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16 Ago 2024

Encuentro de Misioneros renueva fuerzas y compromisos en el Vicariato San José del Amazonas

Este espacio reunió a sacerdotes, religiosos y laicos para reflexionar sobre la misión, fortalecer la fraternidad y renovar su vocación al servicio de los pueblos amazónicos.

Del 3 al 6 de agosto, se celebró en Indiana, ubicada en la provincia de Maynas, en el departamento de Loreto, el VIII Encuentro de Misioneros del Vicariato Apostólico de San José del Amazonas, un espacio de fraternidad, retiro espiritual y formación. El evento, que se realiza una vez al año, reunió a más de 50 participantes entre sacerdotes, religiosos y laicos provenientes de 14 puestos de misión, reafirmando el compromiso compartido de continuar construyendo una Iglesia sinodal con rostro amazónico.

Este encuentro, que nació como una necesidad de renovar y fortalecer las fuerzas misioneras, se ha consolidado como un espacio clave para esta jurisdicción eclesial de la Amazonía. Anteriormente, la Asamblea Vicarial era la única reunión para todos los agentes pastorales. Sin embargo, con el tiempo, se identificó la necesidad de un encuentro específico para misioneros, donde se pudiera reflexionar sobre los desafíos y experiencias que surgen en el día a día. Es por eso que, durante cuatro días, se realizaron reuniones específicas para laicos, religiosos y sacerdotes, propiciando un ambiente de intercambio y fortalecimiento de la misión.

Foto: Vicariato San José del Amazonas

El obispo del Vicariato Apostólico de San José del Amazonas, Mons. Javier Travieso, sostuvo que este es un intercambio de las experiencias que se van viviendo en el territorio. "En la maloca del Vicariato, los misioneros de los distintos puestos de misión nos reunimos para pensar en lo que vivimos, en lo que sucede a nuestro alrededor, y en las necesidades con las que nos encontramos. Este es un espacio para renovar el sentido de nuestra vocación y misión, antes de regresar a nuestras comunidades con un espíritu renovado".

Foto: Vicariato San José del Amazonas

Los participantes llegaron desde 14 de los 16 puestos de misión del Vicariato Apostólico de San José del Amazonas: Indiana, Orellana, San Pablo, Tamshiyacu, Soplin Vargas, El Estrecho, Pevas, Caballococha, Islandia, Mazán, Angoteros, Santa Clotilde, Tacsha Curaray y Aucayo. Acompañaron las sesiones de formación y reflexión la Hna. Lucía Schultz, representante de la Conferencia de Religiosas y Religiosos del Perú (CONFER) y Marco Prieto Caso, docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Foto: Vicariato San José del Amazonas

Este espacio no solo permitió a los misioneros dialogar y compartir sus experiencias, sino también reafirmar su propósito de caminar junto a las comunidades amazónicas, compartiendo sus vidas y renovando el sentido de su presencia en estos territorios. Al final de los cuatro días de trabajo, los misioneros se llevaron consigo la motivación para seguir adelante en su labor pastoral, fortalecidos en su vocación y en la misión que los une.

14 May 2024

Kuyllur Runakunapa Tantarina con la presencia de los apukuna y warmikuna lideresas

Por: Dominik Szkatula, misionera del Vicariato San José del Amazonas

Se realizó a finales de abril en Angoteros, del 24 al 28. Ya es costumbre que en este tiempo celebramos el primer Encuentro de Formación de nuestros animadores kichwas (kuyllur runakuna) y desde hace algunos años con la participación de los apus de las comunidades y las mujeres lideresas.

Fue un buen encuentro. La sorpresa nos dio la cantidad de gente que vino. Éramos sesenta en total. Hace tiempo que no teníamos tanta cantidad de personas.

Como el encuentro era de kuyllur runakuna es normal que ellos fueran más, pero también acudieron como cinco apus y 18 mujeres lideresas, lo que nos alegró de modo especial, pues siempre son la minoría.

En esta oportunidad queríamos de nuevo tomar conciencia de la importancia del papel de animador cristiano. Los tiempos son difíciles frente a las guerras en Europa y Oriente Medio como también frente a nuestro desgobierno enlazado con enorme e imparable corrupción, las amenazas contra la Amazonía que no tienen fin y más de veinte líderes ambientalistas muertos en esta región.

¿Entonces no debemos ser otros profetas en este tiempo? ¿A quién puede acudir la gente para pedir una kamachina, para que alguien les aconseje, oriente, informe o concientice? Pues para esto, precisamente, sirve el animador. De pronto no puede expresarse tan fluido como los profesores, o apenas sabe leer o escribir, pero el animador tiene una profunda relación con Dios y con sus hermanos y de esta sabiduría saca para alimentar a los demás.

Foto: Vicariato San José del Amazonas

Un día un compadre cuenta al otro que rezó por él para que venga sobre él Espíritu Santo y el compadre se molestó diciendo – “pues no lo entiendo porque yo tengo el Espíritu Santo en mí". "Sí, pero no se nota"- contestó el otro. Sí, de esto se trata que en un mundo como hoy se nos note, se note la diferencia con los demás. Esto para los demás podría ser ser buena gente, pero Pachayaya a nosotros nos pide más, nos pide desvelar la noche, desvelar a las novedades. No ser profetas de calamidades sino portadores nosotros mismos de buenas noticias en el entorno político, social y cultural.

Los kuyllur runakuna del grupo organizador han ayudado muy eficazmente a traducir el lema del encuentro: el profeta es como el que guía – pushak kama.

Kuyllur runa shukunata kuska kawsayma pushankapa. Animador voz de fe y esperanza en el mundo de hoy.

Y así con ayuda de Bea, quien con una metodología muy dinámica y participativa, se recordó y actualizó la situación de la Amazonía, no sin antes mi introducción al tema y motivación. Y luego vino Angel, sacerdote biblista, quien con una manera muy sencilla y muy creativa ayudó a conocer un poco más a Churi Jesús como profeta, para poder lograr en algo nuestro objetivo de profundizar en nuestra fe y alentar nuestra esperanza, para volvernos verdaderos guías (pushak kamakuna) del pueblo, en tiempos difíciles, a ejemplo de Jesús.

