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21 Abr 2023

Indígenas del Sur y Norte de América relataron sus historias de lucha y alternativas para la salud del planeta

Desde la Amazonía, Mariluz Canaquiri (Kukama, Perú), Alex Villaca (Uchupiomona, Bolivia) y Gilberto Nenquimo (Waorani, Ecuador), y desde Norteamérica, Oralia Maceda Méndez (Zapoteca, México-Estados Unidos) convocan para la defensa del territorio y cuidado de la madre tierra.

Por Comunicaciones REPAM

En el marco de la 22da sesión del Foro Permanente para Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas, fue realizado un conversatorio oficial paralelo online con cuatro líderes y lideresas indígenas del norte y sur del continente americano. El evento oficial paralelo fue organizado por NGO Committe y NGO Mining Working Group, con la participación de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y del Programa Universitario Amazónico (PUAM).

Defender el agua es defender la vida

Mariluz Muryayari, del pueblo kukama del río Marañón, presidenta de la Federación de mujeres “Huaynakana Kamatawara Kana” de la Amazonía peruana, ha relatado su preocupación, como defensora del río y del territorio tradicional, del daño causado a los ríos y al agua.

Enfrentando las limitaciones por la dificil conexión con la internet que es una situación recurriente en la Amazonía, Muryayari explica que “nuestra madre naturaleza está enferma por las contaminaciones de las empresas extractivas petroleras, mineras y madereras que vienen explotando nuestros territorios, bien como otros peligros causados por los despojos territoriales por las concesiones realizadas por el Gobierno”.

Mariluz Muryayari en la III Escuela de DD.HH. de la REPAM – Foto: Tadeu Rocha/REPAM

Ante esta situación, el pueblo kukama pide “que el río Marañón sea considerado sujeto de derecho, porque vivimos de él y el agua es fundamental. Nosotros consumimos agua todos los días, como hace toda la humanidad y seres vivientes. Por ello, hemos tomado el primer paso que considere el río Marañón como sujeto de derecho, que no sea contaminado por la reactivación de los pozos petroleros sin haber hecho la reparación de los daños de casi 50 años. Con esto sufrimos amenazas constantes”.

Por ello pedimos que se exija al Gobierno peruana que se respete la madre naturaleza y el derecho de los seres que existimos, que haya una Ley para defenderlos. ¿Qué vamos a dejar a las futuras generaciones?”, cuestina la lideresa kukama.

Tejer redes de resistencia y lucha entre los pueblos

Para Alex Limoco, indígena Uchupiomona de la Amazonía Boliviana, defensor de los Derechos Indígenas y de la Madre Naturaleza, es importante “seguir tejiendo estas redes de resistencia y lucha entre los pueblos”.

Su relato parte de lo que vienen enfrentando en la cuenca del río Beni, en la Amazonía boliviana, donde “se ha intensificado la presión por parte del Gobierno y las grandes empresas en llevar a cabo grandes proyectos extractivistas y grandes estructuras, como el plan de construir dos centrales hidroeléctricas, que amenazan a los indígenas que viven en dos áreas protegidas”.

Limoco recuerda que “estos proyectos datan de muchos años y a lo largo de estos años se viven renovando este ideal, al costo de destruir nuestras áreas protegidas y condenarnos a una muerte silenciosa, agravada por el actual avance de la explotación minera aurífera, aprobadas por leyes del Gobierno. Estas están aumentando a cada año y llegado con más violencia, causando muchos conflictos y amenazas, como es la severa contaminación de gran parte de nuestros ríos con metales pesados. Como nuestros pueblos dependen bastante del consumo de peces, esa situación ha llevado a que la mayoría de los pobladores indígenas están contaminados por el mercurio”.

Alex Limoco en Nueva York, donde participa presencialmente del Foro de la ONU para las Cuestiones Indígenas – Foto: Sonia Olea/REPAM

Finalmente, el líder indígena afirma que “la unión entre las organizaciones indígenas y de la sociedad civil, como de la Iglesia, ayuda a comprender esta compleja problemática que tiene en riesgo nuestros territorios”. “Por ello estamos en este momento acá [en las Naciones Unidas], porque nuestros hermanos están siendo despojados de sus territorios ancestrales y el Estado no viene haciendo nada para protocolar el derecho de estos hermanos. Son otras personas que han migrado de otras tierras altas son los que están llegando a la Amazonía a quitarles el dominio ancestral del territorio a nuestros hermanos indígenas”.

Para Henry Ramírez, moderador del evento, “es visible ver que los proyectos extractivistas afectan directamente la salud física e integral de los territorios. No pensamos pensar solamente la salud individual, pensada por los occidentales, sino que debemos ver como las afectaciones extractivistas están afectando la salud integral de los territorios”.

“Hemos sido desplazados de nuestras tierras”

Oralia Maceda Méndez, indígena mixteca, perteneciente del Frente Indígena Oaxaqueño Binacional (México y Estados Unidos), que defiende los derechos de los pueblos indígenas que son migrantes en este momento.

Desde el Foro de Pueblos Indígenas en la ONU, recuerda que su pueblo mixteca “es el reflejo de muchos pueblos que viven lejos de nuestras tierras por todo lo que las empresas trasnacionales han estado haciendo en nuestros pueblos y la falta de atención de nuestros Gobiernos. Esta es la causa por la que hemos sido desplazados de nuestras tierras”. Esta situación, según Maceda, “ha sido por la falta de atención y porque las empresas se han apoderado de nuestros recursos y de nuestras tierras, provocando pobreza en nuestros pueblos. El desarrollo que tanto hablan ha provocado pobreza en el pueblo”.

En su emocionante relato, ha expresado que “nosotros como pueblos indígenas sabemos bien como cuidar y proteger nuestras tierras. Hemos sido desplazados de nuestras tierras, dañando mucho nuestra salud emocional, alejándonos de nuestras familias y tierras originarias. Necesitamos alzar nuestra voz y concientizar a nuestros pueblos para que tengan informaciones claras de los impactos provocados a largo plazo”.

Oralia Maceda, indígena mixteca, del Frente Indígena Oaxaqueño Binacional (México y Estados Unidos)

Como parte de su autoafirmación como indígena, mismo que no esté en su territorio originario, “como comunidad migrante desplazada, nada nos va a quitar nuestro ser indígena, pueblos originarios. Debemos unirnos para asegurar que los Gobiernos nos escuchen y respeten nuestros derechos”.

La denuncia de Oralia hace estar atentos a esta problemática para que muchos pueblos indígenas no sean obligados a migrar de la Amazonía, como sucedió con los mixtecas y tantos pueblos originarios por el mundo, viviendo en condiciones poco favorables y lejos de sus tierras.

