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26 May 2023

‘Pishcu Chaqui’: Dominik Szkatula

Por: P. César Caro, vicario general de San José del Amazonas

A estas horas Domi debe estar surcando el río Napo, como hace todos los años. Son recorridos de entre 12 y 16 días seguidos (sin regresar a casita a dormir, ¿eh?), largos y exigentes, propios de esta misionera de pura raza amazónica, que está cumpliendo 40 años de entrega en el Vicariato. Toda una vida de leyenda, escrita con sonrisas, creatividad y fuerza.

La chapa (el mote) de Domi es Pishcu Chaqui, en kichwa: pishcu=pájaro y chaqui=pie, es decir, pájaro que anda, que va saltando siempre de un sitio a otro. No puede estar más acertado, porque Domi se mueve, viaja; antes, cuando era coordinadora de pastoral del Vicariato, por todo el territorio, y ahora por el Napo y por Angoteros.

Es gracioso, ¿no? Sí, pero para la gente naporuna es algo muy verdadero y muy serio. El barrio donde está la casa misionera, en la distribución urbana de Angoteros, se llama “barrio Pishcu Chaqui”. Sobran los comentarios. Recuerdo que, en Santa María, una comunidad cercana, el kuyllur, que se llama Serapio, al presentar a los que estábamos de visita, mencionó a “la hermana Pishcu Chaqui”; ¿creen que alguien se rio? Nadies. Los moradores bien formales y circunspectos.

Y es que sí, Domi tiene el nervio misionero de ir, de llegar. En sus recorridos logra visitar todas las comunidades del distrito, 35 en total, dos veces al año, sean católicas o no (los evangélicos, como todos, la aprecian y ríen con sus bromas). En ningún otro puesto de misión alcanzan tal nivel de acompañamiento. Y son viajes duros, donde se duerme en el piso, se come con la gente, se han de cargar bultos pesados y a menudo no hay baño. Pues ahí está Pishcu Chaqui con sus 64 primaveras, admirable. El resultado es que todas las comunidades están mínimamente organizadas; de hecho, acuden a la tantarina (encuentro de formación en Angoteros) personas de 20 localidades, lo cual es una muy estimable proporción.

Pishcu Chaqui es más conocida en el Napo que Messi. Se para por la calle con todo el mundo, a la casa está entrando gente constantemente. Hay un niño de un par de años que se llama Joselu que baja la cuesta y no deja de gritar con media lengua: ¡Domi caramelo! Hasta que consigue su objetivo. No hay lugar donde no la reconozca alguien. El otro día, al subir al deslizador, como no habían anotado su apellido en la lista, el muchacho le puso “Domitila Coquinche”: Coquinche es el apellido más habitual en la zona, medio pueblo kichwa se llama así… ¡la consideran uno de ellos!

Domi ha logrado lo máximo para un misionero, qué orgullo y envidia sana. Cuando hace de anfitriona recibes multitud de pequeños detalles: comidas ricas, un ronsito por la noche, preparar keke juntos… Intenta siempre que se trabaje unidos y se esté a gusto en casa, a pesar de las cucas, las goteras que se cuelan entre las hojas de irapay y los crujidos de la pona cuando se camina en la noche.

Aunque tiene un polo que pone “ATEA”, Pischu Chaqui es un ave profundamente creyente que, cada noche, antes de volar al sueño, se remonta al Dios de la vida. Es la suya una fe libre y amazónica, cuyas mediaciones son la belleza de la naturaleza y la nobleza de los indígenas. La foto recoge el momento de “la limpia”, donde el chamán purifica el cuerpo y el alma mediante las hojas en movimiento y el humo del mapacho (tabaco). La veo así, arrodillada de espaldas, y me parece más viejita, casi a merced de los espíritus de la selva.

De hecho, cuando releo lo que ya escribí sobre ella (“Pakrachu Madrina” 21 de agosto de 2017)) y miro nuestros rostros, me asombro de que hayan pasado ¡casi seis años! Es escalofriante pensar que sus responsabilidades de entonces al frente del Vicariato, ahora las tenga yo; una especie de broma del destino. Porque soy “pesca suya”, y hoy, con muchas más experiencias compartidas desde aquel 2017, esas palabras se me quedan cortas.

Siempre me hace falta más de una entrada cuando se trata de ella, su vida es tan intensa y rebosante. Pero no puede estar ya sola en la misión, le va costando. Si hay algún misionero o misionera genuino que desee navegar con Pishcu Chaqui y llevar en equipo sueños y tarea, que me contacte y conversamos. No se arrepentirá.

11 May 2023

El protagonismo de la mujer en la comunicación amazónica: lenguaje, corazón y entraña

Por: Franklin Cornejo Urbina, docente de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya

En la Amazonía, el protagonismo de la mujer en la comunicación es central, particularmente en el mantenimiento de la identidad y la cultura. Su presencia en el territorio une los mundos humanos y espirituales, con una incidencia que trasciende en los miembros que integran el clan y la comunidad.

Particularmente, la mujer indígena rural amazónica, que habla, canta, aconseja, pero que también es artesana, irradia la cultura a través del uso de la lengua originaria y la transmisión de las tradiciones en cantos y mitos. Ella es el sujeto social que enuncia en la selva, la que reconstituye significados, símbolos autóctonos, sentimientos,  afectos,  y quien da a conocer dramas y esperanzas.