Foto: Vicariato San José del Amazonas

Y realmente no lo lograríamos sin esta muy significativa ayuda de Angel y Bea. Muy agradecidos con todos. Fueron indispensables, mientras yo sigo aquí sola, pero creamos que por muy poco tiempo más. ¡Qué Dios Pachayay nos escuche!

El descubrimiento de uno de los Animadores me abrió los ojos: “Domi, yo ya entendí que el profeta  es el mismo Churi Jesús”. El tema no era fácil. Nuestros Kuyllu runa, evidentemente, necesitan estudiar mucho más sobre este Churi profeta, manejar mejor la Biblia y tomarla más en sus manos.

En el último día del Encuentro los varones se quedaron  conmigo y Angel para entrar en el paso Actuar. Mientras, las mujeres se retiraron con Bea y la coordinadora del Tambo, Aimé, a una bonita sala de este mismo Tambo para allí trabajar a solas. Tuvieron una presentación, luego taller de artesanía haciendo sus joyas con los muyus. A continuación recordaron todo tipo de violencia que sufren las mujeres, pues el tema ya se trabajó en varias ocasiones y el cómo parar esta. Finalmente Bea compartió una experiencia de tres Congresos de mujeres en el Putumayo en vista de querer organizar también aquí en Angoteros el I Congreso con las mujeres kichwa runa este año, más adelante. Queríamos escuchar a ellas mismas  cómo verían este Congreso, pero en general todavía las warmi son tímidas, falta empoderarlas.

Foto: Vicariato San José del Amazonas

Desde hace un buen tiempo, me daba vuelta en mi cabeza el tema de cómo hacer más práctico la toma de compromisos. Pues pidiendo a que se comprometan en lo que han visto y en lo que les resultó más impactante para su vida y comunidad-  no da mucho resultado. Es como responden: “voy a cuidar la naturaleza” – no pasa nada, “voy  a hacer bueno con mi familia” – no pasa nada,  “voy a celebrar” – no pasa nada. Así que más concreto señores, lo que se puede evaluar, lo que permite ver los resultados. Así que pintamos en equipo una lista de diez compromisos, entre los cuales pudieran identificar el suyo.

Y fue muy interesante y emocionante escucharlos prácticamente a todos qué van a hacer a partir de ahora. Y por ejemplo, van a hacer un hoyo detrás de su casa para botar allí la basura de plásticos y no hacerlo con el río al cual dicen quieren proteger de la contaminación. Como 15 personas se decidieron comprar su Biblia y leer un trozo de cada día. ¡Fantástico! Otras personas tomaron conciencia de cuantos árboles cortaron ya en su vida y se comprometieron plantar varios. Uno fue muy valiente al comprometerse cambiar su actitud violenta con su familia. ¡Bravo! Algunos se dedicarán a mejorar la organización de su pueblo.

Foto: Vicariato San José del Amazonas

Pues, de este modo, tuvo más colorido este paso. Al día siguiente, en la Misa de clausura,  depositamos estos compromisos sobre la tumba vacía de Jesús, que sigue acompañándonos en la Iglesia hasta el final de los tiempos de Pascua.

En el Cronograma de actividades tenemos varias cosas interesantes: la próxima Tantarina del 23 – 27 de octubre, en julio la formación de los agentes de pastoral y van a ir diez personas de nuestra zona a Santa Clotilde, el próximo recorrido por las Comunidades en mayo y junio con apoyo del mismo vicario general. Y el segundo recorrido entre noviembre y diciembre. Y finalmente la participación de 17 kichwa runas en la I Asamblea de los Pueblos Originarios a realizarse en Angoteros del 27 de junio al 01 de julio. Un evento nunca visto se dará por primera vez en el Vicariato San José y de igual manera en este pequeño terruño de Angoteros, donde acudirán delegados de los nueve pueblos originarios presentes en el territorio de nuestro vicariato y una veintena de misioneros y misioneras  de diferentes nacionalidades. Así que la fiesta asegurada, porque cuanto más diverso -  dicen los sabios- más divino.

Y nos falta decir samashun – chao en kichwa y tuparishu - nos vemos.

11 Abr 2024

“Estaba disponible para quedarme toda la vida”: Dominik Szkatula, una vida de entrega a la Amazonía

La misionera polaca ha dedicado más de cuatro décadas de su vida al servicio de las comunidades más necesitadas en la Amazonía peruana. Desde su llegada al país en 1982, su trayectoria se ha convertido en un testimonio inspirador de amor, servicio y dedicación.

Han pasado más de 40 años desde que Dominik Szkatula llegó al Perú. Con solo 24 años dejó su natal Cracovia y se aventuró a seguir su vocación misionera para empezar una vida de entrega en la Amazonía. Conocida como “Pishcu Chaqui” (pájaro que anda) por su constante movimiento entre las comunidades del Napo, en la frontera entre Perú y Ecuador, Dominik ha dedicado su vida al acompañamiento de los pueblos amazónicos, siendo testigo de las necesidades y desafíos que enfrenta la región.

Su primera misión en Tamshiyacu, cuenta, fue su “primera universidad” al ingresar a la selva. Una experiencia transformadora que marcó el inicio de su compromiso con las comunidades en la Amazonía. Tras tres años de intenso trabajo, el obispo le asignó un nuevo destino en San Pablo, una parroquia con enfermos de lepra. A pesar de los desafíos, Dominik nunca dudó de su labor pastoral. “No sé como explicarlo, pero nunca tenía miedo. No me siento una heroína. Estaba disponible para quedarme toda la vida”, sostiene.