Tomar conciencia de la dependencia creada a los indígenas

El indígena, Gilberto Mincaye Nenquimo Enqueri, de la Amazonía ecuatoriana, líder en la comunidad waorani Nemonpare y expresidente de la organización waorani del Ecuador, expuso sobre la dependencia creada por el Gobierno y la “cultura de la ciudad” en muchas comunidades.

“Los problemas que tenemos en nuestros territorios se dan por las plataformas petroleras y avance de carreteras y agrícolas, que afectan las comunidades directamente. Se irrespetan la consulta previa, libre e informada”. Ante esto, da el testimonio como como los modelos extractivistas colonizadores han generado ciertas dependencias. “Durante el periodo de la pandemia se ha notado la dependencia que se ha creado en las comunidades waorani de las cosas de la ciudad. Ya no somos como antes que vivíamos de yuca y plátano. Nosotros ya nos tornamos dependientes de algunos productos, como sal, jabón y vela para prender la noche, por ejemplo”.

Gilberto Mincaye Nenquimo, waorani de la Amazonía ecuatoriana

El líder waorani denuncia que “hay desnutrición infantil grande y cáncer en nuestros territorios. La dependencia creada nos hizo esperar mucho para que alguien nos traiga tratamiento o lleve a un centro de salud, que muchas veces solo nos dan paracetamol. El Estado ya no responde”.

Ante esta situación, muchas de estas comunidades se concientizan de estas dependencias y comienzas a luchar para recuperar sus valores ancestrales que los hizo sobrevivir y vivir siempre. “Estamos concientizando sobre lo nuestro propio, como es la medicina tradicional, con gran potencial. Debemos unir el conocimiento de los pueblos indígenas sobre el uso de las plantas y lo que han utilizado tradicionalmente. Esta unión va a ser muy importante para la sobrevivencia de nuestro pueblo”, concluye Nenquimo.

Foro para Cuestiones Indígenas de la ONU

Celebrada de forma presencial en Nueva York, del 17 al 28 de abril de 2022, la 22da sesión del Foro Permanente de Naciones Unidas para las cuestiones Indígenas 2023 tiene como tema especial para su agenda a los “Pueblos Indígenas, salud humana, salud del planeta y territorial y cambio climático: un enfoque basado en los derechos”.

Cada año, el Foro Permanente reúne, por diez días, a pueblos indígenas de todo el mundo. Este espacio se presenta como una oportunidad para que los pueblos interactúen directamente con los Estados miembros de las Naciones Unidas, incluyendo también a organismos especializados en derechos humanos e instituciones académicas.

El acompañamiento de la Iglesia Católica en los procesos de defensa y exigibilidad de derechos en la región amazónica ha permitido que la voz de los pueblos indígenas presentes en la región sea escuchada en espacios de incidencia internacional. En este año 2023 fueron realizados diversas actividades de incidencia con la presencia de los pueblos indígenas de la Amazonía, facilitados por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), el Programa Universitario Amazónico (PUAM), el Consejo Indigenista Misionero (CIMI) y el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP).

Fuente: REPAM

20 Abr 2023

Una misión que fluye por los ríos de la Amazonía Peruana

Desde Iquitos, capital de la región Loreto, una religiosa de las Hermanas Catequistas de Jesús Crucificado narra los enormes desafíos de evangelizar una región geográficamente inhóspita, pero humanamente muy acogedora.

Soy Fátima Lay Martínez, religiosa de las Hermanas Catequistas de Jesús Crucificado, y quiero compartirles nuestra misión en la Amazonía Peruana que comenzó en 2017. En este rinconcito del mundo, que yo llamo "Regalo de Dios", las cosas no funcionan de la misma manera en que estábamos acostumbradas, lo que nos ha exigido mucha creatividad y tiempo para responder a lo que las personas necesitan, para conocerlas y amarlas.

Las religiosas de la Misión de las Hermanas Catequistas de Jesús Crucificado en Iquitos, Amazonia Peruana: Hna. Reyna, Hna. María de la Luz, Hna. Fátima y Hna. Sandra

Nosotras vivimos en Iquitos, la ciudad más grande de la Amazonia Peruana, rodeada de naturaleza y de grandes ríos. Pese a eso, aquí el agua potable está disponible solo unas cinco horas al día, la red eléctrica es inestable y el acceso a internet es lento. La gente llega desde lejanos caseríos y se instala a las orillas del río en situaciones muy precarias, trabajando en lo que se pueda y no siempre bien pagadas. Pero nada de esto evita que sean alegres y cercanas. Me encanta mirar a los niños que juegan y se mojan descalzos en las calles de tierra.

La hermana Fátima con algunos niños de la comunidad Independencia

La forma más común para moverse en la Amazonia es en transporte fluvial. Salvo una carretera que une Iquitos con la ciudad de Nauta, distante a cien kilómetros, el resto de los desplazamientos se hace en lancha, ferry o con los llamados “bongueros”, cuyas travesías pueden durar incluso días. De hecho, acá las distancias se miden más por tiempo que por kilometraje. Lima está a ocho días de travesía en lancha, mientras que, con ese mismo medio de transporte, solo toma un día llegar a la frontera con Brasil o Colombia.
La Evangelización en nuestro Vicariato

La Amazonía Peruana es una tierra de misión que depende del Papa y, por ende, su territorio se organiza en diversos Vicariatos Apostólicos confiados a congregaciones religiosas. Pero el número de misioneros es bajo en relación a las enormes extensiones de la selva. Por ejemplo, en nuestro Vicariato de Iquitos solo hay 33 sacerdotes, y por eso las religiosas y animadores jugamos un rol importante.

Mapa de las parroquias que forman parte del Vicariato de Iquitos.

A diferencia de los otros vicariatos de la Amazonia, aquí la mayoría de las parroquias está en la ciudad, donde hay cerca de medio millón de habitantes. Sin embargo, el trabajo de la Iglesia también alcanza hasta las lejanas comunidades de los caseríos, que se emplazan a lo largo de los ríos y hasta donde es difícil llegar dada la complejidad de la geografía y los altos costos del transporte. Cuando baja el nivel del agua de los ríos es imposible arribar a ciertos lugares o, al menos, es necesario caminar por el barro de la selva, protegiéndonos de animales e insectos.

Nuestra misión en una “tierra virgen”

En medio de este contexto nuestra labor es evangelizar y acompañar, sobre todo a quienes vienen desde los caseríos lejanos trayendo sueños, especialmente para sus hijos. Recuerdo un primer encuentro con la realidad pastoral que ocurrió durante una reunión para el sacramento del bautismo de unos niños. Para mí fue una gran sorpresa constatar que pocos de sus padres eran bautizados. Esto me desafió y debí cambiar la catequesis que había preparado. Así, me fui dando cuenta de que esta área es una “tierra virgen” para la evangelización, pues para muchos es la primera vez que toman una biblia en sus manos o que escuchan un pasaje de la Sagrada Escritura.

