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04 Oct 2023

Obispo del Vicariato de Iquitos hace un llamado a proteger el río Nanay y velar por el Bien Común

A través de un pronunciamiento, Mons. Miguel Ángel Cadenas advirtió de las graves consecuencias para el medio ambiente y la seguridad alimentaria e hídrica de la población loretana, tras la entrega de una concesión minera en la cuenca del río Nanay.

En el marco de la publicación de la encíclica del Papa Francisco, "Laudate Deum", y en el Día de San Francisco de Asís, destacado amante de la naturaleza; Mons. Miguel Ángel Cadenas, obispo del Vicariato de Iquitos, emitió un pronunciamiento para expresar su profunda preocupación por la situación que enfrenta hoy una de las fuentes de agua más importantes de la Amazonía peruana, ubicada en la región de Loreto.

En el documento compartido este 4 de octubre, el obispo de Iquitos abogó por abordar de manera sistémica la problemática que enfrenta hoy el río Nanay por la minería ilegal, destacando la importancia de preservar las cabeceras de cuenca y mantener el pescado como base nutricional para las comunidades locales, que enfrentan niveles alarmantes de desnutrición y anemia.

Cadenas mencionó que el desarrollo de la región no puede lograrse sin garantizar una vida digna para sus habitantes, y que cualquier proyecto que no atienda las desigualdades existentes profundiza la brecha social. En ese sentido, criticó la entrega de una concesión minera como un factor perjudicial para el medio ambiente y la seguridad alimentaria e hídrica de los habitantes del Nanay y la ciudad de Iquitos.

Finalmente, el religioso hizo un llamado a los políticos a priorizar el "Bien Común" sobre los intereses individuales y a cumplir con la sentencia del Tribunal Constitucional del 25 de julio de 2023, que declara un "estado de cosas inconstitucional" en Loreto debido a la falta de acceso al agua y la contaminación ambiental; enfatizando la necesidad de servir a las comunidades en lugar de explotarlas.

A continuación, lee el pronunciamiento de forma íntegra:

PRONUNCIAMIENTO AGUA FUENTE DE VIDA

20 Sep 2022

“Porque no se trata de animales, se trata de gente como usted”: Obispo de Iquitos sobre el derrame de petróleo

A propósito del derrame en Urarinas - Cuninico, que agudiza la inseguridad alimentaria de decenas de comunidades indígenas de Loreto, Mons. Miguel Ángel Cadenas hace un llamado contra la violencia e invisibilización del Estado.

Por: Mons. Miguel Ángel Cadenas, obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos.

El derrame en Cuninico no es el único, pero sí emblemático. Todas las comunidades en las cuencas petroleras padecen la contaminación por 50 años, en distintos grados. Llueve sobre mojado: Cuninico ya sufrió otro derrame el 2014. Llegaron hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En Perú ganaron varios juicios. Agotaron los mecanismos institucionales del Estado, pero persiste aún un problema de ejecución de las sentencias ganadas.

Es necesario mejorar el sistema de prevención. Hoy en día sería posible con inteligencia artificial y vigilancia satelital. El actual sistema genera impactos económicos, sociales y medioambientales insostenibles, además de un sufrimiento atroz.

Conviene preguntarse sobre la gestión del Oleoducto. Por un lado, se impuso sin consulta a las comunidades; por otro, ha habido diversas formas de administrarlo. Es evidente que no lo podemos pensar al margen de las comunidades indígenas que atraviesa. Ha habido diversas etapas de gestión, algunas han obtenido mejores resultados que otras. Después de una etapa de derrames (2014-2017) ha venido otra de relativa calma que de nuevo se interrumpe.

Con la interrupción vuelve a aparecer el tema de la intencionalidad. Sin embargo, no podemos olvidar que el Oleoducto no recibe el mantenimiento adecuado. Por otro lado, no se aplica la ley y la impunidad alienta estos actos delictivos. Es necesario pensar el Oleoducto y la urgencia de obtener dinero en las comunidades. Culpar “exclusivamente” a quienes lo hayan podido cortar dejaría en la sombra a los verdaderos auspiciadores de este tipo de comportamientos.