Foto: Bea Prusinowska

A lo largo de los años, Dominik ha caminado incansablemente por comunidades remotas, comprometida con llegar a cada rincón del Vicariato San José del Amazonas. Su enfoque en trabajar junto a los pueblos ribereños ha sido esencial para fortalecer los lazos y avanzar en esta labor pastoral. “Estoy sola, pero esto también era una oportunidad para fortalecer un equipo con la gente local: animadores y líderes de federaciones. Es mas fácil estar al encuentro y tender la mano. No hay mal que por bien no venga”, dice.

Este compromiso con los más vulnerables es el que le ha valido el reconocimiento de la Iglesia católica, con la entrega del premio nacional “Voz profética de la Iglesia en Pastoral Social, Derechos Humanos y Servicio a los Pobres” 2024 de la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS). El galardón lo recibió en marzo pasado, acompañada de su obispo, Mons. Javier Travieso, y los misioneros con los que hace equipo en el Vicariato San José del Amazonas.

Mujeres al frente

Para Dominik, el papel que tienen las mujeres en la Iglesia ha sido fundamental desde siempre. Y más si se tiene en cuenta que, en San José del Amazonas, el 90 % de los misioneros son mujeres. Mujeres con voces que necesitan ser escuchadas. “Las mujeres del lugar no siempre fueron apreciadas y reconocidas por todo el trabajo que cargan desde hace años. Sin aferramos tanto al título o al cargo, porque era un servicio a la comunidad, a la gente. Sin ellas este vicariato no podría continuar”, comenta.

Foto: Vicariato San José del Amazonas.

En ese sentido, reiteró que para una Iglesia más sinodal y en salida, se deben escuchar y considerar en las decisiones los aportes de las mujeres. “Nos felicitan por el trabajo, nos invitan a colaborar, pero después nuestras decisiones no son respetadas hasta el final. Por eso, hace un llamado a la acción, fuerte y claro: “Juntos trabajamos, juntos soñamos, y juntos también decidimos. Debemos ponernos fuertes para que los hombres entiendan que las decisiones son comunes si hablamos de una verdadera iglesia de Jesucristo”.

Junto a los pueblos amazónicos

Mirando hacia adelante, luego de ocho años en Angoteros, Dominik se muestra optimista sobre el camino que aún queda por recorrer en el acompañamiento de los pueblos indígenas. Allí, aunque existen varias comunidades evangélicas, igual se les atiende con formaciones en temas como derechos humanos, violencia intrafamiliar, el cuidado de la Casa Común, la ecología integral y el empoderamiento de la mujer indígena. “Ellos nos acogen y con gusto, entonces respondemos como aliados”, menciona.

Foto: Vicariato San José del Amazonas.

Ahora, con una visión clara del futuro, Dominik invita a las personas que quieran sumarse al vicariato para continuar con esta labor pastoral. “Queremos aportar a una pastoral indígena más específica, reconociendo todos los esfuerzos que hay y creando una propuesta que responda a esta realidad. Y comenzamos este sueño con una Asamblea de pueblos, donde van a estar presentes nueve etnias en Angoteros. Otra buena noticia es que ya tenemos en lista ya planificado el Congreso de mujeres kichwas”, explica.

El viaje de Dominik de más de cuatro décadas por el Amazonas aún continúa. Su dedicación y compromiso con las comunidades más remotas y vulnerables es un ejemplo inspirador de servicio misionero de una laica que llegó al Perú para romper esquemas. Toda una vida de leyenda escrita con sonrisas, creatividad y fuerza.

12 Mar 2024

“Pishcu Chaqui”, misionera polaca con corazón amazónico es reconocida por la Iglesia católica

Con el premio "Voz profética de la Iglesia en Pastoral Social, Derechos Humanos y Servicio a los Pobres" en sus manos, Dominik Szkatula, misionera laica con más de 40 años de entrega a la Amazonía peruana, se convierte en un símbolo de compromiso por una Iglesia más sinodal, menos clerical, y con mayor participación de las mujeres.

Toda una vida de leyenda escrita con sonrisas, creatividad y fuerza. Esa es Dominik Szkatula, misionera del Vicariato Apostólico San José del Amazonas, una mujer de espíritu incansable que ha dedicado su vida a la misión en la selva peruana. Su compromiso con los más vulnerables le ha valido el reconocimiento de la Iglesia católica, con la entrega del premio nacional "Voz profética de la Iglesia en Pastoral Social, Derechos Humanos y Servicio a los Pobres" de la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS).

Ya lo dice así su apodo, en lengua kichwa, "Pishcu Chaqui" (pájaro que anda), por su constante movimiento entre las comunidades del Napo, en la frontera entre Perú y Ecuador. Y es que Dominik lleva más de 40 años viviendo y trabajando junto a los pueblos amazónicos, acompañándolos en la defensa de sus derechos, promoviendo el Buen Vivir y el cuidado de la Casa Común, buscando el desarrollo sostenible de las comunidades nativas y ribereñas, así como el fortalecimiento del liderazgo y las capacidades de las mujeres.

Foto: REPAM Perú

Son esas mujeres a quienes agradece y dedica este premio. "Esta noche me siento a representar a otras mujeres lideresas de otras federaciones, organizaciones indígenas y ribereñas. Mujeres fuertes, decididas, emprendedoras, mujeres muy comprometidas en la Iglesia. Mujeres que tienen mucha trayectoria, mucha experiencia, que también son defensoras de la vida en otros ámbitos y de los derechos humanos, la dignidad en sí, el Buen Vivir. De esas mujeres hay muchas", mencionó durante su discurso.

En su lucha incansable contra el clericalismo y la inclusión de la mujer en la Iglesia, Dominik recordó con orgullo que, en su vicariato, el 90 % de los misioneros son mujeres. En ese sentido, resaltó la perseverancia, la entrega y el rol de las mujeres en la labor pastoral. En su jurisdicción eclesial, mencionó, a muchas de ellas se les ha confiado la tarea de liderar parroquias y puestos de misión, la coordinación de áreas pastorales o coordinación vicarial, incluso el rol de ser ecónomas.