Durante la videoconferencia “El papel comunicativo de la mujer amazónica”, Patricia Blasco (coordinadora de la Pastoral Social zona selva del Vicariato Apostólico San Francisco Javier, en Perú), comentó que trabajar desde la identidad del pueblo y el empoderamiento de las mujeres forma parte de “compartir y acompañar” diversos procesos de comunicación con un énfasis en la interculturalidad.

Patricia Blasco durante los talleres con mujeres awajún de Amazonía peruana. Foto: Vicariato de Jaén.

La videoconferencia se realizó el 29 de abril último, forma parte del curso “Escuchar y hablar con el corazón de la Amazonía y caminar con sus pueblos”, organizado por el CREC International, el CAAAP, la Comisión de comunicación de la Conferencia episcopal de Perú, Comunicando Esperanza y la REPAM Perú, y está dirigido a comunicadores católicos de las regiones peruanas.

En un territorio amazónico en el que se pueden encontrar múltiples conflictos, gritos de desesperanza y violencia, el modelo de la comunicación amazónica tiene a la mujer como una actora social, que lamentablemente está invisibilizada por el mundo occidental (por desconocimiento de su cultura y un pensamiento estereotipado), sin embargo se puede ver que la mujer está muy presente, en la vida cotidiana del clan familiar o del pueblo.

La mujer indígena tiene conocimientos, desconocidos en la ciudad, pero que se practican en las mismas comunidades rurales. No es lo mismo una mujer indígena rural, que una indígena de la ciudad. Debido a las problemáticas del mundo amazónico, uno no puede entrar ahí con prejuicios teóricos o juzgar. Lo que se puede hacer, desde la experiencia, es que se debe observar y escuchar. Uno en la selva se hace pequeño, en el sentido que debe ser humilde para compartir con las mujeres, especialmente con las ancianas sabias y las madres, comentó Patricia Blasco, religiosa de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús.

Blasco trabaja desde hace algunos años en Huampami, en el distrito de El Cenepa, departamento peruano de Amazonas, y ha encontrado en la identidad de la cultura awajún una mediación para interactuar con las mujeres. Esa mediación se ha dado gracias a Nugkui, el mito de una mujer creadora de la vegetación y de la tierra, que las mujeres awajún y la misma Patricia respetan mucho.

Mujeres indígenas de El Cenepa, Amazonas, fortalecen sus capacidades. Foto: Vicariato de Jaén.

A través de Nugkui, que han convertido en un personaje, se dan charlas, se interpretan aspectos culturales, se afrontan las dificultades y las prácticas de vida de ser mujer en la selva.

Cuando se habla de comunicar con el corazón, ello se complementa en la Amazonía, con la experiencia de las mujeres madres que defienden entrañablemente, lo que ellas han engendrado, que es el amor al bosque y a sus hijos, comenta la misionera Blasco.

La experiencia de Blasco nos hace repensar el papel comunicativo de la mujer en la Amazonía, en el hecho que, la mujer indígena amazónica, es la enunciadora, mediadora y mensajera de la cultura misma de la Amazonía, en el sentido que es la que cría en la lengua originaria a los hijos, tiene una visión de la comunidad en las que confluyen seres humanos, seres espirituales y seres míticos, que en las cosmovisiones son gentes que habitan los ríos, las montañas, los bosques y la comunidad.

El papel del hombre es importante en la comunidad, pero al ser la mujer la que permanece más tiempo en la comunidad, su actuación es cada vez más pública debido a  las potenciales amenazas del territorio. La mujer es la victima de los delitos ambientales y como tal, también es testigo de las maldades y daños a las personas y al bosque.

En términos comunicacionales, la mujer amazónica es o era el eslabón perdido de una comunicación que no se conocía y que podemos aproximarnos a comprender ahora a través de las protestas ciudadanas contra las autoridades corruptas, las normas y actividades que atentan contra el territorio como el derrame de petróleo en los ríos y lagos. Por lo general son las mujeres las que encabezan esas protestas; ellas también se manifiestan en las reuniones gubernamentales, cuando los ministros llegan a sus territorios, como el caso de las indígenas awajún que pidieron, en noviembre del 2021, vestidas con sus atuendos típicos, ante el ministro de Energía y Minas, proyectos que protejan la vida de sus familias y contribuyan al cuidado del territorio.

Las participantes del taller "Mujer indígena: Destrezas para la acción" en la comunidad Nativa Shapijin. Foto: Vicariato de Jaén.

También son mujeres artesanas, como las mujeres ceramistas del río Cenepa, o llegan a ser autoridad como Tali Sabio Piuk, apu (primera jefa awajún) de la comunidad nativa central de Wawas, en la provincia de Bagua, Amazonas.

La mediación de la comunidad, la identidad y la lengua originaria son elementos centrales, ancestrales y renovados, de una comunicación en la que las mujeres, en el pueblo awajún están ganando espacios de empoderamiento, debido también a una comunicación asamblearia, en la que se busca dialogar y propiciar espacios de participación, donde los hombres han sido históricamente guerreros y han defendido su territorio, lo cual se evidenció en el denominado Baguazo de  junio del 2009.

En el mundo urbano, está el caso reciente de la escritora awajú-wampis, Dina Ananco Ahuananchi, que con su poemario “Sanchiu” obtuvo el Premio Nacional de Literatura 2022.

En todos estos casos, podemos reconocer que se van generando espacios para promover la interculturalidad, la educación intercultural bilingüe, la participación política, y las prácticas comunicacionales que se van convirtiendo en el entorno propicio para comprender, el mundo de vivencias socioculturales de  las mujeres amazónicas, cuya existencia y lucha por sus derechos y ciudadanía es un aporte a la comunicación de sus pueblos.