Visitando algunas comunidades en los ríos

Viviendo nuestro carisma como congregación, en estos seis años hemos colaborado en diversos servicios de catequesis y formación en distintas parroquias, además de haber sido encargadas de las Obras Misionales Pontificias. Todo esto nos ha permitido ir desde la ciudad hacia las periferias, y llegar así hasta las comunidades asentadas en los sectores de los ríos. Allí también hemos tenido la ocasión de encontrarnos y servir a los crucificados de hoy.

El encuentro con el Crucificado

Los miércoles llevamos la comunión a los enfermos, los acompañamos y escuchamos. Recuerdo cómo una vez, pese al asco que sentí humanamente, pude contemplar a Cristo en la Cruz al atender a una persona cubierta de llagas. Entonces todo cobró sentido. Durante la pandemia de Covid me tocó sufrir junto a ellos y llorar de impotencia al ver morir a tantas personas, pues en Iquitos la primera ola resultó devastadora.

La hermana Sandra Pérez en la comunidad de Santa Cruz, Nauta

Este encuentro con tantos crucificados también nos compromete a darles voz a los sin voz. Acá son muchas las empresas ilegales de tala de árboles y minería, se producen derrames de petróleo que contaminan los ríos y dejan a poblaciones sin agua para beber y sin poder pescar para comer. Ante estas situaciones el amor por el pueblo no nos deja indiferentes y nos impulsa a aportar nuestro granito de arena para transformar la situación. Esto fue lo que nos impulsó a crear la Cáritas en nuestra parroquia.

La hermana María de la Luz junto al grupo de la Cáritas parroquial que apoya a los más desfavorecidos

Estar en la selva es un regalo de Dios y, aunque el mundo no se dé cuenta de lo que hacemos, cada esfuerzo por caminar al lado de este pueblo, por ayudarlo a recuperar su dignidad, es ya un comienzo del Reino de Dios. Especialmente, el hacerlo caminando junto a mis hermanas de comunidad en estas búsquedas hacia lo que Dios quiere.

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Fuente: Vatican News

19 Abr 2023

Pueblos indígenas de la Panamazonía presentes en Foro Permanente de Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas

Celebrada de forma presencial en Nueva York, del 17 al 28 de abril, el 22° Foro Permanente de Naciones Unidas para las cuestiones Indígenas 2023 tiene como tema especial para su agenda a los “Pueblos Indígenas, salud humana, salud del planeta y territorial y cambio climático: un enfoque basado en los derechos”.

Cada año, el Foro Permanente reúne, por diez días, a pueblos indígenas de todo el mundo. Este espacio se presenta como una oportunidad para que los pueblos interactúen directamente con los Estados miembros de las Naciones Unidas, incluyendo también a organismos especializados en derechos humanos e instituciones académicas.

Con el resultado de los diálogos se elabora un informe de los temas prioritarios, así como recomendaciones a los Estados Miembros, al sistema de la Naciones Unidas y a los pueblos indígenas, para avanzar en la implementación efectiva de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Presencia de casos de vulneración de derechos en la Amazonía

El acompañamiento de la Iglesia Católica en los procesos de defensa y exigibilidad de derechos en la región amazónica ha permitido que la voz de los pueblos indígenas presentes en la región sea escuchada en espacios de incidencia internacional.

Foto: REPAM

Este año, los casos llevados al Foro son de Bolivia, Brasil, Perú y Ecuador: En Bolivia, la presencia de más de ciento treinta represas afecta y amenaza la vida y el territorio de los pueblos Tacanas, Lecos, Moseten, Tsiman, Uchupiamona y Esse Ejja. El caso, que es acompañado por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), será presentado por Alex Villca Limaco, indígena Uchupiamona, secretario de Comunicación de la Mancomunidad de Comunidades Indígenas de los Ríos Beni, Tuichi & Quiquibey y por Gladis Montesinos, misionera carmelita presente en el territorio.

En Perú, el proyecto de la Hidrovía Amazónica, la instalación de pozos petroleros sin consulta previa, así como los derrames del mismo, amenazan la vida de las comunidades nativas como San Pedro de Urarinas. Este caso es acompañado por el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica del Perú (CAAAP) y presentados por Nancy Verónica Shibuya, abogada con experiencia en derechos humanos y pueblos indígenas. Mientras, también en el departamento de Loreto, la enajenación de tierras ancestrales y las actividades extractivas en los ríos amenazan la vida de las comunidades indígenas Kukama. El caso es acompañado por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y presentado por Mariluz Canaquiri Murayari, mujer kukama, presidenta de la Federación de mujeres Huaynakana kamatawara kana y participante de la tercera Escuela de Promoción y Defensa de los DDHH de REPAM.

Foto: REPAM

En Brasil, la ocupación del territorio y el extractivismo indiscriminado de recursos en la región amazónica afecta la vida de los pueblos indígenas. El caso es acompañado por el Consejo Misionero Indigenista (por sus siglas en portugués CIMI), y presentado por Kora Kanamari, líder indígena perteneciente al pueblo Kanamari, Leila Rocha, del pueblo guaraní-ñandeva y miembro de la junta directiva de Aty Guasu Kaiowá y Guaraní, Lidia de Oliveira, misionera laica del CIMI que acompaña a los pueblos indígenas de Mato Grosso do Su, Carlos Stefanes, asesor del Equipo de Incidencia Internacional del CIMI y Güenter Loebens, misionero del CIMI y miembro del equipo de apoyo a los Pueblos Indígenas libres de la entidad.

En Ecuador, los territorios de la Nacionalidad Waorani se han visto gravemente afectados como efecto de las actividades extractivas en el país. La pandemia agudizó las desigualdades socioeconómicas presentes en la región, con una deficiente respuesta estatal a los casos de Covid-19 en las comunidades Waorani y a los niveles altos de desnutrición infantil. El caso es acompañado por el Instituto de Salud Pública de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (ISP), y presentado por el líder indígena waoran Gilberto Nenquino.

La presencia de la delegación fue posible gracias al trabajo coordinado de las organizaciones acompañantes junto a Sonia Olea Ferreras, responsable de incidencia internacional de REPAM y miembro del Equipo de Incidencia de Cáritas Española

16 Abr 2023

51 años junto a la Amazonía: Radio La Voz de la Selva celebra su aniversario

Hace más de medio siglo, los vicariatos de Iquitos y San José del Amazonas se unían para crear La Voz de la Selva, una emisora cultural para dar voz a los más pobres y defender sus intereses. Un proyecto que contó con el apoyo de la Iglesia Católica para su creación, y con un equipo de profesionales que dejaron huella en su historia por su contribución en la construcción de esta radio.