Foto: Vicariato San José del Amazonas

"No es poca cosa la que hacen las mujeres. Y hoy que estamos en el tiempo del Sínodo sobre la sinodalidad sabemos que se quiere recuperar lo perdido, y entonces esperamos que volvamos a la Iglesia de Jesús donde las mujeres trabajan con los varones en igualdad de derechos y condiciones, de poderes y decisiones. Adiós clericalismo que tanto daño nos hace", expresó.

Una vida de entrega

La esencia de Dominik se refleja en cada aspecto de su labor. Recorrer los rincones más remotos del distrito, llegar a cada comunidad, sea católica o no, es solo el comienzo de su misión. Pero su impacto va más allá de su presencia. La misionera polaca ha logrado organizar y fortalecer comunidades enteras, trascendiendo las fronteras de lo posible con su determinación inquebrantable. Su testimonio es un reflejo vivo de la verdadera esencia de la fe cristiana: un compromiso con los más necesitados.

Foto: REPAM Perú

"Quiero agradecer a la Iglesia peruana por acogerme aquí en el Vicariato San José del Amazonas por mas de 40 años, y también gracias a Dios por mi vocación misionera en mi posición de laica. No me arrepiento de esta labor por tantos años en la selva.  Me siento muy privilegiada y honrada de trabajar entre los pobres porque Dios toca mi corazón, y en ellos yo toco al Dios viviente", manifestó.

 

07 Mar 2024

Ordenación diaconal con el compromiso para seguir construyendo una Iglesia con rostro amazónico

El distrito de Indiana, sede del Vicariato Apostólico San José del Amazonas, fue testigo el pasado sábado 2 de marzo de la ordenación de dos nuevos diáconos autóctonos: Ramón Ramírez y Tedy Paredes. Ambos jóvenes se suman al clero autóctono de la iglesia misionera en la región Loreto, en la Amazonía peruana.

La jornada estuvo marcada por un compromiso palpable hacia la construcción de una iglesia con auténtico rostro amazónico. Presidida por el obispo, Mons. Javier Travieso, en la ceremonia participaron las familias de los diáconos, la asamblea vicarial con representantes de 16 puestos de misión a lo largo del territorio.

El evento destacó por la diversidad cultural representada en los ornamentos utilizados en las túnicas entregadas por sus familias a los diáconos durante la ordenación. Estolas y dalmáticas adornadas con motivos ticunas, yaguas y kichwas resaltaron la riqueza de la cultura amazónica, fusionándose con la espiritualidad asumida.

Foto: Querida Amazonía / REPAM Perú

La ceremonia concluyó con la distribución de la eucaristía y las muestras de afecto de la comunidad en Indiana, evidenciando la conexión profunda de ambos jóvenes con su gente.

En un almuerzo posterior en la maloca de la casa vicarial, los nuevos diáconos fueron felicitados por la comunidad. Tedy Paredes, de 34 años, originario de la comunidad Santa Ana, compartió su experiencia desde el inicio del seminario, agradeciendo a su familia, amigos y comunidad por el apoyo moral, económico y espiritual.

Foto: Querida Amazonía / REPAM Perú

"Nos encomendamos a sus oraciones, porque Jesús es quien fortalece, nos anima y motiva cada día. Nos impulsa a seguir en este camino y vida misionera, y este gran paso que hemos dado hoy junto al diácono Ramón para seguir trabajando por la extensión de este vicariato", afirmó.

Ramón Ramírez, de 32 años y proveniente del centro poblado Yanashi, destacó la motivación detrás de su decisión: la necesidad de tener un sacerdote en su pueblo y la importancia del acompañamiento espiritual. Ambos expresaron su compromiso con la vida misionera y con los pueblos que integran el Vicariato San José del Amazonas.

Foto: Querida Amazonía / REPAM Perú

“Estamos en medio de este camino de ir empujando el barco, y con ayuda de ustedes, ir caminando juntos. Es un proceso largo que continúa. Lo que me llamó a irme por este camino al sacerdocio es mi propia gente y ver la necesidad de un sacerdote en mi pueblo”, mencionó el reciente ordenado diácono.

Por su parte, el padre Cesar Caro, vicario de San José del Amazonas, reflexionó sobre el escaso número de sacerdotes autóctonos en los 79 años de vida de esta jurisdicción eclesial, subrayando la necesidad de que haya más ministros ordenados de la región para construir una verdadera iglesia con rostro amazónico.

Foto: Querida Amazonía / REPAM Perú

“Es muy poco, un proceso lento, pero es verdad que los demás sacerdotes se han ordenado en el lapso de 16 años. También podría pensarse que tal vez en los últimos tiempos estamos acertando más en temas como la pastoral juvenil, la promoción vocacional y la formación de agentes pastorales”, mencionó.

La ordenación de Ramón y Tedy se convierte así en un testimonio concreto del compromiso con la fe, el amor y la misión en la Amazonía peruana.

27 Feb 2024

III Congreso de Mujeres Indígenas en el Estrecho: Un compromiso firme “con los pies en la realidad”

Del 22 al 23 de febrero, en la capital de la provincia del Putumayo, en Loreto, mujeres de 19 comunidades se volvieron a reunir para continuar con el fortalecimiento de sus liderazgos. Tres años después del primer encuentro, algunas de ellas han asumido el rol de cacique en sus comunidades.

Por: Bea Prusinowska (Vicariato San José del Amazonas)

Bajo el lema “con los pies en la realidad”, se llevó a cabo del III Congreso de Mujeres Indígenas en la localidad de San Antonio del Estrecho, ubicada en la provincia del Putumayo, en la región Loreto. En este encuentro, organizado por la Parroquia del Estrecho del Vicariato Apostólico San José del Amazonas del 22 al 23 de febrero, participaron 50 lideresas de distintas comunidades Murui, Bora, Kichwa y descendientes de los pueblos  Secoya, Ticuna, Ocaina y Maijuna.

