Agradecidos por su incansable labor durante más de medio siglo en la Amazonía peruana, la Iglesia despidió al misionero dominico recordando su entusiasmo y pasión por servir a los pueblos amazónicos del Cusco y Madre de Dios.
Uno de los misioneros más antiguos del Vicariato de Puerto Maldonado, Fray Santiago Echeverría, falleció a los 86 años. El religioso, nacido en Navarra, España, dedicó más de la mitad de su vida al servicio de los pueblos amazónicos de los ríos Urubamba y Madre de Dios desde su llegada al Perú en 1962.
A Fray Santiago se le recuerda por su entusiasmo, entrega y pasión por las misiones, y su labor pastoral en zonas como Timpía, Shintuya, Puerto Maldonado, Sepahua, Kirigueti y Quillabamba. En este último lugar se desempeñó como director de la emisora del vicariato, Radio Quillabamba, desde donde contribuyó también con distintas causas sociales, entre ellas, la construcción de un hospital.
El Padre Ignacio Iraizoz, misionero dominico que lo conoció desde su llegada al país y con quien le unía lazos especiales, destacó su compromiso y el cariño que sentía por los pueblos indígenas amazónicos, hasta el punto en el que, cuando a Fray Santiago se le nombró obispo del vicariato, rechazó el cargo porque no podía dejar su misión junto al pueblo Matsigenka.
"Elentonces vicario secomunicóconmigovíatelefónicaque tomara la avionetayme desplazara a Timpía para comunicarle al padre Santiagoquehabíasido nombradoobispo (:..) medespidióconunno buen humor,sin aceptar.Noes querechazaseel cargo por humildad si no que lo tenia muy claro que su salud nopodíacomprometerle en elnombramiento y sobre todo que élteníadecididoterminarsusdíascon susengreídosmatsigenkas y nopodíaabandonarlos", recuerda el Padre Ignacio.
Desde el Vicariato de Puerto Maldonado, la Iglesia amazónica y todos quienes le conocieron, se enviaron mensajes para despedir a Fray Santiago, agradeciéndole por su entrega en la misión y su vida sobresaliente en el Perú. "Que el Dios de la Vida te acoja y te haga disfrutar de su Reino al que contribuiste en esta tierra. ¡Gracias Padre Santiago!".
Más de 50 agentes pastorales, representantes indígenas y misioneros del Perú participan del curso "Escuchar y hablar con el corazón de la Amazonía y caminar con sus pueblos", unespacio de aprendizaje y reflexión sobre el papel de la comunicación en el contexto amazónico y de crisis ambiental en Perú, a partir de documentos y la cultura de paz de la Iglesia católica. La formación es impulsada por el Centro de Investigación y Educación en Comunicación (CREC International).
Con el fin de fortalecer a comunicadores y comunicadoras comprometidos con amplificar la voz de la realidad amazónica y de las poblaciones que sufren las crisis ambientales; así como desarrollar sus capacidades de escuchar y prestar atención a las comunidades indígenas, al desarrollo sostenible y el medio ambiente; inició hoy el curso "Escuchar yhablar con el corazón de la Amazonía y caminar con sus pueblos. Comunicación, comunidades y medioambiente en el contexto amazónico y de crisis". Una formación que cuenta con la participación de más de 50 agentes pastorales, representantes indígenas y misioneros del Perú.
La formación es de modalidad híbrida (blended learning), por lo que tendrá una etapa presencial y virtual. Es impulsada por el Centro de Investigación y Educación en Comunicación (CREC International), con sede en Lyon, Francia; en colaboración con el Servicio de Capacitación en Radio y Televisión para el Desarrollo (SECRAD) de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, y cuenta con el apoyo de organizaciones como el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) Perú, la red Comunicando Esperanza y la Comisión Episcopal de Comunicación de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP).
El curso comprende cinco módulos asincrónicos, así como conferencias en línea con ponentes con amplia experiencia en comunicación, medio ambiente y pueblos amazónicos. Entre los temas se incluyen referencias a documentos como la Encíclica del Papa Francisco, Laudato Si’, sobre el cuidado de nuestra casa común; Querida Amazonía -la exhortación post sinodal de 2020- y los mensajes del sumo pontifice sobre la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.
"Es una experiencia que CREC International ha querido llevar a cabo en América Latina, para usar las nuevas tecnologías al servicio de las comunidades amazónicas, en un contexto de pandemia y post-pandemia. Estas nuevas tecnologías educativas buscan abrir espacios allá donde no los hay", sostuvo Ary Waldir Ramos Díaz, coordinador académico para América Latina y el Caribe e instructor del CREC International.
Los participantes del curso provienen de diferentes jurisdicciones eclesiales del Perú, y en su mayoría, desempeñan labores de comunicación radial en regiones como Loreto, Madre de Dios, Ucayali, Junín, Amazonas, Huánuco, Cajamarca, Apurímac, Puno y Lima. Más de la mitad radican en la selva, trabajando como comunicadores y periodistas en las radios de los vicariatos de la Amazonía peruana.