06 May 2023

Radio Quillabamba amplía su señal con el lanzamiento de su nueva plataforma de televisión

La emisora del Vicariato de Puerto Maldonado, ubicada en la Amazonía cusqueña, empezó a transmitir esta semana a través de su señal televisiva. Un sueño que se hace realidad luego de varios años de gestión para la adquisición de equipos, y que no habría sido posible sin el apoyo de la población y la Iglesia Católica.

"Nuestro eslogan: La voz de lo que no tienen voz, ahora migra a darles rostro a nuestros hermanos convencianos. No solo voz, sino figura. Este gran esfuerzo es con mucho cariño para todos". Son las palabras del director de Radio Quillabamba, P. Luis Ricardo Villegas, en la primera entrevista transmitida a través de su señal televisiva. Y es que, tras años de esperanza y gestiones, el proyecto de la emisora del Vicariato de Puerto Maldonado para la creación de una plataforma de televisión se hizo realidad.

Este medio de comunicación social que se encuentra en la la ciudad de Quillabamba, capital de la provincia de La Convención, en la Amazonía de la región Cusco, se fundó hace más de 56 años por la Orden de Predicadores - Padres Dominicos, con el objetivo de evangelizar y comunicarse con las comunidades locales. Hoy es un medio posicionado a nivel local, regional y nacional, reconocido no solo por comunicar la buena nueva, sino por su labor al servicio del pueblo convenciano.

El director de Radio Quillabamba sostuvo que la materialización de este anhelo es fruto del esfuerzo de los hermanos de las gestiones antecesoras, y de personas clave que apoyaron el proyecto, el cual se llevó a cabo de manera paulatina durante cerca de dos años. "Hemos ido progresivamente adquiriendo una cámara, una computadora, una tarjeta de vídeo... aprendiendo poco a poco a cómo ir concretando esta magia que es la televisión", explicó.

P. Luis Villegas en la primera entrevista transmitida a través de la señal de Radio Quillabamba Tv.

A partir de ahora, el eslogan que identifica a la emisora, “La voz de los que no tienen voz”, irá acompañado de otro adicional: “Más cerca de ti”, uniendo así la cobertura de Radio y Televisión.  La señal de Radio Quillabamba Tv se puede sintonizar por cable en tres canales: Cable Express en el18.6, Econocable en el 525 y Cable Bill en el 9.3.

Al servicio del pueblo convenciano

La emisora del Vicariato de Puerto Maldonado, fundada en 1966, ha logrado importantes avances en la tarea de la evangelización, incluyendo la formación de las primeras comunidades cristianas campesinas, que tienen un programa catequético en quechua y castellano. Además de la labor religiosa, Radio Quillabamba también se ha convertido en una voz para denunciar injusticias y permitir que el pueblo organizado se exprese y sea escuchado por las autoridades.

A lo largo de su historia, la emisora ha enfrentado dificultades, incluyendo cuatro atentados militares que dañaron los transmisores de onda corta. Sin embargo, la población respondió rápidamente y construyó un cerco de adobe para proteger los equipos de transmisión. Durante décadas han logrado adaptarse y superar nuevos desafíos para mantenerse presentes entre el público como un medio comprometido en su labor de comunicar, denunciar, informar y llevar esperanza a través de la fe.

20 Abr 2023

Una misión que fluye por los ríos de la Amazonía Peruana

Desde Iquitos, capital de la región Loreto, una religiosa de las Hermanas Catequistas de Jesús Crucificado narra los enormes desafíos de evangelizar una región geográficamente inhóspita, pero humanamente muy acogedora.

Soy Fátima Lay Martínez, religiosa de las Hermanas Catequistas de Jesús Crucificado, y quiero compartirles nuestra misión en la Amazonía Peruana que comenzó en 2017. En este rinconcito del mundo, que yo llamo "Regalo de Dios", las cosas no funcionan de la misma manera en que estábamos acostumbradas, lo que nos ha exigido mucha creatividad y tiempo para responder a lo que las personas necesitan, para conocerlas y amarlas.

Las religiosas de la Misión de las Hermanas Catequistas de Jesús Crucificado en Iquitos, Amazonia Peruana: Hna. Reyna, Hna. María de la Luz, Hna. Fátima y Hna. Sandra

Nosotras vivimos en Iquitos, la ciudad más grande de la Amazonia Peruana, rodeada de naturaleza y de grandes ríos. Pese a eso, aquí el agua potable está disponible solo unas cinco horas al día, la red eléctrica es inestable y el acceso a internet es lento. La gente llega desde lejanos caseríos y se instala a las orillas del río en situaciones muy precarias, trabajando en lo que se pueda y no siempre bien pagadas. Pero nada de esto evita que sean alegres y cercanas. Me encanta mirar a los niños que juegan y se mojan descalzos en las calles de tierra.

La hermana Fátima con algunos niños de la comunidad Independencia

La forma más común para moverse en la Amazonia es en transporte fluvial. Salvo una carretera que une Iquitos con la ciudad de Nauta, distante a cien kilómetros, el resto de los desplazamientos se hace en lancha, ferry o con los llamados “bongueros”, cuyas travesías pueden durar incluso días. De hecho, acá las distancias se miden más por tiempo que por kilometraje. Lima está a ocho días de travesía en lancha, mientras que, con ese mismo medio de transporte, solo toma un día llegar a la frontera con Brasil o Colombia.
La Evangelización en nuestro Vicariato

La Amazonía Peruana es una tierra de misión que depende del Papa y, por ende, su territorio se organiza en diversos Vicariatos Apostólicos confiados a congregaciones religiosas. Pero el número de misioneros es bajo en relación a las enormes extensiones de la selva. Por ejemplo, en nuestro Vicariato de Iquitos solo hay 33 sacerdotes, y por eso las religiosas y animadores jugamos un rol importante.