Provenientes de los distritos Putumayo y Rosa Panduro, las participantes se reencontraron por tercer año consecutivo en este espacio que busca rescatar y fortalecer sus tradiciones ancestrales, así como empoderarlas para que asuman su rol como lideresas en sus comunidades. Durante ese tiempo, se dio a conocer que tres de ellas lograron asumir como caciques de su comunidad, mientras que la mayoría continúa como mujer líder, formando parte de la junta directiva de sus pueblos.

Desafíos y retos

El primer día se compartió el resumen de la realidad mundial y nacional y local, y los conflictos se viven en los distintos territorios,. Se analizó también diferentes casos sobre la participación de la mujer en la sociedad y los retos que enfrenta a través de las historias cotidianas. “Por muchos años hemos sufrido atropellos de parte de varones, ahora mujer indígena cada vez asume más funciones en la sociedad”, sostuvo Olga Álvarez Flores, lideresa de la Federación de las Comunidades Fronterizas del Putumayo (FECONAFROPU).

Foto: Bea Prusinowska

Jacqueline Morris Ramírez, abogada del vicariato, presentó una charla sobre los derechos fundamentales de cada persona, insistiendo en que a cada derecho le corresponde un deber, y explicando cuáles son las diferencias y cómo reconocerlos. A nivel de instituciones, Lucila Manihuari Flores, regidora y encargada del despacho municipal de la provincia del Putumayo, compartió su experiencia de mujer lideresa, algunos proyectos productivos del municipio para la cuenca del Putumayo y resolvió las preguntas de las asistentes.

Era tiempo de aprender, reflexionar pero sobre todo compartir las experiencias y sabidurías de cada una de las que llegaron al congreso. La joven Zayra Rios Dahua, vice cacique de la comunidad del Ocho de Diciembre explicó sobre la beca del Programa de Mujeres Indígenas de la Amazonia de la ONG Conservación Internacional, motivando a todas para que no tengan miedo de postular a los concursos, así podrían realizar cosas muy beneficiosas para su familia, comunidad y medioambiente.

Compartiendo en comunidad

Las mujeres sabias, como doña Milena Buinajima, de la comunidad de Ocho de Diciembre; Felicita Gutiérrez, de San Francisco, Isabel Chepez, de Flor de Agosto; y Ermelinda Jimetre, del Estrecho, se dirigieron en lengua nativa y presentaron sus artesanías, exhortando a sus compañeras a sentirse orgullosas de su cultura y trasmitir a sus hijos y nietos sus tradiciones ancestrales. Las participantes también expresaron su deseo de regresar a su comunidad para hacer réplica de lo aprendido e involucrar cada vez a más mujeres.

Foto: Bea Prusinowska

Se rescató el empoderamiento de las mujeres, quienes en los trabajos grupales manifestaron su realidad, deseos y esperanzas para seguir formándose y animando sus comunidades. Un fructífero compartir experiencias, de apoyarse unas a otras y sentirse fortalecidas en el servicio que realizan, sabiendo que el vicariato y la parroquia estarán siempre para acompañarlas. “En el I Congreso no hablaban y ahora comparten lo que pasa en su comunidad”, mencionó Jandira Gutiérrez, profesora del Estrecho y coorganizadora del evento.

Propuestas para la vida comunitaria

En la tarde cultural, pusieron de manifiesto sus canciones, bailes según su grupo étnico, un espacio de revalorar la cultura y hacer memoria de los ancestros y ancestras que les han precedido. Casi al finalizar el encuentro, las participantes se reunieron en grupos según el interés y redactaron propuestas concretas para mejorar su vida comunitaria y la de toda la cuenca del Putumayo.

En el sector de salud, las mujeres indígenas recordaron que cada ciudadano tiene derecho a tener una buena salud y el deber de cuidarse. En ese sentido, exigieron que cada comunidad tenga un promotor de salud capacitado, y también contar con un botiquín comunal bien implementado. Indicaron que requieren las visitas de técnicos o enfermeros a comunidades aledañas, además de la visita de brigadas al menos dos veces al año. Por las necesidades, solicitaron que el centro de salud del Estrecho cuente con una sala de emergencia.

Foto: Bea Prusinowska

En educación, manifestaron que es un sector muy importante para los niños de las comunidades. Por eso, exigieron que los maestros identificados como bilingües sepan leer, escribir y que hablen en su lengua originaria. Que el docente sea activo, responsable, puntual en las actividades del pueblo, que haga reuniones con los padres de familia y que tengan la escuela limpia y ordenada con mobiliarios adecuados. También pidieron que las autoridades de la UGEL visiten a los maestros durante el año escolar.

Sobre la familia, las participantes declararon que para fortalecer el pilar de la sociedad se necesita talleres para parejas, diálogos de padres con hijos, así como la visita de autoridades competentes para abordar la violencia en el hogar. Expresaron la necesidad de que un psicólogo les visite en las comunidades, además de hacer reuniones de autoridades comunales y así cumplir con sus deberes y hacer respetar sus derechos para vivir en armonía.

Sobre el cuidado del territorio, primordial para mantener bien a las comunidades, expresaron que están abiertas a trabajar con algunas organizaciones públicas y privadas sobre el manejo sostenible de distintos frutos como el irapay, huasai, aguaje, ungurahui, entre otros.

Asimismo, expresaron la necesidad de informarse mejor sobre la propuesta de establecimiento del Área de Conservación Regional Medio Putumayo Algodón, y otras zonas protegidas; buscar soluciones para eliminar las deudas de las comunidades y mejorar el sistema de vigilancia comunal para prevenir la explotación de madera por parte de foráneos.

Respecto al fortalecimiento del liderazgo de la mujer amazónica, indicaron que es importante ser apoyadas por los padres, esposos y el pueblo en general. Detallaron que las lideresas deben ser elegidas por la comunidad y poseer cualidades como ser comunicativa, alegre, transparente, honrada y humilde. En ese sentido, remarcaron la importancia de las capacitaciones tanto de las instituciones del Estado como de organizaciones privadas y la Iglesia.