Por: Redacción LVS

Hace 51 años, los vicariatos de Iquitos y San José del Amazonas, en Indiana, se unían para juntas crear el Instituto de Promoción Social Amazónica y Radio La Voz de la Selva. Por aquellos años ambas jurisdicciones eclesiales contaban con una emisora. En Iquitos tenían Radio Mariana, que funcionaba en un local ubicado al frente de la parroquia Santo Cristo de Bagazán; mientras que en Indiana tenían radio San José, emisora que funcionaba por horas.

En los archivos web de la prensa loretana, el recordado locutor y periodista José Ángel Verea Chávez narró en un artículo en el diario La Región acerca del proceso de creación de radio La Voz de la Selva. El primer director designado, el docente José Barletti Pascuale, estuvo al mando de la emisora durante sus cuatro primeros años junto a un directorio elegido por los vicariatos de Iquitos y San José del Amazonas.

«La implementación de la fusión, me dice Barletti, fue apasionante. Se trataba de crear una emisora cultural, ya no una radio escuela. Ya había pasado esa onda», relata en su escrito Verea Chávez. «Durante varios meses de 1972 nos dedicamos a preparar la salida al aire de La Voz de la Selva. Monseñor Guibord, inspirador de la fusión, había hecho traer de Alemania a Wolfgang Moeller, un joven técnico especialista en implementar emisoras de radio».

El exdirector de Radio la Voz de la Selva, Oraldo Reátegui, luego de integrarse al equipo. Foto: Darwin Paniagua

ADVENIAT y MISEREOR, organizaciones de la Iglesia Católica Alemana, contribuyeron con el financiamiento de este proyecto a gran escala. Estas contribuciones, sumadas a los aportes adicionales de Desarrollo y Paz de Canadá, lograron un fondo importante. «Recuerdo que Monseñor Guibord me dijo que no íbamos a tener ninguna limitación económica. Por eso decidimos desde el comienzo que no tendríamos nada de propaganda. Nuestra solvencia económica nos permitió conformar un buen equipo de comunicadores», narra el periodista.

Algunas de estas voces eran conocidas, como la de Rosita Nilsson, y otras, revelaciones como Marinita Díaz. Fueron largas jornadas de reflexión para preparar el inicio de esta radio cultural en Iquitos. «Cada cosa que hacíamos era con la lógica de que, era algo muy grande lo que estábamos creando: una emisora de nuevo tipo que contribuyera a que nuestro pueblo tuviera voz y que defendiera los intereses de los pobres», se lee en el artículo de Verea Chávez.

Dejando huellas

Muchos profesionales pasaron durante más de medio siglo por Radio La Voz de la Selva convirtiéndose en una parte fundamental para la construcción de lo que hoy es esta emisora católica. A quienes partieron, dejando una huella imborrable a su paso, pues aún continúan presentes en todas las tristezas y alegrías de esta radio, se les recuerda en este aniversario.

Profesionales que contribuyeron con la construcción de lo que hoy es La Voz de la Selva. Foto: LVS

Entre ellas y ellos están Rosita Nilson, Pierre LeBlanc, José Barletti, Eduardo Arévalo, Guillermo Flores, Gonzalo González, Maurilio Bernardo, Pedro Sandoval, Jorge Carlos Pérez, Oraldo Reátegui, Jennifer Flores, Santiago Arimuya, Juan Honores, Clara del Águila, Elber Sangama, Victor Manuel Velázquez Cárdenas, Rommel Villanueva, David Nuñez, y muchos más a quienes hoy el equipo de La Voz de la Selva agradece por hacer parte de su historia.

Visibilizando a los olvidados

Marcos Vizalote, uno de los corresponsales más antiguos con mayor vigencia en radio La Voz de la Selva, refirió que la emisora fue una de las que acompañó la gesta de la creación de la provincia de Datem del Marañón, la cual era seguida semana tras semana por la voz del corresponsal que daba a conocer la problemática de la zona.

«Recuerdo que a mediados de los 90 iniciábamos los despachos desde la radiofonía de San Lorenzo, desde donde se grababa la información. Fue La Voz de la Selva quien dio voz a las comunidades de Datem del Marañón y aportó a la gesta de la creación de la provincia, que en un primer momento llamábamos provincia del Alto Putumayo», declaró Vizalote.

El corresponsal de LVS señaló la importancia que la emisora dio a zonas tan olvidadas como las localidades de Cahuapanas, Ullpayacu, las que se encuentran en la ribera del Morona y Pastaza, quienes hasta hoy continúan dando a conocer los mismos problemas que reportaban hace 30 años desde la ahora provincia de Datem del Marañón.

15 Abr 2023

“Ama, cuida y protege la vida”: Pascua frente a los abusos

Por: César Caro (Vicariato San José del Amazonas)

La cruz ingresó cargada por adolescentes del internado, llegados de todo el Putumayo para poder estudiar; chicas y chicos muy pobres, indígenas bastantes de ellos, vulnerables. La habían decorado con dibujos que mostraban el horror que acometimos, como hilo conductor, durante toda la Semana Santa: la injusticia y la muerte en los abusos sexuales a los menores.

Cantábamos “Cristo te necesita para amar”, hasta que esa gran cruz llegó al presbiterio, donde las manos de los jóvenes la mantenían parada. Fueron saliendo chicas; una señalaba una de las ilustraciones mientras otra hacía una petición breve y rotunda: “por las niñas y niños que son abusados”, “por las mujeres maltratadas” … después de cada oración, resonaban en la iglesia repleta fuertes martillazos: clavos enormes hienden la madera, quebrantan los huesos de Jesús, crujen las almas de los ultrajados.

Se unieron otras voces adultas desde su sitio: “por las autoridades que no hacen nada” … “por todos nosotros, indiferentes a ese sufrimiento” … Y cada vez, los golpes, crueles y solemnes, sobre el silencio incómodo y aplastante, trasunto del mutismo que a menudo nos infecta cuando conocemos situaciones de abuso, cuyo escenario más frecuente es la propia familia del menor.

“¿Con qué personaje de la Pasión podemos identificarnos cada uno de nosotros?” – pregunté en esta homilía de Viernes Santo. Un relato que fue proclamado por voces femeninas y juveniles, y que vuelve a ocurrir hoy; una historia de la que todos formamos parte… ¿Tal vez como Judas, traicionando con ese machismo enquistado? ¿O como Pedro, que niega la evidencia? O formando parte de una turba ciega y manipulada. O peor, lavándonos las manos, “eso no es asunto mío, que lo resuelva la policía"...

En el frontis del altar, esta frase: “Ama, cuida y protege la vida”. Necesitamos desencadenar un cambio cultural para erradicar esta atrocidad, que fue desgraciadamente naturalizada y recubierta con escombros del viejo patriarcado. Lo primero es afrontarla, mirar la cruz sin miedo, con decisión. Basta ya de eufemismos y de disimulos cobardes. El madero de la tortura está elevado y no admite paliativos.