Mapa de las parroquias que forman parte del Vicariato de Iquitos.

A diferencia de los otros vicariatos de la Amazonia, aquí la mayoría de las parroquias está en la ciudad, donde hay cerca de medio millón de habitantes. Sin embargo, el trabajo de la Iglesia también alcanza hasta las lejanas comunidades de los caseríos, que se emplazan a lo largo de los ríos y hasta donde es difícil llegar dada la complejidad de la geografía y los altos costos del transporte. Cuando baja el nivel del agua de los ríos es imposible arribar a ciertos lugares o, al menos, es necesario caminar por el barro de la selva, protegiéndonos de animales e insectos.

Nuestra misión en una “tierra virgen”

En medio de este contexto nuestra labor es evangelizar y acompañar, sobre todo a quienes vienen desde los caseríos lejanos trayendo sueños, especialmente para sus hijos. Recuerdo un primer encuentro con la realidad pastoral que ocurrió durante una reunión para el sacramento del bautismo de unos niños. Para mí fue una gran sorpresa constatar que pocos de sus padres eran bautizados. Esto me desafió y debí cambiar la catequesis que había preparado. Así, me fui dando cuenta de que esta área es una “tierra virgen” para la evangelización, pues para muchos es la primera vez que toman una biblia en sus manos o que escuchan un pasaje de la Sagrada Escritura.

Visitando algunas comunidades en los ríos

Viviendo nuestro carisma como congregación, en estos seis años hemos colaborado en diversos servicios de catequesis y formación en distintas parroquias, además de haber sido encargadas de las Obras Misionales Pontificias. Todo esto nos ha permitido ir desde la ciudad hacia las periferias, y llegar así hasta las comunidades asentadas en los sectores de los ríos. Allí también hemos tenido la ocasión de encontrarnos y servir a los crucificados de hoy.

El encuentro con el Crucificado

Los miércoles llevamos la comunión a los enfermos, los acompañamos y escuchamos. Recuerdo cómo una vez, pese al asco que sentí humanamente, pude contemplar a Cristo en la Cruz al atender a una persona cubierta de llagas. Entonces todo cobró sentido. Durante la pandemia de Covid me tocó sufrir junto a ellos y llorar de impotencia al ver morir a tantas personas, pues en Iquitos la primera ola resultó devastadora.

La hermana Sandra Pérez en la comunidad de Santa Cruz, Nauta

Este encuentro con tantos crucificados también nos compromete a darles voz a los sin voz. Acá son muchas las empresas ilegales de tala de árboles y minería, se producen derrames de petróleo que contaminan los ríos y dejan a poblaciones sin agua para beber y sin poder pescar para comer. Ante estas situaciones el amor por el pueblo no nos deja indiferentes y nos impulsa a aportar nuestro granito de arena para transformar la situación. Esto fue lo que nos impulsó a crear la Cáritas en nuestra parroquia.

La hermana María de la Luz junto al grupo de la Cáritas parroquial que apoya a los más desfavorecidos

Estar en la selva es un regalo de Dios y, aunque el mundo no se dé cuenta de lo que hacemos, cada esfuerzo por caminar al lado de este pueblo, por ayudarlo a recuperar su dignidad, es ya un comienzo del Reino de Dios. Especialmente, el hacerlo caminando junto a mis hermanas de comunidad en estas búsquedas hacia lo que Dios quiere.

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Fuente: Vatican News

14 Abr 2023

Vicariatos de la Amazonía peruana presentan “Lineamientos de la Pastoral Indígena”

El documento busca fortalecer y articular la Pastoral Indígena a través de orientaciones en el servicio pastoral para una Iglesia “inculturada” y con rostro amazónico, desde la reflexión de los sueños del Papa Francisco en la Exhortación apostólica "Querida Amazonía".

Inspirados en el camino recorrido por los misioneros de la selva, la trayectoria de la Iglesia amazónica y las propuestas del Documento final del Sínodo para la Amazonía, la Comisión de Pastoral Indígena de los vicariatos de la selva del Perú decidió, en 2020, trazar una ruta para su labor pastoral.

Después de reflexionar y dialogar con los misioneros y agentes pastorales indígenas, se presenta el documento fruto de este trabajo, que recoge los elementos “irrenunciables” en el servicio pastoral para una Iglesia inculturada y con rostro amazónico, a través de los “Lineamientos de la pastoral indígena de los vicariatos de la Amazonía peruana”.

Comprometidos con el acompañamiento integral a los pueblos en la Amazonía, la Pastoral Indígena se propone en este escrito las orientaciones pastorales para guiar las acciones conjuntas en diálogo y escucha con las personas, realidades y contexto de sus territorios.

El objetivo de estos lineamientos es fortalecer y articular la Pastoral Indígena de los vicariatos de la Amazonía peruana desde la reflexión de los sueños social, cultural, ecológico y eclesial que el Papa Francisco plantea en la Exhortación apostólica postsinodal “Querida Amazonía”.

El Papa Francisco durante su visita a la Amazonía peruana en 2018. Foto: Pavel Martiarena.

Así también, se busca retomar y fortalecer la Pastoral Indígena específica, promover la escucha y acogida de la voz de Dios a través del diálogo con los pueblos indígenas, y fortalecer su acompañamiento en todas las dimensiones de la vida (económica, política, social, cultural).

