia? De hecho, ya está traducida, y no lo hemos hecho los católicos, sino el ILV. Pero veamos lo difícil que es traducir. Los wari (Brasil) no tienen palabra para expresar ‘amor’, un concepto cristiano clave. Cuando han traducido la Biblia no encontraban palabra para traducirla, así que la palabra que utilizan significa literalmente ‘no me disgusta’. Los kukama traducen amor como ‘hacer doler’. Para los kanamari, las personas que no pueden producir comida (ancianos y niños) no reciben propiamente amor. Un niño es alimentado con normalidad por su madre, pero comenzará a recibir amor cuando el niño colabore un poco con la obtención de comida. Por ejemplo, cuando trae de la chacra un trozo de yuca pequeño. ¿Cómo traducir entonces amor? ¿Cómo comprenderlo?
Todo esto no es objeto del Sínodo Panamazónico, no lo puede ser, pero está en el fondo de las conversaciones. Será después del Sínodo, los especialistas quienes vayan afinando las propuestas del Sínodo. Lo cierto es que este tema de “descolonizar las mentes” va más allá del “rostro amazónico”. [Señalo una trampa, para que se perciban las contradicciones: la división entre mente y cuerpo es occidental. Los achuar dicen que el alma (esas que vagan por el aire) también tiene cuerpo, que es diferente del cuerpo con hueso y carne de la tierra. Los occidentales hace tiempo que dejaron de utilizar la palabra ‘alma’, prefieren ‘mente’ que es más neutra]. Descolonizar, siendo una tarea ineludible, será la tarea de las próximas décadas. Aprender idiomas indígenas, no siendo suficiente, es una buena base para descolonizar nuestras vidas.
El obispo de Iquitos, Mons. Miguel Ángel Cadenas, recuerda que el modelo extractivista está fracasando a nivel mundial, pues “las grandes petroleras están invirtiendo en energías limpias” y, como señala el Papa Francisco, es urgente afrontar una transición energética. También pide que, desde las urbes, se busque la dignidad de todos y todas porque “los indígenas tienen los mismos derechos y necesidades que el resto de la población”.
Por: CAAAP / Rubén Meza (LVS)
“En primer lugar hay que decir que las poblaciones indígenas son ciudadanos y ciudadanas de primera clase, exactamente igual que aquellos que vivimos en la ciudad. Y tienen los mismos derechos y las mismas necesidades que el resto de la población. Mientras no entendamos esto no habrá solución a los problemas”. En entrevista realizada por el periodista Rubén Meza en La Voz de la Selva, emisora radial del Vicariato Apostólico de Iquitos, su obispo, Miguel Ángel Cadenas, se pronunció en referencia a los diferentes conflictos sociales y problemáticas medioambientales que enfrenta la región Loreto, la más grande de la Amazonía Peruana, que continúa siendo asediada desde diferentes frentes.
Y es que, a los reclamos desde diferentes distritos de los pueblos afectados por la actividad petrolera, que lleva décadas causando derrames y afectando directamente a las fuentes de alimento, a la salud y a la cultura de las poblaciones indígenas y ribereñas, se suma ahora la problemática minera en el río Nanay y otras cuencas fluviales. Todo ello mientras persiste y aumenta también el tráfico de madera ilegal, así como las problemáticas sociales (desnutrición, anemia, falta de oportunidades, alcoholismo, violencia…) que vienen de la mano. Un modelo extractivista sobre el que el obispo de Iquitos no tiene ninguna duda.
“En Loreto se sigue insistiendo en el tema extractivo. Creo que ese modelo está fracasando en todo el mundo. Las grandes petroleras en todo el mundo están invirtiendo en energías limpias. El Papa Francisco nos habla continuamente de la necesidad de una transición energética. Los cristianos tenemos que ponernos en esa situación. Me parece que ahora sería la oportunidad para exigir al Estado, y con él a las empresas, que inviertan mucho dinero en descontaminar. Y eso podría generar mucho trabajo también incluso en la ciudad”, afirmó Mons. Cadenas en la mencionada entrevista “por lo tanto, lo que pido es que la ciudad entienda los problemas que están sucediendo en el río. Busquemos el bien común, y en tiempos de cambio climático no es conveniente que contaminemos todo. Al contrario, lo que tenemos que hacer es exigir dinero para descontaminar lo que ya se ha contaminado en todas estas décadas pasadas”.