Añado a la monetarización el postergamiento que sufren las comunidades. Esto genera mucha rabia. Carecen de agua potable y les contaminan la única fuente existente: el río. Se quedan sin pesca. ¿Cómo está afectando al mijano [cardumen]? Se agudiza la inseguridad alimentaria y se daña su economía. En tercer lugar, y fundamental para el pueblo kukama, debajo del agua habitan espíritus y gente. Este aspecto cosmológico kukama suele quedar al margen. Cuando el Estado apela a la interculturalidad lo hace como un pasatiempo.

Acudo a la tradición cristiana donde los humanos somos co-creadores: ayudamos a Dios en su creación a través de nuestra inteligencia y trabajo. Pero no es automático, de hecho, también nos apartamos de la gracia de Dios, causando dolor a la naturaleza, a nuestros semejantes y a Dios. Ahí están los derrames para graficarlo.

En otro lugar he propuesto el concepto de “zona de sacrificio”. El Estado decidió imponer a estos territorios el Oleoducto, sin importar su impacto. Un gravamen a estas comunidades al servicio del país. El problema reside en que estas comunidades hacen sacrificios, pero no gozan de los beneficios. De hecho, la desconfianza de estas comunidades en el Estado es muy alta, porque suele generar problemas en lugar de resolverlos.

Es tiempo que el Estado responda a sus ciudadanos. No es posible que en 50 años de actividad petrolera, con unos beneficios superiores a $ 35,000 millones, prácticamente la mitad de los loretanos carezcan de agua potable y saneamiento básico. Es evidente que podemos, y debemos, hacer las cosas mucho mejor. Contaminar el agua es un gravísimo error, pecado diríamos los cristianos. El agua es esencial para la vida humana, es un “derecho eje” que sustenta los derechos “a un ambiente sano, la salud, la alimentación, el territorio y la cultura”.

Más allá de la emergencia, se produce una “violencia lenta” que perdura en el tiempo hiriendo y dañando en profundidad los cuerpos que esperan el agua de lluvia para poder cocinar… Esta alteración del paisaje afectivo produce una “nostalgia y pérdida ecológica” de valor incalculable. Las mujeres sufren más todo este impacto que habitualmente queda relegado e invisibilizado.

Se supone que estamos saliendo de la epidemia de Covid-19, particularmente dura en Loreto. Pues bien, las comunidades indígenas fueron las últimas en ser atendidas, mucho después de haber sido contagiadas. El caso de Cuninico es terrible porque la pandemia vino después del derrame de 2014. Mientras un grupo de investigadoras encontró los medios para acompañar a estas comunidades, en medio de la distancia, no sucedió lo mismo con el Estado, para quien estas comunidades permanecieron invisibilizadas.

 

Resuenan en mí las palabras de Galo Vásquez, presidente de FEDEPCUM (Federación de Pueblos Unidos Cocamas del Marañón), a uno de los representantes que llegaron por Cuninico: “porque no se trata de animales, se trata de gente como usted, de eso se trata”. El dirigente enfatiza su posición como “gente”, no como animales. Toda una lección para quien sepa escuchar.

Concluyo haciéndome eco de las lecturas bíblicas de ayer. El profeta Amós insiste: “escuchen esto los que oprimen al pobre…, disminuyen la medida, aumentan el precio, usan balanzas con trampa” (Am 8,4-7). Y Jesús, en el evangelio, nos indica que no se puede “servir a Dios y al dinero” (Lc 16,1-13). Que Nuestra Señora de la Esperanza nos acompañe a todos.

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1. URTEAGA, Patricia, SEGURA, Frida y SÁNCHEZ, Mayra (2019), El derecho humano al agua, los pueblos indígenas y el petróleo, PUCP, Lima.
2.DELGADO, Deborah y MARTINEZ, Vania (2020), “En un ambiente tóxico”. Ser madres después de un derrame de petróleo, Oxfam – CLACSO, Lima.
3. ULFE, María Eugenia, VERGARA, Roxana y ROMO, Vanessa (2021), “Nuestras historias desde Cuninico”: podcasts, pandemia e investigación antropológica, en LASA FORMUM, Vol. 52, N° 1, pp. 13-18.

02 Jul 2022

Los PIACI, un bien común

Por: Miguel Ángel Cadenas, obispo del Vicariato de Iquitos

Los PIACI (Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial) son aquellos pueblos o segmentos de pueblos descendientes de quienes huyeron a las cabeceras de algunos ríos para conservar la vida. Escapaban de los caucheros y las enfermedades. Habitan en lugares refugio de abundante biodiversidad. Coinciden, oh, casualidad, con fuentes de aguas, cabeceras de los ríos. Esta riqueza mantiene el bosque sano y genera equilibrio, además de favorecer la reproducción de peces, animales… Conservar estos espacios es de vital importancia para todos.