Con el corazón de la Amazonía
Durante la sesión de bienvenida, realizada el 4 de febrero, estuvieron presentes Seàn-Patrick Lovett, vicedirector de CREC International; José Luis Aguirre Alvis, el director del SECRAD de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, sede La Paz; Manuel Cornejo Chaparro, director del CAAAP; Patricia Ruiz, de la Red Comunicando Esperanza; así como Ary Waldir Ramos Díaz, facilitador CREC y Franklin Cornejo, facilitador del curso y coordinador en Perú.
“El mundo de hoy necesita gente profunda, con capacidad de escucha y discernimiento, que sepa escudriñar los signos de los tiempos con los oídos del corazón (…) Agradezco infinitamente el trabajo pastoral de comunicación que realizan al servicio de sus comunidades, y el gran de deseo de mejorar sus habilidades para servir al bien común”, fueron las palabras de bienvenida de Mons. Edinson Farfán, obispo de Chuquibambilla y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación de la CEP, que si bien no pudo estar presente, envío un video mensaje a los participantes.
Tras presentarse y contar acerca del trabajo que realizan, los comunicadores y comunicadoras agradecieron la oportunidad de estar presente en esta formación, recordando la visita del Papa Francisco a Puerto Maldonado en 2018, que puso en los ojos del mundo el territorio amazónico. Asimismo, resaltaron la importancia de seguir caminando juntos por el cuidado de la casa común y la defensa de la Amazonía y de sus pueblos.
“Es una oportunidad poder establecer estas sinergias entre instituciones vinculadas a la Iglesia católica en Perú, para no solo trabajar la comunicación desde el lado de los medios, sino entenderla como procesos en los que podemos encontrar el aporte de las comunidades y las culturas locales. Un tipo de comunicación más humana que permita reflejar las diversidades”, sostuvo Franklin Cornejo.
Se espera que, con el desarrollo de esta formación, los participantes aporten a la construcción de una cultura de pazorientada a una comunicación holística-experiencial-sensorial-participativa, para poner al centro de los procesos a las personas y a sus comunidades, mientras se valoriza la cultura local y el desarrollo integral; y redescubran la escucha como algo esencial para una buena comunicación en el camino de la Iglesia sinodal.
Sobre CREC International
Fue fundada en 1971, de la mano del sacerdote católico francés de la Orden de los Oblatos, Pierre Babin, con el objetivo de formar a los futuros líderes de la comunicación. La institución brinda talleres experimentales y de empoderamiento sobre una amplia variedad de temas relacionados con la comunicación, en todo el mundo.
“No somos dueños de la tierra, sino que somos sus defensores”, dice Marleny Yucumá Vásquez, integrante de la Finca Amazónica de la Vicaría del sur en Caquetá (Colombia).
Por: Comunicaciones REPAM
“Uno de los frutos del Sínodo fue la conformación de la Red Itinerante de la Amazonia, equipos de vida religiosa, que junto con laicos, misionan en este vasto territorio”, afirma el padre Israel Arévalo, secretario adjunto de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos/as (CLAR).
El sacerdote asegura que “se ha dado una articulación entre la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), que apuesta por “visibilizar las distintas presencias” en consonancia con las líneas de la CLAR de interculturalidad, intercongregacionalidad e itinerancia.
Apunta que la pandemia fue un tiempo para visibilizar muchos de estos equipos itinerantes, “algunos presentes en tres fronteras y que tenemos el desafío de acompañarlos en territorio para fortalecer la formación, liderazgo y espiritualidad”.
Estar abiertos a lo nuevo
Para la hermana Joaninha Honório Madeira, del Equipo Itinerante Panamazónico, “ser misionero itinerante se debe estar dispuesto de vivir la diversidad, la complementariedad y la interinstitucionalidad para estar abierto a lo nuevo, a lo diferente, a lo intercultural, que está presentes en la Amazonía”.
“Si estás buscando un espacio de misión en la Amazonía, las puertas están abiertas, mientras que por ahora componemos esta red itinerante donde la CLAR y la REPAM vamos integrando a todos los colectivos de la Amazonía en una gran red”, invita.
Con esta alianza entre la CLAR y REPAM, “vamos avanzando para estar presentes donde la vida está más amenazada, por eso, debemos ir adonde las heridas están más abiertas y juntos acompañarnos, nadie puede quedarse solo, mucho menos en la Amazonía”
Sobre la campaña
Frutos del Sínodo Amazónico es una campaña creada desde la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos /as (CLAR) y Cáritas Latinoamérica y el Caribe. Presenta los avances concretos del Sínodo Amazónico, desde relatos y testimonios concretos de diversas personas de diversas instancias, núcleos temáticos y colectivos amazónicos.
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El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), la Red Eclesial Panamazónica (Repam), la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama), la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos/as (CLAR) y Cáritas Latinoamérica y el Caribe, lanzan desde este 06 de octubre la campaña “Frutos del Sínodo Amazónico” para celebrar tres años de camino a la luz del Documento final y la exhortación postsinodal Querida Amazonía.
Por: Ángel Morillo / ADN Celam
Para ello, se han recogido testimonios desde diversas instancias, núcleos temáticos y colectivos ligados con la Repam y la Ceama, en el que hablan sobre los avances de los cuatros sueños del Papa Francisco en Querida Amazonía: social, cultural, ecológico y eclesial. Estos testimonios saldrán a lo largo de las próximas semanas por las redes sociales de las instituciones.