Los seguidores de Jesús se fueron acercando a la cruz para venerarla. Todos la tocaron. Unos se arrodillaban; otros besaban las heridas santas de nuestros niños y niñas; otros abrazaban esas laceraciones interiores de tantas vidas infantiles destrozadas; muchos lloraban, impactados por la ferocidad con que el egoísmo humano sigue matando a Jesús hoy. Desde donde estaba sentado, yo podía ver y dejarme impactar por lo que cada persona desprendía.

Adorar, inclinarse, servir. Acariciar y lavar con reverencia los pies manchados de sangre inocente. Armados con la ternura, “el camino elegido por los hombres y mujeres más fuertes y valientes” (FT 94) para atrevernos a compartir ese dolor sin nombre, como Iglesia que se acerca, que escucha, que vuelve real el amor del Cordero sacrificado, del Siervo humilde.

Pero también hay que levantar la voz. Gritar que en la cruz de Jesús están clavados muchos niños, niñas, adolescentes, mujeres; maltratados, violados, denigrados. Hay que incluir esta realidad en los programas de formación de agentes pastorales, en las capacitaciones de profesores, papás y mamás, en reuniones parroquiales, en las visitas a las comunidades… Es urgente denunciar, ponerse de pie, alzar la mano con la vela prendida, sin dudar, sin fisuras, juntos.

Hemos servido el pan consagrado el Jueves, como prescribe la liturgia. Era una única gran torta de pan ácimo que partimos y compartimos, cuyos pedazos, un día después, estaban más duros; un pan difícil de tragar. Duele comulgar con el Cristo roto, absolutamente destruido en tantos pequeños indefensos. Es difícil seguir a Jesús encarnado en esta humanidad fracasada, que sin embargo Él contempló siempre preñada de esperanza. Cuesta entender, pero hay que comprometerse. Feliz Pascua.

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Artículo publicado originalmente en el blog Kpayo: Misionero en la Amazonía peruana. Se puede leer aquí.

14 Abr 2023

Vicariatos de la Amazonía peruana presentan “Lineamientos de la Pastoral Indígena”

El documento busca fortalecer y articular la Pastoral Indígena a través de orientaciones en el servicio pastoral para una Iglesia “inculturada” y con rostro amazónico, desde la reflexión de los sueños del Papa Francisco en la Exhortación apostólica "Querida Amazonía".

Inspirados en el camino recorrido por los misioneros de la selva, la trayectoria de la Iglesia amazónica y las propuestas del Documento final del Sínodo para la Amazonía, la Comisión de Pastoral Indígena de los vicariatos de la selva del Perú decidió, en 2020, trazar una ruta para su labor pastoral.

Después de reflexionar y dialogar con los misioneros y agentes pastorales indígenas, se presenta el documento fruto de este trabajo, que recoge los elementos “irrenunciables” en el servicio pastoral para una Iglesia inculturada y con rostro amazónico, a través de los “Lineamientos de la pastoral indígena de los vicariatos de la Amazonía peruana”.

Comprometidos con el acompañamiento integral a los pueblos en la Amazonía, la Pastoral Indígena se propone en este escrito las orientaciones pastorales para guiar las acciones conjuntas en diálogo y escucha con las personas, realidades y contexto de sus territorios.

El objetivo de estos lineamientos es fortalecer y articular la Pastoral Indígena de los vicariatos de la Amazonía peruana desde la reflexión de los sueños social, cultural, ecológico y eclesial que el Papa Francisco plantea en la Exhortación apostólica postsinodal “Querida Amazonía”.

El Papa Francisco durante su visita a la Amazonía peruana en 2018. Foto: Pavel Martiarena.

Así también, se busca retomar y fortalecer la Pastoral Indígena específica, promover la escucha y acogida de la voz de Dios a través del diálogo con los pueblos indígenas, y fortalecer su acompañamiento en todas las dimensiones de la vida (económica, política, social, cultural).

Un proceso sinodal

Para construir este documento, a inicios de marzo del año 2021, por acuerdo de los obispos de los vicariatos de la Amazonía peruana, se empieza con la constitución de la Comisión de Pastoral Indígena, y se designa como encargados al vicario general de San José del Amazonas, César Caro, y al misionero del vicariato de Yurimaguas, Diego Clavijo.

Mientras tanto, los obispos elegirían una persona responsable de representar a cada vicariato en esta comisión para que, con el acompañamiento del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y la REPAM Perú, se elabore una propuesta de orientaciones para la Pastoral Indígena.

Encuentro de misioneros de la Amazonía peruana en 2023. Foto: REPAM Perú

"Seguíamos reuniones periódicas mensuales de la comisión, con la presencia de representantes de todos los vicariatos amazónicos, en algunas de estas reuniones participaron algunos de nuestros obispos, para identificar los irrenunciables que presenta Querida Amazonía y el Documento Final del Sínodo, para concretar acciones a tomar en cada una de ellos", explicó Ricardo Guerrero Curo, misionero del vicariato de Requena y coordinador actual de la Comisión de Pastoral Indígena.

La propuesta elaborada de forma colectiva, priorizó la escucha de todas las voces de la Iglesia amazónica, socializando sus avances durante los encuentros realizados cada año de misioneros de la Amazonía peruana. Durante todo este proceso y hasta la actualidad, se contó además con el acompañamiento de Mons. David Martínez de Aguirre, obispo del vicariato de Puerto Maldonado”.

“Esta propuesta se socializó con los misioneros y misioneras de los vicariatos de la selva en un encuentro virtual en diciembre de 2021, donde se recogió aportes y sugerencias que también enriquecieron el documento. Luego, fue entregado a los obispos en 2022. Finalmente, en 2023 se presentó el trabajo final”, añadió Guerrero Curo.

Descarga los “Lineamientos de la pastoral indígena de los vicariatos de la Amazonía peruana” aquí.

 

10 Abr 2023

Pasión y muerte de la Amazonía y de sus cuidadores ancestrales, los pueblos indígenas

La muerte de los pueblos indígenas supone la muerte de la selva. En una Amazonía que recorre su Vía Crucis camino de la muerte podemos descubrir los signos de la Pasión, y esos signos se han incrementado en los últimos años, poniendo en peligro el pulmón del Planeta, y cuando a un cuerpo le falta el aire, las posibilidades de sobrevivencia se van esfumando.

Exterminar a los pueblos indígenas como política de Estado

En Brasil, exterminar a los pueblos indígenas se convirtió en política de Estado durante varios años, con un gobierno que les negaba el pan y la sal, y que azuzaba a quienes se convirtieron en ejecutores de una política de muerte: mineros ilegales, madereros, agronegocio… y tantos otros actores que se erigieron en usurpadores de territorios ancestrales y de las vidas de sus cuidadores milenarios.