Finalmente, mencionaron que es crucial recordar que una buena lideresa pone en práctica las capacitaciones que recibe, y planificar reuniones anuales para evaluar los problemas comunitarios y buscar soluciones. Por último, demandaron el respaldo de la federación a los líderes de cada comunidad para su desarrollo.

21 Ene 2024

Escuela para una Iglesia con rostro amazónico nace en el Vicariato San José del Amazonas

La iniciativa vicarial surge a raíz de la reflexión en su plan pastoral, y continúa el legado de más de dos décadas del Centro Catequístico Lorenzo Guibord, formando agentes pastorales con enfoque amazónico.

Un nuevo paso en la formación de una Iglesia con rostro amazónico. Del 7 al 14 de enero, la Escuela de Formación de Agentes de Pastoral "Lorenzo Guibord" concluyó su primera edición con la participación de 94 misioneros y misioneras, así como nuevos agentes de pastoral provenientes de catorce puestos de misión del Vicariato San José del Amazonas en la localidad de Indiana, Loreto. Este proyecto, que responde a tres años de formación, es la evolución del Centro Catequístico Lorenzo Guibord, con más de dos décadas de formación de catequistas en esta jurisdicción eclesial.

La estructura de la Escuela se ha diseñado para servir a diversos ministerios, con la intención de ser un espacio de reflexión y articulación de la Iglesia ministerial con un rostro amazónico. Los participantes, en su mayoría mujeres jóvenes y adultas entre los 30 y 45 años, se sumergieron en bloques de formación y talleres impartidos por misioneros y agentes pastorales de larga trayectoria en el vicariato. "Es un logro convocar agentes pastorales adultos y nuevos y estructurar la escuela en servicios o ministerios que más tarde el obispo podrá conferir", indicó el P. César Caro, vicario de San José del Amazonas.

Foto: CAAAP.

La Escuela aspira a romper con el paradigma del animador único para avanzar hacia un enfoque más sinodal y colaborativo con el concepto de equipo, teniendo en cuenta que en esta parte de la Amazonía habitan 9 pueblos indígenas como el Kichwa, Ticuna, Yagua, Murui, Secoya, Bora, Ocaina, Maijuna, Arabela. Entre los ministerios están los sociales, el cuidado de la Casa Común, asesor de jóvenes, animador, catequista y ministerios litúrgicos. "Soñamos que los participantes regresen el próximo año para así tener un buen número de agentes pastorales con un paradigma más sinodal", agregó el religioso.

Esta formación, que se desarrolló a lo largo de siete días, abordó en las mañanas bloques temáticos esenciales como la persona, la cultura, la realidad social, la Doctrina social de la Iglesia, la Biblia, Jesús y María, la Iglesia y sectas, y la Oración, liturgia y sacramentos. Por las tardes, los participantes recibieron talleres específicos según el ministerio que han elegido. Además de la formación, la Escuela promovió espacios de integración, deporte, karaoke y una noche cultural donde los participantes compartieron sus conocimientos y tradiciones culturales.

Foto: CAAAP.
Foto: CAAAP.

El siguiente paso es la Escuela zonal de Formación, donde los misioneros y agentes pastorales que están participando de la formación vicarial serán los facilitadores de nuevos agentes pastorales en sus puestos de misión y zonas. En estos espacios continuara la formación en los ministerios para el cuidado de las culturas amazónicas, anuncio y ecónomo-a, desde un enfoque intercultural y sinodal impulsando nuevos agentes pastorales y fortaleciendo a los presentes en equipos de comunidad cristiana.

Iglesia sinodal con protagonismo de jóvenes

El taller del Ministerio de Asesor de jóvenes responde al cuarto objetivo del plan pastoral “potenciar una Pastoral Juvenil organizada que impulse el protagonismo y compromiso de los jóvenes. En ese sentido, durante el encuentro, los participantes reflexionaron sobre cómo son los jóvenes de hoy, reconociendo sus características y las problemáticas que enfrentan para su desarrollo y madurez; e identificaron las líneas de acción y características de la pastoral juvenil del vicariato: una pastoral sinodal, con el protagonismo de los jóvenes, inclusiva, corresponsable, y con compromiso social para un auténtico encuentro con Jesús.

Además, se reconoció la importancia de que los asesores sean los verdaderos acompañantes que impulsen la participación activa de los jóvenes en las acciones pastorales. “En esta semana de formación hemos aprendido la importancia de saber escuchar a los jóvenes para poder guiarlos y acompañarlos en las distintas realidades que viven. Queremos que esta experiencia se ponga en práctica para fortalecer la pastoral juvenil con el protagonismo de los jóvenes", mencionó Emerson Panayfo, coordinador de la Pastoral de jóvenes en Indiana y secretario vicarial.

Foto: CAAAP.

Sobre el Ministerio del Cuidado de la Casa Común, el responsable del taller, Ramón Ramírez, mencionó que en la Escuela se compartieron las problemáticas del territorio amazónico a fin de promover la conciencia ambiental de los participantes. “La respuesta de este taller ha sido gratificante, compartimos sobre la contaminación de los ríos y quebradas desde una mirada local y universal, también se iluminó la formación con las encíclicas del Papa Francisco para conocer cuál debe ser nuestra respuesta pastoral como Iglesia amazónica para impulsar que los agentes comuniquen y enseñen a tratar a la naturaleza como si fuera una persona”.

Mariana Gil, misionera laica del vicariato, resaltó la participación de mujeres nativas de los pueblos originarios de la Amazonía. "Ellas, como madres de familia, en su mayoría ejercen diferentes liderazgos voluntarios al servicio de sus comunidades de origen.  También tienen el deseo de su formación integral y moral para asumir estos retos en la sociedad actual y prepararse en los servicios y ministerios que brinda la escuela de formación para luego contribuir a la labor pastoral en nuestro vicariato", dijo.

 

 

 

 

31 Oct 2023

Encuentro Internacional del Pueblo Magüta: Fortaleciendo identidades y conexiones en la triple frontera

Este espacio reunió a comunidades indígenas ticunas de Brasil, Perú y Colombia para abordar temas como el territorio, la espiritualidad, el origen y cultura, subrayando la importancia de preservar las tradiciones y la comunicación intergeneracional.

Del 26 al 28 de octubre se realizó el Encuentro Internacional del pueblo Magüta en Umariaçu, un territorio indígena ubicado en Tabatinga, Brasil. Este evento, celebrado en la triple frontera de Brasil, Colombia y Perú, reunió a representantes de comunidades indígenas ticuna con el fin de fortalecer su unidad como una única nación, Magüta, que no reconoce límites geográficos ni políticos.

Impulsado por el "proyecto Magüta", este espacio se centró en cuatro ejes temáticos fundamentales: territorio, espiritualidad, origen y cultura, que desempeñan un papel crucial en la definición de la identidad de los pueblos indígenas. Durante el encuentro, además, se fomentó el diálogo y la colaboración entre las comunidades ticuna que viven en los tres países fronterizos.

El Encuentro Internacional del Pueblo Magüta se desarrolló íntegramente en la lengua nativa, con la contribución en la traducción y mediación del Padre Ferney, sacerdote ticuna. "Es importante conocer nuestra cultura e identidad porque nos fortalece. Queremos ser un pueblo sin límite, una sola nación que busca el futuro para las generaciones que vienen después, los niños y jóvenes", expresó.

Foto. Hna. Lizete Soares da Cunha.

La importancia de este espacio, realizado con el respaldo de la Iglesia Católica amazónica, a través del Vicariato de Leticia, el Vicariato Apostólico de San José Del Amazonas y la Diócesis de Tabatinga; radica en que es una síntesis de los encuentros nacionales anteriores en Brasil, Perú y Colombia, basándose en la escucha de las historias de los abuelos y abuelas de las comunidades indígenas.

Para la Hna. Lizete Soares da Cunha, acompañar este proyecto fortalece muchos sentimientos, sobre todo la gratitud por la oportunidad de aprender de sus cosmovisiones, su sentir y pensar. "El deseo que permea el corazón del equipo es que siga resistiendo de manera consciente al pensamiento occidental y colonizador que frecuentemente viola la presencia divina en las culturas amazónicas", sostuvo.

10 Oct 2023

Agentes de Pastoral Social de San José del Amazonas se fortalecen para servir en sus comunidades

El II Encuentro de la Pastoral Social del Vicariato de San José del Amazonas, desarrollado en Indiana, Loreto, buscó impulsar la preparación de misioneros y agentes pastorales,  fortaleciendo su compromiso para la atención de los pueblos de la Amazonía.

Bajo el lema "No hay una auténtica evangelización sin promoción humana", la comisión de la Pastoral Social del Vicariato de San José del Amazonas llevó a cabo el II Encuentro vicarial de Pastoral Social del 3 al 6 de octubre en Indiana, localidad ubicada en la provincia de Maynas, en Loreto. Participaron 45 misioneros y agentes pastorales provenientes de 12 puestos ubicados en los ríos Napo, Amazonas y Yavarí, junto con presidentes de comunidades indígenas, jueces de paz y colaboradores en áreas de salud, educación y asistencia legal.

A través de este espacio, se logró animar y motivar el acompañamiento y acción social de los agentes pastorales, quienes se comprometieron a compartir y multiplicar el papel social de la Iglesia como acción evangelizadora que promueve el "Buen Vivir," la dignidad, los derechos de los pueblos y el cuidado de la Casa Común, con un enfoque especial en la pastoral indígena.

Griselda Rocío Arciniega Núñez, coordinadora de la Pastoral Social y de la oficina Defensa de la vida y cultura del vicariato, mencionó que la formación fue un despertar sobre la realidad que se vive a nivel nacional y que afecta la Amazonía. "También el interés de como cultivar chacras mas saludables, rendidoras o con desarrollo para salir de la pobreza y de la misma mala alimentación. Tener una vida mas desde el Buen Vivir, uno de los objetivos que tenemos (...) Los aportes e iluminaciones de cada uno fueron muy importantes", mencionó.

Foto: REPAM Perú

La planificación del encuentro se basó en la metodología del ver, juzgar y actuar; y contó con la colaboración del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS). Durante las mañanas, se analizó la realidad y la acción pastoral de los puestos de misión. Por las tardes, se llevaron a cabo talleres de formación en diversos temas, incluyendo derechos humanos y la ruta de actuación frente a la violencia contra mujeres, niños, niñas y adolescentes.

Foto: REPAM Perú

La Hna. Lucero Guillen, responsable de la Pastoral de la Tierra del Vicariato de Yurimaguas, estuvo a cargo del taller para el cuidado de la Casa Común desde la interculturalidad y el Buen Vivir. La misionera resaltó que el verdadero desarrollo busca el Buen Vivir de la población y es fruto del trabajo conjunto, fortalecimiento de capacidades, conocimiento y defensa del territorio a través de acciones creativas y concretas.

Para Karina Lozano Torres, del Servicio de Atención Rural del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y agente pastoral del puesto de misión San Pablo, este espacio le permitió entender que no están solos en esta labor, y que como pastoral social se puede trabajar de manera articulada, en la búsqueda de más alianzas conjuntas. "Acciones concretas para escuchar, atender, entregar tiempo al hermano", refirió.

Fortaleciendo la pastoral social

La reunión se dividió en una jornada de tres días. El primero se enfocó en comprender la realidad y la acción pastoral de los puestos de misión, así como el diagnóstico de la realidad nacional y la crisis política en la Amazonía. El segundo día profundizó en la Doctrina Social de la Iglesia y la dimensión profética de la Pastoral Social. En el tercero, los participantes presentaron sus compromisos y acciones para fortalecer la pastoral social en sus puestos de misión.

Foto: REPAM Perú

Oscar Ríos, agente pastoral de Mazán, destacó la motivación y fortaleza transmitida por los misioneros que impartieron las capacitaciones. "Me impactó cuando nuestros expositores nos explicaron más a fondo la labor de los agentes de pastoral, no solo con la palabra sino con la acción. Cuando nosotros estamos debilitados, ellos vienen como un impulso para que seamos valientes en nuestro trabajo porque es de todos y para todos", mencionó.

En ese sentido, los participantes expresaron su compromiso de aplicar lo enseñado en sus puestos de misión. Entre los temas tratados se destacó la importancia de articular entre los puestos de misión, con autoridades del Estado e instituciones aliadas, y de sensibilizar y entender la responsabilidad compartida de la comunidad en la promoción del "Buen Vivir" y la defensa de los derechos humanos.

Foto: REPAM Perú

En palabras de Doyli Pérez Pizango, agente de pastoral social del puesto de misión San Pablo, se aprendió a trabajar articuladamente con toda la sociedad y la comunidad. "Lo que me llevo a mi comunidad es el aprendizaje de cuidar nuestra Casa Común". Ysaías Fasabi, secretario de Derechos Humanos del Frente de Defensa del distrito Fernando Lores, en la misión Tamshiyacu, compartió: "Me llevo de este encuentro el ayudar a los demás para que conozcan que todos tenemos los mismos derechos".

 

26 May 2023

‘Pishcu Chaqui’: Dominik Szkatula

Por: P. César Caro, vicario general de San José del Amazonas

A estas horas Domi debe estar surcando el río Napo, como hace todos los años. Son recorridos de entre 12 y 16 días seguidos (sin regresar a casita a dormir, ¿eh?), largos y exigentes, propios de esta misionera de pura raza amazónica, que está cumpliendo 40 años de entrega en el Vicariato. Toda una vida de leyenda, escrita con sonrisas, creatividad y fuerza.

La chapa (el mote) de Domi es Pishcu Chaqui, en kichwa: pishcu=pájaro y chaqui=pie, es decir, pájaro que anda, que va saltando siempre de un sitio a otro. No puede estar más acertado, porque Domi se mueve, viaja; antes, cuando era coordinadora de pastoral del Vicariato, por todo el territorio, y ahora por el Napo y por Angoteros.

Es gracioso, ¿no? Sí, pero para la gente naporuna es algo muy verdadero y muy serio. El barrio donde está la casa misionera, en la distribución urbana de Angoteros, se llama “barrio Pishcu Chaqui”. Sobran los comentarios. Recuerdo que, en Santa María, una comunidad cercana, el kuyllur, que se llama Serapio, al presentar a los que estábamos de visita, mencionó a “la hermana Pishcu Chaqui”; ¿creen que alguien se rio? Nadies. Los moradores bien formales y circunspectos.

Y es que sí, Domi tiene el nervio misionero de ir, de llegar. En sus recorridos logra visitar todas las comunidades del distrito, 35 en total, dos veces al año, sean católicas o no (los evangélicos, como todos, la aprecian y ríen con sus bromas). En ningún otro puesto de misión alcanzan tal nivel de acompañamiento. Y son viajes duros, donde se duerme en el piso, se come con la gente, se han de cargar bultos pesados y a menudo no hay baño. Pues ahí está Pishcu Chaqui con sus 64 primaveras, admirable. El resultado es que todas las comunidades están mínimamente organizadas; de hecho, acuden a la tantarina (encuentro de formación en Angoteros) personas de 20 localidades, lo cual es una muy estimable proporción.

Pishcu Chaqui es más conocida en el Napo que Messi. Se para por la calle con todo el mundo, a la casa está entrando gente constantemente. Hay un niño de un par de años que se llama Joselu que baja la cuesta y no deja de gritar con media lengua: ¡Domi caramelo! Hasta que consigue su objetivo. No hay lugar donde no la reconozca alguien. El otro día, al subir al deslizador, como no habían anotado su apellido en la lista, el muchacho le puso “Domitila Coquinche”: Coquinche es el apellido más habitual en la zona, medio pueblo kichwa se llama así… ¡la consideran uno de ellos!

Domi ha logrado lo máximo para un misionero, qué orgullo y envidia sana. Cuando hace de anfitriona recibes multitud de pequeños detalles: comidas ricas, un ronsito por la noche, preparar keke juntos… Intenta siempre que se trabaje unidos y se esté a gusto en casa, a pesar de las cucas, las goteras que se cuelan entre las hojas de irapay y los crujidos de la pona cuando se camina en la noche.

Aunque tiene un polo que pone “ATEA”, Pischu Chaqui es un ave profundamente creyente que, cada noche, antes de volar al sueño, se remonta al Dios de la vida. Es la suya una fe libre y amazónica, cuyas mediaciones son la belleza de la naturaleza y la nobleza de los indígenas. La foto recoge el momento de “la limpia”, donde el chamán purifica el cuerpo y el alma mediante las hojas en movimiento y el humo del mapacho (tabaco). La veo así, arrodillada de espaldas, y me parece más viejita, casi a merced de los espíritus de la selva.

De hecho, cuando releo lo que ya escribí sobre ella (“Pakrachu Madrina” 21 de agosto de 2017)) y miro nuestros rostros, me asombro de que hayan pasado ¡casi seis años! Es escalofriante pensar que sus responsabilidades de entonces al frente del Vicariato, ahora las tenga yo; una especie de broma del destino. Porque soy “pesca suya”, y hoy, con muchas más experiencias compartidas desde aquel 2017, esas palabras se me quedan cortas.

Siempre me hace falta más de una entrada cuando se trata de ella, su vida es tan intensa y rebosante. Pero no puede estar ya sola en la misión, le va costando. Si hay algún misionero o misionera genuino que desee navegar con Pishcu Chaqui y llevar en equipo sueños y tarea, que me contacte y conversamos. No se arrepentirá.