El árbol que da frutos
La identidad de esta campaña está centrada en un árbol, cuyos frutos (maduros, pintones y verdes) caen para formar el nombre “Frutos del sínodo amazónico” con el cual “se desea crear una identidad permanente para celebrar en adelante el aniversario de este Sínodo que comenzó con la visita del Papa Francisco a Perú”, explica el sacerdote de la Consolata Julio Caldeira, referente de comunicación de la REPAM.
Se trata de un arbol de chonta (chontaduro en algunas otras regiones) conocido en idioma shuar como uwi, que mide de 10 a 15 metros y es originario de la Amazonía y que se ha esparcido en Centroamérica y el Caribe.
“De ese mismo modo queremos que la Iglesia en la Amazonía se vaya expandiendo por el mundo, puesto que precisamente queremos amazonizarlo. El Papa siempre ha tenido presente la Iglesia amazónica, se ha evidenciado con su respaldo a los estatutos de la CEAMA”, ha explicado Aura Orozco, referente de comunicación de la CEAMA.
Ejercicio de genuina sinodalidad
Monseñor Miguel Cabrejos, presidente del Celam, se ha unido a esta celebración. Al respecto, ha señalado que “en un ejercicio de genuina sinodalidad, queremos presentarles esta campaña”.
Por eso, “queremos invitarlos a acompañar esta serie y a compartirla. En ella destacamos la riqueza que brota del corazón de la Iglesia en la Amazonía a lo largo de este proceso sinodal que sigue animando a tantos hombres y mujeres de bien a caminar juntos, discerniendo los nuevos caminos que debemos recorrer en América Latina y el Caribe y en la Iglesia universal”.
El evento paralelo desarrollado en el marco del 52º Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) reunió a los representantes de la REPAM, la OEA y los pueblos indígenas, a fin de incidir y visibilizar la situación que se vive en el territorio amazónico.
El Núcleo de Derechos Humanos de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), la Misión Permanente del Perú ante la OEA y la Misión de la Santa Sede ante la OEA organizaron el evento paralelo “Derechos de los Pueblos Indígenas Amazónicos”, desarrollado el martes 4 de octubre con el objetivo de profundizar y complementar el lema de la 52° Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos “Juntos contra la desigualdad y la discriminación”.
Previo a la Asamblea General que será liderada por los Cancilleres americanos del 5 a 7 de octubre en la ciudad de Lima, Perú; el embajador Harold Forsyth, representante Permanente del Perú ante la OEA; Monseñor Juan Antonio Cruz, representante Observador Permanente de la Santa Sede ante la OEA, Lily Calderón Ramos, coordinadora del Núcleo de Derechos Humanos de la Red Eclesiástica Panamazónica, y David Lobatón Palacios, profesor y jefe del Departamento de Derecho de la PUCP, dieron a conocer la situación de los pueblos indígenas de la Amazonía.
Contra la desigualdad y la discriminación
“El Papa Francisco desde el inicio de su pontificado ha tenido un privilegio por los que están excluidos y descartados. Por eso el lema de esta Asamblea General viene como anillo al dedo”, sostuvo Monseñor Juan Antonio Cruz. Además, expresó que “tenemos que luchar por dar voz a quienes no la tienen, para que todos puedan tener acceso a los mismos derechos y seamos iguales ante la ley y la sociedad”.
El representante Observador Permanente de la Santa Sede ante la OEA señaló que el Sumo Pontífice ha puesto un impulso para que “todos estos pueblos no sufran una colorización cultural”, sino que la Amazonía pueda promoverse y estar abierta al mundo. “Que sea portadora de valores para nosotros. Y desde ahí, la iglesia, no ahora, sino desde siempre, ha tenido un privilegio de estar defendiendo los derechos de los pueblos originarios”.
Por su parte, el embajador Harold Forsyth resaltó la importancia de generar un espacio propio para abordar la situación de las poblaciones indígenas que viven en la Amazonía. “Coincidimos, en ese sentido, con el esfuerzo que viene realizando la Iglesia Católica por medio de la Red Eclesial Panamazónica, las diversas organizaciones de los pueblos amazónicos y la propia OEA”, manifestó.
El representante Permanente del Perú ante la OEA coincidió en que el lema de la 52° Asamblea General, “Juntos contra la desigualdad y la discriminación”, encaja con los objetivos que ya tiene la REPAM. “Y el lema personal de la gestión del secretario general de la OEA, Luis Almagro, es más derechos para más gente. Eso es lo que les reúne a ustedes en esta tarea llena de nobleza”, añadió el embajador Forsyth.
Amar y proteger la Amazonía
Sobre este evento paralelo, Monseñor Juan Antonio Cruz manifestó que se encuentra “en el corazón del Papa”, pues los pueblos originarios son el “símbolo de lo que significa la Amazonía”. Recordó también que hace tres años se convocó al Sínodo para la Amazonía, que tuvo como fruto la exhortación apostólica postsinodal ‘Querida Amazonía’ para despertar el afecto y la preocupación por este territorio. “Por eso estamos aquí. Es un paso más para dar visibilidad a esta tierra que es también nuestra. Amarla, protegerla y sentirnos íntimamente unidos a ella”.