Un proceso sinodal

Para construir este documento, a inicios de marzo del año 2021, por acuerdo de los obispos de los vicariatos de la Amazonía peruana, se empieza con la constitución de la Comisión de Pastoral Indígena, y se designa como encargados al vicario general de San José del Amazonas, César Caro, y al misionero del vicariato de Yurimaguas, Diego Clavijo.

Mientras tanto, los obispos elegirían una persona responsable de representar a cada vicariato en esta comisión para que, con el acompañamiento del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y la REPAM Perú, se elabore una propuesta de orientaciones para la Pastoral Indígena.

Encuentro de misioneros de la Amazonía peruana en 2023. Foto: REPAM Perú

"Seguíamos reuniones periódicas mensuales de la comisión, con la presencia de representantes de todos los vicariatos amazónicos, en algunas de estas reuniones participaron algunos de nuestros obispos, para identificar los irrenunciables que presenta Querida Amazonía y el Documento Final del Sínodo, para concretar acciones a tomar en cada una de ellos", explicó Ricardo Guerrero Curo, misionero del vicariato de Requena y coordinador actual de la Comisión de Pastoral Indígena.

La propuesta elaborada de forma colectiva, priorizó la escucha de todas las voces de la Iglesia amazónica, socializando sus avances durante los encuentros realizados cada año de misioneros de la Amazonía peruana. Durante todo este proceso y hasta la actualidad, se contó además con el acompañamiento de Mons. David Martínez de Aguirre, obispo del vicariato de Puerto Maldonado”.

“Esta propuesta se socializó con los misioneros y misioneras de los vicariatos de la selva en un encuentro virtual en diciembre de 2021, donde se recogió aportes y sugerencias que también enriquecieron el documento. Luego, fue entregado a los obispos en 2022. Finalmente, en 2023 se presentó el trabajo final”, añadió Guerrero Curo.

Descarga los “Lineamientos de la pastoral indígena de los vicariatos de la Amazonía peruana” aquí.

 

08 Abr 2023

Vicariato de San José del Amazonas traza su camino hacia una Iglesia con rostro amazónico con la culminación de su Plan Pastoral

Con más 80 participantes provenientes de las cuencas del Putumayo, Napo, Yavarí y Amazonas, ha terminado el proceso para la elaboración del Plan Pastoral 2023-2028, iniciado hace tres años con el fin de ir plasmando una Iglesia con rostro y corazón amazónicos.

Después de tres años de espera, el camino iniciado para la elaboración del Plan Pastoral del Vicariato Apostólico de San José del Amazonas, que empezó a recorrerse a mediados de marzo de 2020, culminó. Con la presencia y participación de más de 80 participantes entre misioneros, agentes pastorales y laicos, se terminó de trazar el documento que guiará la labor de este vicariato, -uno de los ocho que conforman la Amazonía peruana-, por los próximos cinco años.

El Plan Pastoral 2023 - 2028 no es solo un papel, sino una experiencia de convergencia a la luz del Sínodo de la Amazonía y de los sueños del Papa Francisco en “Querida Amazonía”. Se ha conformado luego de un largo proceso sinodal de discernimiento y decisión. El documento recoge además los aportes compartidos en la última Asamblea del Vicariato de San José del Amazonas, realizada el 15 al 21 de marzo en la localidad de Indiana, en la provincia de Maynas, Loreto.

Foto: Vicariato de San José del Amazonas

En una primera etapa se dibujó la situación social, económica, política, ambiental y religiosa del vicariato con el mayor realismo y rigor posibles para conformar el marco situacional. La navegación continuó reflexionando y discerniendo acerca de los elementos que debían integrar el propósito; y así, en la Asamblea Vicarial de 2022 quedaron definidos la misión, la misión y los valores: qué somos, qué hacemos, a dónde queremos llegar, qué se quiere lograr como Iglesia amazónica y con qué estilo.

Foto: Vicariato de San José del Amazonas

El estudio de los documentos, el debate, la escucha mutua y el diálogo para descubrir los puntos más relevantes y significativos para la Iglesia en la Amazonía peruana condujo a la composición del marco doctrinal, para finalmente plantear los objetivos estratégicos a donde se apuntarán durante los próximos cinco años, y dirigir la proa hacia los horizontes identificados y compartidos, e ir plasmando una Iglesia con rostro y shungo (corazón) amazónicos.

24 Mar 2023

“Madres plantas y mujeres luchadoras. Visiones desde Cantagallo” se despide abriendo puertas a más proyectos

La primera parte de un conjunto de exposiciones pendientes a realizarse cerró el último 19 de marzo, luego de exhibirse durante cuatro meses en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Lima. El siguiente paso es la publicación de una revista que aborda el arte indígena desde la perspectiva de la sanación, la pandemia, el cuerpo y el territorio indígena.

“Me siento muy agradecida por la acogida que ha tenido la exposición, por la cantidad de gente que ha venido. Me trae alegría y esperanza de que vamos a seguir con más”. Sadith Silvano, una de las treinta mujeres artistas de “Madres plantas y mujeres luchadoras. Visiones desde Cantagallo”, se despide así de la muestra que albergó durante más de cuatro meses la Sala 1 del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Lima.

La exposición colectiva refleja los últimos dos años de crisis sanitaria, social y política desde las preocupaciones, urgencias y deseos de las integrantes de la Asociación de Madres Artesanas ‘Non Shinanbo’. La muestra, que cerró el domingo 19 de marzo, terminó por todo lo alto, con una visita guiada por las artistas de la comunidad shipibo-konibo a sala llena.