Expulsar a los indígenas de sus territorios, o simplemente matarlos, en algunos casos poco a poco, negándoles sus derechos fundamentales, ha sido el camino elegido para adueñarse de la Amazonía y de sus riquezas. Una invasión milimétricamente preparada y orquestada, que se ha ido ejecutando sin dilación, provocando mucho sufrimiento.

El genocidio yanomami

Lo sucedido con el Pueblo Yanomami, un verdadero genocidio que ha llevado a la muerte a centenas de indígenas, entre ellos muchos niños, es un ejemplo de una realidad que en mayor o menor medida se repite en muchos rincones de la región amazónica, no sólo en Brasil, sino en todos los países que forman parte de ella. La fiebre del oro ha ido matando a quienes se convirtieron en su principal obstáculo: los pueblos amazónicos, especialmente los indígenas.

Defender a la Madre Tierra es una obligación para unos pueblos que se sienten profundamente unidos a ella en consecuencia de sus cosmovisiones. Es algo mucho más profundo que el hecho de poder encontrar en ella un sustento o un beneficio, es un sentimiento espiritual que brota de lo más profundo de su ser y que los lleva a defender aquello que es fuente de vida y de armonía.

Heridas humanas imagen de las heridas del medio ambiente

Los cuerpos demacrados, no sólo física sino también espiritualmente, de los yanomamis son un ejemplo de lo que está pasando con la Amazonía, donde las heridas humanas son expresión de las heridas del medio ambiente. Heridas que corroen los cuerpos, pero que también dejan cicatrices internas en un Planeta y en unos pueblos que van entregando el Espíritu, del mismo modo que el Crucificado, inclinado la cabeza, entregó el Espíritu.

Eso ante la mirada de una sociedad que no es diferente a aquellos que casi dos mil años atrás estaban a los pies de la Cruz. Muchos impasibles, sin importarse con el sufrimiento ajeno, muchos satisfechos con la muerte de alguien que obstaculizaba sus ansias de poder y de ganancia sin escrúpulos. Al fin y al cabo, el rostro de los crucificados siempre es similar, va recorriendo la historia, marcada por la muerte, pero con la esperanza de la vida en plenitud, de la Resurrección en la que muchos todavía creen, también de la Amazonía, que no olvidemos tiene en los pueblos indígenas a sus grandes valedores.

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Fuente: ADN Celam

08 Abr 2023

Vicariato de San José del Amazonas traza su camino hacia una Iglesia con rostro amazónico con la culminación de su Plan Pastoral

Con más 80 participantes provenientes de las cuencas del Putumayo, Napo, Yavarí y Amazonas, ha terminado el proceso para la elaboración del Plan Pastoral 2023-2028, iniciado hace tres años con el fin de ir plasmando una Iglesia con rostro y corazón amazónicos.

Después de tres años de espera, el camino iniciado para la elaboración del Plan Pastoral del Vicariato Apostólico de San José del Amazonas, que empezó a recorrerse a mediados de marzo de 2020, culminó. Con la presencia y participación de más de 80 participantes entre misioneros, agentes pastorales y laicos, se terminó de trazar el documento que guiará la labor de este vicariato, -uno de los ocho que conforman la Amazonía peruana-, por los próximos cinco años.

El Plan Pastoral 2023 - 2028 no es solo un papel, sino una experiencia de convergencia a la luz del Sínodo de la Amazonía y de los sueños del Papa Francisco en “Querida Amazonía”. Se ha conformado luego de un largo proceso sinodal de discernimiento y decisión. El documento recoge además los aportes compartidos en la última Asamblea del Vicariato de San José del Amazonas, realizada el 15 al 21 de marzo en la localidad de Indiana, en la provincia de Maynas, Loreto.

Foto: Vicariato de San José del Amazonas

En una primera etapa se dibujó la situación social, económica, política, ambiental y religiosa del vicariato con el mayor realismo y rigor posibles para conformar el marco situacional. La navegación continuó reflexionando y discerniendo acerca de los elementos que debían integrar el propósito; y así, en la Asamblea Vicarial de 2022 quedaron definidos la misión, la misión y los valores: qué somos, qué hacemos, a dónde queremos llegar, qué se quiere lograr como Iglesia amazónica y con qué estilo.

Foto: Vicariato de San José del Amazonas

El estudio de los documentos, el debate, la escucha mutua y el diálogo para descubrir los puntos más relevantes y significativos para la Iglesia en la Amazonía peruana condujo a la composición del marco doctrinal, para finalmente plantear los objetivos estratégicos a donde se apuntarán durante los próximos cinco años, y dirigir la proa hacia los horizontes identificados y compartidos, e ir plasmando una Iglesia con rostro y shungo (corazón) amazónicos.

02 Abr 2023

Semana Santa es recordar, celebrar y vivir la Pascua

Vivir la Semana Santa para un cristiano es recorrer un camino donde Dios muestra su amor de salvación a un mundo necesitado de Pascua. Pascua significa “pasar” de la muerte a la vida. Esto fue lo que Jesús hizo con su muerte y resurrección. Y lo que nosotros recordamos, celebramos y vivimos en esta Semana.

Por Mons. Rafael Cob *

Cada año el pueblo de Israel, donde nació y vivió Jesús, celebraba la Pascua. Esta es la  fiesta más grande del pueblo judío. La fiesta por excelencia porque, en ella, recordaba que Dios le liberó de la esclavitud del faraón de Egipto, donde vivía sometido. Fue aquel día como alcanzar su independencia.

El libro del Éxodo, capítulo 14, nos recordará aquellos hechos históricos que el pueblo celebra cada año: el paso del mar Rojo, el paso de la muerte a la vida, de la esclavitud a la libertad. Esa es la pascua judía que el pueblo vivió, hoy recuerda y celebra.

Dios, por medio de Moisés, mandó que su pueblo nunca olvidara esta liberación y que debía seguir celebrando la Pascua todos los años. “Este rito te servirá como si tuvieras una señal en tu brazo y un recordatorio en tu frente para que tengas en los labios la Ley del Señor que con mano fuerte te sacó de Egipto. Guardarás este mandato todos los años en su fecha” (Ex 13,9).

Pascua de la Resurrección

Ya para nosotros, los cristianos, en estos días de Semana Santa revivimos la Pascua de Jesús, en quien creemos como nuestro Salvador. Recordando, celebrando y viviendo los hechos fundamentales de su vida como son su muerte y resurrección.

Dentro de la Semana Santa hay varios actos que desembocan en la Pascua de la Resurrección de Jesús, principal hecho en que creemos, como dijo San Pablo: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (1Cor 15,14).