Al lado de los pueblos originarios
Durante el evento “Derechos de los Pueblos Indígenas Amazónicos”, Lily Calderón Ramos, representante de la REPAM, subrayó que el trabajo de la red busca articular los esfuerzos conjuntos de todas las iglesias locales a lo largo del territorio panamazónico, que abarca nueve países. “Asumiendo toda nuestra experiencia como Iglesia, desde 2014, con las instituciones que son parte de esta red hemos pensado y planteado cómo buscar los modos más adecuados para responder a esta necesidad urgente de los pueblos indígenas”, explicó.
Es así como, desde 2016, a través del Núcleo de Derechos Humanos e Incidencia Internacional de la REPAM, se han realizado tres escuelas formativas reuniendo a líderes de pueblos indígenas y comunidades tradicionales de la Panamazonía. El principal objetivo de estos espacios es proporcionar herramientas educativas que ayuden a formalizar las denuncias sobre violaciones de derechos humanos ocurridas en el territorio amazónico.
Entre las principales problemáticas que aborda el Segundo Informe Regional, la representante del Núcleo de Derechos Humanos de la REPAM explicó que se encuentran la contaminación por mercurio en los ríos que enfrentan en Madre de Dios, Perú, producto de la minería ilegal. “Muchas de las comunidades amazónicas sostienen que son hombres de agua, hombres de río. Viven del río, pescan del río, consumen el agua”, indicó Calderón.
En su discurso destacó también los continuos derrames de petróleo en la Amazonía peruana que han tenido poca o nula respuesta por parte del Estado. “Una dinámica que afecta a todos los países que conforman la Panamazonía”, dijo. Por otra parte, en el informe se recoge la experiencia en Brasil sobre la realidad de los indígenas que migran a las grandes ciudades, una situación que se comparte en toda la Cuenca Amazónica.
Por su parte, el profesor y jefe del Departamento de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), David Lobatón Palacios, destacó que el proceso de la REPAM ha promovido pronunciamientos e informes en el ámbito del derecho internacional de los derechos humanos. “Lo que corresponde ahora es que Iglesia Católica en territorio puedan llevar casos o temas concretos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Creo que el camino ya se abrió”, señaló.
Voces de la Panamazonía
En este evento paralelo estuvieron presentes representantes de la comunidad shipibo-konibo de Cantagallo, una población que migró desde la región Ucayali hace más de treinta años para trasladarse hacia la capital. Augusto Valles Odicio, presidente de la Asociación de Vivienda de Shipibos en Lima (AVSHIL), expresó ante el panel los principales problemas que vive su comunidad en la ciudad.
“Hay una cantidad de madera que están sacando del territorio de mi comunidad en Ucayali. Están depredando la Amazonía”. Afirmó que están cansados de denunciar y que las autoridades se hagan los ciegos y sordos. “No sabemos a dónde ir, y es por eso que se queda ahí. Porque no tenemos la posibilidad para poder pelear contra este poder económico”, denunció el dirigente.
Desde la comunidad Cantagallo se reclama que, desde hace muchos años, el Gobierno no atiende sus tres necesidades urgentes en educación, salud y vivienda. Ellos se sienten discriminados. “Hablamos de nuestros derechos, pero no vemos presencia de las autoridades en la comunidad. Da mucha pena porque todos somos peruanos”, apuntó Guirda Karina Pacaya Cruz, presidenta de la Asociación de Artesanos Shipibos Residentes en Lima Pro Vivienda (ASHIRELV).
La lideresa enfatizó que las personas que integran la comunidad son migrantes en busca de oportunidades y que, a pesar de los años transcurridos en Lima, siguen siendo igual de discriminados. “Lo que pediría es que en esta Asamblea las problemáticas que tenemos se agenden para que de esta manera las comunidades seamos visibles. Porque de que sirve que haya reuniones si solo nos traen para ser la imagen”, añadió.
En otro momento, la Hermana Ana María Palomino Corzo, representante de la pastoral indígena del Vicariato de Pucallpa con más de treinta años de experiencia misionera en el acompañamiento a pueblos indígenas, relató que el Estado se deben replantear la situación de los hermanos indígenas en el contexto urbano. “Hay que darles un lugar y reconocimiento de sus derechos en estos territorios”, mencionó.
La religiosa explicó que cuando la población indígena migra, se rompe ese lazo con la tierra que significa todo para ellos. Si bien se está avanzando con la pastoral indígena urbana, sostuvo que hay que darle a esta población migrante un lugar y un reconocimiento de sus derechos en estos nuevos territorios. “La vida que es digna debe ser resignificada en todos los lugares de nuestro territorio nacional”.
Monseñor Alfredo Vizcarra, obispo del Vicariato Apostólico de Jaén, y presidente de la REPAM Perú y del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), presente en el espacio, también intervino para remarcar que se está corriendo para “mitigar el mal que se esta haciendo”. Una situación que sigue sucediendo porque se permite. “Es un problema de derechos humanos. La gente ve afectada su vida por la tala, los derrames de petróleo, la extracción de minerales”.
Para el obispo, la falta de atención del Estado en derechos fundamentales como la salud y educación es “una injusticia” que debe remediarse con el cambio en la política de gobierno hacia la Amazonía. “Toda una población aquí en Lima, en el centro, vecina a Palacio de Gobierno, y no hay una atención”, subrayó.
El representante del Vicariato de Jaén indicó que esta política no se debe decidir en Lima, sino con la participación de los pueblos indígenas y los que habitan en la Amazonía, con el fin de ver la forma de resolver los problemas que están “explotando en todas partes” y “apagar el incendio”. En ese sentido, mencionó que se debe velar por “una política de desarrollo sostenible, integral, que respete los ecosistemas, la cultura y dé oportunidad a aquellos que lo necesitan”.
Este 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, concluye el #TiempoDeLaCreacion que inició el pasado 1 de septiembre. En Vatican News compartimos el testimonio del Padre Roberto Carrasco, Oblato de María Inmaculada, sobre la implementación de “Querida Amazonia” en la región amazónica del Perú.
Por: Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“No podemos ser indiferentes al grito de la tierra. Como Iglesia tenemos que responder porque somos un cuerpo y la amazonia es parte de este cuerpo. Acojamos el llamado de Santo Padre para el cuidado de la Casa común”, lo dijo el Padre Roberto Carrasco Rojas, O.M.I., Superior de la Delegación General de Bolivia y Perú (BOLPER), de la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, explicando cómo han venido implementando las conclusiones del Sínodo para la región Panamazónica, recogidos en el documento “Querida Amazonia”, en la amazonia peruana.
Profundizar en la actitud de escucha
Este 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, concluye el Tiempo de la Creación, que inició el pasado 1 de septiembre, un tiempo para orar, meditar y realizar acciones concretas en favor de la Casa común. Al respecto, el Padre Roberto Carrasco señala que, “el Papa Francisco ha sido muy certero al iniciar un proceso de sinodalidad, en el cual es necesario ponernos en una actitud de escucha. Esta es la clave y esto es una actitud de los pueblos indígenas para iniciar el cuidado de la Casa común. Hay que escuchar a los hermanos, pero también a la madre tierra”. En este sentido, afirma el misionero peruano, no podemos ser ajenos, indiferentes a las tragedias que pasan en la amazonia, sobre todo, en estos últimos derrames de petróleo que hemos tenido, en el Vicariato de Iquitos, en el oriente peruano.
No podemos ser indiferentes al grito de la tierra
Ante esta situación, no podemos ser indiferentes al grito de la tierra. Ya en su momento, Monseñor Miguel Ángel Cadenas, Vicario Apostólico de Iquitos, denuncio la indiferencia de las empresas y el gobierno peruano ante estos desastres que afectan a la amazonia. “La respuesta de la Iglesia ha sido fuerte, a partir del trabajo que se realiza en el Vicariato de San José del Amazonas, del apoyo de muchos animadores cristiano, misioneros, religiosos y religiosas y toda la población que vive en la ribera del río. Como Iglesia tenemos que responder porque somos un cuerpo y la amazonia es parte de este cuerpo. Repito, no podemos ser indiferentes, acojamos el llamado de Santo Padre”.
El compromiso de los Oblatos de María Inmaculada por la creación
En el contexto del 37 Capítulo General de los Oblatos de María Inmaculada, uno de los compromisos asumidos por la Congregación, indicó el Padre Carrasco, es continuar con la opción del cuidado de la creación. “Para nosotros, ha salido como un elemento importantísimo, el cuidado de la Casa común. Hemos venido realizando unos webinars sobre la Laudato si’, 10 webinars, que nos ha congregado a diversos Misioneros Oblatos de María Inmaculada a lo largo de todo el mundo, en 70 países, que están comprometidos con este tema. Hoy, queremos llevar adelante este argumento, del cual no podemos ser indiferentes. Basta, mirar lo que está sucediendo en Europa, lo que está sucediendo en América Latina, los huracanes y tornados, inundaciones, los cambios bruscos de temperatura, etc. No podemos ser ciegos para no darnos cuenta que la tierra, la madre Tierra, la Casa común está clamando”.
En este octavo aniversario de fundación de la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, hacemos presente la Espiritualidad Encarnada que acompaña el nacimiento y su caminar promoviendo el Reino de la Vida, en el cuidado de los pueblos, territorios y ecosistemas amazónicos, a través de una acción socioeclesial articulada en red en la Querida Amazonía.
Por: Comunicaciones REPAM
La Amazonía está llena de vida y de milagros diarios que Dios realiza en la naturaleza. En este gran territorio está la llamada cuenca amazónica, que vierte sus aguas al mar a través de un único río, el Amazonas.
El río Amazonas no se forma por sí sólo, sino que recibe aguas provenientes de varias vertientes: deshielos de los nevados, nacientes, lluvias, neblinas, gotas, pantanos, lagos, charcos, arroyos visibles y subterráneos. En él circulan aguas provenientes de nueve países (Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Brasil, Guyana, Surinam y Guyana Francesa) y que sobrepasan sus límites ambientales, siendo un espacio de vida importante para la existencia y futuro de toda la humanidad (DA 475). En este gran ecosistema todo intenta vivir desde su dinámica armoniosa: seres humanos, flora, fauna, especies vegetales y animales, agua, minerales, bosques, insectos, microorganismos.
Espiritualidad Encarnada
La REPAM – Red Eclesial Panamazónica – es como el río Amazonas, que se va formando desde las experiencias y vivencias de muchas personas, comunidades, parroquias, vicariatos, prelacías, diócesis, organizaciones, etc., recordando que “la presencia de la Iglesia en la cuenca del Amazonas no es la de alguien con las maletas listas para irse tras haber explotado todo lo que había a su alcance. La Iglesia ha estado presente en la cuenca del Amazonas desde el principio… y todavía está presente y es crucial para el futuro de la zona” (Papa Francisco, Rio, 27/07/2013).
Al mismo tiempo, no tiene importancia sólo en sí misma, pues debe llevar estas vivencias y experiencias hasta la construcción del Reino de Dios, sabiendo que de pequeñas gotas llegaremos a constituir y alcanzar al mar. Para que se mantenga la armonía de la REPAM, todos debemos caminar y navegar con una profunda espiritualidad: desde la auténtica encarnación en la realidad (dimensión existencial), centrado en la Palabra escrita y desde la dimensión teológica (Palabra de Dios escrita y oral), con una actitud profética-martirial y marcada por una verdadera identidad (rostro amazónico).
Esta iniciativa brota de la acción del Espíritu Santo que ha guiado y guía a la Iglesia en el proceso de encarnar el Evangelio en la Pan-Amazonía. El dinamismo de la REPAM requiere de una participación activa de cada una de las instancias eclesiales, sean ellas organismos o Iglesias locales, a través de las diversas iniciativas, acciones, propuestas, proyectos y programas definidos por la Red, uniendo fuerzas, creando puentes de diálogo, cooperación y articulación entre todos los actores eclesiales presentes en la región.
Fuente de vida
La Panamazonía es “fuente de vida en el corazón de la Iglesia”, respondiendo al apelo de los obispos reunidos en Aparecida, de “establecer entre las Iglesias locales de diversos países sudamericanos, que están en la cuenca amazónica, una pastoral de conjunto con propiedades diferenciadas para crear un modelo de desarrollo que privilegie a los pobres y sirva al bien común” (DA 475).
El encuentro de las aguas en la Pan-Amazonía debe seguir su camino hacia la construcción del Reino de Dios. Para ello todos debemos involucrarnos y sentir que éste es el llamado de Dios para que los pueblos amazónicos tengan “vida en plenitud” (cf. Jn 10,10).
La V Cumbre Amazónica convocó a 98 líderes y lideresas de los nueve países de la Cuenca Amazónica, y a más de 300 participantes de organizaciones indígenas y aliadas, con el fin de articular propuestas para salvar el 80% de la Amazonía hasta el 2025.
La V Cumbre Amazónica de Pueblos Indígenas: Soluciones para una Amazonía Viva, desarrollada del 5 al 6 de septiembre, culminó con la presentación de las propuestas con los principales puntos planteados desde los territorios de los nueve países de la Cuenca Amazónica, para lograr proteger el 80% de la Amazonía al 2025. El evento, organizado por la Coordinadora de la Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), se llevó a cabo en la ciudad de Lima, capital del Perú.
Un total de 98 líderes y lideresas de los nueve países de la Cuenca Amazónica, y más de 300 representantes de organizaciones indígenas y aliadas participaron con el fin de potenciar los esquemas actuales de acción territorial y de la cooperación internacional, y para responder de forma eficiente a las necesidades de sus comunidades, quienes gestionan casi un tercio de la superficie terrestre de la Amazonía. Una región que incluye bosques, ríos y otros ecosistemas importantes.
En la apertura del evento, los líderes de la COICA, junto a científicos de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (Raisg), presentaron nuevos datos reveladores que, dan a conocer que el bosque amazónico está inmerso en punto de no retorno por las altas tasas de deforestación y degradación que, combinadas, llegan al 26 por ciento de la región, donde cada día se extinguen 137 especies vivas.
“Los bosques han sido destruidos por un pozo de petróleo, por la minería ilegal, incendios, tala, introducción de monocultivos y ganadería,” mencionó Gregorio Díaz Mirabal, líder de la COICA y líder indigena del pueblo Kurripaco de Venezuela. Además comentó que “Nos estamos acercando a un punto de inflexión peligroso, sin embargo, todavía es posible lograr con nuestros territorios como principales aliados la conservación de la mayor reserva de agua dulce del planeta, un bioma crítico para la supervivencia de toda la humanidad.”
Además, en la V Cumbre Amazónica se presentaron nuevas investigaciones y propuestas de estrategias alineadas con la protección y conservación del bioma amazónico, uno de los ecosistemas más vulnerables e importantes del mundo, con el fin de cumplir con los objetivos climáticos y de biodiversidad globales, vitales para garantizar la seguridad alimentaria y reducir el riesgo de futuras pandemias en el mundo entero.
Plan de acción
Los pueblos indígenas de la Cuenca Amazónica, en conjunto con aliados estratégicos, lideraron un proceso participativo y vinculante, a través de mesas de trabajo alineadas a ejes conformados por las prioridades históricas de los pueblos indígenas en los territorios de los 9 países de la cuenca amazónica, para iniciar el desarrollo de un Plan Estratégico de Acción 2022-2026, a fin de evitar que la región amazónica se acerque a un peligroso punto de no retorno, que convertiría grandes áreas de la Amazonía en una sabana seca.
Este plan tiene como objetivo generar soluciones para fortalecer la gobernanza, la gestión territorial de las comunidades indígenas, las políticas para garantizar los derechos humanos, la participación de las mujeres y juventudes indígenas en la estructura organizativa; así como el desarrollo estratégico de alianzas para la sostenibilidad financiera y operativa de la COICA y sus organizaciones de base.
Su desarrollo marca un paso crítico en el proceso que se inició hace un año, cuando en el Congreso de la UICN en Marsella, los miembros de la UICN votaron abrumadoramente a favor de la expansión de los derechos territoriales de los pueblos indígenas para proteger el 80 % de los bosques de la región para 2025. Y es que, para la COICA es fundamental el reconocimiento legal y legítimo de los derechos colectivos, individuales y territoriales de los pueblos indígenas.
XI Congreso
La V Cumbre Amazónica fue la antesala al XI Congreso de la COICA, que se viene realizando del 7 al 9 de septiembre. Se trata de un proceso propio de los pueblos indígenas para el fortalecimiento de la estructura organizativa a nivel regional y desde los mismos territorios, que les permite ser los protagonistas de un cambio transformador en beneficio de los pueblos y toda la humanidad.
Al final del XI Congreso, se espera que los líderes y lideresas presentarán el plan de acción final para proteger el 80% de la Amazonía para 2025, validado por el Consejo de Gobierno de la COICA, una meta que va mucho más allá de lo que los gobiernos de la región se han comprometido como parte de un esfuerzo global para conservar el 30 por ciento del planeta para 2030.
A través de la red de tambos solidarios que el Vicariato Apostólico de Jaén ha trazado en ocho de sus parroquias se constata que, a menudo, las familias con una alimentación deficiente luchan contra varias situaciones difíciles que se entrelazan.
Cuando Pilar visita alguna de las ocho parroquias donde el Vicariato de Jaén tiene instalados sus ‘tambos’, espacios de apoyo social donde, entre otras actividades, se ayuda con víveres y se brindan talleres de hábitos de vida saludable, siempre incide en lo que considera principal: “Les insisto en que lograr una buena nutrición para su familia está en sus propias manos”. Y el por qué es bastante evidente. “Algunos prefieren vender los huevitos que producen sus gallinas y, en lugar de consumirlos, compran fideos, atún o gaseosa; otros incluso venden la leche de su vaquita y al día siguiente van a comprar un tarro de leche en lata”, explica. Es Pilar Tafur, licenciada en Enfermería y coordinadora de la pastoral de salud del Vicariato Apostólico de Jaén.
A raíz de la pandemia, esta institución, como otras, percibió el gran vacío institucional que existe en lo relativo a la alimentación de los más humildes y evidenció lo que, técnicamente, se conoce como ‘grandes brechas sociales’. De inicio con una política asistencial (entregar bolsas y canastas de víveres básicos como arroz, atún, legumbre o aceite), con el paso de estos dos últimos años el enfoque se ha readaptado desde lo que, al inicio, fue una emergencia humanitaria. Ahora se sigue apoyando a familias vulnerables con productos, pero insertando un componente educativo. “A los beneficiarios (más de 550 en total), se les habla sobre las dietas balanceadas y, a partir de un recetario ya elaborado y planificado con productos de la zona, se hacen demostraciones, se cocinan platos saludables y muy nutritivos con ellos”, detalla Tafur. Se pretende, desde la práctica, llevar a la reflexión y en última instancia a una mejora de las costumbres culinarias. Conocimientos que también se intentan afianzar con la emisión de spots y programas en Radio Marañón, propiedad del vicariato, estación radial muy seguida en toda la provincia y especialmente en el ámbito rural.
Como sanitaria, Tafur percibe la situación con una visión integral y asegura que las deficiencias nutricionales van de la mano con ciertas debilidades en salud mental. Deficiencias con raíces muy profundas. “Cuando voy a las casas más alejadas lo que más me impacta es cuánto les afecta, en su forma de alimentarse, su situación afectiva. Vas, hablas, y en la mayoría de los casos empiezan a brotar conversaciones relativas a violencia en el hogar, ya sea entre esposos o de hijos a padres. El hecho de que una familia se desintegre tiene mucha relación con el descuido y la pasividad hacia una buena nutrición”, comenta. Por eso en el ámbito rural muchas de las beneficiaras del proyecto que ejecutan con el apoyo del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), Pórticus y otras instituciones aliadas, son madres solteras y/o abandonadas con varios niños pequeños a cargo. Viven en pueblitos y caseríos alejados, a veces a varias horas de camino a pie, y el trabajo en el campo es su único recurso.
Por eso, tras hacer un diagnóstico de las necesidades y fortalezas, la pastoral de salud del Vicariato de Jaén cree que en los próximos meses habría que dar un paso más: impulsar biohuertos familiares. “Es una voz unánime que nos marca la misma dirección. En todas las zonas que voy manifiestan que quieren que les instruyan bien en cómo sembrar mejor, cómo y qué abonos utilizar y en criar animales con más garantía de éxito”, explica Tafur, “necesitaríamos que nos brinden semillas y también contar con algún personal experto en esos temas, algún ingeniero, agrónomo, forestal… que se integre a nuestro equipo”.
Si difícil es la situación de las madres jóvenes, no es mejor la de cientos de adultos mayores hallados en situación de semi-abandono y con unas enormes carencias nutricionales. Y es que los ancianos son, a menudo, y especialmente en los contextos urbanos, los grandes olvidados. Pareciera que eran invisibles y la Covid-19 nos hubiera hecho abrir los ojos y voltear la mirada hacia ellos. Un fenómeno que se ha dado a nivel mundial y que en Jaén se evidencia en las dos parroquias de la ciudad que están incluidas en los tambos solidarios: San Francisco de Asís y Morro Solar. “El padre Walter Crispín, por ejemplo, reparte cada 15 días canastas a un promedio de 100 adultos mayores que han sido abandonados por sus hijos o que, directamente, no tienen familia”, relata Tafur, “la situación en que los encontró es realmente dura, se merecen todo el apoyo porque ellos sí ya no están en situación de trabajar la tierra”.
Una tierra que, en esta zona, llamada coloquialmente como ‘ceja de selva’ por estar en un punto de entrada a la Amazonía, regala alimentos como la vituca, un tubérculo parecido a la yuca, rico en carbohidratos y fibra y del que se pueden elaborar varios derivados. También está la arrachaca. De ambos se pueden hacer harinas y tortitas muy interesantes desde el punto de vista nutricional. Ideales para combinarse con espinacas, brócoli o cebolla china, que se cultivan con relativa facilidad.
Un proceso que va de lo asistencial (brindar alimentos) a lo productivo (sembrar, cultivar y cocinar) pero que, en el camino, necesita una gran cucharada repleta de sensibilización. Y no es casualidad. La educación es la base para el desarrollo integral que los más vulnerables solicitan. Una petición que ni tan siquiera debería existir porque ya es, de por sí, un derecho reconocido internacionalmente: el derecho a la alimentación.
A través de un pronunciamiento, pidieron una transición política para buscar una salida a la "profunda crisis actual" y a la lucha interna entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, que daña la democracia generando división y conflicto.
La Conferencia Episcopal Peruana hizo un llamado a todos los sectores de la sociedad civil a buscar por medio de los cauces democráticos "el restablecimiento de la gobernabilidad y la paz" en el país. En medio de lo que calificaron como "un momento de profunda crisis social y política", expresaron que aún se está a tiempo para trabajar juntos tomar rumbo hacia un proyecto de país con un auténtico compromiso para el desarrollo humano integral.
A través del pronunciamiento publicado el jueves 18 de agosto, los obispos del Perú resaltaron que es urgente buscar y constituir canales efectivos de articulación y diálogo entre el Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y la Sociedad Civil, para garantizar la gobernabilidad y el bien común. "El consenso social pide dar paso a una transición política que busque urgentemente una salida a la profunda crisis actual, priorizando la necesaria reforma política pendiente", agregaron.
Asimismo, apuntaron que es necesario defender la "institucionalidad democrática" y que los gobernantes respeten a los gobernados como verdaderos ciudadanos. "La ciudadanía no merece ver los espectáculos de enfrentamiento en y entre los poderes públicos, especialmente del Ejecutivo y Legislativo, pues la confrontación permanente profundiza su deslegitimación y la ciudadanía ya no se siente representada por ellos. Por el contrario, deben enfocarse en el cumplimiento de la ley y dar testimonio de ello".
Contra la corrupción
En el documento que suscriben los obispos peruanos, se menciona además que "es vergonzoso y decepcionante" que, de acuerdo al informe del Latinobarómetro en 2021, el Perú sea uno de los cuatro países que registran el mayor índice de percepción de corrupción en América Latina. En ese sentido, hicieron énfasis en las palabras del Papa Francisco durante su visita en 2018, cuando dijo que "la corrupción es un cáncer que lo infecta todo” e impacta, a su vez, en el alto índice de la pobreza.
Y es que, para el año 2022, las cifras han alcanzado al 27.5% de la población peruana. De esa manera, "con los "alarmantes niveles de descomposición política, social, económica y moral" se afecta también la vida de las personas en aspectos como la alimentación, la educación y el empleo; a los cuales se unen la desconfianza de un gran porcentaje de la población, la pérdida de credibilidad y de gobernabilidad.
Finamente, la Conferencia Episcopal Peruana instó a las autoridades a enfocarse en el cumplimiento de la ley y a dar testimonio de ello. "Deben facilitar las investigaciones en curso sobre la corrupción que llevan a cabo el Ministerio Público y el Poder judicial", reiterando su compromiso para contribuir a seguir caminando para alcanzar una buena gobernabilidad y el bien común. "La Iglesia Católica, en fidelidad a Dios y a laspersonas, ha estado, está y estará siempre dispuesta a colaborar por el bien de nuestro querido Perú".