“Esta ha sido la primera de un conjunto de otras muestras que queremos desarrollar en los próximos meses y años, porque ellas han producido más de cien obras y aquí solamente tuvimos alrededor de cuarenta”, explica el curador Miguel A. López. El próximo paso de este proyecto es la publicación de una revista que aborda el arte indígena desde la perspectiva de la sanación, la pandemia, el cuerpo y el territorio indígena.

Los curadores Miguel A. López y Olinda Silvano. Foto: CAAAP.

Esta publicación constituye una oportunidad para ampliar la reflexión sobre el arte shipibo-konibo. La revista tendrá una extensión de 250 páginas y se publicará en formato físico y digital los próximos meses. Incluirá, además de las imágenes de la exposición, ensayos y colaboraciones con María Eugenia Yllia, Giuliana Vidarte, Ronin Koshi, Mery Fasabi, Olinda Silvano, Cecilia Vicuña, entre otros artistas y especialistas del campo.

Más proyectos

Además de la revista, también se viene trabajando en la elaboración de un libro trilingüe, que se publicará en español, shipibo e inglés, y estará dedicado a la exposición ‘Madres plantas y mujeres luchadoras. Visiones desde Cantagallo’. “Van a estar reproducidas las obras que se han hecho este lapso de trabajo, y vamos a comisionar ensayos nuevos que piensen en estas obras”, mencionó el curador.

Cordelia Sanchez explicando su obra. Foto: CAAAP.

La idea es que estas dos publicaciones sean una contribución al arte shipibo-konibo, a la producción de la comunidad de Cantagallo, el trabajo de las madres artesanas y las maneras que tienen de pensar la sanación, sostuvo. “Debería estar listo entre octubre y noviembre, y también tenemos pensado presentarlo en el Museo de Arte Contemporáneo”.

Abriendo puertas

Para Sadith Silvano esta muestra es solo el comienzo de un camino que aún queda por recorrer. «Esta exposición ha hecho que nuestro trabajo sea visible, no solamente a través de los bordados, sino también pinturas que muchas madres decían: ‘Yo no puedo hacer’. En realidad hemos visto que sí hemos podido, lo hemos logrado, y estamos muy felices y orgullosas de nuestro arte. Esperamos que hayan más proyectos y nos incluyan», sostuvo.

Sadith Silvano. Foto: CAAAP.

La artista Wilma Maynas Inuma espera que este proyecto les permita también a las madres de la comunidad de Cantagallo difundir en más y diferentes espacios la cultura y el arte shipibo. «Estamos muy agradecidas por darnos este proyecto. Hemos compartido nuestros conocimientos y elaborado un trabajo que nuestros ancestros nos heredaron, plasmando los sentimientos de cada una. Queremos que esto no quede acá no más», dijo.

Las artistas que integran “Madres plantas y mujeres luchadoras. Visiones desde Cantagallo” son Rosa Pinedo, Jessica Silvano, Salome Buenapico Silvano, Soraida Cumapa, Emilia Teco, Doris Gomez, Dora Inuma, Wilma Maynas, Cecilia Melendez, Edelmira Mori, Fenicia Mori, Karina Pacaya, Claudia Pacaya, Delia Pizarro, Metsá Rama (Pilar Arce), Juana Reategui, Betty Reatigui, Silvia Ricopa, Juana Nunta [Rona], Michita Sampayo, Cordelia Sanchez [Pesin Kate], Olinda Silvano [Reshinjabe], Lucy Silvano, Sadith Silvano, Zaida Silvano, Nelda Silvano, Ines Sinuiri, Isolina Tananta, Priscila Vasquez y Delly Zavaleta.

Las artistas de la muestra. Foto: CAAAP.

La exposición ha sido posible gracias a INSITE Art, el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y los Benefactores MAC. Bajo la curaduría de Gala Berger, Miguel A. López y la artista amazónica Olinda Silvano, el proyecto se desarrolló en el marco de INSITE Commonplaces, una plataforma internacional que, junto a curadores, artistas y escritores, impulsa formas de producción desde lo local.

23 Mar 2023

José Manuyama: “Para Loreto el Día del Agua es como un funeral para la salud física y social”

El dirigente del Comité de Defensa del Agua en Iquitos sostuvo que esta fecha, celebrada cada 22 de marzo, es un recordatorio del abandono de las autoridades del Estado para atender la contaminación del agua en los ríos de la Amazonía peruana.

"Hay funciones claras en todas las instituciones, en todos los niveles del gobierno, pero desde hace años denunciamos la contaminación del Nanay y no han tomado acciones serias", es el mensaje por el Día Mundial del Agua del profesor y activista ambiental José Manuyama, dirigente del Comité de Defensa del Agua en Iquitos. Un colectivo que actúa en la capital de la región Loreto y que está integrado por organizaciones juveniles, universitarias, ambientales, y por figuras destacadas de la ciudad.

En esta fecha, que se celebra cada 22 de marzo, el docente recuerda que no hay nada que celebrar, pues el río Nanay, la principal fuente de agua que abastece a la ciudad de Iquitos y a las poblaciones de esta cuenca, sigue contaminado con mercurio por la minería ilegal que ejercen algunas personas a vista y paciencia de las autoridades. "Hay que recordar eso, que estamos a la deriva, abandonados, teniendo todo el tejido institucional que no hace nada”, expresó Manuyama en entrevista con Diario "La Región".