Asegurando, en coincidencia con los mensajes del Papa Francisco, que la política es necesaria, el obispo sí considera que “la política está fallando porque, muchas veces, los políticos se venden a intereses económicos y no buscan el bien común”. Recuerda que los problemas que sufre la región Loreto no son nuevos, sino que vienen de tiempo atrás: “No se resuelven, pero se prometen resolver y, por ello, cuando el tiempo pasa los niveles de crispación son más altos”. En esa línea invocó a las autoridades a actuar en base al bien común y a rebajar las tensiones “no de cualquier manera, como ha pasado hasta ahora, sino resolviendo los problemas de fondo”. En su opinión, además, la conflictividad social está en aumento porque las reglas de la industria extractiva no están claras y, además, a menudo no se cumplen.
Río Marañón, ¿sujeto de derechos?
Interrogado sobre la demanda contra el Estado interpuesta semanas atrás por la federación de mujeres kukamas ‘Huaynakana Kamatahuara Kana’, donde se pide que el río Marañón sea considerado como un Ser Vivo y tenga personalidad jurídica en base a la importancia que tiene para los pueblos indígenas que habitan sus riberas, Mons. Miguel Ángel Cadenas consideró que es un reclamo viable. También recordó que la Organización Mundial de la Salud incluye, al hablar sobre la definición de salud, el derecho a un medioambiente sano. “Necesitamos, por lo tanto, vivir en un ambiente que sea adecuado”, indicó. Ligando su postura a los lineamientos de toda la Iglesia Amazónica, amparados recientemente en el Sínodo de la Amazonía del año 2019, explicó que en dicho evento también se habló, y mucho, sobre los derechos de la naturaleza y la necesidad de defenderlos. “Defender el río Marañón como un ser vivo es la posibilidad de incluir la visión indígena y que tengan los derechos que merecen. Por lo tanto, es absolutamente necesario”, aseveró.
Durante su intervención el obispo de Iquitos abogó por incentivar una mayor reflexión y conciencia ciudadana para “buscar las mejores condiciones de vida para todos, no solo para nosotros”. Por ello consideró que es completamente inexplicable que desde las ciudades se impulse y abogue por actitudes que van en contra de los datos que demuestran que el calentamiento global y el cambio climático es, de facto, una realidad que nos afecta a todos.
Por último, con pesar, el obispo de Iquitos recordó públicamente le dolorosa época del caucho que llenó de sangre los ríos de la Amazonía y, en particular, de la región Loreto. “En aquellos años la ciudad de Iquitos fue ciega por no ver lo que estaba pasando”, lamentó, “décadas después nos dimos cuenta que fue una salvajada el asesinato de indígenas. Ahora tal vez todavía hay personas que se niegan a ver la realidad, pero dentro de varias décadas todo el mundo comprenderá que no hemos estado a la altura de las circunstancias porque hemos estado propiciando un extractivismo que nos ha llevado a nada”.
Ahora ya son siete los diáconos permanentes nativos que brindan su acompañamiento y servicio a la población Achuar, ubicada en una de las zonas más alejadas del Vicariato Apostólico de Yurimaguas. Los dos nuevos miembros, incorporados tras la ceremonia del 7 de octubre en la misión de Kuyuntsa, se suman a los cinco ordenados, años atrás, por Mons. José Luis Astigarraga. El misionero salesiano Diego Clavijo nos comparte cómo se vivió este evento de gran trascendencia para la Iglesia amazónica.
Por: Querida Amazonía – REPAM Perú
“Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse y de encarnarse en la Amazonia, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos.” (QA n.7)
Mashinkiash Shirap Chau y Timias Timias Uwiti. Ellos son los dos nuevos diáconos permanentes del pueblo Achuar que, el pasado 7 de octubre, fueron ordenados en la Misión de Kuyuntsa por el obispo del Vicariato Apostólico de Yurimaguas, Monseñor Jesús María Aristín. Dos días demoró el obispo, y el resto de invitados a tan especial celebración, en llegar hasta el lugar. Es uno de los más alejados de su jurisdicción, ya en la frontera con el Ecuador. Es el mismo en el que el misionero salesiano Luis Bolla, hoy en proceso de beatificación, regaló más de tres décadas de su inspiradora existencia.
Sabiéndose acompañados y guiados por él, es que el pueblo Achuar continúa despertando vocaciones. Aparte de los dos mencionados diáconos, que se suman a los cuatro ordenados años atrás por el anterior obispo, Mons. José Luis Artigarraga, la ceremonia mencionada también fue motivo para la institución de los ministerios a dos nuevos exorcistas y siete ministros de la eucaristía.
Luego de recibir las imágenes, que muestran una celebración completamente inculturada según las tradiciones del pueblo Achuar, recogimos las impresiones del padre Diego Clavijo, misionero salesiano que, desde la zona, nos comentó los detalles de la ceremonia de recibimiento a estos nuevos hermanos cuya presencia y acompañamiento será muy importante en los ríos y comunidades de la frontera achuar entre Perú y Ecuador. Sus palabras brindan esperanza, pues comenta que el seminario intervicarial con los vecinos hermanos del Ecuador comienza a dar sus frutos.
Padre Diego, ¿cómo se vivió el acontecimiento del último jueves 7 de octubre?
En este mes misionero hemos tenido una gran bendición de Dios y del padre Bolla, un milagro grande que fue la ordenación de dos diáconos permanentes Achuar. La ceremonia fue presidida por monseñor Jesús María Aristín, previo a este acontecimiento tuvimos la institución de siete ministros de la eucaristía, que van a seguir trabajando en sus comunidades. En ese día llevaron su canasta con las hostias consagradas para que puedan empezar su trabajo en las diferentes comunidades a donde pertenecen. Como son muchos días de camino, entre cuatro a seis días, lo llevan muy protegido para que puedan llegar hasta sus comunidades. También hemos tenido una gran bendición, la institución ministerial exorcista. Para nosotros acá, en el pueblo Achuar, la atención a los enfermos es un proceso, una acción misionera de caridad fundamental, ya que son los más aislados y sufren la poca atención médica del Ministerio de Salud. Entonces, tanto estos dos ministerios como la ordenación diaconal, han sido acontecimientos importantes para nuestra Iglesia. Se vivieron momentos de mucha alegría, entusiasmo y también de agradecimiento a Dios y al padre Bolla por estos dones, estos ministerios que son un servicio más para su Iglesia, que va creciendo con mucha intensidad y fuerza.
¿Cómo se desarrolló la ceremonia? ¿Quiénes estaban presentes?
Nosotros tenemos una liturgia especial, de manera particular inculturada, la Eucaristía tiene un proceso especial dentro de la celebración eucarística. Después de la homilía se inició con el rito propio de la institución de los ministros de la eucaristía, llamados también ‘ayurcantin’. Ellos participaron renovando su compromiso de fidelidad a la Iglesia, a sus comunidades y al obispo. Luego vino la institución de los ministros de los enfermos, llamados también exorcistas. Ellos han renovado su compromiso de fe, de vida cristiana y, finalmente, se realizó la ordenación diaconal de los hermanos Mashinkiash Shirap Chau y Timias Timias Uwiti. Además, estuvo presente todo el alumnado del colegio secundario Achuar Mashuta, así como estudiantes de la Primaria y los niños de Inicial con sus padres, quienes tuvieron una gran representación. También hubo pobladores de la zona, llegados muchos de diferentes comunidades y una delegación de la Parroquia Achuar del Ecuador “Cristo Resucitado”, padres agustinos con el párroco, dos hermanas y un hermano salesiano misionero. Los cuatro fueron participantes y testigos de esa celebración. Asimismo, participaron el padre José Kamza, párroco y delegado de misiones de la inspectoría salesiana del Perú, así como el hermano José Gallego, miembro salesiano de la misión de San Lorenzo, algunos medios de comunicación salesiana de Lima, la fundación Don Bosco con la hermana Lourdes Liendo… creo que más de 300 personas estábamos en la iglesia en esta celebración.