La deforestación, la contaminación, la fragmentación de territorios van por el camino contrario. Afecta actividades como la caza y pesca, exponiendo a mayor riesgo la precaria seguridad alimentaria, desencadenando hambre. Antes comían pescado los humildes, ahora hay que tener dinero para comer pescado. Generar ingresos es necesario, pero no a costa del medioambiente y la vida. Algunos investigadores han advertido que el próximo virus pandémico puede saltar de la Amazonía. Nos jugamos salud, alimentación y agua limpia, además de sociodiversidad, lenguas.

El extractivismo actual es mucho más agresivo que en la época del caucho. Los PIACI se escaparon del caucho. Ahora se pretende saquear sus territorios, ocasionándoles la muerte. En esta etapa de la historia ya no quedan márgenes donde guarecerse. La Iglesia nos insta a defender y a “exigir al Estado la garantía legal e inviolable de los territorios que ocupan de forma tradicional, incluso adoptando medidas de precaución… donde hay indicios de su presencia” (Documento Final del Sínodo Amazónico N° 49, 50 y 78). Principio precautorio.

El embate contra los PIACI va contra el desarrollo porque los extermina, pero a su vez acaba con el pescado, la carne de monte, que son las proteínas de muchos loretanos. En definitiva, son necesarias cuatro medidas:

1. Garantía legal e inviolable de los territorios PIACI.

2. Protección de los servicios ecosistémicos que garanticen un bosque sano y una economía equilibrada, sostenible y equitativa.

3. Restaurar y remediar el medioambiente degradado por el extractivismo.

4. Implementar agua potable y saneamiento básico. Loreto es el departamento con peor cobertura de todo el Perú.

Invito a las comunidades de fe que profundicen en sus propias tradiciones, colaboren con Dios en su creación y alcen su voz de protección por los PIACI. Que el Dios de la Vida nos acompañe.

El 22 de junio fue el Día Internacional de los Bosques Tropicales, una fecha para reflexionar que todos somos bosque y estamos interconectados.

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Artículo publicado originalmente en la web de El Peruano. Se puede leer aquí.

24 Mar 2022

San José del Amazonas celebra su Asamblea vicarial en Indiana con más de 70 participantes

Por: P. César Caro

Desde el 13 al 19 de marzo se ha desarrollado en Indiana la Asamblea Vicarial 2022. Tres años después de la última Asamblea (que tuvo lugar en marzo de 2019), existía un gran deseo de encuentro, trabajo conjunto, convivir y compartir. Se dieron cita en torno a 70 participantes entre misioneros y delegados laicos de los 16 puestos de misión del Vicariato y la sede de Punchana.

Los dos días previos al domingo 13 tuvo lugar el Encuentro de Misioneros nuevos (llegados al Vicariato en los últimos cuatros años), que contó con excelentes ponentes como el P. Fernando Flórez, la profesora Levis del Águila y el sr. José Álvarez. Resultó una magnífica introducción a la Asamblea, momento clave de la vida y misión del Vicariato.

La tarea que ha vertebrado estos días de trabajo ha sido avanzar en el proceso de elaboración del Plan Pastoral, comenzado hace dos años, durante la pandemia. Para ello hemos contado con la ayuda de los facilitadores Henry Vasquez y Mayte Galarreta, miembros de la asociación Kairós, de Lima, especializada en el acompañamiento a instituciones de la Iglesia.

Los trabajos de estudio de los documentos emanados del Sínodo para la Amazonía (El Documento Final y la exhortación apostólica "Querida Amazonía"), de recogida de datos para el Marco Situacional, elaboración del Propósito (Misión, Visión y Valores del Vicariato) y propuesta de objetivos estratégicos, indicadores y estrategias centraron buena parte de los esfuerzos de los participantes durante la semana. Con gran entusiasmo y en medio de un ambiente de alegría y expectativa de futuro se fueron sucediendo los bloques matutinos y vespertinos.

El retiro, dirigido por el obispo de Iquitos, Mons. Miguel Ángel Cadenas y por el Padre Manolo Berjón; los talleres en torno a temas prácticos (funciones del responsable de puesto, criterios de catequesis, despacho parroquial, cómo poner en marcha el consejo de pastoral), y las informaciones acerca de la economía vicarial y otros sectores de la misión fueron muy valorados por los participantes. De igual manera las actividades nocturnas: danza amazónica, taller de pintura, manualidades, cine... fueron momentos en que realmente se disfrutaron.

El día sábado 19, fiesta de San José, fue empleado en buena medida en sacar adelante la programación vicarial para este año 2022, el calendario de actividades por áreas pastorales y el cronograma de tareas de aportes al Plan Pastoral. En la noche, la celebración de la Eucaristía fue la expresión de fe de esta singular experiencia sinodal que es la Asamblea; en ella, el obispo Mons. José Javier Travieso renovó el envío de los misioneros y agentes de pastoral de nuestra Iglesia vicarial.

La noche cultural sirvió de perfecto colofón a una Asamblea que no se olvidará en años. El ambiente de fiesta y celebración, expresión de lo que se vivió, acompaña a los participantes en su retorno a los distritos y comunidades, donde la misión continúa de manera renovada con el sueño de una Iglesia con rostro amazónico.

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Artículo original publicado en el Facebook del Vicariato Apostólico San José del Amazonas. Se puede leer aquí

11 Jul 2021

Iquitos se prepara para la ordenación de su nuevo Obispo, Mons. Miguel Ángel Cadenas

La primera ordenación episcopal que tiene como escenario la capital de Loreto se desarrollará el domingo 18 en el estadio Max Augustín a fin de garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias. La ceremonia estará presidida por el obispo emérito Julián García Centeno y se ha confirmado la presencia de varios obispos amazónicos y de otros puntos del Perú, el Nuncio Apostólico y el presidente del CELAM, entre otros.  

Luego de que el 15 de mayo desde Roma se anunciase que el Papa Francisco había designado como nuevo obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos al misionero agustino Miguel Ángel Cadenas Cardo OSA, los fieles de Loreto esperan desde entonces la ceremonia de ordenación oficial. No es para menos, pues en los más de 100 años de historia del Vicariato será la primera vez que una ordenación episcopal se desarrolle en la ciudad amazónica ya que antaño los obispos eran ordenados en Europa.

A eso se suma, también como un dato histórico, que Mons. Cadenas será el primer obispo de Iquitos que, al acceder a esta nueva responsabilidad, aporte un extenso trabajo en el territorio amazónico tras más de 25 años de labor pastoral en el Vicariato, especialmente con el pueblo kukama del río Marañón.

La ceremonia se celebrará este próximo 18 de julio y, dado el contexto sanitario, se desarrollará en el Estadio Max Augustín de la ciudad de Iquitos. Así se ha decidido para cumplir las medidas de prevención contra la Covid-19 y evitar aglomeraciones. Además, será transmitida por radio La Voz de la Selva y la cuenta de Facebook del Vicariato Apostólico de Iquitos.

Desde la organización se ha informado que la imposición de manos estará a cargo del obispo emérito Mons. Julián García Centeno, quien llegará desde España para la ocasión, Mons. Roberto Prevost, OSA, obispo de Chiclayo y Mons. Martín Quijano, obispo de Pucallpa. También se ha confirmado la presencia del Nuncio Apostólico en el Perú, Mons. Nicola Girasoli, y del presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y del Consejo Episcopal Latinoamericano, Mons. Miguel Cabrejos.

La iglesia amazónica también estará presente a través de Mons. Alfredo Vizcarra, obispo de Jaén, Mons. Gerardo Zerdín, obispo de San Ramón, Mons. Javier Travieso, obispo de San José del Amazonas, y Mons. Jesús María Aristín, obispo de Yurimaguas, además del ya mencionado Mons. Martín Quijano, obispo de Pucallpa.

Desde otras regiones del Perú llegarán también a Iquitos el obispo de Huacho, Mons. Antonio Santarsiero, el obispo auxiliar de la Diócesis de Cusco, Mons. Lizardo Estrada, el obispo de la Prelatura de Chuquibambilla, Mons. Edison Farfán, y el obispo de la Prelatura de Caravelí, Mons. Reinaldo Nann.

Desde Roma y España también se espera la llegada del Prior General de los Agustinos, P. Alejandro Moral, y de un representante de la Provincia Agustiniana San Juan de Sahagún, P. Jesús Torres.