Desde los años noventa, la extracción ilegal de oro aluvial en el río Nanay ha sido una actividad común. A pesar de las protestas de la población y las ordenanzas emitidas en el 2003 y 2008 que declaran este caudal como "zona de exclusión" para la minería y de interés público para su protección, la actividad minera no ha cesado. "Todo eso afecta el ambiente, lo físico, pero también lo social porque la minería ilegal viene con todas las lacras sociales juntas", declaró el dirigente del Comité de Defensa del Agua.

Complicidad con autoridades

Para José Manuyama, delitos ambientales como la minería ilegal solo son capaces de persistir con la complicidad y el aval de las autoridades, pues así lo demuestra un estudio realizado en Perú. "La minería ilegal existe porque hay autoridades que no cumplen con su función (...) Los que trafican con sus puestos son autoridades que tienen funciones claves en el cuidado del agua en el Perú y en Iquitos, en el Nanay, en Loreto", mencionó.

En ese sentido, el docente recalcó que esta fecha es un recordatorio del abandono y la falta de acción de las autoridades locales, regionales y nacionales que forman parte del Estado para atender este problema. "El Día Mundial del Agua para los loretanos es como un funeral de la salud física y social. Y no solo el río Nanay está contaminado por mercurio", puntualizó el activista medioambiental.

El Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo y fue propuesto en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo en 1992 como una forma de centrar la atención en la importancia del agua dulce y abogar por la gestión sostenible de los recursos hídricos. El objetivo principal de este día es crear conciencia sobre los desafíos relacionados con el agua que enfrenta nuestro planeta y fomentar la cooperación internacional para abordarlos.

03 Mar 2023

Iglesia de Requena celebra su primera Asamblea Vicarial con su nuevo obispo

Reflexionar y formarse hacia una Iglesia que sale a las periferias y se fortalece en la sinodalidad fue uno de los objetivos de este encuentro donde, alrededor de 40 religiosos y laicos provenientes de siete puestos de misión, compartieron su experiencia de trabajo para empezar a construir un Plan Pastoral inclusivo.

Días de reflexión, formación y, sobre todo, encuentro, se vivieron en el Vicariato Apostólico de Requena. Misioneros, misioneras y agentes pastorales se reunieron en su Asamblea vicarial, realizada del 22 al 26 de febrero, y convocada por el obispo, Mons. Alejandro Wiesse. Los más de cuarenta asistentes evaluaron y compartieron su labor en sus puestos de misión para iniciar la construcción de un Plan Pastoral que integre todo el trabajo que se realiza desde el vicariato.

El objetivo de este encuentro fue dialogar sobre los caminos para alcanzar una Iglesia amazónica más unida, que sale a la periferia y que se fortalece en la sinodalidad. En esa línea, los cuatro temas presentados por el obispo de Requena fueron medios de comunicación, evangelización, pastoral social y labor misionera. "Uno de los retos es animar a los jóvenes del lugar a que abracen la vida sacerdotal y misionera, pues hacen falta en muchas zonas", indicó Ricardo Guerrero Curo, misionero del Vicariato de Requena.

Mons. Alejandro Wiesse, obispo de Requena. Foto: Vicariato de Requena

Si bien el Vicariato Apostólico de Requena cuenta con ocho parroquias, algunas se encuentran sin atención permanente de algún misionero, y son visitadas de forma esporádica para celebrar las fiestas patronales y los sacramentos de iniciación cristiana. El único medio de transporte es por río, lo que dificulta el traslado por el costo de la gasolina. A pesar de que las carencias aún son muy grandes, todos pueden contribuir con su granito de arena para ir construyendo iglesia juntos, expresó Mons. Wiesse.

Comunicación en red

Durante la asamblea también se abordó el rol de la comunicación para evangelizar, acompañar y visibilizar a la Amazonía y sus pueblos, a través de la emisora que empezará a implementarse gradualmente, Radio San Francisco. "La radio de ahora en adelante será un punto de mucha importancia porque conectará con distintos puestos de misión, donde se formarán jóvenes reporteros", sostuvo Max Sánchez, director de la emisora del Vicariato de Requena.

Foto: Vicariato de Requena

Se destacó también que esta capacitación empezará en la localidad de Requena, para luego pasar a Contamana, Orellana, Jenaro Herrera, Flor de Punga, Juancito, y los demás puestos de misión. "Tenemos una problematica con la tala de los bosques, la minería ilegal, el trafico ilícito  de drogas, el trafico de personas... En ese sentido la radio será una voz para aclarar estas situaciones que muchas veces no se tocan", indicó Sánchez.

Foto: Vicariato de Requena

El Vicariato Apostólico de Requena abarca las provincias de Requena y Ucayali, en el departamento de Loreto, con una extensión de 82, 000 km2 y una población de aproximadamente 150, 000 habitantes. Esta jurisdicción fue confiada por la Iglesia a la Orden Franciscana, en particular a la Provincia Franciscana Misionera de San Francisco Solano. Su obispo, Mons. Alejandro Wiesse es franciscano y miembro de esta Provincia.

02 Mar 2023

“Sacar un libro para mí es un orgullo”: Roldán Tumi, primer antropólogo matsés del Perú

El siguiente paso para el joven matsés es estudiar una maestría en Antropología. Lo hará a partir de este mes, en Brasil, donde gracias a su esfuerzo y el apoyo de sus amigos, consiguió una beca completa.

"Mi primer sueño ya lo logré con mi título como antropólogo. Ahora voy por mi segundo sueño que es estudiar mi maestría", cuenta Roldán Dunú Tumi Dësi. Tras la publicación de su primer libro 'Dayac menequin', el joven indígena que hizo historia al convertirse en el primer antropólogo del pueblo matsés en el Perú, empezará un postgrado en la Universidad Federal de Pará, en Brasil, gracias a una beca completa que logró obtener por su esfuerzo y dedicación, y con el apoyo de sus amigos.