¿Qué papel tendrán los nuevos diáconos? ¿Cuáles serán sus funciones?
Nuestros cinco primeros diáconos ordenados por monseñor José Luis Astigarraga trabajan en la zona norte del territorio Achuar, en frontera con el Ecuador. Estos dos nuevos diáconos, en cambio, tendrán dos jurisdicciones diversas al sur del territorio en frontera con el pueblo Kandozi y pueblo Kichwa. Tienen la animación de sus jurisdicciones, donde se encuentran animadores de la palabra de Dios, catequistas, cristianos, aquellos que están involucrados dentro de la pastoral y hermanos no católicos que pertenecen a iglesias evangélicas, con quienes también llevamos proyectos en conjunto sobre cooperativa, formación técnica, secundaria tanto para evangélicos como no católicos… hay bastante unidad entre nosotros. Una de las funciones fundamentales será programar el bautismo para los catecúmenos que ya estén en proceso de formación, la fecha se acordará dentro de la reunión de las dos jurisdicciones; también se realizarán los matrimonios en el momento del bautismo o también fuera, para las parejas que han sido bautizadas. Algo importante también es que los enfermos siempre acuden a los diáconos permanentes para pedir oración, que Dios les cure y, más aú,n con la intervención del padre Luis Bolla, ya que se ha abierto su proceso de beatificación y canonización. Creo que es un momento importante en el cual los diáconos van a promover esa devoción hacia el padre Bolla. Ellos lo han vivido en carne propia porque han conocido, compartido y saben la gran espiritualidad del padre Luis Bolla, llamado ‘Yankuam Jintia’ o, en castellano, ‘Lucero del camino’.
Las vocaciones en el pueblo Achuar siguen adelante… ¿a buen ritmo?
Las vocaciones en este camino ministerial hacia el diaconado permanente y los diferentes ministerios está creciendo a su ritmo, como es en la Amazonía. Hay jóvenes con mucha vitalidad. Incluso dentro de este grupo de jóvenes también hay algunos solteros que avanzan en el proceso de formación. Tenemos el seminario intervicarial, entre el Vicariato Apostólico de Méndez en Ecuador, con Mons. Néstor Montesdeoca Becerra, y con el Vicariato de Yurimaguas con Mons. Jesús María Aristín. Se hizo un convenio para la creación del centro de formación ministerial que lleva hasta el diaconado permanente y, Dios quiera, que pronto forme también a los sacerdotes achuar. El convenio se encuentra en acción desde hace tres años. En este momento en mi persona ha caído la responsabilidad de la coordinación. Estamos allí con tres misioneros más, tenemos una estructura simple, pero con la ayuda de los obispos y de la Iglesia podemos salir adelante en la formación con sus propios ministros Achuar.
¿Qué hay que agradecer al padre Bolla?
Creo que sentimos una actitud de profundo agradecimiento hacia el padre Bolla por su constancia, esfuerzo, lucha y entusiasmo por llevar adelante todo el proceso de nacimiento y crecimiento de la iglesia autóctona achuar, con un estilo muy especial de inculturación. Los mismos ritos del diaconado permanente, del exorcismo y ministros de la eucaristía tienen muchos signos que son importantes, ciertamente tienen una base del rito romano que esta matizada y profundizada con elementos achuar. Hace unos días pensaba que, realmente, este es un baño de inculturación del evangelio de la Iglesia, de la liturgia y sacramentos de la misma espiritualidad cristiana dentro del pueblo Achuar. De hecho, para los jóvenes que participaron, realmente ha sido un signo de mucha trascendencia, ya que han visto valores espirituales fundamentales, y creo que para los jóvenes marca un estilo de vida diverso. Veía cómo ellos no se perdían ningún detalle o palabra. Más bien, se ponían de pie para participar y ver cuáles son los ritos con los cuales se realizaba esta jornada. Esta semilla sembrada realmente ha crecido, ha dado fruto y tenemos la responsabilidad de seguir acompañando y avanzar también en el proceso de formación a través del centro de formación ministerial e intervicarial que tenemos.
¿Cómo marchan los procesos de formación en alianza con los hermanos del Ecuador?
Este proceso de formación va por buen camino, como otras experiencias en varios países para grupos originarios que están de un lado y del otro del territorio, que llevan también cursos de catequistas y de formación conjunta en la frontera Perú, Colombia y Brasil. Son pueblos numerosos que están en diferentes lados de la frontera y los agentes pastorales se unen para la catequesis, evangelización y formación. Para nosotros en el pueblo achuar es fundamental tener lineamientos claros y comunes que lleven a la comunión y la unidad de la Iglesia en los diferentes países. Realmente la fe no tiene fronteras, va más allá de los límites humanos y este encuentro de ayuda mutua en la formación con misioneros de mucha experiencia de trabajo con el pueblo achuar, territorio de ambos países, es una luz grande que se está presentando para toda la experiencia de evangelización y formación a los ministerios sacerdotal y diagonal que se viven en América Latina, sobre todo en la Amazonía. Creo que se debe avanzar mucho más en este proceso a nivel teológico, litúrgico y bíblico. Tenemos muchos retos por delante, pero estamos empeñados en que se consolide con mayor fuerza el proceso de formación.
Desde el Vicariato Apostólico de Iquitos se reafirma el compromiso con las poblaciones indígenas en su defensa del río y del bosque y, por tanto, se acompaña en esta iniciativa junto a otras instituciones aliadas: “Sigamos caminando por la trocha de nuestra selva y haciendo eco de la voz profética de anuncia y denuncia de nuestra iglesia”.
Por: Querida Amazonía - Foto: IDL
A través de una reseña en sus redes sociales y, lo que es más importante, mediante el acompañamiento permanente, desde su creación, a la Federación de Mujeres Kukamas Huaynakana Kamatahuara Kana, el Vicariato Apostólico de Iquitos viene manifestando su apoyo a la iniciativa que ha llevado a dicha asociación a demandar a diferentes instituciones del Estado Peruano para el reconocimiento del río Marañón como sujeto de derechos. Piden, por tanto, que sea reconocido como un Ser Vivo.
Este grupo de mujeres, liderado por su presidenta Mariluz Canaquiri, “pide que respeten al río Marañón porque para el pueblo Kukama el río tiene vida, además de ser proveedor de alimentos y de agua para las comunidades ribereñas. Ellas exigen, además, la creación de los Consejos Regionales de Cuenca para que los pueblos indígenas participen en la gestión integral de los recursos naturales, así como el reconocimiento de su federación y otras asociaciones como "guardianes del río”. También exigen que la empresa Petroperú realice un mantenimiento constante del Oleoducto para evitar futuros derrames de petróleo”, se indica desde el Vicariato Apostólico de Iquitos.
La federación ha recibido siempre el apoyo de la Parroquia Santa Rita de Castilla, de Radio Ucamara de Nauta (integrada dentro del Vicariato) y, en general, de todas las instituciones vinculadas a dicha jurisdicción eclesial. Asimismo, para este proceso, viene siendo acompañada por otras instituciones y especialistas legales, sobre todo del Instituto de Defensa Legal.
En el caminar junto a los pueblos indígenas amazónicos, la Iglesia de Iquitos nos pide que “sigamos caminando por la trocha de nuestra selva y haciendo eco de la voz profética de anuncia y denuncia de nuestra iglesia”.