Entre tanto, para resucitar antes hay que morir. Por ello, la muerte de Cristo es un hecho  fundamental y paso necesario para salvarnos de la esclavitud del pecado. Muerte y vida son dos palabras  que nos revelan toda la vivencia del misterio Pascual.

No olvidemos el significado de la Pascua judía y de la pascua cristiana: paso de la muerte a la vida. La muerte se expresa o revela en diferentes formas o maneras. Además de la muerte física del cuerpo, puede ser la esclavitud y dolor que sufre la persona por el pecado, o sea, por una muerte moral.

Pascua Juvenil – Puyo Ecuador

Camino hacia la Pascua

Dentro de los actos que desembocaron en la muerte y resurrección de Jesús, y que celebramos en la Semana Santa, está el Domingo de Ramos, que es como el pórtico de la semana Santa. Esta celebración anuncia a Jesús con su entrada triunfal en Jerusalén, recordando que Él triunfará después de morir en la cruz, por la resurrección. En esta fiesta, llamada Domingo de Ramos, el ramo que traemos para bendecir es un signo con el que manifestamos que Jesús es nuestro Rey. Como lo proclamó aquel pueblo que seguía y quería a Jesús, así también nosotros debemos recordar a quien debemos servir como nuestro rey.

Dentro de la Semana Santa, son los tres últimos días que conforman el Triduo Pascual, que nos recuerdan los tres acontecimientos principales: el jueves, la Cena Pascual del Señor; el viernes, la pasión y muerte de Jesús; el sábado, en la Vigilia Pascual, la Resurrección de Jesús.

Estos son tres días, no solo para recordar, sino para celebrar y vivir más intensamente nuestra fe, como pueblo de Dios. Son tres días para orar, reflexionar  y contemplar estos  hechos salvíficos. Tres días no para irse de vacaciones a la playa u otro lugar, sino para ir al templo de mi comunidad o parroquia, escuchar la Palabra del Evangelio que nos narran estos hechos.

Tres días para meternos en el sentir y vivir lo que Jesús vivió, desde el corazón. Para leer su testamento de amor, para contemplar y acompañarlo en ese viacrucis viviente. El sufrimiento que Jesús hizo camino a la cruz y que hoy siguen haciendo hermanos que sufren, siendo inocentes por defender la justicia. O hermanos que sufren esclavitudes por el pecado del mundo injusto en tantos caminos de muerte, como la droga, el narcotráfico, la prostitución etc.

Pascua Juvenil – Puyo Ecuador

¡Cristo Resucitó! y vive en nosotros

Quizá nos es fácil sintonizar con el dolor y la muerte, que vemos por los medios de comunicación y nos quedamos solo en lamentarnos. Esta Semana Santa no terminó en la cruz, ni en el sepulcro. Terminó proclamando: ¡¡¡Cristo Resucitó!!! Venció a la muerte y está vivo en cada hombre y mujer que anuncia a los demás esta verdad, con palabras de paz y de esperanza, de alegría y de gozo. Cristo vive en mí y lo demuestro con mi fe y mis obras, que lo certifican.

Pasamos por la cruz del sacrificio para llegar a la luz pascual que ilumina nuestra oscuridad que disipa nuestras sombras que nos da seguridad, que nos trae la alegría de vivir creyendo no en un cristo muerto sino muerto y resucitado. No debemos ser cristianos tristes o tristes cristianos, debemos ser testigos de la alegría de la paz, del amor que Cristo nos ha dado para que le compartamos.

Por eso decimos a los cuatro vientos, ¡¡Felices Pascuas ¡¡ levántate y camina por caminos de vida , alégrate  Cristo te ama y quiere vivir en tu vida, vive la pascua, es decir el paso de la muerte a la vida , del pecado a la misericordia divina, de la esclavitud a la libertad. Si se puede salir del vicio y de la muerte , basta que tengas la fe en El. Recuerda, Celebra y Vive la Pascua de Jesús. ¡¡feliz Pascua¡¡

Vida en Abundancia, según el proyecto de Jesús – Foto: REPAM-Ecuador

* Mons. Rafael Cob García, obispo de Puyo (Ecuador) y presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM)

27 Mar 2023

Mujeres que tejen esperanza en y desde la Amazonía

Si hay alguien que empeña su vida en la defensa de la Vida, esas son las mujeres, muchas veces desde el anonimato, desde la cotidianidad de una vida escondida. Pero también hay mujeres que se hacen presentes en espacios internacionales, defendiendo así los Derechos Humanos y colectivos, pero también los derechos del territorio, de la naturaleza, pues el clamor de los pobres y el clamor de la Tierra es el mismo.

Por: Luis Miguel Modino

Amazonía, la periferia desde donde quiere que “se escuche la voz de la transformación”

“Velar por la labor de las mujeres en territorio, ya que es un acompañamiento y una defensa constantes por la vida, por la cultura y por el territorio”

Hay “mucha esperanza, los pueblos indígenas hemos alzado nuestra voz y estamos luchando para que no se destruya la Amazonía”

“Reconocer la presencia de Dios en todo lo que es la Amazonía, que todos podamos ver en esa vasta Amazonía, en ese bioma, en su gente, en sus culturas, la presencia de Dios y su acción y la acción del Espíritu. Eso creo que puede transformar todo, ese es el gran paraguas de todo”

Una defensa de los Derechos Humanos que llevan a cabo desde el territorio, los juzgados, las universidades y los espacios internacionales

Tantas mujeres en tantos rincones del mundo manteniendo con sus manos la esperanza por otro mundo posible.

Delegación amazónica en la ONU

Mujeres fuente de esperanza

Se convierten así en fuente de esperanza, en este caso desde la Amazonía, desde diferentes perspectivas, pero siempre con un compromiso fuerte e innegable, asumiendo una causa que las zambulle en la vida de muchas otras mujeres. Esa es la vida y la causa de cuatro mujeres que, desde el territorio amazónico, unas porque han nacido en él y otras porque han asumido con la Amazonía un compromiso vital.

Carol Jeri Pezo es abogada, y desde su trabajo en Cáritas Madre de Dios, en la Amazonía peruana, se siente comprometida en la lucha que vienen realizando las lideresas indígenas. Una lucha que como una de esas lideresas vive Patricia Gualinga, desde Sarayaku, en el corazón de la Amazonía ecuatoriana, la periferia desde donde quiere que “se escuche la voz de la transformación”. Una realidad que hace con que “mi opción de vida está íntimamente ligada a la Panamazonía, a sus pueblos, de manera especial a las mujeres”, dice Romy Gallegos. Un espacio donde en palabras de Gustavo Gutiérrez, Sonia Olea se depara con “signos de vida en lugares de muerte”.

Las 4 son parte de la delegación amazónica que de 22 a 24 de marzo de 2023 participa en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2023, que busca resolver la crisis del agua y el saneamiento en el mundo a través de propuestas que ayuden al acceso a agua limpia, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Pero también una de las agendas prioritarias de la Iglesia católica, que desde el Vaticano se empeña en la reflexión y movilización internacional sobre el acceso al agua, y lo hace impulsando la presencia de líderes y lideresas de los territorios más amenazados de los cinco continentes, entre ellos, de la Amazonía.

Velar por la labor de las mujeres en territorio

Son ellas quienes han llevado la voz, y en esa voz una semilla de esperanza, relatando experiencias de cuidado con la vida en sus más múltiples formas. Lo hacen como mujeres, que en el caso de Carol Jeri Pezo, se siente “responsable de acompañar en este resistir constante en el cual las mujeres amazónicas se encuentran”. La abogada peruana no duda en insistir en la importancia de “velar por la labor de las mujeres en territorio, ya que es un acompañamiento y una defensa constantes por la vida, por la cultura y por el territorio”. Algo que ha expresado al relatar el caso de la Cuenca del Río las Piedras, en la Amazonía peruana.

Una tierra de “muchos dolores, sobre todo dolores a raíz del extractivismo, que ha destruido muchas cosas hermosas de la Amazonía”, dice Patricia Gualinga, denunciando a las empresas, principalmente petroleras, grupos inmensos conectados en todo el mundo, contra quienes “es difícil luchar para los pueblos amazónicos”. Pero a pesar del dolor, también hay “mucha esperanza, los pueblos indígenas hemos alzado nuestra voz y estamos luchando para que no se destruya la Amazonía”, resalta la lideresa del pueblo kichwa de Sarayaku.

Romy Gallegos y Patricia Gualinga

Aprendiendo a caminar junto a los pueblos

Con mujeres como Patricia, con quienes es capaz “de encontrarse alrededor de un círculo, de conectarnos, de reconocer que las diferencias no nos distancian, sino que en realidad nos acercan y nos permiten ver la riqueza de la vida como tal”, Romy Gallegos ha ido aprendiendo y sigue “aprendiendo a caminar en este gran territorio junto a sus pueblos”. Un caminar que se enriquece desde la distinción de culturas, lugar de origen, donde “todas nos hermanamos en ese corazonar desde la Amazonía”. Es con esas mujeres que dice estar “aprendiendo a andar esos mismos caminos, aprendiendo a navegar de la mano de esas mujeres”.

Sonia Olea ve todo eso como “un privilegio, pero también es una obligación, y es la letra de la canción de las personas que seguimos a Jesús”. La jurista de Cáritas Española lo vive como “esa certeza que a veces duele, otras incomoda, que a veces la guardas debajo de la alfombra para no recordar nada de esa certeza”, de algo que ella ve en sí misma, pero también en los que y en lo que hace parte de su vida, en su familia, “en mi esposo, en este proyecto de vida y en mi trabajo, en mi voluntariado y en mi compromiso”.

Un estar y un acompañar en el camino, para buscar los mecanismos necesarios para que la voz de las mujeres sea escuchada, afirma Carol Jeri, pues “nuestra labor es continuar fortaleciéndolas día a día, y en este acompañar constante ser nexo entre ellas y quienes tienen la posibilidad de apoyarlas en su lucha”. Carol, que es miembro del Núcleo de Derechos Humanos de la REPAM, no olvida que “ser mujer hoy en día es una labor que implica muchos retos, y no hay mayor reto que el que enfrentan nuestras mujeres en la Amazonía que continuar su resistencia”.

Apoyo decisivo del Papa Francisco

Una resistencia en la que Patricia Gualinga se siente acompañada por el Papa Francisco. De hecho, la vicepresidenta de la CEAMA no duda en decir que “hace años no nos hubiéramos imaginado que la Iglesia institucionalmente se comprometería para defender la Amazonía, ahora lo tenemos y eso es una gran alegría y esperanza”. Desde ahí invita a “reconocer la presencia de Dios en todo lo que es la Amazonía, que todos podamos ver en esa vasta Amazonía, en ese bioma, en su gente, en sus culturas, la presencia de Dios y su acción y la acción del Espíritu. Eso creo que puede transformar todo, ese es el gran paraguas de todo”.

Mujeres diversas que se conectan, que van aprendiendo a estar para apoyar, a acompañar, “pero reconociendo que nuestro lugar es estar siempre a un lado”, señala Romy Gallegos. Se trata de un “desafío esperanzado que se hace más viable cuando lo acuerpamos más”, insistiendo en que “acuerparlo entre mujeres hace una gran diferencia para encontrar la esperanza en medio de todo lo que nos sucede”, en palabras de la acompañante territorial y en Derechos Humanos del Programa Universitario Amazónico (PUAM).

Conferencia del Agua en la ONU

Dar herramientas para cambiar la situación

Un acompañar que Sonia Olea realiza “como cristiana y como mujer creyente en un Reino de paz, de justicia, de amor y de libertad”, buscando así “dar todo el conocimiento, todas las herramientas que tengo como jurista experta en Derechos Humanos para que las personas vulneradas, las comunidades vulneradas, los pueblos vulnerados, la naturaleza vulnerada, pueda tener esa milimétrica o pequeña oportunidad de luchar, de cambiar la situación, de modificar leyes, de unificar políticas públicas, ese unificar la esperanza”, afirma la Responsable de Incidencia Internacional de la REPAM.

Son mujeres cuidadoras, mujeres protectoras, mujeres transformadoras desde la esperanza, mujeres que sueñan y se empeñan en hacer realidad otro mundo posible, dejando para atrás tantas injusticias que en la Amazonía afectan en mayor medida a las mujeres. Una defensa de los Derechos Humanos que llevan a cabo desde el territorio, los juzgados, las universidades y los espacios internacionales, como son las Naciones Unidas o el Sistema Interamericano de defensa de los Derechos Humanos. Y que lo hacen como Iglesia, siguiendo aquello a lo que el Papa Francisco llama en el capítulo 5 de Fratelli tutti, llevar a cabo un trabajo de incidencia política en lo internacional como Iglesia.

Mujeres que en palabras de Sonia Olea “son caricia, pero también son aguijón, que usan sus manos para tejer mantas de colores, para teñir telas y plumas, para escribir demandas y talleres metodológicos de derechos humanos. Y lo hacen con alegría, con sencillez, con amor y delicadeza, y con rotundidad, certeza, verdad y esperanza”. Mujeres que, desde la ONU, se quieren conectar con esa mujer espiritual que cuelga en un cuadro de sus paredes, “una mujer espiritual, que representa a tantas mujeres en tantos rincones del mundo manteniendo con sus manos la esperanza por otro mundo posible. Por la dignidad de la persona en toda su plenitud. Por la conexión con el cielo y la tierra, el agua y el fuego”.

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Fuente: Religión Digital