La tesis de licenciatura de Roldán, convertida en libro, aborda la práctica medicinal y ritual del uso del veneno de sapo acate entre los matsés, y tiene un valor incalculable porque rescata desde fuentes originales conocimientos etnográficos que no habían sido validados antes. Se destaca, además, que la información recogida en esta investigación hubiera sido imposible de conseguir para cualquier otro antropólogo que no habla la lengua y no conoce la cultura de este pueblo.

"Desde que empecé la universidad quería escribir un libro o artículo sobre mi pueblo. Este es un logro. Sacar un libro para mí es un orgullo", relata el joven matsés. Con mucho entusiasmo, Roldán presentó oficialmente su libro, 'Dayac menequin', el pasado 21 de febrero en la ciudad de Iquitos, ante un auditorio con más de 200 personas. Entre los asistentes que lo acompañaron estaban sus familiares, amigos, docentes, así como profesionales del mundo académico.

Este primer sueño que, con mucho esfuerzo, logró hacer realidad, se lo dedica a su familia y a sus amigos que le apoyaron y estuvieron con él en sus momentos más difíciles. "Este logro está dedicado a mi hermano menor y mi mamá. Y algunos amigos profesionales que me han dado ánimo para seguir con mi sueño (...) Muchas personas me habían dicho que la Antropología no era una buena carrera para Perú, pero ellos me alentaban y conversaban conmigo sobre la investigación del libro", explica Roldán.

Foto: Héctor Bernal / CHIRAPAQ

Después de la maestría, al joven indígena le gustaría convertirse en docente universitario e investigador. Sin embargo, no descarta estudiar un doctorado si en el camino se le presenta la oportunidad. De todas formas, está seguro regresará a su país y, en especial, a su comunidad, para continuar investigando y contribuyendo a rescatar los conocimientos y saberes ancestrales de los matsés.

Esfuerzo y perseverancia

De acuerdo a datos del Misterio de cultura, se estima que alrededor de 1300 personas pertenecen al pueblo matsés en el Perú. Ubicados en la frontera entre Perú y Brasil, los matsés recién iniciaron contacto con el exterior a fines de los años 60, por lo que conservan bastante su cultura, en su mayoría son monolingües y no han salido de sus comunidades. Roldán, sin embargo, tenía claro que su sueño era terminar una carrera universitaria.

Para ello debía superar la barrera del idioma, la brecha de la educación rural y la falta de oportunidades que aún existen para que quienes viven en comunidades nativas de la Amazonía peruana puedan completa sus estudios superiores. En su comunidad Buenas Lomas Antigua, ubicada en el distrito de Yaquerana, provincia de Requena (Loreto), la desigualdad genera que, al terminar la secundaria, los jóvenes se vayan a trabajar a otras ciudades. Aquellos que deciden quedarse se dedican a la cacería y la agricultura.

Hace siete años Roldán se propuso vencer estas brechas para estudiar Antropología en la Universidad Nacional de la Amazonía peruana (UNAP). Llegó a la ciudad de Iquitos después de viajar desde su comunidad durante seis días en lancha. Ya en la ciudad, vivía en un cuarto alquilado y trabajaba a la par con sus estudios para poder sustentarse. Después de un ciclo de estudio, contactó con la organización de Estudiantes de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Peruana (OEPIAP), que le ofreció alojamiento y alimentación.

Foto: ANDINA/Difusión

Luego de terminar su carrera en la UNAP, retornó a su comunidad para realizar trabajo de campo e investigación. No obstante, tenía problemas para solventar los gastos económicos que implicaba la elaboración de su tesis. Entonces ganó la beca de CHIRAPAQ - Centro de Culturas Indígenas del Perú, que apoya a los universitarios indígenas a sacar su licenciatura; y logró culminar su tesis que fue sustentada con éxito en abril de 2022.

Hoy Roldán está en Iquitos. Ni su mamá ni sus cinco hermanos han podido ver aún su libro. En su comunidad no hay señal de telefonía, internet ni electricidad, lo que dificulta la comunicación. El joven matsés espera que, luego de culminar su maestría en Brasil, podrá llevarle a su comunidad Buenas Lomas Antigua y a los sabios y sabias que le ayudaron a desarrollar su investigación, su trabajo final, plasmado en papel.

Dayac menequin

'Dayaq menequin' significa “transmitir la energía o el poder a otro”. La investigación rescata el conocimiento ancestral sobre el ritual de la resina del sapo acate entre el pueblo matsés, información que aún conservan apenas 5 de los 450 integrantes de la comunidad Buenas Lomas Antigua. El libro también abre el complejo mundo de las ideas, valores y prácticas rituales dentro de la comunidad, compartiendo un conjunto de reflexiones y detalles que indagan en los orígenes del ritual y revelan su correcta aplicación.

Esta investigación es publicada en alianza entre el Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y CHIRAPAQ.

De acuerdo al director del CAAAP, Manuel Cornejo Chaparro, el libro constituye un referente de cambio que demuestra que los indígenas amazónicos no solo son informantes u objetos de estudio, sino que pueden convertirse en agentes de conocimientos de diversas especialidades. "Este libro es un mensaje para todos los jóvenes. Es posible hacer este tipo de investigaciones, buscar las alianzas en un país donde es tan difícil publicar", sostuvo.

Escucha la historia de Roldán aquí: